Partida Rol por web

Agazapado a los pies de una montaña imponente, un monasterio en ruinas aparece entre antiguos árboles retorcidos. Construido con bloques de piedra sencillos, desgastados por el paso del tiempo, el edificio sólido se está desmoronando. Secciones del tejado de pizarra inclinado se han derrumbado y porciones del muro exterior se han desmoronado. Hierbajos y plantas salvajes con espinas campan a sus anchas por todo el campo que conduce hasta el lugar, dejando solo el más leve indicio de un camino que termina ante las puertas principales en ruinas. Más allá, un patio descuidado espera en sombras. El viejo camino que conduce hasta las ruinas termina a unos 50 pies (15 m) del monasterio, justo donde os encontráis ahora.

El clérigo va por el camino. Antes de seguir avanzando más, reune al grupo a su alrededor

"Hey gentes. Por si alguno está herido..."

La canalización basta para curar el rasguño que SHAUN MICHAELS tenia en el antebrazo.
"Si alguno necesita más, que lo diga"

Mientras seguimos caminando...

"Bueno Ronan, cuentame una cosa ¿A que dioses adoras?" pregunta SHAUN MICHAELS
 

Mientras vamos caminando, entablo conversacion con Shaun que parecia interesado en mí.

La verdad que adorar a algún dios... la verdad que soy poco creyente, y nunca me he decidido por ninguno. Me crié en un pueblo cuidando ovejas y estirado en el campo. Por mi caracter, la gente me repudiaba un poco y pensaban que era algo tonto, pero tan solo era vaguería lo que tenía. Me aburría de estar en el pueblo, incluso el sacerdote me instigaba que fuera a la iglesia y adorara a algun dios, que el me marcaría el camino. Pero caray, pero para ello tenia que levantarme temprano e ir alli a hacer el paripe con oraciones y otras mamarrachadas. La verdad que esta armadura, como armas no son mías. Un día mientras me desplazaba a otro campo con las ovejas, una de ellas se me escapó. El perro que me ayudaba ya era muy mayor y ni hacia caso. Se quedaba en casa mas de una vez. Yo siempre soñe con ir de aventuras, matar monstruos y salvar a princesas. Quizas era lo que se contaba en cuentos, pero sabia que podia cumplir ese sueño. Asi que encontré una fogata encendida cercana al bosque donde un paladín estaba durmiendo dentro de una tienda. Era muy temprano, y sus utensilios como la espada, escudo y armadura estaban alli bien colocados en una piedra. Sin duda me dio un subidón, pues los paladines eran el tipo de guerrero que siempre habia respetado, por defender la corte del rey y ser nobles de sentimientos. Me probe la armadura y me encajaba perfectamente, como si fuera hecha para mi. Me arme con la espada y el escudo y me mire en el reflejo de un charco. Que bien me quedaba!! Me decía internamente. Así, como si fuera, el destino, me olvide de la oveja descarriada, del rebaño suelto en el pasto y empece a caminar por el bosque ataviado con la bolsa que traia otras cosas del paladín. Así empece mi aventura, matando monstruos pequeños mientras aprendia a usar la espada y escudo. Aun estoy falto de destreza, pero almenos la balanceo bien en los golpes mientras busco en qué puntos asestar al enemigo. Supongo que ese paladín me estará buscando desesperado, jeje.

Así me deje llevar por mis palabras iniciales hasta contar gran parte de mi historia y de donde venía.

"Jeje, estas hecho un pillo, Ronan" le dice dandole un golpecillo de buen rollo en el hombro

"Pues cuidas bien esas armas para ser robadas. Y que demonios, ninguno de entre nosotros es un santito precisamente" digo pensando en todas mis salidas de los viernes, en los desmadres, las furcias y las forcias... "Aparte, hacemos lo que nos gusta, ayudamos a alguien y hasta salimos ganando con ello"

"¿Por que quejarse?"

Un aura de energía positiva os embriaga y recorre vuestros cuerpos, cuando Shaun invoca los poderes de su deidad. Todos lo sentís, pero unos más que otros. Shaun cura su rasguño por completo, al igual que las heridas de Kharn que también queda en perfectas condiciones. Incluso la herida del hombro de Diana parece mejorar un poco.

