Partida Rol por web

El hombre inseguro se muestra detrás de todos. Pueden notar que estaba a punto de salir corriendo por la  puerta. Que quieren? Dice de manera nerviosa, pues a primera vista no parece un vampiro de clase guerrera.

Siguiendo al sujeto para que no se escape y confiando en su ofuscación trato de situarme detrás suya para cortarle la salida. - Por si se pone tonto...

Tras ponerme frente a la salida me dejo mostrar y me dirijo al vástago con voz fría. - Dinos quién eres, qué haces aquí y quién es ese tal Boto. - Tras pensar en lo que acabo de decir con tanta frialdad muestro una breve sonrisa y añado con tono ácido. - Por favor.

Ustedes no son de acá verdad?. Los mira extrañado. Yo soy Jhony Sony, aunque todos me llaman por mi apellido. Los mira a todos extrañado. Boto es uno de los líder de los Panders en Camberra... tiene autoridad más moral que otra cosa, pues aquí como en todas partes no somos nadie.... y ustedes quienes són?

La súbita aparición del individuo detrás de los barriles me sobresalta y me hace recular un par de pasos. Instinto de supervivencia. A lo largo de los años como inmortal he acuñado un instinto que muchos achacarían a cobardía, pero no es más que un reflejo de mis ansias de aferrarme a la vida. Una vez integrado en el grupo analizo al vampiro. Se muestra asustado, con intenciones de escapar al verse superado en número. La rápida reacción de LLúcia y Paolo lo impiden, dándonos la oportunidad de descubrir algo más sobre la sociedad inmortal de este lugar del mundo. Al escuchar sus palabras mi reacción no se hace esperar, y un gesto de insatisfacción se muestra en mi cara.

¡Estupendo! ¡Ahora pasaremos el día con un "enemigo" del líder de estos incivilizados Sabbat!

-Tan solo... turistas en esta bella ciudad- El sarcasmo es patente en mis palabras. Comienzo a mirarle fijamente a los ojos, intentando causar una cierta sensación de nerviosismo para evitar más preguntas sobre mi persona. -Saul, de los Malkavian... Encantado- Le tiendo la mano y muestro una sonrisa extremadamente forzada que revela toda mi dentadura

Reconoces cuando dice Panders que es un sin clan como tu, es otra forma de llamarles.

¿Turistas???..... Hace un gesto de no comprender... ¿en el depósito abandonado?... bueno, este... ustedes hablan extraño... mira a todos, yo me voy,  hay otro depósito donde duermo... adiós... Más tranquilo se va hacia la puerta...

Al ver que el vampiro empieza a dar los pasos para fugarse, Edgar, quien tenía el presentimiento de que aquel jovenzuelo les podría proporcionar buena información, se mueve algunos pasos hasta impedirle la huida, y, con el tono más amigable y confianzudo posible, le dice:

Vamos, amigo, ¿te vas tan rápido de esta amigable reunión? Este lugar es grande y ya creo que podremos descansar todos aquí.

Y le sonríe con una sonrisa amplia, amigable, pero a la vez pensando:

No, hombre. Usted sabe cosas importantes, así que mejor quédese acá.

Reconoces cuando dice Panders que es un sin clan como tu, es otra forma de llamarles.

Suelo andar solo. Dice pensativo. No me gusta la compañía,  mira la puerta muy inseguro, no es exactamente un vampiro muy valiente, además ni siquiera sé quienes son ustedes, no confió  así como así en nadie... sin ofender ni nada, pero su amigo nosferatu me está mirando extraño. Mira de reojo al vastago con nerviosismo.  Si van a pasar el día aquí, vallan después de los barriles, por ahí no entra la luz... y mañana por unas monedas les hago un recorrido turístico...es bueno tratar bien a los turistas... Adios.

Se ofusca en la oscuridad y no saben a dónde se fue, a pesar, de que algunos de ustedes tratan de encontrar el rastro, concluyen que ya se ha ido... Detrás de los barriles  el techo parece  más firme y  homogéneo, los barriles hacen el lugar más oscuro, solo hay una almohada mohosa tal vez perteneciente de aquel que se ha ido...

Es extraño, se encuentran todos con muchas preguntas rondando cabeza, todos en una tierra extraña,  todos desconocidos, pero esta vez al parecer en un lugar más tranquilo

Aquel vastago miedoso y misterioso en realidad no me importaba mucho ni me llamaba la atencion ya que no parecia una amenaza posible por lo que tan solo me dedico a escucharlos interrogarles y a pensar en las mil posibilidades por las cuales estamos aqui

Tu y tu paranoia, Daniel.... Los miro luego que se ha ido el tipo ese y sonrio No se ustedes pero no pienso quedarme aqui hasta que amanezca, soy un tipo libre al que le gustan los campos abiertos por lo que decidire dar una vuelta... Camino hasta la puerta esperando que alguien diga la ultima palabra antes de partir

-Vaya, parece que tus palabras han tenido un efecto mayor al deseado... ¿De veras era tu intención echarlo de su refugio? ¡Qué valiente te muestras rodeado de los otros!

