Partida Rol por web

Ceamus está frente a la chimenea, hay un perro frente a él completamente tumbado, que de vez en cuando le mira de reojo.

- Si si si, entonces es el momento en el que, en el que... espera... si si , el momento de trasquilarlas!!

- Yo antes era como tu, aprovechando cualquier momento para tumbarme por ahí -- HIP! -- emmm, no no no, no me mires así, ahora soy un fauno responsable --dice con la mano en el pecho--

- Ohh, como te envidio, sin preocupaciones, ¿sabes?,yo tengo que estar atento de que mis compañeros no se metan en lios o que se resguarden del frio... ¿umm?... si si, exacto como si fuera su pastor. Hasta hace un momento estaban desvariando sobre la madre naturaleza y una vieja...no, no, no creo que se hayan vuelto locos, simplemente es el cansancio.

--- el perro resopla ---

- Si, increible -- bebe otra copa del tiron --

Blackheart miro la extraña escena de Ceamus hablando con el perro..., su mano se posó en el hombro del Fauno.

Espero que ese estado de la bebida, caliente tu corazon y alma, vamos a ponernos en acción, ya es hora de que plantemos cara a la Bruja y ayudemos a Nathan - decia sonriendo al Fauno -

Esperemos que después de esa épica lucha, podamos celebrarlo todos con bebida y buena comida... - decia haciendo un gesto a Ceamus y a Erhin para que emprendieran el camino para ayudar a Nathan y demás -

Hola Black, ¿entonces nos ponemos en marcha?... dame un momento

Ceamus se levanta del sillón y va hacia una mesa cercana. De allí coge una jarra que hay encima de la mesa, la huele y la eleva por encima de su cabeza. Una vez arriba, la vierte sobre su nuca y su cabeza.

---UFFF UFFF---

Ya... ya creo que estoy algo mas espabilado --dice a Black con su cabeza empapada y los pelos chorreando--

Luego se sacude como un perro y mira por la habitación, hasta que encuentra su zurron y su baston. 

Por ultimo se agacha para acariciar la cabeza del perro.

Cuando quieras nos vamos

Tras su apresurado viaje con su montura, al fin llegan al tan esperado palacio, el cual se alzaba sobre elos por su majestuosa figura.

-Al fin....la fortaleza que tanto me había imaginado.Al fin...- dice con furia finalmente.Espuela una útima ve3z a su córcel para que se aproximara más a las puertas de aquella construcción.Una vez hecho esto, se baja de este, colocándose delante de las puertas.

-Abriros si no quereis que os eche abajo- comenta alzando sus brazos.

A pesar de haber salido a diferentes horas, todos se encuentran al pie de la pared de hielo en la que se alza el palacio de la Bruja, el palacio de hielo que se puede ver desde todos los lugares de la estepa helada y nevada... allí es donde comenzaron los dominios de la temible bruja...

Todos ven a Nathan y a Saffron muertos de frío, buscando una forma de alcanzar las grandiosas puertas dobles que cierran la entrada del palacio, pero después de hora de buscar la forma de trepar por el muro, no han encontrado nada y sus compañeros de viaje no ayudan en mucho puesto que aquí no se cumple la máxima de 4 ojos ven mas que 2...

De pronto comienza a escucharse una canción que los incita a seguir la voz que escuchan... parece que viene del castillo, como si les estuviesen invitando a entrar...

Poco a poco, con los acordes de la canción, se comienza a abrir un paso entre el hielo, como un camino dibujado hace tiempo y oculto por la magia, ya sea oscura o no. Comienzan todos a subir por el camino mientras a sus espaldas, éste se va cerrando, dejándoles sin vía de escape posible.

Después de 10 minutos de girar recodos y subir, llegan al final del camino encontrándose con las puertas dobles que protegen la entrada del palacio.

