No hay ningun tipo de simbolo evidente en los monticulos, nada realmente claro... por lo menos.
¿Y cómo son al tacto? ¿Totalmente lisas? ¿De metal? ¿Madera? ¿Material desconocido?
Mientras mantengo la cabeza gacha, disculpando mi comportamiento, no puedo evitar lanzar miradas hacia la persona ante la cual lo estoy haciendo. Al comprobar cómo la ira comienza a apoderarse de su cuerpo, mi disculpa suena más convincente. El temor y el instinto de supervivencia consiguen que mis palabras expresen un arrepentimiento mayor del que esperaba.
Menos mal que he acabado solventando la situación, bastantes problemas tenemos entre manos, como para comenzar una lucha entre nosotros.
El resto de conjeturas enunciadas por LLúcia las escucho, fingiendo gran atención y respeto hacia ellas; en gran parte motivado por el temor que todavía poseía mi cuerpo. Los ojos fijos en ella, asintiendo cada pocas palabras, trato de conseguir que no vuelva a montar en cólera. Cuando cambia su discurso y menciona los relieves del suelo mi mirada se aparta un momento, dirigiéndose hacia un lugar vacío, cercano a ella.
-¿El qué es eso?
Con un par de zancadas cubro la distancia que me separa del lugar al que estaba mirando. Mientras me acerco con la mano extendida, como señalando algo, examino los motivos que aparecen en el suelo.
-Así que esta es nuestra nueva prueba... Una, dos, tres... seis.
Seis pequeños altares, y nosotros somos Edgar, Paolo, LLúcia, el que no se ha presentado, yo...
Ahora que está todo aclarado, por favor, borra esos post, que hacen fea la partida xD
Creo que con el post anterior ya sabes por donde van mis tiros, sin embargo aprovecho que escribo este extra para dejarlo todo claro ante tí, y oculto ante los jugadores. Para Saul, Samuel es tan real como lo son el resto de los presentes en la sala, por lo que intentará hacerlo aparecer al igual que han aparecido el resto de objetos que todos han deseado. No quería especificarlo ante los demás, por si prefieres que no aparezca y jugar un poco con la cordura de Saul.
Por si acaso, te dejo una imagen que podrías utilizar de él.
Mientras que veo al hombre de las llamas en sus manos me pregunto porque no ha entrado en el miedo rojo que nosotros le sentimos al fuego mientras que observo hacia todos lados buscando algo extraño o llamativo cuando escucho las malditas voces...
Las enredaderas??
Pecando por parecer demente empiezo a hablar al aire buscando el origen de ellas Quienes son ustedes malditas..!!!..dejense ver!!!... Y miro hacia todos lados aunque se que los demas me veran hablandole a la nada.
Apenas me percato de las vigas que sobresalen por estar peleando con nadie
Llúcia, que estaba tocando atentamente una de las vigas que apenas sobresalían, se da vuelta hacia Daniel.
- ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que percibes? - pregunta, mirando en la misma dirección que el hombre, aunque no logra ver nada. Le parece lógico que si está interpelando al aire a que algo se manifieste a la vista, es porque está escuchando o sintiendo algo que ninguno de los ojos presentes puede ver. Al darse cuenta que no hay nada allí, Llúcia frunce los labios recordando su celda, la llave y todo lo que ha pasado hasta el momento - Escucha. Cálmate y concéntrate: cierra los ojos y pon todos tus sentidos a buscarlas. Estás demasiado concentrado en tus ojos. Si de verdad estamos haciendo estas cosas con la mente, necesitas focalizarte y las encontrarás.
Luego se da vuelta hacia Saul y Paolo. Señala las vigas a su alrededor.
- Parecen estar hechas de piedra. Por su altura no deberían ser las patas de ninguna mesa o algo parecido. Somos tres aquí: cada uno toque dos de ellas, nos concentramos en eso, y nos fijamos si pasa algo - hace una pausa, y parece contrariada - No sé cómo me atrevo a sugerir que hagamos algo así, esto es una locura. Pero si hemos salido de esas celdas sólo por pensar en que queríamos salir, puede pasar cualquier cosa. Prefiero pensar que esto es supervivencia y no que ya nos hemos vuelto locos - niega - Si les parece bien, hagamos esto a la cuenta de tres.
