Partida Rol por web

Escucho atentamente lo que dice el capitán de nuestra nave hasta que finaliza para intervenir. – Disculpe capitán, pero también deberíamos inutilizar temporalmente el equipo de radiotelegrafía para evitar tener todas las naves imperiales de la zona aparte de otros deseosos de hacerse con una bolsa de oro o una nota favorable junto al nombre de su nave.

Tras notar el desliz de su capitán, miró al guardia con pena - Quisiera que no hubieras escuchado ese nombre, y no se si podré confiar en ti para que no lo digas. - Sacó el destornillador de su camisa y lo apoyó bajo uno de sus ojos - Supongo que entenderas que no puedo dejarte vivo, seguramente apenas despiertes le dirás a tu Capitán quién es nuestra acompañante. - Lo miró con cara de pena, dandole a entender con su gesto que no quería hacerlo - Podría tambien cortarte la lengua, no se... ¿Vas a hablar? - meneó la cabeza - Promete que no hablarás, dinos lo que queremos saber, y conservarás la vida y tu lengua, o muere por el imperio a manos de una rata de alcantarilla. Decidas lo que decidas, entiende que no hay nada personal, estas en un mal momento, en un mal lugar.

Kale representaba un papel difícil, si el tipo entraba en el juego y desembuchaba no habría problemas, pero si lo obligaba a matarlo... El primer oficial del Buho maldecía internamente la boca suelta de su capitán.

Después de lanzar el conjuro, las acciones siguientes se desenvolvieron rápidas y precisas. Tanto Naomi como el joven mecánico se las habían apañado muy bien para deshacerse de los guardias silenciosamente y la Lady se sentía casi con un pie fuera del crucero... hasta que su nombre fue pronunciado en voz alta.

Su mirada se endureció, su rostro se volvió pétreo más no profirió palabras. No era el momento adecuado para soltarle una retahíla de imprecaciones a Vance. Tal vez, con suerte, el guardia estuviera tan atontado como para no reconocerla. Esto bien podría haber sido así, de no ser porque el ladronzuelo, al notarlo, amenazó al pobre infeliz, haciendo con ello, hincapié en su presencia. Apesadumbrada, se imaginó que, aunque la actitud de Kale fuera un farol, sería necesario tomar una medida a largo plazo con el guardia.

-Naomi, ¿me ayudarías a salir de aquí, por favor? Sabes como me siento en espacios tan estrechos- una sonrisa como de disculpas por apurar a su guardaespaldas se pintó en su rostro.

-Bien Capitán, al igual que su subordinado, me tiene intrigada el por qué desea visitar el puente de mando antes de partir. La verdad es que no tengo muchos deseos de que alguien de relativa importancia en el Imperio recuerde mi rostro... ¿qué te traes entre mano Cyrus?- aunque su porte y su tono no eran altivos, Natasha dio rienda suelta a sus modales de noble, hablando con la afectación propia de los de su clase, siempre dispuestos a obtener lo que querían.

El soldado fulminó a Kale con la mirada, sin temer un ápice el destornillador bajo su ojo. Con los dientes apretados, desafió al muchacho de forma implacable.

- No pienso decirte una palabra, sucio pirata.

Kale apretó las mandíbulas y el destornillador tembló en su mano, a punto estuvo de murmurar unas palabras que hubieran convertido el rostro del imperial en pulpa. Lo fulminó con la mirada y meneó la cabeza con pesar - Veo que la amabilidad se pierde contigo. - dijo mientras se paraba - Naomi, te devuelvo tu juguete, haz con él lo que quieras, pero procura que sus gritos no despierten a su colega.

Sin más se acercó a las celdas de sus compañeros, tenía varias opciones para abrirlas, unas más violentas que otras. - Primero las damas - Murmuró, y tras estudiar unos segundos la cerradura utilizó sus herramientas para abrirla - Mis disculpas, creo que las cosas no salieron como planeabamos - le dijo a la dama mientras revisaba la cerradura de Vance, que unos instantes mas tarde se abría con un click inaudible. - Y ahora a por nuestro navegante - dijo con una sonrisa confiada.

