Partida Rol por web

La Senda del Poder

4.2 Buscando quien sabe qué.

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10/05/2010, 22:57
Federick Reich

El hombre se queda en silencio un segundo y les dice. Acompañenme, espero que sea bueno el motivo. Y al decir esto el se dirige a una sala que hay en el eliseo, estan casi solo, solo hay una pareja sentada, pero a la otra esquina, y parece estar ocupada en sus asuntos. Hablemos bajo, he entendido que tienen algo escrito, y algo que contarme?

 

Notas de juego

 Tratemos de postear un poco más, para evitar cruce de situaciones.

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11/05/2010, 12:56
Saul Buchanan

Tras mi súbita reacción que evita la desaparición de Reich y llama su atención vuelvo a quedar en blanco. En ocasiones me pasa esto, cuando me dejo influir por sensaciones a las que no estoy ya acostumbrado. El trato con otros Vástagos, el peligro de hallarnos en una ciudad desconocida, los combates ocurridos a nuestra llegada de los que no tenemos ninguna explicación sobre lo que pasó...

Los combates, la explicación... ¿cómo sacar eso a relucir? ¿Cómo si ninguno de nosotros entiende lo que nos está pasando?

LLúcia toma la iniciativa, iniciando la conversación y las peticiones. Ella parece tener mucho más tacto y habilidad para manejar estas situaciones, dejémosla actuar, tratando de evitarme el hablar de cosas que no se. Acompaño a ambos vampiros hasta la pequeña sala y tomo la palabra una vez lo requiere la situación.

-Sí, lo escrito...- Rebusco en mis bolsillos, pero no ecuentro nada -Debes de tenerlo tú, LLúcia. Se trata de unos Pand...- ¡Mierda! ¡Maldito Sonny! -Caitiff. Con todo el revuelo que hay montado en la ciudad han arrestado equivocadamente a un Caitiff; y unos amigos suyos nos han pedido que le entregásemos un escrito, por si podía tomar cartas en el asunto. Lo otro a tratar es... bueno, no sabría cómo explicarlo.

Quedo mirando a LLúcia, a la espera de que continúe donde lo he dejado.

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11/05/2010, 23:29
Federick Reich

Bueno, si hay una carta, supongo que puedo leerla. Extiende la mano. Y lo segundo es... se nota que el hombre esta tratando de entenderlos

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12/05/2010, 17:02
Llúcia Blanxart Puig

Llúcia asiente, mientras mete la mano dentro de sus ropas para extraer, a todas luces, la carta en cuestión.

- No somos de la ciudad, ni estamos aquí por nuestra voluntad - comienza, y el sobre que buscaba aparece ante los ojos de Reich - Por inverosímil que pueda parecer, mi compañero y yo, junto con otros tres, hemos sido secuestrados y encarcelados por no sabemos quién, y menos aún, por qué motivo - Llúcia pone la carta en la mano extendida de Reich, y continúa, mirándolo a los ojos. Su lenguaje corporal es tan sincero que Saul podría llegar a creer que no es necesaria tanta confianza para con el desconocido - No podría decir que logramos escapar de la prisión, si no más bien que de pronto aparecimos aquí, en Camberra, en un parque de las afueras. Y aquí es donde realmente las cosas se complican.

El relato puede ser totalmente inverosímil. Llúcia lo sabe. Sin embargo, lo narra con tal seguridad que es difícil creer que es una mentira. De hecho, los ojos de ella puestos en los de Reich abren al hombre todo intento por bucear debajo de cualquier sospecha de engaño, subterfugio, y puede comprobar la realidad de las cosas. Sí, también sabe que aquello es un arma de dos filos, pues donde existe la seguridad también puede existir la locura o la confusión. Pero al fin de cuentas, Llúcia no padece ninguna de las dos cosas. Y eso, más que ninguna otra cosa, es lo notorio.