Samuel entra por la puerta mostrando su habitual sonrisa sarcástica. Desde donde se encuentra echa un vistazo al almacén y frunce el ceño. Probablemente el olor del lugar le ha molestado -O quizá tan solo trata de molestarme recordándome el lugar en el que me encuentro- Recorre con la mirada las paredes y techo del lugar, como cercionándose de que se mantendrá en pie al menoshasta la noche siguiente.

-Bueno, algo de información valiosa si habéis podido conseguir. Ya tenéis un lugar oscuro donde pasar el día...

Instantes después de desaparecer el extraño doy media vuelta de forma rápida y quedo mirando a la puerta.

-¡Para nada era mi intención! Tan solo quería...- Una expresión perdida cruza mi cara por un instante, hasta que me quedo mirando a Edgar y doy un par de pasos en su dirección, tratando de dar énfasis a mis palabras -¡No pretendía asustarle! Símplemente traté de evitar que hiciera preguntas sobre nosotros. ¡No sabría que responder!- Comienzo a gesticular, abriendo los brazos y señalando fuera del edificio, refiriéndome a nuestro pasado reciente -Hemos sido secuestrados de nuestra tierra, encerrados mediante oscuras artes y liberados de las celdas de una forma increíble. Hemos aparecido en Camberra... ¡Camberra! ¡Estoy a más de 30000 km de mi querida granja! Hemos sufrido un ataque en el que pasaron cosas inexplicables... No sabemos nada de la ciudad, no tenemos coartada... ¿Qué queríais que dijera?

Escucho entonces a Daniel, con las intenciones de marcharse. La verdad, poco me importa ninguno de ellos, pero me siento más protegido y con más posibilidades de regresar a mi hogar si nos mantenemos juntos.

-¿Y dónde vas a ir? ¿Has escuchado al tipo este? ¡Era un Pander! ¡Estamos en una maldita ciudad Sabbat!- Niego con la cabeza, mostrando mi opinión sobre esa actitud inconsciente -Además, yo necesito saber por fin qué nos ha ocurrido, por qué estamos aquí; y para eso creo que será necesario que pongamos en común lo que sabemos, y nuestros pasados... Puede que eso nos de alguna pista.

Al ver la manera en que Saul habla y más con el tono excitado en que lo hace, Edgar hace un gesto con las manos para que se calme.

Hombre, cálmate. No te recrimino nada, y, si temiste asustarle, creo que nuestro amigo el nosferatu le asustó más - y dándole unas palmadas en el hombro como si fueran amigos de toda la vida, continúa: - Nuestra situación es precaria sí, estamos bien perdidos, pero si nos ponemos histéricos terminaremos en un estado aún peor, sin saber que hacer y con miles de problemas sobre nuestras cabezas. Las cosas se resuelven paso a paso, y nuestro primer objetivo es conseguir un lugar para dormir con que nos agrade, seguro y sin filtraciones, por si acaso. Después de eso, vamos a por la información, y así, hasta salir de este maldito lugar, pero ante todo hay que relajarse.

A continuación mira al compañero que ha expresado su voluntad de irse:

Haz lo que quieras, hombre, nadie de detiene - y eleva los hombros con una expresión de fastidio. - Estamos todos aquí juntos, pero no somos una familia feliz - ante esto último ríe sarcásticamente.

Y no es que él la idea de salir de allí le pareciera fastidiosa, más bien era como una promesa de libertad moméntanea antes de volver a los problemas y de olvidarse por unos segundos de su actual dolor de cabeza.

Llúcia observa como sus compañeros espantan al tal Sony, y niega. Sus dotes sociales no parecen tan elevadas como sus instintos de supervivencia. O en realidad, sus instintos de supervivencia tiran hacia el individualismo. Cosas de la vida o de la muerte que a Llúcia los años de noche no le han podido cambiar del todo. Continúa observando en silencio su cruce de palabras mientras da una vuelta por los alrededores, mirándolo todo, como si estuviera reflexionando o buscando la calma. Daniel decide irse y Saul entra en histeria, mientras Paolo calla y Edgar trata de calmar las cosas. Cada uno mostrando la hilacha de su carácter, y articulando sus personalidades de forma desorganizada. Si eso fuera una canción, sus cinco voces sonarían terriblemente juntas.

Daniel habla de la libertad. Llúcia lo mira, sonriendo involuntariamente. Aquella es una libertad muy mal entendida...

- Te esperaremos aquí al amanecer, a menos que suceda algo - dice, sin más - A menos que decidamos que este sitio ya no es seguro, cosa que me gustaría comentar con ustedes.

Llúcia voltea hacia Edgar y asiente, como si quisiera decirle que está de acuerdo con sus palabras, su actitud, o algo de todo aquello. Mira a Saul para ver si éste se calma, y luego mira a Paolo. Se pasa el cabello por detrás de las orejas, y levanta los ojos al altísimo cielorraso antes de volver a hablar.

- Creo que tendremos una emboscada pronto - comenta como si estuviera describiendo las columnas - El que se ha ido tiene problemas con el líder del lugar y puede que intente congraciarse con él comentándole del sitio donde están cinco extranjeros que no parecen saber ni quienes son. Puede que, si no es hoy, mañana a primera hora, tengamos a todo un ejército de pandillas aquí rodeándonos.

