Partida Rol por web

Todo sucede en cámara lenta, las tejas caen y se estrellan en el pavimento. Vidrios estallan, las corrientes eléctricas están locas.

 El hombre que corría, escapa, y  se pierde  de la mirada de todos.  Edgar sigue combatiendo con el sujeto en el techo, Llucia se acerca a Daniel Herido y trata de ponerlo a salvo,  Paolo y  Saúl están  luchando contra unas lianas en otro lugar.

Si bien todos están en lugares distintos, todos escuchan las respuestas de sus compañeros y los gritos de Llucia

Cada uno donde está puede sentir la confusión esa que los ha acompañado desde que comenzó esta pesadilla.  ¿Diabolistas?, ¿Por qué de repente estos fulanos que no los conocen  los acusan de eso?

¡!!QUE NO SON DIABOLISTAS!!!... jajajajaj  vallan a otros a decirle eso... Oli!, ya sabes que...

Sin embargo,  el hombre no termina su frase, cuando de repente arriba de todos, en niebla, se forma el siguiente símbolo.

El hombre se queda con la boca abierta, hasta aquel que peleaba con Edgar no puede evitar mirar.

¡Maldita sea!, murmura, pero todos lo escuchan. ¡Son Infernalistas!

 ALIADOS DE LOS INFERNALISTAS. La cara de odio es evidente. ¡MORIRAN!

La tensión se puede cortar con un cuchillo, y justo cuando creen que puede suceder algo peor.

Todos escuchan esto.

Los hombres se miran unos a otros sin saber que hacer.

Que Dem...

Esto no debería estar pasando. Se oye al joven que sólo Daniel había visto bien.

La Policía, larguémonos de aquí. AHORA.

 El Hombre que peleaba con Edgar da un gran salto hasta el otro techo, y de  repente desaparece.

Las plantas que atacaban a Saul y Paolo se pudren y los liberan, pero el retumbar de las sirenas los sigue. El lugar donde estaban esta hecho un desastre, pareciera como si un huracán hubiera visitado la zona.

De sus atacantes no se ve nada, no han dejado rastro.

El símbolo desaparece, con el viento.

Paolo se habia quedado desbordado por la secuencia de acontecimientos, esto esta más de lo que esperaba vivir ese dia, demasiadas emociones para tan pocas horas de sueño. Ahora los policias llegaban y aquello estaba igualito que Kosovo en sus años mozos. Buscó rápidamente una alcantarilla por la que pudieran escabullirse.

Habia dado con una, no sabia si le daria tiempo a irse todos por ahi aunque fuese saltando de cabeza, por lo que busco un lugar rapidamente poco iluminado para pegar la espalda y pasar desapercibido, si las cosas empeoran ya veria luego que hacian. Rápidamente pudo quitarse de la vista, pero antes de eso aviso rapidamente a sus compañeros

- ¡Rápido! Por la alcantarilla esa, no hay tiempo.

Edgar, un poco perplejo por la situación, no alcanza a despertarse sino hasta unos minutos después, alarmado por el sonido de las bien conocidas sirenas de la policía.

Teniendo cuidado en donde pisaba, baja poco a poco de aquel precario lugar donde hasta hace unos segundos había sostenido una pelea, y una vez en el suelo se acercó a Llúcia y a Daniel.

¿Están bien? - pregunta con cierto apuro en su voz, algo nervioso por la situación. Extiende sus manos hacia Daniel, agregando: - ¿Puedes caminar? Tenemos que salir de aquí rápido. Lo que falta es que tengamos problemas con la policía.

El nuevo curso de los acontecimientos había dejado a Llúcia algo fuera de reacción. El símbolo aquel del pentagrama que había aparecido en la niebla le había desencajado por completo, y los gritos de sus atacantes no habían hecho si no darle un empujón más hacia un agresivo estado de incertidumbre. Preparada para luchar, preparada para saltar contra quienes estaban dispuestos a matarles, de pronto presenció una retirada totalmente inesperada y vio cómo ellos se quedaban solos en medio de un montón de ruinas. ¿Un grupo que buscaba matarlos temía a la policía? ¿El mismo grupo que quería destruirlos por diabolistas, y que ni siquiera habían dudado en continuar peleando al ver el símbolo, escapaba por la policía? ¿Qué estaba sucediendo allí?

La voz de Paolo, y luego la llegada de Edgar, la sacaron de su inmovilidad. Llúcia los miró, y asintió.

- Sí. Sigamos lo que dice Paolo, tenemos que salir de aquí inmediatamente. ¿Tú estás bien? ¿Qué ha sido esto, collons?

Fue a dirigirse hacia la alcantarilla, corriendo, y de pronto miró a su alrededor, espigada como por electricidad.

- ¿Dónde está Saul? ¡¡SAUL!!

Y mientras buscaba al Malkavian con la mirada, y las sirenas de la policía iban acercándose cada vez más, en sus pensamientos comenzaron a caer lentamente retazos de los acontecimientos. Se preguntó si podría ser cierto, y si era cierto aquello, cómo habían llegado a eso y por qué. En aquella carrera para salir de lo que les sucedía, habían aplazado continuar preguntándose quién los había apresado y qué intenciones había tenido para hacerlo. Incluso habían dejado de preguntarse qué era lo que les había sucedido, y de dónde habían salido aquellas cosas que les pasaban, como el fuego, las lianas, y la fuerza de la voluntad. Quizás aquel símbolo en la niebla era la respuesta a varias de aquellas preguntas, una respuesta de la que Llúcia no sabía nada y tampoco podía comprender el alcance. Sólo sabía que se refería a un trato sobrenatural, y si aquello resultaba cierto, quien les había apresado les había hipotecado una mitad de su espíritu.

La rabia creció. Apresarla era una cosa. Pero, hacer eso...

- ¡¡VAMOS, SAUL!!

Gracias al machete-reloj y a la ayuda de Paolo logro salir al final de la enreadada situacin en la que me encontraba, pero la extraña situacion y el abrupto cambio de situacion me dejan pensativo por un instante, en el cual intento escrudiñar en mi mente algun porque a todas las que venian y estaban sucediendo.

Cada vez entiendo menos ¿Que es eso de infernalistas? ¿Ya no era demasiado acusarnos de diabolistas?

Estando tan inmerso en mis pensamiento no llego a reaccionar hasta que escucho a la Brujah llamandome, rapidamente corro hacia donde estan los demas y me introduzco en la alcantarilla.

-Perdon por la tardanza- 

 Todos entran por las alcantarillas, uno a uno, entran por las alcantarillas, mientras sienten cómo las sirenas de la policía están encima de ustedes.

Muchas preguntas los invaden. Están confundidos, y sólo esperan respuestas y pronto.

Todos bajan a las alcantarillas de manera apresurada.