La canción para de golpe y se hace el silencio. Un silencio tan grande que podría helar el corazón del guerrero más valiente... un silencio que va penetrando por los poros y se deposita en el interior del cuerpo...

Y lentamente se dibuja una figura sobre la entrada del palacio... oscura... tan oscura como la noche...

El único que parece reconocerla es Eólides que, con furia, grita hacia ella...

-¡Tú! 

Extiende sus brazos como dándoles la bienvenida...

-Bienvenidos... al palacio de hielo...

Y por arte de magia, uno a uno va desapareciendo... 

Al llegar Blackheart junto a sus compañeros del barco, ven la escena de Nathan y Saffron mirando como intentan entrar, por arte de magia, preoviniendo de todos los sitios y ninguno, se empieza a escuchar una extraña cancion, a la vez que se abre un caminos, Blackheart sigue a Nathan y Saffron, no puede evitar mirar atras, cuando a los pasos que adelanta en el mágico camino, se cierre por detras a medida que avanzan, de repente la cancion termina, reinando un silencio de ultratumba....

Después de tanto viaje, aparece lo que se supone es la bruja que buscan, mirándoles con una extraña mirada , esta les da la bienvenida, antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, Eólides se adelanta a todos, a la vez que al poco Blackheart enuncia unas palabras de incertidumbre....

¿Que estrañas artes son estas?..¿bienvenidos?, ¿nos esperabas?... -antes que pudiera reaccionar sus compañeros empiezan a desaparecer -

Blackheart desenvaina rápidamente, para luego aparecer en un sitio que no conoce.

Maldita bruja.... - decia a regañadientes en voz baja Blackheart mientras miraba a su alrededor, con la esperanza de ver a sus compañeros -

Los aventureros aparecen en el interior del palacio de hielo. A su alrededor solo hay oscuridad... una oscuridad tan densa que se puede palpar...

Y el silencio... un silencio tan opresivo que incluso los impide hablar entre ellos... La magia de la bruja, su aura de oscura maldad, les oprime, les mantiene prisioneros de sus propios cuerpos, les impide si quiera caminar más allá de unos pasos hacia la silueta de una gran escalinata que a penas se percibe en la gran oscuridad que se cierne sobre ellos.

Nathan, gracias al poder de la sangre de Ángel que tiene en el amuleto que cuelga de su cuello, siente menos la presión de la poderosa magia, pero no del todo... aunque eso no le impide reponerse antes que los demás... El elfo es el siguiente en hacer un esfuerzo sobrehumano para seguir a Nathan hacia las escaleras, impulsado por sus ansias de apoderarse del mayor poder sobre la tierra. Por último, Black, movido por el odio hacia los poderes malignos, es capaz de seguir a los otros dos hacia las escaleras que parecen conducir a la sala del trono, a la sala donde seguramente de esconde la maldita Bruja.

Erhin y Ceamus los siguen con dificultades, pero no quieren perderse la posibilidad de luchar contra la Bruja.

Tras lo que parecen horas, consiguen llegar, exhaustos en mayor o menor medida, a la enorme puerta de doble hoja que se alza al final de la gran escalera.

Ceamus se ofrece a abrirlas ya que parecen muy pesadas, pero al poner las manos sobre las hojas de las puertas, éstas se abren sin oponer resistencia.

Ante ellos una amplia sala y un trono al final de ésta... y una figura femenina que oculta su rostro en sombras, pero se puede distinguir un reflejo rojizo de sus ojos.

-Bienvenidos a mis dominios... - la voz es semejante a la de alguien conocido, pero con matices diferentes.

Nathan se adelanta.

-En nombre de Gaullimm, yo, su Paladín, te destruiré y eliminaré tu magia diabólica de esta tierra!! Amigos, alcémonos contra esta Bruja que llena de oscuridad este mundo y venguemos a los caídos en su camino por extender su mal!!! Ataquemos todos juntos!!