Parecía un plan extraño pero también como decía , todo aquí es muy estraño.......
Bien cuando quieras, acabemos con esto cuanto antes...
Me dirijo hacia una de las vigas asignadas y espero al resto de compañeros
Edgar mira al hombre que habla sólo con esa mirada extraña que pone la gente cuando se ve a alguien que está en los límites de perder la cordura. Él mismo hubiera dado otro tanto si la calle y el barrio no le hubieran enseñado a ser un sujeto frío - o al menos intentar serlo.
Este no es lugar para perder el coco... bonito teatro nos está presentando este tipo... encima que tenemos que salir de aquí, y ni puta idea de cómo...
Mira alrededor. Todo aquello era muy extraño, y, más que eso, fuera de la posibilidad de que las escenas que se estaban suscitando pertenecieran al mundo de las coincidencias. Porque eran cinco, de distinto origen, e igualmente, así le parecía a él, de distinta lengua. Porque dos de sus compañeros parecían locos - o al menos uno lo estaba y el otro aparentaba estarlo -, porque tenía frente a él a una mujer con demasiado carácter, que le recordaba a su novia es ciertos sentidos, porque en sus ansias de entender y no encontrar respuesta su agresividad florecía... todo demasiado raro, demasiado enrevesado, demasiado fuera de contexto y lugar para que fueran simples coincidencias.
Oigan - le dice al grupo que forman Paolo, Llúcia y Saul, todavía hablando en inglés. - La idea que tienen no la discuto, pero me parece que aquí somos cinco, no tres, y, sin intención de ofenderles, ¿no deberíamos ser todos los que intentasemos abrir la puerta?...
Vuelve a mirar a su compañero que habla sólo, pensando:
Al menos que éste, que ve cosas producidas, seguramente, por el coño 'e su madre que nos tiene aquí, deba abrirnos pasos con sus "visiones"
Adios... ya llego el momento... adiosss y en ese momento las enredaderas comienzan a podrirse.
Mientras hablan pueden observar dos cosas, las enredaderas que de manera extraña han aparecido se han desintegrado como si se hubieran podrido.
Adicionalmente cuando el Nosferatu toca una de las las vigas, el centro de todo se ilumina.
Tras la sugerencia de LLúcia la miro extrañado, mirando alrededor y haciendo un gesto hacia el resto de los presentes en la sala. El comentario realizado por Edgar proporciona mayor firmeza a mi gesto. Confiado, como el que se cree poseedor de la solución al mayor problema que se le haya presentado nunca, se encamina hacia una de las columnas, pasando por el centro de la sala con los brazos ligeramente abiertos.
-En eso tiene razón, señor Edgar. Ayudándonos hemos conseguido salir de nuestras celdas. ¡Hagámoslo otra vez para encontrar la salida de este recinto! Situémonos cada uno encima de una de estas... elevaciones, o lo que quiera que sea. TODOS y cada uno de nosotros.
Ninguno de los presentes podría decirlo, pero aquel "todos" suena excesivamente insistente...
Samuel, atento como estaba examinando los "pilares" desde el centro de la sala, no se da cuenta de que Saul se le acerca para agarrarle. En su camino hacia uno de ellos le arrastra con él, sobresaltándole y haciéndole trastabillar.
-¡Cuidado con lo que haces viejo! ¡Que estaba ocupado examinando la sala!
Tras el comentario insistente de Saul, Samuel se le queda mirando, dando a entender que no cree que funcione. De todas formas se dirige de nuevo al centro, a la espera de que el resto de los presentes se sitúe encima de cada elevación, para situarse en la restante.
Sin importar que dicen los demas le grito a las enredaderas Vayanse malditas.... Y una vez estas se pudren volteo a verlos a todos dandome cuenta que un numero de vigas han aparecido en el lugar,camino viendolas Esto que diablos es....
No soy un tipo de muchas palabras y si de acciones concretas por lo que ante la sugerencia del tipo doy un brinco y me paro encima de la viga mas cercana a mi celda
uffff!!
