Partida Rol por web

Edgar asiente ante lo que agrega el grupo. Estaba totalmente de acuerdo con cambiar de lugar, pero ahora, cuando el sol estaba a punto de despuntar parecía imposible. Habían pasado como que por mucho, primero encerrados en un celda, luego la batalla y finalmente enterarse que están en Australia para que además tuvieran que morir, o, en el mejor de los casos, quedar visiblemente quemados.

Tendremos que confiar en la buena de Dios, que nos defienda de esta, y de las que estar por venir; aunque ahora lo que debemos hacer en descansar, pues mañana será una noche larga y hasta creo que igual de penosa. - Hace silencio durante unos segundos para luego continuar. - Lo único que quisiera aportar es que, como estamos en un país extrajero y no sabemos nada, consigamos a alguien discreto y de confianza que nos pueda dar información sobre la situación política de esta zona con respecto a nosotros, a lo que somos; y creo que dejamos huir por esa puerta hace unos minutos al hombre que nos podría dar esa información, o sea, al vampirito ese. Sé que es un Pander y que tenemos razón a desconfiar, pero yo también soy algo por el estilo, soy un Caitiff, y ninguno de ustedes se ha mostrado en una mala disposición conmigo.  A veces hay un poco de confusión al respecto,  yo  siempre estuve en una ciudad camarilla, y había  algunos que les decían Panders pero en realidad somos lo mismo, en las calles y en el bajo mundo hay de todo, sea Camarilla, Sabbat o independiente. todos nos tratan igual. Sé que por nuestra condición somos fácilmente maleables, pero como todo en este mundo hay cosas buenas y malas. ¿Y si ese chamo no era malo?, además me queda una duda, el tipo dijo que hablo con un lider Pander, pero en realidad no dijo que lo fuera, y eso, sabén, ocurre mucho en las calles, y ¿si nos pudiese servir? - Mira al Malkavian. - Saul, no sé mucho de tu clan, pero algo he oído de que pueden leer auras. ¿Y si lees el aura de ese sujeto? Así podremos saber si es bueno o no.

Miró a los demás, esperando su opinión.

Salir de esa bodega me da un cierto llamemosle respiro ya que estar con esos me producia demasiado estres y preocupacion. Camino directo hacia esa esquina donde hay algunos pastos buscando la respuesta a una duda que estoy seguro solucionare

Una vez alli empiezo a hablar al aire como un loco

Hollaaaaa.....holllaaaa...

Miro a Edgar friamente. - Oh... ¡qué bonito! - pienso irónicamente -  el caitiff se ha sincerado con nosotros ¿no es adorable?.

Va a amencer en breve, no creo que les de tiempo de venir a por nosotros, de la misma forma que a nosotros no nos dará tiempo de ir a otro refugio. Debemos confiar en despertar pronto mañana y salir de aquí echando hostias en cuanto lo hagamos. - Digo al grupo para luego dirigirme a Edgar en particular. - No confío en la gente, prefiero consultar con un ordenador la "situación política" o con alguien que yo considere de confianza antes que hablar con un desconocido que podría vendernos en cualquier momento. - Es más, apenas confío en vosotros, ¿quién sabe si no son algunos de vosotros los que están detrás de este experimento macabro?

Mientras caminas  hacia los pastos puedes ver al vagabundo de Sony entrando a otro depósito de manera solitaria y haciendo movimientos nerviosos con las manos mientras se toca la cabeza, te das cuenta que no hay nadie junto a él, y parece algo inestable pues tras tocarse la cabeza se  rasca las manos de manera extraña.

Justo a los pastos escuchas una voz.

Qué bueno que va amanecer mis hojas necesitan sol para crecer y verme hermosa.

Apenas escucho al prado hablar me sorprendo pero me tranquilizo al pensar que lo sucedido alla en el parque no fue mi mente ni una locura y que en verdad las plantas coversan conmigo.

Maldicion, en verdad amanecera pronto y puedo presentir el malestar general Observi al tipo ese y me doy cuenta que se mete a un deposito

Esto va a ser interesante...sera un buen encuentro para esta noche Y es pero a que entre para seguirlo

Samuel comienza a pasearse por la sala, dando vueltas y fijando mi atención. Las manos en los bolsillos, resignado a pasar el día con nosotros en este edificio. Sin ningún tipo de preocupación se acerca detrás de los barriles y se cerciona de la información del Pander huído.

-Decía la verdad, aquí no os molestará el sol. Al menos hasta la noche de mañana llegaréis, y ya mañana te podrás preocupar de la misma manera que los demás. Si vienen por vosotros... Bueno, ¡conseguísteis salir con vida del parque!

Tras la intervención de LLúcia añade

-Y haz lo propio, ella ha puesto su información en común.

La intervención de Edgar consigue que me calme en parte, que mi sentimiento de culpa se aleje en parte. Comienzo entonces a dar vueltas en el sitio, como inspeccionando el lugar. Daniel desaparece sin que yo me percate de ello, centrando mi atención en la zona de los barriles.