- Al aparecer de improvisto, estábamos intentando entender primero quiénes éramos, por qué nos habían secuestrado, y qué era lo que estaba sucediendo con nosotros, pues experimentamos en la prisión algunas cosas que jamás habíamos padecido antes. Fue cuando fuimos atacados por un ejército armado, encabezado por un hombre que dijo ser en Azote, el cual venía a acabar con nosotros por haber invadido sus territorios - Llúcia sacude la cabeza en un gesto repentino, negando - En ese momento ni siquiera sabíamos dónde estábamos, ni cómo habíamos llegado allí. Intentamos hablar, explicarnos, pero las cosas siempre son así: dispara primero, pregunta después - la ira comienza a tomar las facciones de Llúcia, y su voz expresiva comienza a ser pasional - Fuimos atacados, baleados, acorralados desde varios frentes, e íbamos a ser destruidos. Sin haber hecho nada para eso, sin permitir que pudiéramos explicarnos. Joder, la explicación no les hubiera gustado, pero es la que hay: a nosotros tampoco nos había gustado despertar en una cárcel y luego aparecer en una ciudad desconocida para que nos exterminen como a herejes o a la plaga. Ante la situación, creo que nos descontrolamos, pero no entramos en frenesí: algunos parecieron enloquecer, y yo misma que estaba escondida sentí que la furia me invadía y que ese era nuestro fin. Pero, si pregunta por aquí qué sucedió con el Azote y sus ejércitos, se lo dirán: algunos murieron, otros fueron heridos por quemaduras, y la mayoría dio la media vuelta y se retiró corriendo tan rápido como dieron sus piernas. Y eso lo hicimos nosotros, y tampoco sabemos cómo.

Llúcia hace una pausa. Mira a Saul, y luego vuelve a mirar a Reich. Parece buscar la calma, y luego vuelve a la carga.

- Este es nuestro caso, en el cual necesitamos ayuda para inclinar la balanza. Fuimos secuestrados, manipulados, algo nos hicieron mientras estábamos inconscientes pues somos capaces de hacer cosas fuera de serie. Luego fuimos trasladados, de alguna manera, quizás de la misma forma en la que fuimos secuestrados, a una ciudad que no conocíamos, ninguno de nosotros. Aparecimos en ella como si hubiera sido en un parpadeo, en un momento no estábamos, y en el otro sí. El problema que tenemos no sólo es que deseamos volver a nuestras tierras, que no es la misma para ninguno de mis compañeros ni para mí, y tampoco que deseamos saber quién nos hizo esto y pedir todas las explicaciones pertinentes - la voz de Llúcia, su lenguaje corporal, vuelve a ganar vehemencia a pesar de que su volumen sigue igual - El problema que tenemos es que en Camberra creen que somos invasores, que ya han tratado de destruirnos una vez sin darnos lugar a decir nada, y que si bien dos de mis compañeros han insistido en presentarse ante el Príncipe, algo que están haciendo en este preciso momento, no tenemos manera de evitar que manden a destruirnos por lo que sucedió con el Azote, e incluso quizás una Caza de Sangre. Estamos en una situación muy precaria. La verdad es que nunca quisimos entrar a Camberra, tampoco queremos hacer nada en ella, sólo queremos irnos y dejar a todo el mundo con sus asuntos en paz. Pero incluso en eso también hay un problema: no tenemos nada con nosotros. Cuando nos secuestraron, nos despojaron de absolutamente todo excepto de la ropa que traemos puesta.

Una nueva pausa.

- Le pedimos ayuda, Reich, pues no es justo lo que ha sucedido con nosotros antes de llegar aquí, y tampoco lo que nos está sucediendo sin que podamos evitarlo en esta ciudad.

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12/05/2010, 18:11
Saul Buchanan

LLúcia comienza a explicar nuestra situación ante Reich. Ante los momentos de mayor tensión de la historia su voz se llena de sentimiento; demostrando mantener todavía muy vivo el recuerdo de todo lo acaecido. Es un relato un tanto adulterado de los hechos, sin mencionar lo que ahora somos capaces de hacer; lo que "aprendimos" en nuestro encierro, pero cierto de principio a fin.