Permanecí en silencio mientras el grupo hablaba. El paladín contó su historia, lo que me hizo recordar la traición de mi hermano y el exilio de su pueblo, pero también mi niñez y mis propios sueños. Contrariamente a lo que pudiera parecer, envidiaba a los eruditos dedicados, a los estudiosos de las leyes y a los buscadores de saber. Me convertí un estudiante dedicado, mucho más de lo que eran el resto de miembros de mi familia. Sin embargo, se esperaba de mí un líder fuerte y guerrero como lo había sido su padre y pronto abandoné esa esperanza cuando me pusieron mi primera espada entre las manos. A partir de ahí todo sería sangre, violencia y muerte.

En un arranque de amabilidad, le di secamente las gracias al clérigo cuando este me sanó usando los poderes de su dios. Puede que no tengamos las mismas creencias, pero gente así a mi lado propicia el que pase mucho menos tiempo entre batalla y batalla.

- ¿Alguien más quiere presumir de su historia antes de que entremos en éste maldito monasterio? - pregunté de forma tosca. Aunque parecía hostil, no era mi intención serlo. 

No entiendo a que te refieres de presumir de historia, Kharn. Quizas no la hubiera contado, pero me deje llevar por mis propias palabras. Todos guardamos secretos que no queremos que nadie sepa, pero no por ello debernos sentirnos menos orgullosos de donde procedemos.

le digo acercandome un poco a él. Luego decido echar una mirada alrededor de la fachada del monasterio para ver si alguna cosa interesante o algun enemigo que aceche a traves de la ventana.

No distingues nada inusual, además de lo que ya ves a simple vista: Las ruinas del viejo monasterio y sus salvajes alrededores del bosque. (Ver el primer post)

"Sh... un momento"

Dedicando un instante, SHAUN MICHAELS echa un vistazo alrededor, buscando señales de vida y de actividad en el monasterio... y de RASTROS hacia él.

Al fin y al cabo, no me gustaria entrar en una trampa evidente.

Nada parece alertar tus sentidos. Aun a unos 15 metros de distancia, hasta la entrada al patio principal del monasterio, todo parece tranquilo y no se escucha nada extraño, salvo los típicos sonidos de la naturaleza que rodea todo el lugar.

- Gracias Shaun. - Le dice la joven cuando el clérigo hace su canalización para curar sus heridas.

Durante el camino, la joven pícara iba escuchando la historia de Ronan, la que le pareció muy graciosa, sobre todo la parte en la que conseguía su armadura y armas.

- Venga chicos, si no veis nada raro vamos para adentro. - Dice Diana haciendo ademán de encaminarse hacia el monasterio, esperando que alguno de sus compañeros de el primer paso adelantándose para ir en cabeza.

Sigo a Diana puertas a dentro del monstario esperando a ver que encontrariamos en su interior. Al menos sabemos que podemos contar con el clérigo para curar heridas, era un factor importante a favor nuestro.

Las puertas de entrada están destruidas y yacen a los pies del monasterio. Decidís cruzarlas para acceder al patio del mismo. La alta hierba y los trozos de piedra caída casi han conquistado este patio pequeño. A un lado, un establo de madera se ha derrumbado en un montón de madera podrida y paja mohosa. El muro exterior en el lado este también se ha derrumbado, dejando un agujero irregular. Tres puertas salen a este patio, un par de puertas dobles al este, una única puerta al norte, y una puerta solitaria que conduce a la torre cuadrada en la esquina sureste. También, podéis ver lo que sería un pozo en ruinas, en dirección norte.

Al parecer esto tiene muchos años. Creo que lo mejor esa atravesar la puerta doble. Detras de una puerta grande, hay una gran habitacion decía mi tío. Eso lleva a un gran salon y mucho sitio para moverse.

Digo señalando la puerta doble.

- Y también a mucho sitio parra que pueda haber más enemigos - digo, finalmente, después de haber permanecido callada todo este tiempo. La verdad es que ninguna de las posibles entradas me gusta, aunque eso, seguramente, se debe a mi poca experiencia como aventurera.

- Si vamos a entrar por esa puerta doble, asegurremonos, primerro, que no contiene ninguna sorpresa - al terminar de hablar, me acerco a dicha puerta, con precaución, y, colocándome a la máxima distancia de ellas que me permite el hechizo que deseo lanzar, invoco, una vez más, a las fuerzas arcanas.

No detectas ninguna presencia de auras mágicas alrededor de la puerta doble.

Conforme entra, con el escudo presto más aún sin desenvainar, SHAWN MICHAELS permanece atento, con sus sentidos a flor de piel, preparado para cualquier eventualidad. La que sea