- Correré ese riesgo.
Si.
Turno III-16
La casa del enano era un recinto amurallado que solo permitía ver en su interior ventanas enrejadas.
Cuando llegaste a la puerta principal, se abrió un ventanuco en ella y un criado te pregunta. - ¿Sí?, ¿Quién es y qué desea? -
- Requiero de una audiencia con el señor Hammerfist, dile que un amigo que es enemigo del caos está en su puerta, en busca de ayuda y colaboración contra los enemigos del Imperio.
Dicho esto esperaría una respuesta del criado.
Tras una acalorada discusión, el paranoico enano terminó hundiendo su hacha en la cabeza del mago.
Gracias por tu participación en la partida.
Turno III-21
El grupo se dirigió, tras las palabras de zacarías, sin mayor demora a la casa del enano.
Les llevó un rato volver al barrio rico de la ciudad, aunque no encontrar la vivienda del cazador de brujas. Esta se hallaba en un recinto amurallado que solo permitía ver en su interior ventanas enrejadas.
Cuando llegásteis a la puerta principal, se abrió un ventanuco en ella y un criado te pregunta. - ¿Sí?, ¿Quiénes son y qué desean? -
Turno III-21
- Buscamos al dueño de esta casa, al señor Hammerfist. Venimos con un asunto de su incumbencia y urgente de parte del templo de Sigmar. - dijo esperando que aquellas palabras les abriera las puertas.
El enano estaba perdiendo la paciencia y no sabía cuanto podía aguantar toda aquella cháchara y tontería antes de explotar.
Turno III-21
Roderic se estiró, muy digno, con las manos a la espalda, y asintió a las palabras del enano. Serio, sin apartar la vista de los ojos enmarcados. No convenía decir más, o eso pensaba él. En cuestión de aparentar o reforzar buena presencia, siempre era mejor que hablara uno, sin aclaraciones posteriores.
Turno III-21
Al igual que Roderic permanezco callado mientras el enano entabla conversación con el criado, mientras esperamos a que nos inviten al interior paseo mi mirada a ambos lados de la calle en busca de alguna mirada curiosa...
Turno III-22
El criado tras escuchar vuestra petición se fue. Tardó un rato en volver, pero cuando lo hizo os abrió la puerta. - Por favor, acompáñenme.-
Al entrar, no dejó de sorprenderos que el mayordomo llevaba armadura de cuero, y una pistola y una espada al cinto. Lo mismo que todos los sirvientes con los que os cruzasteis por el jardin.
Al entrar en la casa, esta parecía más una fortaleza que un hogar. Al final terminasteis en un salón donde se encontraba el enano. Llevaba el pelo rapado, vestía armadura de cuero y portaba un hacha de mano.
- Bien, que se les ofrece - dijo de manera directa.
Tirada oculta
Motivo: percepción
Tirada: 3d100
Resultado: 99, 89, 70 (Suma: 258)
Turno III-22
- Mal que me pese - dijo absteníendose de escupir en el suelo aunque haciendo el amago - Queremos que deje en paz a un mago, al menos por una temporada, el tiempo justo para que consiga hincarle mi hacha a un demonio. - soltó Kurdim a bocajarro y sin andarse por las ramas.
Turno III-22
Aun conociendo como ya conocía al Enano no deja de sorprenderme su forma tan directa de decir sus pensamientos a cualquiera, por muy importante que este fuera, no puedo evitar que en mi cara se dibuje una medio sonrisa, bueno se podría haber dicho de muchas formas, pero Kurdrim no podría haber sido mas directo y breve en lo que vamos buscando de usted.
Turno III-22
Roderic frunció el ceño, pero no añadió más, de momento. Aún no estaba seguro de cómo trataban en confianza loe enanos, o si eso existía para ellos, por lo que esperó que aquellas formas fueran las adecuadas dada su peculiar naturaleza y se mantuvo junto a sus compañeros, atento a la reacción y, por lo demás, a la de los sirvientes. Uno nunca debería perder de vista a una servidumbre vestida con armaduras de cuero.
Turno III-23
- ¿Qué gilipollez es esa? - preguntó igualmente directo Gottri - ¿Quién es ese mago? - preguntó aunque estaba casi seguro de la respuesta - ¿y que relación tiene con el demonio del que me habla? ¿Acaso están insinuando que ese mago está relacionado con el caos y que puede convocar demonios? -
Turno III-24
Las palabras del cazador de brujas parecían haber dejado a todos, incluso a Kurdrim, helados. Ya habían visto lo ocurrido con su compañero Dieter por inculpar a un archimago mago sin pruebas y dar respuesta a la contestación directa de Gottri podía, si se descuidaban, no solo involucrarles en su cruzada personal contra Messner, sino hacer que terminaran su carrera en una hoguera, cosa que no era del gusto de ninguno.
El silencio empezó a hacerse incómodo y la mirada inquisitiva del cazador de brujas empezaba a atravesaros.