Partida Rol por web

Miro a Pierre - Y no cree, monsieur capitaine, ¿qué una fiesta de esas características sería una invitación a un nuevo ataque? No queremos que se vuelva a repetir lo que aconteció en el Jeu de Paume... - digo firmemente y prosigo con tono sugerente - primero se deberá encontrar al culpable, o mejor dicho, culpables... y cuanto sera nuestro pesar si uno de ellos se encuentra entre las filas de nuestra guardia real - al decir esto me abanico un poco y cubro como de costumbre de ojos hacia abajo.

- Como usted guste, señora. Sabe que la guardia no cesa en su empeño por conseguir que la vida de todos los parisinos sea lo más tranquila posible y que haremos todo lo que esté en nuestras manos por encontrar a los agresores..

Fauchet mantiene el silencio e invita con su movimiento a seguir paseando por los jardines de Versalles.

Otra leve pausa precede las acciones de la reina. Meditaba sus palabras, o eso parecía en un primer instante, ya que hablaba con voz pausada y dulce.
-Madame Lorraine...- Dice ahora mirando hacia su prima. -...¿Que clase de país no recibiría a sus héroes con grán clamor y festejo?- Maria Antonieta muestra su abanico al acercárselo al rostro. -Debemos a esos hombres valientes una recibida digna.-

-Fauchet, ocupese de que el coronel Gilbert reciba esta nota.- Te dice mientras te ofrece un pergamino enrollado con el sello real. -Puede retirarse.- Tras estas palabras recupera de nuevo su postura anterior y se queda pensativa admirando el arroyo que fluía ahora con algo más de caudal, o eso parecía al subir el tono del rumor de las aguas.

Fauchet recoge el pergamino y lo guarda entre sus ropas.

- Descuide, majestad, yo mismo se lo entregaré al coronel Gilbert. Ha sido un placer compartir estos momentos con ustedes, señoras. Ahora me marcharé si no se les ofrece nada más, dice Fauchet mientras se despide con una pequeña reverencia.

Fauchet, después de despedirse de las dos nobles mujeres, abandona el palacio en pos del coronel Gilbert.

Pese a lo fantástico del lugar, el palacio de Versalles provoca en Pierre una sensación contradictoria. Por una parte representa todos los ideales que es su deber defender y por otra, no es más que un lugar superfluo en que se da más valor al arte, la jardinería y las fiestas de postín que a cualquier otro asunto de verdadera y real importancia.

-Querida Anne Marie...- Comenta tras haber desaparecido Fauchet al doblar el sendero. -...me encuentro algo cansada para recibir a más nobles por hoy. Creo que me retiraré con mis pequeños.- Te dice mirandote con una sonrisa. -Por favor, disfrute de la velada.-

- De acuerdo, me encargare personalmente de que nadie moleste.... - digo amablemente mientras la acompaño a retirarse. Tras dejarla en su petit Trianon me dirijo hacia los jardines de palacio y busco a mme. Medique y le digo firmemente*1 - La reina no va a recibir a nadie mas por el momento, cualquier interesado en verla deberá pasar por mi persona antes, entendido? *2 - después echo un vistazo con el rabillo del ojo a los presentes y al no ver al Capitán Fauchet le digo a medique y pendiente de que nadie este cerca - quiero que le capitaine Fauchet venga a mi presencia inmediatamente*3, que alguien vaya a buscarle y a parte de eso hay que seguir averiguando cosas acerca del ataque del otro día. Todo en el menor tiempo posible, como siempre.*4 - tras terminar de darle las indicaciones a mme. Medique me dirijo

Ves como Medique, algo nerviosa, asiente ante tu órden. Aunque en vez de ir a cumplir tus deseos, se acerca aún más cubriéndose el rostro con el abanico antes de hablarte.
-Madame...- Dice con un hilo de voz casi inaudible. -...tengo algo importante que darle.- Hacía mucho que no veías a esta mujer tan nerviosa. -Cuanto antes tendríamos que hablar a solas, madame.-