Levanta la espada de Gaullimm y señala a la Bruja con ella. Todos se preparan para luchar contra ella... menos uno.

Eólides, impulsado por sus propios deseos de poder, se interpone entre el caballero de Gaullimm y la Bruja.

-Ella es mía... si consigo su poder... seré el más poderoso...

El elfo desata todo su poder e impulsa a los demás hacia atrás, menos a Nathan, que con el orbo, se protege de su magia. El caballero de Gaullimm coge la espada con dos manos y ataca al elfo... ya le tenía ganas de antes, pues ahora le tiene más y no puede evitar acabar con su vida... también es un ser oscuro que usa magia endemoniada.

La batalla, que primero parecía ganada por Nathan y la sangre de los 7 ángeles, se ve equilibrada por un aumento del poder mágico de Eólides reforzado por la perpetua oscuridad de la Bruja. El combate, a muerte sin duda, se ve alargado lo que parecen horas y horas, hasta que la influencia del poder de la bruja se deja de notar en Eólides y el poder de Nathan sobrepasa las defensas de este y lo ensarta en su hoja sagrada. La oscuridad de Eólides se ve purificada y en sus últimas palabras se puede escuchar un "sólo quería la venganza" en un murmullo tan débil que nadie es capaz de escucharlo...

Y la risa de la Bruja rompe el silencio sepulcral.

-Habéis venido a mi castillo... con la intención de matarme...

Los aventureros siguen sin ver la cara de la Bruja, de momento... La Bruja se levanta, aun permaneciendo entre sombras y luces, como alguien que quiere mantener su anonimato hasta el final.

-Pero... - hace una pausa, levantando los brazos - sabéis como matar a la inmortalidad!?

Sus últimas palabras suenan como un trueno ensordecedor en un lugar cerrado y de sus manos salen cientos de cuchillas de aire dirigidas hacia el grupo. Ceamus usa su magia para endurecer su cuerpo y proteger con él a Erhin y Black. Apenas siente los cortes en su piel endurecida. Por otra parte, Nathan, haciendo uso de su increíble desprecio por las criaturas mágicas, coge el cuerpo inerte del elfo y se cubre con él.

Pasado el primer momento del ataque, todos se preparan para combatir con todas sus fuerzas la poderosa magia de la Bruja. 

Ceamos coge a Erhin y le da un buen beso... no de esos besos inocentones entre amigos, no... lo que le da es un buen beso, que si no fuera por la situación en la que están, quizá se hubiese alargado más y más... dejándola anonadada, se separa de ella y mira a Black susurrándole un "cuídala" y, antes de que este pueda hacer nada, se lanza a por la bruja con su piel endurecida y su mente llena de juramentos de venganza.

Y cuando el fauno está a punto de alcanzar a la Bruja, el cuerpo de ésta cae al suelo, como desmayado y se levanta poco a poco, para ver como Ceamus se acerca a ella para destrozarla.

-Ceamus, no!! - esa voz... esa voz no suena tan fría como la de la bruja, pero procede del cuerpo de la Bruja... o no¿? - Soy yo! Soy Saffron!!

Y efectivamente... ante ellos está la desaparecida Saffron... vestida con las ropas que lleva la Bruja... sin duda, es ella la que estaba sentada hace un momento en ese trono... pero Black, usando su ojo demoniaco no ve nada que indiqie que ella es una bruja... así que, qué es esa tontería? No puede ser que ella sea la Bruja o los está engañando?

-No veo poder mágico en ella... no es la bruja... pero... hace un momento era ella quien hablaba... - dice Black, desconcertado.

-Es una treta de esa Bruja para que nos confiemos! Quemémosla como haríamos con cualquiera de su calaña!! - Nathan parece muy convencido de lo que tiene que hacer.

Una risa se escucha tras ellos...

-A dónde miráis?

De nuevo esa malvada voz burlesca que ríe divertida al ver su confusión...

-Yo soy a quien buscáis...

