Al ver como todo se ha solucionado pacificamente, Evianrhall se une a los demás.
Por donde hemos venido nosotros tampoco están o las habríamos visto. Esperemos que esten adelante ya que no creo que sea buena idea volver atrás.
No es que hayamos dejado a alguien con vida, pero esta torre parece estar llena de sorpresas, cuanto más avancemos mejor.
- Bien, avancemos - dice resignado el paladin - por cierto, ¿alguno estáis dañado? - preguntó al ver las buenas intenciones de los recien llegados.
Bien recivido seas... mi nombre es Erunya-úvë y vos sois?
(...)
Puedo preguntar que os trajo aqui?
Los ojos del paladin se quedan fijos en la bella elfa - perdón, quizás usé un tono algo bajo para hacerlo - respondió - Soy Yalarino, y los que me conocen me apodan Matadragones, aunque no sea más que una metáfora ese apelativo, paladin de Helmo a su servicio - haciendo una reverencia y tomando la mano de la elfa, concluye - es una honor conocerla, Erunya-úvë - y posó sus labios sobre el dorso de ésta.
- Respecto a lo que me ha traído a ésta infesta tore, por si aún no ha quedado claro, creo que los intereses son compartidos. Erradicar el mal que en ella mora - respondió con gesto duro a la segunda pregunta de la clériga.
El mago no puede evitar reirse ante el apodo del paladín.
Hombre. Matadragones, eso nos habría venido bien hace un ratito. Nos las tuvimos que ver con uno de esas lagartijas gigantes. Y lo pasamos realmente mal, la verdad.
Bueno... no es por meter prisa... :P pero podíamos seguir, ¿no?
Yalarino volvió su cabeza hacia aquel que parecía un mago por su vestimenta - ¿un dragón? ¿aquí dentro? ¿en la torre? - fue lo que dijo mientras escrutaba a aquel nuevo personaje aparecido.
Máster, corta punto. Lo más interesante del rol es eso, el 'role' de los personajes. No nos cohartes nuestra libertad de interpretar.
xDDDDDDDDD
Solamente una cría contesta en tono seco, parece que hay algo que no le ha hecho mucha gracia... y de las pequeñas. De haber sido un adulto o incluso un joven, no estaríamos aquí ahora... breve pausa [B]Mi nombre es Akra, por cierto[/B] continúa en voz baja
Matadragones... Ja!!, seguro que nunca ha visto uno. En estos tiempos cualquiera se pone grandes nombres
Tras sus escasas palabras continúa avanzando en la retaguardia del grupo, intentando hacerlo todo lo sigilosamente posible que su armadura le permite, lo que no es mucho...