Partida Rol por web

Oportunidades como esta hay pocas, te dices a ti mismo mientras agarras la mejor mochila que alcanzas a ver. Tan pronto la tocas reconoces el buen cuero del que está fabricada, con correas ajustables y bolsillos donde tendrás espacio de sobras para colocar todo tu equipo. Sonríes interiormente. Sin dejar de moverte, silencioso como la brisa, te desplazas hacia la salida y en tu camino tomas el carcaj de flechas caído con diez flechas en su interior, y - ¿Por qué no? - el rollo de vendas también.

Justo a punto de abandonar el local, una pequeña botella de cristal capta tu atención. Alberga un líquido de color entre verde y amarillo claro. Sin pensarlo demasiado, extiendes la mano para tomarla, pero ésta se escurre entre tus dedos: el contenido debe ser algo escurridizo que se ha desbordado. Antes de que caiga y se estrelle contra el suelo, le devuelves el equilibrio y la dejas justo donde estaba. 

Abandonas el interior y Aebon no sabe ni que existas. Suspiras profundamente.

Vuelvo junto al grupo mientras me ajusto una mochila de cuero bueno a la espalda con una gran sonrisa. Ya he terminado de comprar, por cierto compre algo para el grupo también... de la mochila saco un rollo de vendas que le ofrezco a Sheldom, cuando ha cogido las vendas el clérigo entrego un carcaj con 10 flechas a Nörsil. Tengo otro carcaj mas y tu gastarás mas flechas.

¿Listos para irnos?, pregunto terminando de ordenar mi mochila.

- Bueno, no se si acabaremos con ese ogro pero desde luego vamos bien equipados. - dijo sin evitar una pequeña risa - por parte estoy lista, será mejor que partamos cuanto antes, no vaya a ser que comamos todas las raciones antes de decidir si salir del pueblo. 

- Listo - digo ajustándome la prenda de tela que cubre mi armadura y comprobando la posición de la espada accesible para mi mano.

Mientras voy colocando todo lo comprado en mi mochila aprovechando bien el espacio, tomo el ungüento que me ofrece Nörsil y los vendajes que me ofrece Akka.

Muchas gracias compañeros, voy a usarlos lo mas sabiamente que pueda

Cuelgo la mochila a mi espalda y la cantimplora a mi cinturón.

Nos queda un buen trecho.

Waldo afianzo su equipo lo mejor, la verdad es que llevaban bastantes cosas encima, pero todo es poco contra el ogro.

- Vamos adelante, ese puto ogro no se va ha matar solo.