Por un instante dudé. El alcalde era más sabio y probablemente más digno de confianza, pero en la batalla sería de más utilidad la muchacha. No obstante, mi educación me impedía poner voluntariamente a una dama en peligro, por muy capaz que esta hubiese demostrado ser. Pero claro, si debíamos luchar, el alcalde solo supondría una preocupación a la hora de hacer frente al enemigo, pues al mismo tiempo que acabamos con la amenaza, deberíamos estar preocupándonos de que nadie le hiciese daño. Con la chica no habría problema porque ella sola se basta para defenderse. Aunque, ¿quién asegura que no nos dejaría tirados en cualquier momento, dado su carácter? La decisión era difícil. Gnimsh parecía dispuesto a llevar a los 2, pero Qüenya no quería ni oir hablar de llevara la chica, auqnue en el fondo yo sospechaba que el motivo principal por el que la elfa tenía tantos reparos en ser acompañada por la mujer era que, en el fondo, sentía celos al ver que habría otra mujer tan capaz con las armas como ella y junto a la que su belleza élfica ya no relucía tanto. Pero me estaba perdiendo en divagaciones. ¿A quién debemos llevar con nosotros?
Sin duda el alcalde ofrece más confianza para el viaje, y su sabiduría debe ser mayor para aconsejarnos en los momentos de duda. Pero a la hora de luchar, la mujer sería más útil dada su habilidad con las armas. No obstante vuestro carácter, mujer, no me inspira demasiada confianza, como ha dicho Qüenya... Y tampoco me fio de mí mismo. Con una mujer así recorriendo mi camino, ¿seré capaz de no traicionar a mi amada? Para seros sincero, no sé quién es más adecuado que sea nuestro guía. Aunque quizás debierais ser vos, muchacha, quien nos lleve. Conocéis el camino, sabéis luchar y tenéis agallas. Además, en caso de que las cosas no saliesen como debieran, la pérdida de cualquiera de nosotros no supondría un problema para el pueblo, mientras que la del alcalde sí. Yo voto a favor de que sea ella quien nos acompañe, señor alcalde. Espero que comprendáis mis motivos y no os sintáis ofendido, señor.
Había estado largamente reflexionando sobre todo lo que había visto y escuchado. La deprimida ciudad y aquellos aldeanos pesimistas y desesperanzados me había recordado pasadas experiencias y las palabras de mi mentor que ya entonces me habían dirigido hacia lo que era justo y correcto.
Uno mismo podía cambiar su suerte y de cuántos le rodeaban. Saber cuál era la opción correcta era lo que diferenciaba pensar en los demás o en uno mismo, las consecuencias de una acción egoísta podía desencadenar eventos terribles.
El alcalde se había cansado de confiar en otros, su fe le había fallado por tanto tiempo que había necesitado de una prueba palpable para volver a dar una oportunidad a alguien. Y nuestro grupo reunido, algunos dirían por pura coincidencia y otros, guiados por la luminosa luz de Tyr parecían ser la causa de devolverle algo de la esperanza perdida durante años. Sin duda los dioses no habían abandonado a estas gentes sino que las habían puesto una dura prueba que concluiría sin duda con nuestra llegada.
Callada y silenciosa les había acompañado, dejando que los demás hablaran dando sus opiniones sobre esto o aquello. Había sido la mejor opción para averiguar sus intenciones. Sus motivos, aparte de los de aquel singular gnomo que no parecía buscar otra cosa que su gloria personal, aun me parecían confusos, era difícil encontrar verdaderas intenciones de ayudar por la pura bondad de un noble corazón como el mío en otros que no formaran parte de la orden a la que me sumaba, pero sin duda, como me había enseñado mi mentor "Hacer el bien es algo que hasta el ser de mayor maldad puede concebir en algún momento de su vida", luego incluso si otros motivos ocultaban esta acción, aún no podía quitarle importancia al hecho de que iban a arriesgar sus vidas para ayudar a los ciudadanos, víctimas inocentes de este mal.
Y yo no iba a ser menos. No les iba a fallar a esas pobres gentes.
Asentí.
Creo sinceramente que el alcalde debería acompañarnos, sus conocimientos sobre el área y la responsabilidad que tiene para con el resto de sus conciudadanos le obliga a ayudarnos y a ver con sus propios ojos como el mal es arrancado de su tierra.
De todas formas, lo único que debe hacer es guiarnos hasta la guarida de esas alimañas, luego puede volver y esperar nuestro regreso. No es necesario que se quede con nosotros, y aunque usted fuera joven, fuerte y audaz no le permitiría luchar nuestras batallas.
Esto es algo que sólo nosotros tenemos el deber de hacer.
Yo me encojo de hombros al ver hablar a nuestros compañeros.
-Ya se conoce el dicho: lo que diga la elfa- digo señalando al monumento de elfa que nos acompaña.
Mejor, que la pelandrusca pelirroja esa seguro que nos da la patada a la mínima de cambio.
Naolind escuchó los distintos motivos dados por sus compañeros, sopesando a su vez cuál sería la mejor opción, sin embargo en esta ocasión no parecio tener demasiadas dudas:
- También creo que es mejor que nos acompañe él - dijo volviéndose hacia el alcalde y haciendo un pequeño gesto, alzando su cabeza, a modo de señalarle. Ademas, como bien dice Rhean, no es necesario que se quede con nosotros una vez hayamos llegado.
