Viendo que nadie se ofreció a acompañarle a cazar, Sargon simplemente continuó con su camino, dispuesto a liberar un poco de aquella ira que ahora invadía su mente. Le daba igual si alguien le acompañaba, y sin duda no le pediría a su mujer que lo hiciera, cuando ésta no estaba muy bien, tras aquellas picaduras por parte de unos insectos. Era mejor que descansara, mientras él se preparaba para obtener más carne para la aldea. De todas formas, él sólo podría hacerse cargo de esa responsabilidad. Lo habia hecho una vez, podía hacerlo de nuevo, y, de ese modo, todos continuarían hablando sobre su capacidad para cazar y llevar alimento a su hogar. Eso le haría ver como alguien fuerte y capaz, todo un modelo de líder que merecía ser respetado.
No obstante, le llama un poco la atención la expresión en el rostro de Letterio, como si éste le agradeciera por lo que iba a hacer. Bueno, no era como si no disfrutara de ese agradecimiento, aunque era un hecho que lo hacía principalmente por él y Ash, si bien, el hecho de que le agradecieran de esa forma, era de su agrado, y el tallador se había ganado el favor del cazador con aquel trato simpático de su parte. A diferencia del otro bastardo de Hankal, parecía que Letterio era más que capaz de reconocer el valor de Sargon. Aún así, esperaba que no sólo reconociera su valor con palabras o meras expresiones, sino también preparándole algo que le permitiera mejorar sus posibilidades de cazar alguna presa. Después de todo, no había logrado obtener el símbolo de poder que esperaba de su señor, por lo que un arma para matar animales sería de utilidad.
No tardó demasiado en alejarse de la aldea, buscando adentrarse nuevamente en la naturaleza, con la intención de encontrar otra criatura que cazar. Estaba claro que, sin un arma, no podía tomarse la libertad de depredar a un animal que pudiera convertirse en el depredador en el peor de los casos, por más que él confiara en su fuerza, y el poder que la deidad le había otorgado en su momento. Lo mejor era buscar algún otro ciervo en la zona, lo suficientemente distraído como para acabar con su vida con cierta rapidez. Esta vez, ante la posibilidad de que su presa pudiera escaparse, decidió buscar alguna roca de cierto tamaño que pudiera cargar en el camino, como para poder usarla como arma contra el animal que cazaría, impactando la cabeza de la criatura en cuanto viera el momento oportuno.
Como siempre, buscó la fuente de agua usual, el caudal de un río donde por lo general los animales solían saciar su sed. Era el lugar perfecto para cazar, ya que era en momentos así cuando los animales solían bajar lo suficiente su guardia como para permitir que un cazador les diera cazar al encontrar la oportunidad apropiada. Sus ojos no tardaron en centrarse en la criatura que buscaba, acompañado por otros ciervos de la región, que parecían estar disfrutando de un tranquilo instante de descanso. Sargon se movió con sigilo, acercándose lentamente entre las sombras de los arboles, evitando causar cualquier tipo de sonido, antes de que fuera el momento adecuado, en el cual atacara a la criatura de una forma lo suficientemente fatal que no le diera tiempo de reacción al animal.
Motivo: Acción: cazar
Tirada: 4d10
Resultado: 7, 8, 1, 4 (Suma: 20)
–Quédate con los animales, es importante que estén seguros. Si puedes, ayuda con el corral. Pero no tendremos tanta suerte encontrando otro rebaño.– Taima miró al resto del poblado, que ya se afanaba en continuar con los trabajos necesarios para adelantarse al tiempo. Era necesario acumular comida, y aunque había sido buena idea buscar animales vivos, de algo tendrían que alimentarse mientras se criaban a las cabras.
Sargón comunicó al resto sus intenciones, y pese a que disfrutaba de la soledad de los campos durante la caza, era consciente de que trabajando junto a otros podrían capturar mejores presas. La muchacha se despidió de su marido con un leve gesto con la cabeza y siguió a cierta distancia al cazador Mainyu. De cierta manera se alegraba de alejarse del poblado. Las preguntas inquisidoras de Alpurnia habían estado dándole vueltas en la cabeza desde que encontraran al rebaño, y no le apetecía demasiado que las miradas de los demás le recordaran sus obligaciones como mujer.