Ante ellos aparece la Princesa del desierto, Kala, vestida de la misma forma que Saffron, un vestido rojo que enseña más que lo aceptable. Pero algo no va bien, su mirada es fría y malvada y los presentes saben que Kala no es así... da unos giros sobre si misma y sonríe maliciosamente...

-Qué tal me queda este vestido? Es una lástima desperdiciar tan estupendo cuerpo bajo unas ropas oscuras que no insinúan nada...

Lo mira con superioridad, manteniendo si sonrisa maliciosa.

-Y ahora... quién quiere ser el siguiente en atacarme?

Para dar crédito a sus orígenes en el desierto, alrededor de su cuerpo se comienza a arremolinar finas partículas de arena, que comienzan a danzar y, con un gesto de su mano, las lanza contra los aventureros, que se protegen como pueden.

Erhin se concentra para crear una barrera protectora alrededor de sus compañeros para luego desaparecer y teletransportarse y aparecer tras la Bruja... divide su concentración, debilitando un poco la barrera de sus compañeros, y conjura dardos de hielo que envía a través del aire para impactar en la bruja...

Pero el cuerpo de Kala cae al suelo, como antes lo hiciera Saffron, y con ella se acaba la danza de las partículas de arena... Kala se levanta poco a poco y mira a su alrededor...

-Qué... qué ha pasado?

Y mientras todos están pendientes de Kala y de que hace allí y por qué les ha atacado, algo aparece tras ellos y lanza algo contra Nathan, Erhin grita para que se aparte, pero lo hace demasiado tarde... aunque no es Nathan quien cae al suelo, sino Ceamus, que a pesar de su robusta piel yace como muerto en el suelo.

Erhin grita un furioso "NOOOOOOOOOOOO" y corre hacia Ceamus para ver si aun está con vida, pero parece que no queda mucho de ella en él.

Nathan, a pesar de que Ceamus es una criatura mágica, odia aun más a la Bruja y por eso se gira enfurecido, alzando su espada para correr hacia esa cosa ya que no merece ser llamada humana... y, cegado por la el odio, no escucha las suplicas de la persona que hay frente a él y la ensarta con la espada...

-¡Muere Bruja!

Nathan retira la hoja manchada de rojo y el cuerpo sin vida de Lyra cae al suelo... mientras un insidiosa risa resuena en toda la sala...

-Nunca lograréis vencermeee!!! JAJAJAJAJAJAJA!!!

Nathan se da cuenta de su error... A sus pies yace muerta Lyra, la hija del posadero... alguien que había jurado proteger, aunque solo fuese entregando un poco de su orbo a la joven... pero ese orbo no la había protegido de acabar poseída por la bruja... quizá fuese por que en ese momento no llevaba el orbo en su cuello... era lo más probable.

Nota la mano de alguien en el hombro, al girarse va Black, compañero en algunas de sus cazas y en ésta, donde ha perdido a tanta gente. Black se le acerca con pesar en la cara, pero con un brillo de saber algo que el no ha sido capaz de percibir. 

-Amigo, he visto algo con este ojo maldito, herencia de mi madre - sus palabras son solo susurros para que el único que escuche sea el cazador, el Paladin de Gaullimm -. Nada más atravesar el cuerpo de esta joven con tu espada, una materia oscura, imperceptible para un ojo normal, ha salido de su cuerpo y se ha escondido en algún lugar de esta sala.

Black mira en dirección a Erhin, que intenta curar a Ceamus mientras las Bruja, divertida, les deja un momento de descanso, segura de su superioridad y su victoria. Al fin y al cabo, ella ha vivido cientos de años y fue la hija del Primer Rey... esas tierras son suyas y nada ni nadie le arrebatara su poder.

-Entre Erhin y yo, la retendremos... tu busca su escondite y destrúyela con el poder de Gaullimm.