Sin embargo, tras unos segundos de intentar abrirla, se dió cuenta de que había cometido un error. Cambió el ángulo de las herramientas y por un instante creyó que lo conseguiría, pero una maldición mascullada se escapó de sus labios cuando sintió como el pestillo quedaba fuera del alcance de sus herramientas. - Plan B - murmuró, y apoyó la mano en la cerradura - Alejate un poco - le dijo a su compañero, y con una simple palabra intentó canalizar algo de escencia hacia su mano. Un ligero gesto en su rostro reveló algo de frustación, y cambió de postura al tiempo que respiraba más profundo - Destructo. - dijo esta vez en voz alta, pero a pesar de que una voluta de humo salió de la cerradura la puerta quedó cerrada.

Frustrado miró a su compañero y como si él fuera culpable de su fallo le espetó - Por que coños no pasas por entre los malditos barrotes.

- Mi buen Kale-, dijo Cyrus ya en el exterior de la celda mientras componía de nuevo su atuendo con aire confiado-, no dejes que la prisa te obceque: has hecho una gran trabajo aquí fuera y no será un simple cerrojo lo que se resista a tus mañas.

Dio un amistoso apretón al hombro de su amigo, queriendo reconfortarle pese a su frustración, y dirigió una enorme sonrisa a su pasajera seguida de un rápido guiño; después, elevó la voz al tiempo que se arrodillaba junto al soldado caído y lo arrastraba al interior de la que había sido su celda. Una vez dentro y a salvo de la mirada del guardia que quedaba consciente, contempló durante un segundo el cuerpo tendido y, con un leve asomo de culpa en el rostro, le propinó un rápido puntapié en el estómago. Inmediatamente después, Vance se agarró por su propio cuello y comenzó a lanzar sonidos ahogados y guturales durante unos segundos mientras enrollaba la fina tela que hacía las veces de manta en los catres.

Con esto debería ser suficiente...

Salió de nuevo al pasillo clavando una mirada gélida en el prisionero que guardaba Naomi, mientras jugueteaba ostentosamente con el retal.

- Con la muerte de tu compañero, lo cierto es que acabas de quedarte sin opciones, muchacho-, escupió con desprecio manifiesto-. No me cabe duda alguna: de donde has venido tú podremos sacar a algún otro para que hable. Pero mira, tal vez este sea tu día de suerte-, continuó Cyrus acuclillándose tras el soldado inmovilizado, mientras pasaba la manta bajo su barbilla y comenzaba a apretar-: sé lo que pagan a un hombre de tu rango, y no vale la pena dejarse matar por ello, así que ahora vas a contarme todo lo que te pregunte sobre este crucero y podrás brindar mañana con tu mujer y tus hijos por el valor de tu valiente y difunto compañero...

Si esto funciona, habrá comenzado el baile...

El terror se apoderó del joven soldado, en cuanto sintió la presión que Vance ejercía sobre su cuello, empezó a hablar sin pararse a tomar aire, por miedo a dejar alguna pregunta sin respuesta.

- ElBúhoseencuentradosnivelesmásabajoenelhangarnúmero6B/8... Haycuatrosoldadosenelpasillo...la navedisponedequinientosimperiales... enelsubnivel4estánlosdemenorrangoenel1estáelcapitán... solosepuedeaccederaesazonaconunallaveespecial... Nosédóndeestánlosmotores... haymuchos...

- ¡Tsk, tsk, tsk! - se escuchó a la espalda del Capitán y Kale. Cuando alguien miró hacia allí vio a Snargle en el pasillo, en el otro extremo de donde estaba su celda, con la espalda apoyada en la pared con los brazos cruzados negando con la cabeza. - ¿Esto le parece un plan osado, Capitán? ¿Amedrentar a un chiquillo para que le diga donde está el Buho y negociar algo con el capitán de la nave mientras toma el te? ¡Tsk!... ¡Eso no es un plan osado ni es nada! ¡En mis tiempos si que se hacían planes osados! - protestó levantando el puño enérgicamente antes de continuar - ¡Yo traje los planes osados al sector imperial, chaval! - apuntó mirando al soldado, que miraba desconcertado al goblin, mientras se separaba de la pared y se subía los pantalones, que se le estaban empezando a bajar.