Una vez ha terminado la historia unas palabras surgen de manera distraída de mi boca. No encuentro ninguna razón para pronunciarlas, pero el recuerdo de la celda hacen que salgan de mi inconscientemente.

-La bendición ha sido otorgada

Desde hoy todos serán uno

Y cada uno, serán todos

No podrán subsistir sin los otros.

Sigan su senda...

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13/05/2010, 02:58
Federick Reich

El hombre se queda pensativo hacia sus palabras, en realidad a pesar de los inverosímil de su historia él se ha quedado realmente ensimismado, ¿una cárcel?, ¿hacer cosas fuera de serie?. Trata de reflexionar., y mira la carta, la abre y la lee, mientras ustedes están en silencio. Qué curioso... mira al suelo. Y luego directamente a los ojos. Muchachos, les creo, y trataré de ayudarles. Y en ese momento ambos sientes un alivio enorme. Sin embargo apostaría mi espada que ustedes llegaron aquí por alguna razón, y aunque usted señorita diga que no es importante saber quién es el responsable yo...

Sin embargo  en ese momento pasa algo que ninguno se esperaba, ni siquiera  Reich.

Escuchan un golpe muy fuerte en el edificio, el cual tiembla. La sensación es parecida a cuando están dentro de un carro y una turba trata de volcar el vehículo. El lugar se extrémese. Algo o alguien esta  golpeando con fuerza las paredes del edificio. Es un golpe seco y único, pero tan fuerte que todo tiembla.

Reich mira a todos lados confundido, y se levanta inmediatamente, con la expresión de querer saber que ocurre.

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13/05/2010, 03:05
Príncipe Alexander D´Croux

 

Se oye a un hombre gritar ¿Qué demonios está pasando?... ¡Maten al responsable de esto!

Cuando ven de quien es la voz se dan cuenta que se trata del príncipe, detrás de ellos vienen Daniel y Edgar, confundidos. Una horda de guardaespaldas rodean al príncipe, mientras por una puerta desaparece

 

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13/05/2010, 03:06
Príncipe Alexander D´Croux

 

Mientras eso ocurre escuchan un golpe muy fuerte en el edificio, el cual tiembla. La sensación es parecida a cuando están dentro de un carro y una turba trata de volcar el vehículo. El lugar se extrémese. Algo o alguien está  golpeando con fuerza las paredes del edificio. Es un golpe seco y único, pero tan fuerte que todo tiembla.

El príncipe se altera y varios hombres armados llegan al salón. ¿Qué demonios está pasando?... ¡Maten al responsable de esto!

 

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13/05/2010, 03:07
Daniel sam

¿Qué carajos ocurre ahora?. Digo sorprendido, ese sonido ¿qué podrá ser?, justo cuando crei que estaba solucionando nuestros problemas.

Salgo del salón.

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13/05/2010, 03:09
Director

En ese momento ven a Llucia y a Saul que  estan igual de confundidos a ellos, los acompaña un hombre  de aspecto imponente pero que los  guardias tambien tratan de proteger.

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13/05/2010, 03:10
Director

Notas de juego

Ya se pueden incluir todos en las conversaciones.

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16/05/2010, 21:48
Llúcia Blanxart Puig

Llúcia reacciona al movimiento del edificio poniéndose de pie de un salto. Sus ojos van primero hacia Saul, y luego hacia todos lados, buscando encontrar en las paredes o en el cielorraso de la habitación algún indicio de grieta, de derrumbe, o de algo que le indique que todo se vendrá abajo. Sus cejas han bajado hasta el límite de sus ojos, y ve llegar a los otros dos, Edgar y Daniel, increíblemente enteros y caminando, aunque detrás del que parece ser el príncipe. Sus palabras ponen a Llúcia en más alerta que antes, y mira a Reich, quien parece más confundido que ellos mismos. El príncipe desaparece, pero para Llúcia, lo que aquel hombre ha dicho permanece golpeando con fuerza en sus oídos.

