Crucero Imperial "Mano del Pesar"
Subnivel 1
El Salvaje Azul, algún punto entre Illysium y Mundorrefugio
El capitán Hollas daba vueltas en el puente de mando esperando con impaciencia la identificación de la nave. Al cabo de media hora se sentó en el sillón y se dedicó a observar los vapores azules que ofrecía la vista desde allí. El Salvaje Azul era un lugar hermoso, pero había que saber apreciar su belleza. Frotándose la sién con el índice, esperó.
- Capitán, señor, la matrícula se corresponde con un navío pirata - dijo uno de los oficiales. Hollas hizo un gesto con la mano para que prosiguiera, el resto de tripulantes cruzaron las miradas. - Es el Búho, señor. La nave del capitán Cyrus Vance.
Hollas se levantó del asiento con paso firme a la salida del puente de mando, uno de sus ayudantes se colocó a su lado para escoltarle hasta las celdas. Antes de salir se giró hacia el oficial.
- ¿Sabemos ya la identidad de alguna de las mujeres?
- No estoy seguro del todo, señor, pero creo que una de ellas es Natasha Syri, señor. Una Blackbird.
El capitán asintió lentamente.
- Mantenga el rumbo hasta mi regreso...
- ¡Capitán! ¡Capitán! ¡Los prisioneros! ¡Han escapado!
***
Con impotencia, lo único que Hollas podía contemplar desde los ventanales del puente de mando era un pequeño punto que se perdía en el Salvaje Azul. La nave había logrado, no solo burlar las defensas, sino que encima aquellos piratas habían saboteado, dios sabía como, un Crucero Imperial de Categoría A. Todos los demás tripulantes esperando órdenes con incomodidad, después de que intentasen virar la nave para perseguir el escurrizo cascarón metálico todos los sistemas se habían venido abajo. Ahora, esperaban.
- Señor Wallander, avise por radio a la sede central en Olympia, pongase en contacto con los intermediarios de Mundorrefugio y Puertoumbrío. Informe veladamente que el Imperio ofrece una recompensa por el navío de clase C9 que recibe por nombre El Búho. Se busca al Capitán Cyrus Vance por secuestrar a una noble imperial...
- Pero, señor, la vida de la señorita Syri... podría peligrar si enviamos a un grupo de cazarrecompensas...
- Nos encargaremos de eso más tarde, por el momento, tengo que reunirme con el patriarca de los Blackbird para informarle de la situación...
El Búho
Flotando por el Salvaje Azul
Snargle depositó la nave sobre un asteroide y suspiró largamente arrellanándose en el asiento. Había sido una maniobra arriesgada, pero lo habían conseguido. Se quitó el gorro y se rascó la cabeza observando el panel de mando de su nave. En ese momento se dio cuenta de algo importante: la aguja del combustible.
- Mmmmmmm.... Capitán, tenemos un problema mecánico. - dice Snargle mirando a Vance. - No se preocupe, no es un problema importante, solo es que me he dado cuenta que de el chivato del indicador de combustible. Creo que desmontando el panel de control y... ¿alguien lleva algo para sujetar dos cables? - pregunta el goblin tras sacar un destornillador, soltar unos tornillos y abrir el panel. Con lo que le pasa Kale empalma dos cables que estaban sueltos... y se enciende una luz roja en el panel de mandos - ¡¡Ya esta, arreglado!! - dice triunfal con na gran sonrisa.... que pronto se cambia a un gesto de preocupación. - Ahora solo falta solucionar el asunto de la falta de combustible...
Tras volver a colocar el panel de control en su sitio, Snargle se pone su gorro de piloto. - ¡Que nadie se preocupe! Parece que tenemos suerte, tenemos una tormenta casi encima de nosotros... eso es bueno - dice girándose para hablar con las damas mientras señala un resplandor intermitente en la capa de gases pesados de las profundidades - el centro de una tormenta es el mejor lugar para cargar las baterías electricas. ¡Y además sale gratis!
Con un acelerón, El Buho despega del asteroide rumbo a la tormenta que se intuye entre la niebla. Un boton accionado en el panel de mandos hace que salga una especie de pararayos del chásis de la nave con un cable conectado a las baterías principales. - Atención señoritas pasajeras, les habla el piloto. Permanezcan en sus asientos con los cinturones de seguridad debidamente abrochados y traten de evitar el contacto directo con piezas metálicas. Nunca se sabe cuando va a saltar una chispa por sobrecarga. Abstenganse de sacar brazos y piernas del habitáculo y en caso de pérdida de presión respiren por las mascarillas de oxígeno, traten de evitar respirar los vapores corrosivos que se filtrarán por la brecha del casco. Si notan alguna sacudida... es lo normal en estas situaciones.
Trazando una espiral el Buho se va acercando al núcleo de la tormenta, en medio de nubes de gas que empieza a formar pequeñas gotitas en la superficie de la nave. Manteniendo la nave estable mientras evita las perturbaciones más fuertes más potentes con movimientos certeros entre grandes relámpagos que podrían convertirlos en carbonilla, el goblin va dirigiendo la nave a los puntos donde se acumula carga eléctrica para posicionar el pararayos de forma que se generen pequeñas descargas de color azulado que hacen que el indicador de combustible aumente poco a poco. Tras un buen rato de "pasear entre las nubes" entre arcos eléctricos y gases corrosivos, las baterías están a tope y el Buho sale de la tormenta rumbo al Salvaje Azul, donde retomaría su rumbo original.
Dejando la nave con el piloto automático, el goblin va con el resto del grupo limpiándose las manos con un trapo que casi se las deja más sucias. - Bueno señoritas, ¿que les ha parecido la experiencia? Si, ya se que hubiera sido más emocionante de haber sufrido el impacto directo de un rayo, pero como llevamos un poco de prisa me ha parecido adecuado dejar las reparaciones con el traje estanco para otro rato
Si, yo tb pensaba que iba a ser mas peliculero... pero como he sacado un monton de exitos lo he puesto un poco light, nada de jugarse la vida en cada giro en un post kilometrico :P
Si la jefa (o alguien) cree que puedo usar la clave del temerario y/o del bromista, que avise y me pongo 1 PXs ;)