- Chico. - dijo a Kale para después señalar al imperial. - Canta un gori-gori de esos que tu sabes para que este se eche una siesta, no conviene que sepa como vamos a volar este chisme...

Lady Blackbird salió de su celda y agradeció al joven mecánico su habilidad para sacarla de allí.

Esperó a que el capitán terminara su acto, y viendo que tenía éxito, no pudo más que sonreir. Aunque toda la información que pudieran obtener le parecía vital, a la joven le seguía incomodando que el guardia recordara su nombre. Tampoco estaba muy conforme con eso de "visitar" al capitán.

Pero aún había un miembro de la tripulación prisionero. Si no querían perder más tiempo, más valía sacarlo de allí. Comprendiendo que el piloto ya tenía una estrategia, se dispuso a ayudarlo.

-Snargle, libérate... nuestro amigo, acá presente, no recordará nada- agregó la dama con una enigmática sonrisa.

Si todos esos intentos de convencer a los marineros de que se nos unan u olviden las palabras del capitán me tendré que ocupar personalmente que no lo cuenten a nadie de una forma mas rápida e infalible.

En un instante que la mirada de Lady Blackbird se cruza con la mía señalo los marineros y me paso el dedo rápidamente por el cuello.

No es cuestión de que intenten alguna cosa desesperada. Nunca me ha gustado matar gente indefensa pero debo proteger a mi señora y sí saben quien es se multiplicaran las unidades de la flota que intentaran darnos caza.

- ¡Oh, ya estoy fuera, jovencita! - dijo Snargle avanzando por el pasillo mientras avanzaba subiéndose los pantalones y se ajustaba la cuerda que los sujetaba. - Y seguro que no hay que tomar medidas drásticas. ¿Verdad, chaval? - le dijo al soldado palmeándole en la espalda. -Capitán... no sea tan duro con el chico, ¡mirelo! Es pura carne de cañón, seguro que el Imperio le ha obligado a alistarse y servir en este buque contra su voluntad. ¿Verdad que estarías mucho mejor en tierra encorriendo mozas de buen ver? ¿eh? ¿eh? - empezó a preguntarle dándole codazos de complicidad mientras apartaba al capitán. - Chico, voy a hacerte una oferta que no podrás rechazar... ¡es curioso, me suena de algo esa frase, a vosotros no? Bueno, da lo mismo. Mira chico, aquí tu futuro es más negro que las uñas de los que están alimentando las calderas con carbón. En cuanto los de arriba se den cuenta de que se han escapado los prisioneros y tu no has hecho nada por detenerlos... ¡tsk!. - el goblin se dió la vuelta gesticulando con la mano, pero enseguida volvió a hablar antes de que nadie pudiera meter baza. - Porque si nos pillan, van a pensar que nos ayudaste... ¡ya que es lo que has hecho! Hay varias formas de terminar esto, pero solo una de que acabe bien. Con tu ayuda o sin ella vamos a hacer que el Imperio pierda esta bonita nave.. y a tus superiores no les va a gustar. Así que, puedes quedarte y ser castigado a cargar las calderas con carbón los dos o tres meses que te queden de vida... o vivir a lo grande como un hombre libre. ¿Nunca has pensado ser un fugitivo? ¡La de un pirata es la vida mejor! Se vive sin trabajar - el goblin le hizo al soldado un gesto cómplice con las cejas - El botín se reparte a partes iguales, dejando una parte adicional para el capitán y creando un fondo común para los que sufren heridas y la familia de los que puedan resultar muertos. Porque los piratas no es que sean los mejroes modelos familiares, pero hijos... se cansan de tenerlos, anda que no hay furcias a las que echarles el lazo en cada puerto... - el goblin bajó el volumen de la voz para que solo el soldado pudiera escucharle. - ... y damitas de buenísima familia que están deseando vivir exóticas aventuras con un intrépido pirata. Luego está la ventaja de que vamos a sacar de aqui un botin mas que cuantioso... y una parte iría a tus bolsillos. ¿quieres saber cuanta pasta...? - Snargle se giró hacia el resto, pero enseguida volvió a dar media vuelta para encarar al soldado - Bueno, queda mal hablar de dinero delante de las damas. Pero puedo asegurarte que es una paga más que jugosa. ¡Chico!... libertad, aventuras, dinero, mozas... ¿Qué más quieres? ¡¡Habría que tener aire en las venas para no querer algo así!! Chico... te estoy dando la oportunidad de tu vida. Tu hazme caso a mi, que se de lo que hablo. Ah, y no te preocupes por estos - dijo señalando al resto del grupo. - Solo les muerden a los del Imperio, cuando seas uno de los nuestros, serás uno más... - volvió a bajar el tono - ... aunque cuida con la moza recia, si te pasas un pelo te puedes despiezar de media hos*ia

