Partida Rol por web

Sí señor Elrond. Respondí a su petición.
Y raudo y veloz me marché de allí por donde había venido. Por el camino recordé no haberle dado las gracias por la información, aunque en cierta medida no quería agradecerle por ello, al fin y al cabo ahora me encontraba más confuso y temeroso que anteriormente. ¿Qué eran estos objetos? Decidí no darle más vueltas e ignorarlo. Cuando llegase al Bosque Negro buscaría a algún familiar del dueño y lo dejaría allí. Todas las cosas mágicas me daban miedo. La palabra miedo me recordó algo. Me detuve. ¡Maldita sea, se me olvidó pedirle un amuleto contra los lobos! Miré hacia atrás, pero no me vi capaz de interrumpirle nuevamente, así que continué mi carrera hacia el grupo.

Todos habéis terminado vuestros quehaceres.

Comenzamos con la siguiente escena, viaje hacia el Monte Gumdabad