Quizás, con algo de suerte consigan traer algo lo suficientemente importante como para que se olviden de aquello aunque sea por un par de días...
Mientra unos partían a cazar Hankal y Dala empezaban a ponerse manos a la obra con el corral. Con la madera que había traído Hankal empezaron a delimitar el área para el rebaño, cavando grandes huecos en el suelo para afianzar los puntales, luego aprisionaban el puntal con piedras que colocaban dentro del agujero para que al final Dala preparase barro y los rellenase hasta arriba. Así sellaban cualquier huevo que pudiera quedar entre la piedras.
Cómo Sakari ya había empezado el proyecto de una manera un tanto rudimentaria pudieron coger las piedras que había traído y las lianas para anudar con fuerza dos travesaños paralelos entre los puntales. Por último fueron acumulando ramas finas del suelo hasta el primer travesaño, las cuales se apoyaban en los puntales, para que dieran estructura al barro que acumulaban Dala y Hankal formando así un pequeño murete desde el suelo hasta a mitad de altura del primer palo para que los animales no pudiesen huir por debajo. El trabajo pesado lo hacia Hankal acumulando grandes cantidades de barro, llenando mucha superficie mientras que luego Dala, quien si sabía trabajar el material, con agua, paciencia y pericia daba un buen acabado al corral y al murete.
Motivo: Logro "Corral Animales"
Tirada: 5d10
Resultado: 3, 7, 5, 3, 8 (Suma: 26)
Logro: "Corral para Animales"
2 míos+1 Crianza (Si sabes sobre el animal que criar, te será más fácil hacerle un corral)+1 de Dala+1 Trabajar barro=5 Dados
Los cazadores se alejaron de la aldea, la espesura se los tragó. Con sumo cuidado, caminaban sin hacer ruido alguno. No cruzaron palabra. Tampoco lo hacían en la aldea. La tensión de Sargón era obvia, Taima parecía distraída. El gigante iba gruñendo molesto consigo mismo, aunque no parecía el único motivo que lo mantenía con la cabeza caliente.
Ambos tenían demasiados temas en la cabeza como para centrarse en la tarea que tenían entre las manos. Encontraron un grupo de patos, con un par de piedras consiguieron derribar a dos de ellos. Les toco mojarse, para recoger las presas. Eran animales grandes, pero se podía aprovechar menos que los ciervos.
Motivo: Caza Taima
Tirada: 4d10
Resultado: 21
Motivo: Caza Taima
Tirada: 4d10
Resultado: 7, 2, 2, 2 (Suma: 13)
Motivo: Caza Sargon
Tirada: 2d10
Resultado: 7, 6 (Suma: 13)
Sargón, repito tu tirada, con una penalización en dados igual a los que has usado en tu intento de empezar un proyecto.
13+13=26. 3 puntos de comida.
Alpurnia, Letterio y Hankal comenzaron la construcción del redil. Con la madera que Hankal había recogido comenzaron a construir una valla cerca del centro de la Aldea. Avanzaron rápido y bien, aunque sin herramientas útiles no pudieron encajar las piezas de madera entre sí. Sólo pudieron atarlas con lianas.
No era una solución definitiva, pero les haría el servicio hasta poder construir algo mejor.
Motivo: redil
Tirada: 4d10
Resultado: 26
Motivo: redil
Tirada: 4d10
Resultado: 5, 4, 3, 10 (Suma: 22)
Motivo: redil (extra)
Tirada: 1d10
Resultado: 3
25:3 éxitos.
Dala, Sakari y Aslumhum, comenzaron a preparar la comida. Dala encendió el fuego, mientras que los otros dos, comenzaban a despiezar el ciervo y le quitaban las partes duras a las frutas y vegetales que los Zahar habían traído. Después las acercaron al fuego con cuidado y le dieron instrucciones a Dala. Cada poco tiempo, le daban la vuelta a los alimentos que estaban ensartados en ramas, mientras se asaban liberando sabrosos olores y secándose lentamente.