El goblin se quedó callado un momento, esperando la respuesta del aturdido joven - ¡¡Vamos, chico, vamos!! - le apremió - Por un lado hos*ias sin control y condena a calderas y por el otro aventuras, dinero y mozas. ¿Qué tienes que pensar? Solo levántate y echanos una mano para conseguir llegar de una pieza al puente de mando. Si conseguimos dar la orden al jefe de calderas para que paleen carbón como si no hubiera mañana mientras mantenemos la nave bloqueada, podríamos aumentar la presión lo suficiente como para que salten todos los indicadores de alarma y se active el protocolo de evacuación ante una explosión inminente. Cuando hayan abandonado la nave tendremos un crucero para nosotros solos, ¿sabes la pasta que nos puede proporcionar bien vendido? Conozco a un tipo que nos pagará una fortuna a cada uno por esto. Después de eso, solo tenemos que desbloquear la nave y saldremos a todo trapo, la presión se reajustará después del acelerón inicial, que hará que quedemos fuera del alcance de los esquifes de evacuación. - Snargle se puso con los brazos en jarras, todo orgulloso y emocionado - ¡Esto es un plan osado, como los de los viejos tiempos, si señor!

- Pero... pero... - el joven guardia estaba intentando asimilar toda la información que el goblin le había soltado en una gran andanada. - ¿No se supone que los piratas os dedicais a asaltar naves y colonias exteriores para secuestrar gente que usar en ritos impíos y beber su sangre?

- Si, claro, y desayunamos bebes rellenos de cachorritos, no te digo. - Snargle se dio la vuelta gesticulando con las manos cómicamente. - ¡Bah, chico, no te creas todo lo que cuenta la propaganda oficial de la apisonadora Imperial! - exclamó el goblin. - Lo que quiere el Imperio es teneros agarrados con puño de acero mediante el miedo y la desinformación para así evitar que conozcais la libertad y tengais opción de elegir. ¿Quien crees que quieren que tenga la pasta y los lujos, que todos puedan tener alguno o que ellos los tengan todos? ¡Si ni siquiera se puede echar un polvo sin cumplimentar un formulario por triplicado!. Chico, te estamos ofreciendo el timón de tu propia vida. Arrumba fuera de el remolino en el que estás metido que solamente engorda al estado y te lleva a tu propia autodestrucción. Quedate y muere por su riqueza. Ven con nosotros y vive.

- Si... No más reglas. No más trámites burocráticos hasta para ir al servicio. ¡Y botín y mujeres repartido a partes iguales!

- Eh, eh, las mujeres tendras que trabajartelas o pagartelas tu, no van incluidas en el lote. Por lo menos estas. - el goblin se acercó al nuevo pirata para susurrarle. - Aunque me parece que la grande está necesitada, cuida con ella. Tiene muuuuuy mal genio.

- ¡Bien, me uniré a vosotros!. ¿Dónde tengo que firmar?

Snargle se llevó la mano a la cara. Quitarle la mentalidad imperial al nuevo fichaje iba a ser más duro de lo que pensaba.