Nathan asiente al plan de Black... eso le dará una oportunidad para vengar la muerte de sus compañeros, excepto la del elfo, que a ese ya lo tenía en el punto de mira desde hace bastante tiempo. Se gira hacia la Bruja, o al menos el cuerpo que ahora posee la Bruja que no es nada mas ni nada menos que el cuerpo de la zíngara Bella.

Con unas palabras rápidas, Black explica a Erhin su plan y los dos se disponen a luchar contra la Bruja, ya tenga cuerpo físico o no... Nada impedirá que ganen esa batalla que se muestra ante ellos. Black ataca físicamente y espera a que la esencia negra salga del cuerpo para que entre en juego Erhin que intenta atraparla con magia combinada entre los tres dominios que tiene.

Ese plan entretiene lo suficiente a la Bruja como para que Nathan desaparezca de la habitación y busque el origen de la poderosa magia de la Bruja. Quizá ha sido por instinto, quizá ha sido por que alguna fuerza divina lo ha guiado hacia allí, pero sus pasos lo llevan a una estancia cercana a la sala donde la Bruja ejecuta sus maléficos planes de muerte y sangre. 

Allí, frente a él, un altar con una joya sobre el y es entonces cuando recuerda las palabras del anciano elfo moribundo... "Su corazón........ Su corazón es su poder" y luego recuerda las historias sobre una gema tallada para la hija del Primer Rey, una leyenda... hasta ahora.

-Si esa es la clave de su poder... he destruirlo y purificarlo con mi espada.

Se acerca a la joya en forma de corazón, pero antes de estar lo suficientemente cerca como para romperlo en mil pedazos, una figura se presenta ante el. Parece que no es un cuerpo físico, sino, más bien, algo incorpóreo.

-Destruirás el corazón que mantiene con vida a todas aquellas chicas a las que he poseído con mi alma? 

Acaricia el corazón como el que acaricia a un ser amado... como el que está totalmente bajo el embrujo de una belleza sobrehumana.

-Si el poder de este corazón se extingue, la vida de esas mujeres acabará junto con él. Las sacrificarás?

Nathan mira a la Bruja a los ojos. Y entonces es cuando la Bruja sabe que nada detendrá a ese hombre, tan frío como un témpano de hielo. Un hombre que ya lo perdió todo hace demasiado tiempo como para sentir algo más en ese corazón dolido ansioso de venganza que tiene en lo profundo de su pecho.

-Sus almas permanecerán junto a gaullimm y recibirán los honores de los mártires que han dado su vida para que la Luz gane a la corrupta Oscuridad!

Y, entonces, la temible Espada Santa de Nathan, atraviesa el vaporoso cuerpo de la Bruja y se clava en el centro del corazón que se fragmenta en mil pedazos. Y el alma de la Bruja, poco a poco, se va desvaneciendo en el aire. Y la oscuridad que se cierne sobre el mundo se vuelve un poco menos espesa.

Nathan gira sobre sí y sale de esa sala para volver al lugar donde solo quedan dos de sus compañeros. Sin duda ha sido una batalla a muerte, difícil, con una gran diferencia de poder, como muestran las múltiples heridas que presentan Black y Erhin y algunas de ellas no es que tengan muy buena pinta.

Todo ha acabado y como ha dicho la Bruja antes de morir, los cuerpos de las cuatro chicas a los que ha poseído, yacen sin vida en el suelo. Kala y Saffron tienen en el cuerpo magulladuras de haber ayudado en la pelea, pero con sus cuerpos poseídos en algunas ocasiones, poco han podido hacer... al menos, han luchado contra el Mal y eso las compensará en la otra vida.

-No todo está perdido...

La voz de una joven llena la sala del trono. Una figura aparece junto a Ceamus, que es atendido por Erhin. Al fin y al cabo, no ha muerto, solo que el golpe recibido ha sido tan fuerte que ha perdido la consciencia. 