- ¿Ha llegado hasta este punto el enfrentamiento en la ciudad? - pregunta, rápidamente.

Sí, porque reconoce aquello muy bien. Bombas, ataques externos, intentando tirar abajo los símbolos. Como anarquistas radicales.

Hace un gesto hacia sus tres compañeros para que se reúnan. O ir ella hacia ellos, o ellos hacia donde están con Saul.

- Él es Federick Reich - dice hacia Edgar y Daniel - Está al tanto de la situación y está de acuerdo con nuestra causa. Pero creo que hemos quedado en medio de fuego cruzado, y debemos organizarnos ahora mismo. Quien quiera que esté atacando el Elíseo, seguramente quiere destruirlo y volver rengo el poder de Camberra. Nadie hará preguntas: estamos aquí adentro, pertenecemos a ese poder. A pesar de eso, creo que lo peor que podemos hacer es intentar salir de aquí: esto es una fortaleza, si es que hay que resistir - mira a sus compañeros, y también a Reich, como si fuera parte de su grupo - ¿Están de acuerdo? Debemos decidir rápido.

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18/05/2010, 04:27
Daniel sam

Escucho lo que dice la mujer y hago un gesto de  confusión. Creo que no es momento para reuniones, más bien salgamos de aquí. Digo corriendo hacia la puerta.

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18/05/2010, 04:30
El "Gran" Bob

Pero antes de que Daniel termine la frase, observan como al fondo, a unos 15 metros de ustedes, eso que golpea con tal fuerza rompe una pared. Lo qye ven, los deja con la boca abierta.

GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

Un ENORME cocodrilo, de unos 7 metros de largo, con anchas manos y  amplias mandíbulas, que con su cola sigue golpeando otra pared.

Inmediatamente observan como a Reich una mole de guardaespaldas lo rodean, alejándolo de ustedes, y de esa bestia.

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18/05/2010, 04:31
Marcia Linus

Salgan del Eliseo. Grita la mujer histerica, mientras algunos  hombres se dirigen hacia el enorme cocodrilo atacarlo.

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19/05/2010, 16:15
Saul Buchanan

No necesito otra orden. La arenga de LLúcia, mostrando por un lado la situación en la que nos encontramos, y por otro dándonos ánimos para salir con vida de este lugar casi me habían hecho plantearme la posibilidad de plantar cara a lo que fuera que estuviese causando ese revuelo. Sin embargo al ver irrumpir a través de la pared a esa enorme bestia mi ánimo se derrumba y el miedo hace mella en mí. Miro a la mujer que nos ha ordenado salir y asiento.

-Sí

Salgo corriendo con todas mis fuerzas hacia la salida; hacia donde Daniel se encontraba ya.

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19/05/2010, 18:00
Llúcia Blanxart Puig

- ¡Joder! - grita Llúcia, sus ojos muy abiertos, su expresión como un poema de incredulidad.

Daniel y Saul han salido corriendo en dirección a la salida, pero Llúcia no se mueve. Se da vuelta hacia Edgar, que no reacciona.

- ¡Joder, Edgar! ¡Decide ya!

Notas de juego

Llúcia cura su nivel de herida. No sé cuántos puntos de sangre necesita para eso.

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20/05/2010, 20:47
Edgar "El Gringo" Torres

Edgar se queda seco al ver la enorme bestia que intenta romper la pared; y no es hasta que Llúcia le grita que reacciona.

Lo siento... - dice el hombre, antes de dirigir sus pasos hasta donde ya estaban Saul y Daniel.

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21/05/2010, 23:22
Daniel sam

Ohhh no. Digo tratando de comprender si esto en realidad es real. ¿un cocodrilo?.  Trato de salir del lugar lo más rápido posible.

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21/05/2010, 23:24
Federick Reich

Mientras salen.  Reich quien ha sido rodeado por  una mole de guardaespaldas les grita a Llucia y Saul: ¡Busquen el responsable... yo hare lo que pueda!