El alcalde asiente complacido mientras que la joven boquea con cara de sorpresa. Os lanza una mirada mezcla de asombro y furia, mirada que pasa por el alcalde para luego volver a vosotros. Cuando parece que finalmente se dispone a deciros algo oís movimiento en las cercanías. A vuestra izquierda veis como los arbustos se mueven, oís un fuerte CLONCK y unas imprecaciones bastante poco disimuladas en un idioma que no os suena a nadie. Al cabo de unos instantes se escucha otro fuerte golpe, tras el cual veis como uno de los arboles cae pesadamente con estruendo.
Una pequeña figura aparece cojeando entre los arbustos con la mano derecha masajeándose la sien. Según se os va acercando la reconocéis, se trata del enano posadero. Aunque os cuesta reconocerlo, porque al igual que la pelirroja este ha dejado atrás el delantal para llevar una pesada armadura de acero, al tiempo que ha cambiado las jarras de cerveza por un enorme hacha de doble filo que enarbola en la mano izquierda. Poco a poco se va acercando a la chica, en cuyos ojos ya no veis la furia de antes, sino una expresión de miedo malamente contenida, sin siquiera dedicaros una mirada. Algo me decía que te encontraría aquí chiquilla. ¡Vuelve inmediatamente a la posada o te llevare yo mismo! ¡Le di mi palabra a tu madre de que te protegería y por mi honor que lo hare!
La muchacha asiente con desgana, baja la cabeza y comienza a caminar lentamente en dirección a la posada. El enano se acerca ahora al alcalde a ti no te diré nada. Hacía tiempo que no veía esa mirada pero la reconozco perfectamente, y sé que ni el mismísimo Móradin te haría cambiar de opinión. Solo espero que sepas lo que haces. Tras esto posa la mirada en el grupo por primera vez y espero que vosotros también lo sepáis. El destino del pueblo está en vuestras manos. Dicho lo cual comienza a cojear tras la joven pelirroja en pos de la posada.
Lo sé viejo amigo, lo se dice el alcalde mas para sí mismo que para vosotros mientras observa como la pareja se va alejando. Se da la vuelta y os mira uno a uno directamente a los ojos. Podéis ver claramente el fuego de la determinación ardiendo en los suyos. Vamos, no perdamos más tiempo, seguidme y dicho esto se adentra en el bosque.
Es mejor que evitemos las carreteras desde el principio para que les sea más difícil seguir nuestro rastro. Estad atentos a mis indicaciones, es bosque es muy espeso y no seríais los primeros viajeros en extraviarse y ser pasto de las bestias. Y procurad no hacer mucho ruido, en este bosque hasta las piedras tienen oídos.
Chicos, necesito dos tiradas por cada uno, una de escuchar y otra de moverse sigilosamente (para esta ultima recordad que los que lleveis armadura teneis un penalizador a la tirada. El penalizador depende de la armadura y teneis el valor exacto en la tabla de armaduras).
Si teneis cualquier duda preguntar sin miedo.
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Escuchar
Resultado: 19(+1)=20
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Moverse Sigilosamente
Resultado: 15(+3)=18
Ai tengo una duda, se que hay que sumar el bonificador al 1d20 peeero cual era? la columna "Total" de la habilidad? si no es así avisa y cambio los bonificadores por los que tú me digas :$
MASTER: Si, hay que sumar lo que pone en la columna total, asi que tranquila, las tiradas estan perfectas ^^
Yari, las tiraditas en abierto si no te importa porfaplease ^^
aaaa vale vale perdone usted, es que como depende del master las quereis de una forma u otra, yo ya es por costumbre xD perdonnn ^^
No pasa nada, unos platanitos cuando vuelva a pasar por los Madriles y perdonada :P
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Escuchar
Resultado: 12(+3)=15
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Sigilo
Resultado: 5(+2)=7
Las tiradas las hacemos hoy de noche para que me recuerdes cómo se hacen, ¿vale? Te pillo en el msn y ya hablamos.
Oki doki, estare atento al msn esta noche entonces.
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Escuchar
Resultado: 20(+1)=21
Tirada: 1d20(-5)
Motivo: Moverse sigilosamente
Resultado: 19(-5)=14
Aunque el camino parecia un paseo por el bosque, tranquilo y sin ningun contratiempo, sin chillidos, aullidos ni alaridos que nos hicieran sobresaltar, Qüenya llevaba su arco montado, cuerda colocada y echado al hombro, no se despegaba del hobbit al que habia dado su palabra de proteger. Todos íbamos en silencio, sin charla, supuestamente estábamos en un terreno infectado de kobolds hacia falta sigilo
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: escuchar
Resultado: 6(+2)=8
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Mov. sigilosamente
Resultado: 19(+1)=20
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Escuchar
Resultado: 20(+3)=23
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Moverse sigilosamente
Resultado: 9(+2)=11
¡Jej! Creo haber oído hasta la respiración de las hormigas en un radio de 20 kilómetros a la redonda XD
Una vez listos y antes de partir el alcalde se gira hacia la casa por última vez, lanzando un breve saludo con la mano hacia la ventana de la habitación donde podéis observar a su mujer. Tras este breve adiós se gira y os adelanta con rapidez, manteniendo la cabeza gacha en todo momento. Seguidme os ordena y se interna en los matorrales sin siquiera mirar a ver si le seguís. Aunque tampoco lo necesita, pues partís raudos tras él, en dirección al mal que amenaza estas tierras.
Antes de meteros en los matorrales tras el mediano os escucháis unos arbustos removerse a unos 20 metros de donde os encontráis, pero no alcanzáis a ver cuál es el origen de estos ruidos.