Al terminar la jornada, Taima y Sargón volvieron de la selva, encontrando el redil torpemente construido pero terminado. Traían un par de patos por desplumar y caras de estar de mar humor. Los Zahar aparecieron en el último momento, trayendo consigo más frutas y a Kela en brazos, se había resbalado y se había hecho una herida bastante fea que Ashlumtum se apresuró en curar.
Una vez todos reunidos Kela anunció que se iba de la Aldea a buscar otra en la que pudiera encontrar esposa.
Motivo: Dala
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Motivo: Sakari
Tirada: 2d10
Resultado: 19
Motivo: Sakari
Tirada: 2d10
Resultado: 2, 7 (Suma: 9)
Motivo: Ash
Tirada: 2d10
Resultado: 4, 8 (Suma: 12)
Motivo: Zahar
Tirada: 8d10
Resultado: 2, 3, 4, 7, 3, 3, 4, 1 (Suma: 27)
Motivo: kela
Tirada: 2d10
Resultado: 2, 1 (Suma: 3)
Motivo: Anai y Arba
Tirada: 4d10
Resultado: 3, 4, 4, 3 (Suma: 14)
28: 4 éxitos.
Quedan 7 puntos de alimentos frescos y 4 conservados.
Entran 6 puntos de alimentos.
Taima y Sargón traen 3, que pueden negociar y repartir como consideren.
Construcción en la aldea: "Redil primitivo"
Hankal aún tenía mucho por hacer, la primavera avanzaba y todavía no había construir su casa ni preparar los campos para la siembra. Era algo que no podía dejar pasar mucho más.-Bueno ahora que esta hecho el corral, empezaré a sembrar de una vez, los campos nos darán mucho más a la larga y no siempre habrá buena caza.-era una lastima perder a Kela pero podía comprenderle, no dijo nada ante su marcha pues el joven debía decidir su propio camino.
Todavía con el calor de primavera empezó a preparar la tierra cercana al río, quitando las malas hierbas las cuales daba a las cabras y guardando las piedras que iba encontrando para su futura casa; se las dejaba ver primero a Letterio por si alguna le servía para sus cosas o era especialmente buena. Era un trabajo duro y por eso intentaba hacerlo en las horas que había menos sol, durante el día buscaba las plantas que ya conocía por los alrededores para cavar con un palo en la tierra y sacar el bulbo entero para trasplantarlo, principalmente ñames y mandioca. Podía dedicarse a la tarea de pleno pues aún había comida para todos y eso le daba cierta tranquilidad.
Motivo: Preparar Campos de Cultivo
Tirada: 4d10
Resultado: 6, 6, 7, 6 (Suma: 25)
2 Dados+Cultivar+Identificar Plantas.
Cuando estaban a solas a solas Hankal le insistía mucho a Dala en que comiera bien, aprovechando que estaba cocinando para todos. Ella tenía que estar fuerte y sana para traer hijos a los Búfalos Blancos, no cabía discusión alguna, ahora que la tribu tenía ella debía comer bien.
Lo de arar el campo al atardecer era una pequeña excusa para ocultar que se marchaba a pastar en las cercanías para aliviar un poco el hambre de la tribu. Además en su forma de búfalo agachando la cabeza, con el poderoso cuello y cornamenta podía remover la tierra mas rápido y sin cansarse, menos mal que su constitución era muy poderosa y a penas se sentía flaquear tras las largas jornadas de trabajo.
Letterio se despidió de Kela cuando este marchó, le entristecía su marcha, pero esperaba que encontrara tierras mas fertiles alla donde fuera. Luego se quedó mirando una vez mas el fuego del que le habia surgido la idea del horno. Era hora de hacerlo. Aunque tampoco podían descuidar el rebaño. Se acercó a su mujer pidiendole que porfavor cuidara de los animales del cercado, con suerte, estando en primavera estos tendrian hijos y quizas pudieran sacar deliciosa leche de los animales que quedaran preñados.