-Sólo duerme - dice mientras pasa una mano sobre la cara de Ceamus - esta a punto de despertar.

Se levanta y se acerca a Nathan.

-Gracias por recuperar aquello que los dioses perdieron. Una joya con el poder de conceder cualquier deseo... pero su poder ya se está desvaneciendo... solo queda para un último deseo.

La mujer le entrega el fragmento mas pequeño.

-Pero recuerda que aquellos que han muerto por el filo de una hoja, por muerte natural o porque ese era su destino, no pueden volver a este mundo.

Nathan mira el fragmento de la joya. Aunque se pregunta quien esa extraña mujer, pero como Black no parece nada alarmado por su presencia y ahora importan más otras cosas, decide dejar ese asunto para más tarde. Cierra los ojos y pide su deseo... quizá podría haber pedido que los seres oscuros desaparecieran para siempre, pero eso dejaría un vacío en su alma demasiado grande... no sabría que hacer con su vida... así que decide desear que las mujeres que ahora están sin vida en el suelo, recuperen su vitalidad, que vuelvan a estar vivas como el primer día que las conoció.

Poco a poco, todos van despertando como si hubiesen estado perdidos en un sueño eterno... todos salvo dos cuerpos... Eólides, el elfo, que se dejó dominar por su ambición y su oscura venganza y, al igual que a la Bruja, el poder lo corrompió y lo volvió un ser oscuro. Y Lyra, muerta por la espada de Nathan.

Ahora todo ha acabado...

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En el exterior de aquel castillo de hielo, todos están reunidos alrededor de una pira. Sobre ella, el cuerpo sin vida de Lyra. Las volutas de humo, esponjosas, se alzan hacia el cielo de un azul claro y puro. No es más que otra muerte en la larga lista, pero una muerte que quizá les ha tocado más por ser alguien que conocían, aunque poco, por ser alguien joven que quizá no tendría que haber muerto.

Sobre ella descansa el colgante que un día le regaló Nathan, con un poco de su sangre de ángeles, para que allí a donde vaya, siempre esté protegida de todo mal.

Y poco a poco las llamas van consumiendo su cuerpo y la madera...

Las imágenes se comienzan a difuminar poco a poco en las llamas de la hoguera. 

Los niños aun miran extasiados hacia el fuego. El Cuentacuentos se encuentra sentado en la misma posición que al comenzar su relato y mira a los niños con unos ojos amables, sabios, pero, sobre todo, viejos.

-¿Y es verdad esa historia? - pregunta uno de ellos.

El anciano sonríe mostrando una dentadura a la que ya le faltan algunos dientes.

-¿Qué es real y que no lo es? Si creemos en esas historias, las podemos hacer reales... reales en nuestros corazones... pero eso puede ser peligroso... así que continuad creyendo que es solo una simple historia.

Otro niño parece ansioso por preguntar algo, así que el anciano lo mira como diciéndole que pregunte lo que desea.

-¿Y qué sucedió después con ellos? ¿Qué hicieron después de acabar con la Bruja?

-Creo que iniciaron un nuevo viaje... algunos dicen que fueron al Templo de la Noche Eterna... otros, que se dirigieron hacia el Bosque de las Animas... pero eso, querido amigo, es otra historia.

El anciano mira hacia el cielo.

-Creo que ya es demasiado tarde para estar despiertos... deberíamos ir a descansar... 

El anciano espera a que todos los niños se marchen, refunfuñando por no poder estar más tiempo, y se levanta. Una figura saluda al anciano desde un callejón en penumbra y el anciano avanza hacia allí con la misma agilidad que un gato en plena juventud.

El fuego saca un destello de algo que lleva al cuello... un fragmento de una piedra preciosa y un pequeño orbe lleno de la sangre de siete ángeles.

El hombre en la penumbra le entrega dos espadas al anciano que, erguido las recoge.

-Es hora de emprender una nueva caza, Black.