Sí, mejor ocuparse de los problemas uno a uno; según se nos van presentando. Todavía no es seguro que mañana volvamos a despertar en el mismo sitio, ¡para qué preocuparse ahora de que nos puedan tender una emboscada!

Edgar comienza a hablar sobre el Pander huído. Le miro de nuevo, tratando de discernir su opinión sobre él. Parece que se siente identificado en parte con todos los que son igual que él. Algo han de tener... sino las profecías no darían tanta importancia a los de "Sangre Débil". En un futuro ellos serán la respuesta... Pero no a las vicisitudes por las que ahora pasamos.

-Sí, muchos de los iluminados pueden llegar a leer el aura. Yo todavía no he desarrollado esa capacidad, tan sólo soy capaz de deshinibir a quienes tengo alrededor, de conseguir que muestren lo que realmente sienten. Es fascinante lo que la gente se empeña en ocultar...

Me aparto del centro de la sala, caminando hacia donde se supone pasaremos la noche. Me giro hacia los demás y me apoyo en la pared, como si todo el cansancio hubiese hecho acto de presencia en este momento.

-En cuanto a mi... Bueno, ya os dije que me llamo Saul, Malkavian. Hace un tiempo vivía en Sant Louis, alejado de las conjuras del Elíseo. Cuando el Sabbat tomó la ciudad decidí escapar de todo ello; alejarme por completo de los problemas que esos desgraciados me traerían. Ellos, ellos... ¡diabolizaron a mi sire! ¡Por favor, son irracionales y peligrosos y! y...- La pesadumbre me puede. Me derrumbo y poco a poco voy escurriendo por la pared hasta que acabo en el suelo; abrazándome, como tratando de protegerme de todo lo ajeno a mí -bueno, me mudé a Creta. Esto pasó ya hace tiempo. Además, no creo que nadie de mi antigua ciudad siquiera me recuerde...

-Tan solo quiero volver a mi granja...

Sigues al hombre a dicho depósito,  trepándote por parte de una estructura y llegando a un lugar realmente oscuro.  El piso parece estar lleno de polvo, el olor es parecido al de madera húmeda y podrida. Las paredes parecen tener especies de sombras que al fijarse mejor parecen dibujos o grafitis (no estás seguro), caminas por el lugar donde el techo cada vez se va haciendo más bajo y las paredes más estrechas hasta llegar a la esquina donde está este hombre quien se toca las manos de manera nerviosa, rascándose y mirando el techo. Al lado hay unas fichas de dómino  regadas, no están muy buen estado, algunas pegadas con pegamento, un libro de notas, un lápiz, y una mochila. El joven en cierta forma te recuerda a la gente sin hogar en las grandes ciudades. Solo cuando estas a unos dos metros de distancia el hombre se da cuenta de tu presencia y se te queda mirando mas asustado que otra cosa.

Llúcia mira a Paolo, con el semblante en alto.

- Puedes confiar en lo que mejor te plazca o te sirva, pero no permitas que tu desconfianza nos lleve a nosotros a desconfiar de ti y a actuar en consecuencia. Eso nos perderá. Lo que hemos visto nos ha mostrado una serie de cosas que has visto con tus propios ojos y que no puedes negar, ni yo tampoco. Mi conclusión es simple: ninguno de nosotros sabe realmente qué ha sucedido, y estamos todos al mismo nivel de ignorancia - mira al resto antes de volver los ojos hacia Paolo, y continuar - Yo prefiero tratar con la gente, y te comentaré lo que creo de esto. No creo que ninguno de nosotros conozca realmente a quien nos ha hecho esto. Tampoco, que sea un espía o infiltrado aliado de éste. Lo has podido ver, al igual que yo: todos estuvimos expuestos al mismo riesgo y estábamos igual de desarmados. Si hay un espía entre nosotros, está sin respaldo y sin comunicación con su bando. Corre los mismos riesgos que todos los demás, y eso es extremadamente arriesgado. Dudo que alguien tenga suficiente interés en alguno de nosotros, o en todos nosotros, como para eso. Tiene que estar convencido de alguna causa, cosa que no veo claro, o tiene que perseguir beneficios extremadamente altos, cosa que tampoco veo. No - niega, encogiéndose de hombros - Yo no desconfiaría del interior. Pero, por supuesto, es mi opinión.

Se da vuelta hacia Edgar y asiente. Una suave sonrisa se dibuja en sus labios hacia él. Luego, mira a Saul.

- Saul, no creo que esto sea obra del Sabbat, a pesar que hayamos terminado en un sitio como este. Lo que no puedo ofrecerles es una idea de quién o qué. No lo sé. No se me ocurre, ni lo entiendo.

Echa una nueva mirada a su alrededor, como si estuviera buscando algo. Mientras se desplaza, continúa hablando.