Luego se acercó a Dala y le comentó que se iba a poner con el horno. Quizas podria ayudarla pues a ella tambien se le daba bien el manejo de barro.
Finalmente preguntó a Taima y Sargon cuales eran sus intenciones.
Motivo: Construcción de horno
Tirada: 2d10
Dificultad: 7+
Resultado: 8, 3 (Suma: 11)
Exitos: 1
1d10 + Trabajar barro
Incluso a pesar del esfuerzo que habían realizado, la cacería no había dado tan buen fruto entre los dos, como lo había hecho en su momento al cazar aquel joven ciervo. Normal, había estado demasiado frustrado por su fracaso al intentar comunicarse con su deidad, por lo que no se había esforzado lo suficiente, una vez había salido la aldea en buscar de otra presa que depredar. Al menos, gracias a la colaboración de Taima, el alimento obtenido no había sido tan escaso, por más que no se asemejara al ciervo de antes. Eran unos patos que servirían para saciar el hambre de un par, por lo que no estaba tan mal, incluso si no podía hacer una demostración de su habilidad con los habitantes de la aldea.
La mirada del cazador, al llegar de nuevo a su hogar en compañía de su compañera de caza, se concentró en el redil de apariencia un tanto... pobre. No pudo evitar suspirar, en parte un tanto molesto ante el hecho de que no hubieran hecho un buen trabajo con aquello, aunque también un tanto complacido ya que significaba que no había sido el único que no había tenido un resultado que dejaba mucho que desear a la hora de hacer su trabajo. Nadie podría echarle en cara que no hubiera obtenido la misma cantidad de carne que antes. Además, no siempre se tenía la misma fortuna al cazar... por más que en este caso se debiera al humor del cazador por su fracaso anterior.
De cualquier forma, por el momento, Sargon pensaba volver a cazar, ya que el hecho de no poder cazar otro ciervo, le había decepcionado bastante. Los patos estaban bien... para un cazador normal, pero él no era normal y aquel resultado no era uno que fuera aceptar si podía mejorarlo. Dispuesto, no tardó mucho en prepararse para buscar algún otro joven espécimen en el exterior, con la intención de traer suficiente alimento, hasta que estuvieran lo suficientemente seguros para el resto de la estación. Ignoró por completo las palabras de Hankal, principalmente porque a él no le importaba mucho la obtención de alimento que no fuera por medio de la cacería. - Regresaré con más comida. - Prometió a los habitantes de la aldea, en el momento en el que volvía a salir con la intención de traer otro trofeo de cazar lo suficientemente generoso en cuanto a comida respectaba. Quería un ciervo, aunque se conformaría con cualquier criatura similar en tamaño, siempre que no se tratara de un depredador. Aquello sería demasiado problemático, incluso si deseaba un buen abrigo a base de la piel de uno, que pudiera resultar intimidante. Esperaría hasta obtener lo que deseaba de su señor.
Veamos si ésta es la última y luego hago otras cosas =P
Motivo: Acción: cazar
Tirada: 4d10
Resultado: 5, 7, 9, 9 (Suma: 30)
Esta vez es sin penalización ¿no? De lo contrario tira de nuevo por mí xP
Taima sabía que necesitaba evadirse algo de tiempo de los problemas que le echaban encima el resto del pueblo. Necesitaba estar sola. La primera vez que salió del asentamiento, Alpurnia le había acompañado. En el segundo, fue junto a Mainyu. En ambas ocasiones esta descentrada. Así que tal vez, yéndose por su cuenta pueda despejar la cabeza.
–Iré a buscar algún poblado. Quizás coincida en el viaje con Kela...– Esto último lo había dicho como excusa para que los demás no hicieran más preguntas de las necesarias.– Puede que podamos hacer tratos con ellos, puede que saquemos provecho.