Voltea hacia Saul.

- Tan lejos de nuestros últimos hogares como estamos, y llegados de la forma que llegamos, da igual que sea una ciudad Sabbat o Camarilla: somos extranjeros que no se han presentado ni han pedido permiso, y corremos el mismo riesgo. Nadie nos conoce y nadie nos creerá. Más aún, si nosotros mismos no creemos aún lo que ha pasado.

Hace un gesto de pasar eso por alto, como dato totalmente inevitable.

- Creo que es momento de poner las cosas sobre la mesa. Dando la espalda a la espalda a la situación o manteniendo el silencio no lograremos nada. Tampoco actuando de forma paranoica y considerándonos entre nosotros como potenciales enemigos. Podríamos haberlo sido, podemos serlo - Llúcia se encoge de hombros - Pero tenemos problemas más graves ahora para actuar de esa forma. Como les dije, soy Llúcia. Soy Brujah, y vivo en Buenos Aires, Argentina. Lo último que recuerdo es el cielorraso de mi hogar al cerrar los ojos allá. No creo tener ningún motivo para sospechar, actualmente, que alguien desea vengarse de mí, ni que nadie busca favorecerme - hace un gesto de negación con la cabeza y sonríe de forma irónica - Esto último lo digo por los últimos acontecimientos, que ustedes han podido ver de mi parte. Jamás he tenido contacto con cosas como esta. No tengo la menor idea de qué tiene que ver esto con nada, ni por qué formo parte de ello.

Hace una pausa, y los mira a los demás buscando que alguien siga su ejemplo.

Todos escuchan las palabras de la mujer quien espera reacción de los demás... parece ser que hay cosas que aclarar antes de dormir.

Acabamos de dejar escapar al único que podía darnos un mínimo de respuestas. No se si le habré asustado realmente pero este loco se ha comportado como un idiota...

Sin mostrar síntomas de preocupación ante la huida del vástago escucho las palabras de todos mis compañeros en un silencio reflexivo, poco a poco me aproximo a la pared más cercana para apoyar mi espalda en ella e ir agachándome poco a poco hasta quedar de cunclillas, aun pensativo.

Primero aparecemos en una sala Dios-sabe-dónde para un experimento macabro de Dios-sabe-quién y para Dios-sabe-qué, podría la mano en el fuego al decir que son los Tremere los que están detrás de todo esto, sólo ellos montan estos numeritos. También estoy seguro de que nos han soltado en un lugar desconocido para poder ver nuestras capacidades con los dones que nos han sido otorgados, hagan lo que hagan, pero ¿por qué aquí?.

Mi mente sigue divagando durante unos minutos hasta llegar a la conclusión de que simplemente no voy a averiguar nada y, en caso de que lo haga, no va a sernos de ultilidad. La cuestión es: ¿qué hacemos ahora?

La brujah tiene razón, esto huele a emboscada, es cierto que ese vástago estaba más asustado de nosotros que nosotros de él, pero seguimos siendo extraños que no se han presentado, vendrán a por nosotros. ¿Debería hacer como Daniel y buscarme la vida por solitario? Es posible que sobreviviera, no se me da mal ocultarme en solitario, es más facil de hecho, pero no obtendría respuestas y creo que esas respuestas pueden sernos de vital importancia en un futuro. No hay lugar a dudas: me quedaré con ellos, será más facil seguirnos pero viendo los cambios que hemos sufrido puede que logremos hacerles frente y probablemente sea más fácil obtener respuestas entre todos.

Finalmente, tras tomar mi decisión, abandono mi postura reflexiva y me pongo en pie para dirigirme a mis compañeros.

Llucía tiene razón, este lugar es peligroso, no estaría de más buscar otro escondite. Lo más importante ahora es buscar un sitio donde pasar la noche, mañana podremos obtener algunas respuestas y alguna solución a nuestros problemas, si conseguimos un ordenador con conexión a internet tal vez pueda indagar un poco.

Antes de partir observo a mis compañeros y escucho sus objeciones en cuanto a abandonar este improvisado e inseguro refugio por lo que mi partida se alarga un poco Tienen razon en muchas cosas pero creo que en grupo llamamos demasiado la atencion, ademas es seguro que el pander ese traera refuerzos si es que ya no esta de camino

Guardo silencio y a pesar que mi decision no le agrada a la mayoria o al menos a algunos empuño mi mano en forma de saludo Nos veremos esta noche, muchachos.... Es lo unico que logro decir antes de apartarme de su vista y alejarme en busca de algo que aun no se si encontrare...

El gangrel sale de la sala, y poco después comienzan a sentir una  sensación de cansancio, saben que significa, el amanecer pronto llegara, ya es muy tarde para buscar otro refugio.  La vida los ha puesto cerca. Vivir noche a noche...

Sales del lugar, y puedes percibir el cansancio propio de la cercanía del amanecer. Un sector pequeño casi esquinero a un par de calles está conformado por terreno y pasto. El gran parque si queda a 5 calles de ahí. Cerca hay otros depósitos.