¿Estáis seguros?- dice la mujer elegante detrás de todos- ¿cómo lo sabeis?
Agradecéis a Jean Baptista mi chiquillo, aunque no he desmeritar que la Matrona Violetta con su chiquillo Relicta habían llegado a las mismas conclusiones…
Dice apretando su puño en el cráneo del desagradable criado…
NO ES CIERTO- Grita desesperado- CUANDO MI AMO SE ENTERE…
Claro que se enterará…. – se rie- se enterará…. Pero primero te juzgaremos… jeje
Tú- digo señalandolo ante todos- Tú Lothar ordenaste que nos atacaran...- dice el hombre mirandoles a todos- él es un traidor.... tengo ojos, me muevo despacio y encontre vuestra carta a los atacantes...
Personalizado.
De nuevo me quede callado en una esquina,la pregunta era como sacarle provecho a alguien como Lothar,pues todos los testimonios lo mostraban en la escena no sería fácil de convencer que podría sernos de utilidad,tenía que callar y esperar la oportunidad precisa para defenderlo,aunque este no era el momento para ello,ya se presentaría y estaba seguro de ello.
Mientras los demás estaban con sus miradas puestas en Lothar yo me concentre en mi cuervo,no quería que hubiese sorpresa en los alrededores.
- Vaya sorpresa, si me permite hermano Relicta ... me agradaría leer dicha carta para poder confirmar lo dicho por ustedes caballeros - Dijo la noble mujer a Relicta mientras que se acercaba a este para leer la misiva mientras que de reojo miraba la reacción de los allí presentes, incluyendo a su sire y a Lady Jadviga
Al ver a Lothar sometido, no pude disimular una leve sonrisa mientras me apoyaba en el marco de la puerta.
Oh!... A Si que fuiste tu quien hizo que nos atacaran en el camino. Podría cortarte la garganta ahora mismo y nadie movería un dedo- Dije moviéndome lentamente hacia el mientras desenvainaba la espada.
Al llegar a su lado puse la punta sobre su mejilla e hice un ligero corte minúsculo, haciendo que un par de gotas de su sangre llegaran a la espada.
-Sabes? Ahora se un par de truquitos. Así que, o hablas, o lo averiguaré por las malas.- dije con intención de probar la sangre de Lothar sobre la espada mientras ponía la otra mano sobre su cuello.
No…- grita el hombre- ¡Nunca traicionaría a mi amo!...
Grita con vehemencia mientras los mira a todos y grita,
Pero ustedes sois basura, ¡lamento que no acabaran con ustedes!, son un accidente, se suponía que debian ser la cena, no los traidores que son
En cierta forma con esa afirmación lo aclaraba todo.
¡TRAIDORES!
Entonces aceptas vuestro pecado- Dice la mujer- termina con él pedazo a pedazo y hazlo sufrir.
NO!... ELLOS… ELLOS SON LOS TRAIDORES- os señala- SON BASALLOS DE HANDESTADT!
Ya he escuchado suficiente!- dice el hombre con una sonrisa mientras con su mano le sella los labios al hombre para que dejara de gritar
Tu muerte será agrado
Y tras un movimiento rápido la cabeza del hombre se desprende de su cuello colgando solo de la la piel sin hueso.
El impacto de la muerte de Lothar tras señalarlos como traidores les deja un mal sabor de boca. Evidentemente el hombre conocía ciertos asuntos, pero si era o no traidor a Guiovani, su muerte les daba cierto alivio.
Una mirada nerviosa se cruza en algunos de ustedes.
Es entonces que el silencio de la sala se ve interrumpido por unas campanas y un hombre que corre hacia ustedes, era Lord Wencenlas.
Apuraos, vienen una tropa a nuestra ubicación, queda poco tiempo…- os dice sin percatarse del cuerpo sin vida de Lothar- Giovanni esta alistando todo para partir.
Apuraos, tenemos poco tiempo.
Pasamos a la última escena.