Inmediatamente salió al trote por el sur, dejando que el viento corriera a través de sus extremidades. Sakari siguió con la mirada como su mujer se alejaba del pueblo. Durante el trayecto de sus ojos, topó con Hankal. Se agachaba para arrancar las hierbas con las manos. Eso le hizo pensar. Caminó hacia la zona donde habían preparado los animales y buscó algún hueso sobrante del venado. Tal vez pudiera darle alguna forma con la que facilitar el trabajo del cultivador.
Taima utiliza rastrear y orientarse, además de la intuición.
Sakari trabajar el hueso.
La cazadora se sumergió en la espesura decidida a encontrar otras poblaciones. Pero el recuerdo de sus días con Alpurnia, a la intemperie, pasando frío y hambre en la noche oscura, le recordó que sin provisiones ni algo que cubriera su cuerpo desnudo, más le valía no irse lejos. Volvió sobre sus pasos y pensó en que ya que volvía, mejor hacerlo con las manos llenas. Siguió el rastro de un animal pequeño, por sus huellas, y encontró un mono que se había separado de su manada.
Mala suerte para el animal, hubiera sido presa de otro depredador en todo caso. Una pedrada en la cabeza le segó la vida de golpe.
Motivo: caza
Tirada: 4d10
Resultado: 3, 5, 3, 2 (Suma: 13)
1 Alimentos.
Sargón estaba decidido a que toda presa era poca comida para su amada y el hijo que engendraría. El cazador encontró lo que buscaba, una criatura similar al ciervo de la anterior ocasión. Era más fino y delicado, era hermoso de ver. Saltaba de un lado a otro aquel corzo. No podría abalanzarse sobre él. Pero encontró la solución en una piedra de bastante buen tamaño.
Sargón que no era para nada tonto, no apuntó al cuerpo carnoso del animal o a la cabeza pequeña, no. Apunto a las patas, frágiles. El chasquido de los huesos le llenó de cierta satisfacción. Aunque el animal gemía de dolor, no se podía apartar del cazador. Con un gesto similar al de la primera cacería del año, mató al animal.
4 Alimentos.
Había matado a esa criatura con cierto arte en su habilidad, rompiendo los huesos de aquella pata, antes de abalanzarse sobre la misma, en el momento en el que ésta esperaba la muerte a manos del cazador, matándola de una forma similar como lo había hecho con su anterior gran presa que tanto había alimentado su orgullo. Había encontrado otro ciervo, aunque tal vez no tan grande como el anterior, pero sí lo suficiente para proveer de una buena cantidad de carne a su aldea, por lo que estaba seguro que su gente le agradecería su esfuerzo, debido a sus constantes logros. Nadie podía negar que él su capacidad como cazador, de modo que estos tendrían que adorarle nuevamente por su fuerza y habilidad en la caza.
Tras preparar lo suficiente el cuerpo del animal, no tardó mucho en dirigirse de regreso a su hogar, con la intención de que todos pudieran observar otro de sus logros, y ver la sonrisa de su mujer ante la fortaleza de su hombre. Tendrían alimento más que suficiente para que ella tuviera la fuerza necesaria en el momento en el que quedara embarazada con la ayuda del cazador. Habiendo obtenido bastante carne para gran parte de la estación, dudaba que fuera necesario continuar cazando, al menos por un momento. Era mejor que se concentrara en otras necesidades, como el hecho de continuar intentándolo con Ash, para que ésta pudiera llevar su progenie en su vientre y diera a luz un niño fuerte, que pudiera, en el futuro, ayudar también en la aldea y aprender de él como cazador. Si algo le llegara a suceder a él, tendría a su hijo para que continuara el nombre de su familia.