- No desconfío del tal Sony, ni de los Panders, ni los Caitiff, por ser tales. Las generalizaciones viven y mueren con las mentes cerradas, aunque sé que me dirán que también viven con los supervivientes. Cada quien con lo suyo - Llúcia toca uno de los barriles, y mira los accesos de aire y paso a la bodega - Lo que creo es que sacará provecho de lo que ha visto, sobre todo si vuelven a ceñirse sobre él y se ve compelido a comprar su derecho a continuar existiendo. Pero, como hemos visto, el amanecer está cerca y no nos queda si no permanecer aquí y confiar en ser más rápidos al despertar. Quizás hacer una barricada o algo así, algo que al ser apartado sea ruidoso y nos permita tener más posibilidades de despertar...

Se detiene. Se toca las cejas con una mano, peinándoselas reflexivamente. Luego se da vuelta repentinamente hacia Edgar.

- ¿Puedes controlar eso de las llamas de tus manos? No sé qué es, pero si lo haces aquí, arderemos como herejes de la inquisición.

Vaya, este lugar es toda una pocilga Digo en voz alta viendolo todo con cierto recelo y cuidado, no se que se podria esconder en medio de los trastos y el suelo, si en realidad es tierra de panders es necesario cuidarse la espalda de cualquier ataque sorpresa.

Apenas veo al chico asustado como una gallina no puedo evitar soltar una sonrisa y estirar mi mano hacia el con amabilidad pero listo para contraatacar si fuese necesario Chico, no intentes hacerte el valiente....

Dime que sucede aqui, chico....

¿que sucede aqui? dice el hombre sin entender el porque preguntas y sin mucho pensarlo parece que te responde lo primero que para el tiene sentido. Pues estas son mis fichas de domino...¿quieres jugar?.... Hace un signo un poco extraño como si de repente entendiera algo, ¿que haces tú aqui?

Nuevamente te da la impresión de que este chico esta medio perdido e inestable, pues mira algunstiado el techo putrefacto y vuelve a mirarte.

¿vas a matarme?

Poco a poco vas sintiendo como el amanecer se aproxima.

Edgar mira a Llúcia y le responde con calma, como si tuviera conocimiento de causa:

Me atrevería a creer que mis manos se encienden cuando pierdo el control, como me ocurrió en la celda o en la batalla, e igualmente creo que en este lugar no se presenta alguna oportunidad para que eso suceda, o al menos eso espero.

Ahora bien, con lo de la idea de la barricada, ¿necesitas una mano de ayuda? - y sonríe. - Estaría bueno armarla.

Veo que a la Brujah le gusta soltar sermones y discursos... Bien, que haga lo que quiera, no va a hacerme cambiar de opinión con una de sus chacharas.

Me limito a asentir con la cabeza fríamente tras las palabras de Llucía. - Bien, ahora eso no importa, ni siquiera lo de las manos de Edgar, lo importante es descansar pronto para estar en guardia pronto mañana.

Puede que el Caitiff tenga razón, ¿y si sólo puedo utilizar mi poder cuando la situación lo exige? Sólo puedo controlar mi poder cuando pierdo el control de la situación ¿no es irónico?.

Observo cada vez mas confuso al tipo este, parece bastante complicado comunicarme con el, es como un chiquillo nervioso y estupido por lo que camino hasta unos centimetros y observo su domino sin comprender que diablos hace y dice.

No te voy a matar si no me das una razon, pero si llegas a hacerte el vivo conmigo te destrozare las entrañas Hablo seriamente buscando ser convincente aunque estoy seguro que no me es un contrincante como para preocuparme ante un enfrentamiento

Cuantos vampiros hay en esta zona...y son peligrosos?

El hombre cuando escucha tu amenaza se acerca más a la esquina como perro acorralado. ¿Vampiros?. Se queda en silencio un momento y comienza hablar. Pues peligrosos no son muchos, no, si no les haces nada... varios caitiff como yo, solo tratamos de sobrevivir. Te mira, los  Panders si lo son un poco violentos, tratan de convencernos para que nos unamos a ellos, para el gran golpe, pero usualmente ellos vienen y van, no se quedan en el lugar mucho tiempo.  Mira a una esquina como perdido  y dice. Boto, es el líder, del que le hable, el prometió no matarme, a pesar del accidente... solo espero que no vengan por mi, después de lo que paso. Cuando termina de hablar, te da la impresión que tiene un tono un poco infantil. El resto, pues no suelen utilizar esta zona para vivir...aunque puede haber uno que otro, como ustedes que son turistas. Se rasca sus propios nudillos y puedes ver como de su nerviosismo sale un poco de vitae la cual trata de tapar sobándose las heridas.

Sientes poco a poco, por tu cansancio,  que la luz está llenando la superficie externa, y que ya esta amaneciendo. Tus instintos comienzan actuar y tu cuerpo pide dormir.

Poco a poco van sintiendo el caer de la noche y el explendor de un nuevo día. Cada uno busca como acomodarse dentro del lugar, mientras miles de ideas rotan dentro de sus cabezas, el sueño  nuevamente los derrumba.

A pesar de que el hombre te esta dando información muy importante, el sol ya ha salido a la superficie, por tanto decides seguir con tu interrogatorio mañana.