Cada vez que uno se sube a una de los escalones o pequeñas vigas el centro de todo se ilumina más, todo parece tan raro, incluyendo los dos sujetos que hablan solos. Solo la Llucia y Egfar no han subido el peldaño.
Llúcia no contestó a Edgar inmediatamente. Prefirió dejar de hablar y ver si alguno de los demás hacía algo. Efectivamente, así sucedió. Otro se transformó en el impulsor de la medida, y dejó finalmente a Llúcia en un segundo plano. Ella realmente lo agradecía. Su intención desde el principio había sido que todos deliberaran y colaboraran en la búsqueda de una salida, en todo caso, pero ninguno de ellos parecía tener ímpetu suficiente para intentar salir. Había tenido que andar a los gritos, arreándolos como rebaño. Ella lo detestaba. Una sonrisa emergió en sus labios cuando sus apáticos, inmóviles compañeros comenzaron a moverse por su cuenta, proponiendo, haciendo. Brillando.
Cuando Daniel salta a su viga, Llúcia se mueve. Llega a la suya. Gira sobre sí misma apoyando uno de los pies sobre ella, y se alza haciendo equilibrio. El espacio es demasiado chico para apoyar ambas suelas, pero maneja su centro de gravedad y queda firme, con la cabeza en alto, y los ojos reflejando el brillo que empieza a desdibujarlos.
- Vamos, Edgar - dice, y le ven una sonrisa en labios coléricos, que habían dado la apariencia de jamás reír - Sólo faltas tú.
Edgar asiente con la cabeza e inmediatamente se pone en la viga que debe ocupar.
Por favor, chuchito, que esto funcione...
Justo sube el último de los cinco todos observan casi perplejos como la luz se vuelve mas y mas intensa, esa es una luz amarillosa y casi al mismo tiempo en el sexto escalón se forma una sombra de luz blanca que denotaría la presencia de un hombre. El brazo izquierdo al parecer humano de la sombra blanca sube como tratando de tocar al que está a su lado y mágicamente de esta sale un cordón de luz que se extiende y cruza de manera circular a todos y cada uno de ustedes hasta llegar al brazo derecho. Cuando la luz los atraviesa no sienten dolor, pero si una sensación extraña de energía, un cosquilleo particular y en ese momento la luz central surge hacia el techo de manera bella y misteriosa y cada uno aunque en distintos lugares pueden leer lo siguiente:
La bendición ha sido otorgada
Desde hoy todos serán uno
Y cada uno, serán todos
No podrán subsistir sin los otros.
Sigan su senda....
Y en ese momento sienten que esa energía que los invade toma parte de todo su ser y los transporta algún sitio.
En realidad, solamente: desaparecen.
Todos se anotan en sus fichas de jugadores lo siguiente en Disciplinas:
Edgar Torres: Taumaturgia. Senda del encanto de las llamas
Daniel San: Taumaturgia. Senda Verde.
Llúcia Blanxart Puig: Taumaturgia. Senda del Movimiento Mental
Saul Buchanan: Taumaturgia: Senda de la Conjuración
Paolo Ferro: Taumaturgia: Tecnomancia.
Wow... todos pensaran... ¿tengo Taumaturgia?... la respuesta es Si... si la tienen...
Ahora ATENCION, como dije inicialmente en el off topic una cosa es “la información del jugador” y otra “la información del personaje”, son dos cosas muy distinta que en este rol cobran mucha importancia porque no dudo que muchos de ustedes saben de que tratan sus sendas, pero sus personajes no tienen NI IDEA de esto, no saben por lo tanto de que tratan estos poderes y menos saben cómo controlarlos. Entonces tengan en cuenta que no quiero que me salgan con el cuento de “utilizo el nivel dos de la senda tal...” ó presuman que su personaje sabe algo que no sabe.
Anotaciones de importancia: No se van a poner ningún punto en las sendas, esa información solo es conocimiento mío. Los poderes se activan a mi voluntad mientras son mas consientes de ellos y los practican conscientemente. Sin embargo la idea es que utilicen sus poderes, como les dije al principio les pediré cada tanto que lancen algunos dados sin un fin claro.
Si tienen preguntas en relación a las sendas con gusto se las respondo en el off topic.