Al llegar a la aldea, cargando el cuerpo de su hermosa presa, no tardó demasiado en dejarlo sobre el suelo, antes de mirar a los que estuvieran cerca, orgulloso por lo que había cazado nuevamente. No había sido tan magnífico como el anterior, pero nadie podía negar que no fuera aún así un logro más que apreciable. - ¡He traído más alimento para nuestras bocas. Todo gracias a mi fuerza y a la bendición de mi señor, Anzur'Gulhar! - Expresó con claro entusiasmo, saboreando aquel momento de victoria, compartiendo sus hazañas con sus vecinos, para que estos recordaran a quién le debían gran parte del alimento que ahora podrían disfrutar. No tenía un arma, hasta ahora, pero aún así había traído dos ciervos por su cuenta, dejando en claro su capacidad para cazar incluso ante la falta de un arma como correspondía.
Una vez disfrutó lo suficiente de la atención de su pueblo, no tardó en buscar a su mujer, con la intención de retirarse con ella, lejos del resto. Necesitaba un momento de descanso, o más bien, para dejarse llevar por la lujuria y su deseo de dedicarle un poco de atención a Ash, así como también porque aquello también era parte de su responsabilidad. Debían tener hijos, no sólo para tener más peso en la aldea, sino también para que alguien pudiera seguir el nombre de su familia cuando ellos murieran. Era verdad que también deseaba disfrutar del cálido cuerpo de su mujer, pero no debía de olvidarse de que aquello era un deber. Tenían que tener un hijo, ahora que podían.
4 de alimento más para la aldea! Y ahora Sargon intentaría embarazar a su pareja, no sé si eso cuenta como una acción. De lo contrario luego haré otra cosa xD
Hankal se encuentra sólo realizando la dura tarea de trabajar el campo, pero su naturaleza constante e incansable, le hacen volver cada día un poco más satisfecho a la aldea. Había conseguido limpiar una pequeña parcela en la que se podrían hacer cultivos.
Entre Dala y Letterio consiguen hacer un pequeño horno. Poco más que un agujero en la tierra con la posibilidad de hacer un fuego debajo y poner un disco de barro por encima, de forma que las piezas a cocer no lo asfixien. Podía ser un inicio, además resultaba bastante impresionante el rugido del fuego dentro de la cavidad.
Alpurnia y Sakarí trabajaron con las cabras, haciendo que el macho las montase.
Los demás volvieron de la jungla con mas o menos éxito en su búsqueda de comida.
Motivo: Dala
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Motivo: Demas
Tirada: 10d10
Resultado: 63
Parcela agraria con espacio para 3 cultivos.
9 más de comida.
Una vez en la privacidad, el cazador abrazó a su pareja con clara intensidad, deseoso no sólo por saciar su deseo sino también por buscar nuevamente la posibilidad de que mujer quedara embarazada con su semilla, de modo que su linaje continuara incluso cuando él muriera. Su mano derecha acarició el delicado cuerpo de su amante, a medida que la desvestía de sus pieles que cubrían su cuerpo y la protegían del frío, incluso si en esa temporada el clima era bastante apreciable. La lengua de Sargon, en ese instante, se deslizó por el precioso cuello de su pareja, saboreando el sabor de su piel mientras jugaba con ella, buscando provocarla lo suficiente.
La forma en la que el hombre aguerrido trataba a su mujer era sin duda dominante, aunque no por ello falto de cariño. Después de todo, era su mujer, la dulce chica que había elegido como su pareja hacía unos años atrás. A pesar de que el cazador fuera un sujeto salvaje, al cual le hervía la sangre la mayor parte del tiempo, incluso cuando disfrutaba del cálido cuerpo de su esposa, eso no quería decir que no la apreciara, y que no deseara tener un hijo con ella, por más que hasta el momento eso no hubiera sido posible. Tarde o temprano tendrían uno. Era sólo cuestión de tiempo y de intentarlo de manera constante, hasta los dioses de ambos les bendijeran.
Cuando los dos estuvieron desvestidos, las manos de Sargon pasearon a lo largo de las hermosas curvas de su amante, disfrutando de su precioso tacto, antes de que su derecha se aferrara a una de sus deliciosas nalgas, anhelando sentirla con absoluto deseo, guiado por la lujuria del momento, antes de guiarla hacia la suavidad de las pieles de animales en el suelo, las cuales servían siempre como descanso para ambos. Con su erecto miembro, provocó a la mujer al frotarse contra su delicado sexo, mientras ésta permanecía arrodillada con el cuerpo extendido y sus manos apoyadas sobre las pieles, hasta que sus deliciosos labios inferiores estuvieron lo suficientemente húmedos tras despertar la excitación de su mujer. - Quiero que me des un hijo fuerte, Ash... - Murmuró por lo bajo, antes de penetrarla con una intensidad salvaje y montarla como un animal en celo, deseoso por saciar su apetito sexual, disfrutando de los gemidos de su mujer que le arrastraban poco a poco el clímax con cada una de sus poderosas embestidas, sus manos aferradas a sus voluptuosas curvas, cuyas caderas prometían ser capaces de dar a luz. El cazador quería un hijo, quería alguien que continuara lo que él estaba preparando lentamente. Se aseguraría de que su mujer le diera el hijo que deseaba, al mismo tiempo que le dedicaba su debida atención a su querida esposa, como él sabía hacerlo.
Motivo: Intento de embarazo
Tirada: 1d100
Resultado: 32
Poco a poco la primavera iba llegando a su fin, dejando paso al calor del verano, en esta época era cuando las cosechas serían más abundantes. El grano y los tubérculos creían grandes y jugosos gracias a la gran cantidad de agua del río y la tierra fértil, de son a son parando solo al mediodía Hankal había trabajado los campos sin descanso y al final la tierra ofreció sus generosos frutos en forma de grandes cosechas.
Reunidos una noche junto al fuego charlaba con Nagus de los futuros pasos a dar por el bien de todos.-En las ultimas salidas muchos de los tuyos han resultado heridos, creo que tal vez alguno podría venir para aprender a trabajar la tierra, así de cada vez habría que salir menos evitando accidentes¿qué te parece Nagus?Ya has visto que la tierra ha dado sus frutos, ahora es buena época y en verano también podremos tener cosechas pero creo que cuantos más sepan mejor. Este año me he retrasado mucho con lo del redil y nadie más a sembrado.-no hablaba con él pero no excluía a otros, Hankal dese hacia mucho creía que la tierra daba más que suficiente sin necesidad de exponerse a los peligros que implicaba la cacería. El río, los frutos de la tierra y el ganado eran más que suficientes para ellos, tan solo había que saber como cuidarlos.
Letterio junto con Dala habian logrado crear un horno pequeño, aunque bastante arreglado. Serían capaces de generar piedras como las que se formaban alrededor de la hoguera para hacer mas fuertes las estructuras que fueran creando. Le dió las gracias a Dala felicitandola por su trabajo.
El tiempo pasaba y la primavera se acababa, si querian un refugio decente para el proximo invierno era hora de ponerse a construirlo, pese a ello aun recordaba que debía salir a por piedra dura y en verano hacía mucho calor, sería mas facil secar el barro en verano y no lo pasaría tan mal.
Se acercó a Sargon.
- Compañero, voy a buscar la piedra dura, pero necesitaría que alguien me ayudara picarla y a transportarla ¿Querrías acompañarme?
El era un hombre fuerte y capaz, lo unico que le faltaban eran los conocimientos que Letterio poseía.
Después de conseguir bastante alimento durante la primavera y un redil con el que poder tener comida y pieles en el poblado, no había tanta necesidad de seguir saliendo al exterior en busca de presas. Taima seguía reticente con respecto a procrear junto a Sakari, así que decidió probar distintas formas que le facilitara atrapar o cazar animales.
Por su parte, su esposo empezó a observar a las bestias encerradas para ver cuales serían aptas para aprovechar su carne y sus pieles. El invierno todavía estaba lejano, pero un buen abrigo tarda en crearse.
Siento estos retrasos continuos, estoy solo en el departamento y tengo que hacer el trabajo de otras tres personas. En caso de que se alargue demasiado (como ha ido ocurriendo), podéis saltar mi turno si lo creéis necesario.