vs
Lord Jason Mallister - Ser Loras Tyrell
Lord Jason Mallister derriba al caballero de las flores con una de las lanzadas más firmes vistas en el Torneo, desmontandolo de inmediato y quedando él mismo a punto de caer por la violencia del impacto.
vs.
Ser Edric de Sotoinferno (Dogget)-Ser Hosten Frey
El heraldo volvía a llamarme, me tocaba otra vez, en esta ocasion con Ser Hosteen Frey de quién había oido hablar que era un más que digno justador.
Salí de mi tienda, cogí a mi caballo por las riendas y me encaminé nuevamente hacia en campo de justas.
Al llegar a mi posición agarrandome de la silla de montar y con un pequeño movimiento de balanceo subí a mi montura de un salto sin necesidad siquiera de tocar los estribos.
Miré a mí rival en el otro extremo del campo de justa y le dediqué una sonrisa juguetona, quizas para provocarle un poco y desconcertarle.
Cuando dieron la orden rápidamente puse a mi caballo al galope tendido colocando la lanza en la posición optima mientras avanzaba como una exhalación al encuentro de mi oponente.
Antes casi de que Ser Frey se diera cuenta mi lanza le impacto certera en el centro justo de sus proteciones haciéndole inclinarse hacía atrás, casi hasta tumbarse sobre los cuartos traseros de su montura, mientras su lanza, desmadejada, ni siquiera me rozaba.
Creí que la justa ya había terminado, pero al llegar al final del campo pude ver como Ser Hosteen, que no había caído, se recomponia apretando los dientes con rabia, y sin necesidad de cambiar de lanza, pues estaba intacta, ya cargaba hacia mí denuevo.
--¡LANZA, ESCUDERO, LANZA!-- grite a mi escudero tendiendole las manos para cogerla mientras con un movimiento de piernas sin necesidad de usas las riendas hacía que mi caballo se colocase en posición.
A toda prisa, a penas sin espacio, coloqué de nuevo mi lanza en posición miestras espoleaba con furia a mi caballo.
Cuando apenas habia hecho más arrancar mí carrera sendas lanzas impactaron limpiamente rompiendose en una nube de astillas, la de Ser Hosteen con una evidente potencia mayor que la mía, pero aún así insuficiente para hacerme tambalear siquiera.
Al llegar nuevamente al punto de inicio, tras coger la tercera lanza miré nuevamente a mi adversario y otra vez le dediqué una sonrisa juguetona mientras esparaba a que se lanzase hacía mí, para lo cual no tuve que esperar demasiado.
¡Sí, por fin algo de sangre caliente aquí en el frío norte
El Frey avanzaba con rabia apretando los dientes y echando chispas por los ojos, mientras yo sonreía ampliamente de puro éxtasis.
Este es mí sitio, aquí soy un dios centauro
Mi lanza, cual centella, impacto con suma potencia propulsando a mí oponente barios metros hacia atras y lanzandolo con fuerza contra la arena mientras su caballo, liberado de su carga corría aun más rapido saliendo del campo de justas.
Mientras que la lanza de Hosteen simplemente me acaricio la armadura.
vs.
Ser Jaime Lannister - Ser Edmund Whitehill
Llegó el momento de enfrentarse a Ser Jaime. Ser Edmund montó sobre su caballo y tomó la lanza. Movió el brazo de la misma como si tuviese cierta molestia. Era comprensible tras el castigo recibido en su anterior liza contra Ser Godric. Podía percatarse de todas aquellas miradas puestas sobre la magnificiencia del Lannister. No era para menos. A su lado parecía poco menos que un escudero. Espoleó su caballo, el cual comenzó a cabalgar dejando tras de si un relinche. A medida que las figuras se aproximaban a encontrarse cerca del punto medio de la calle de liza, sus lanzas fueron adquiriendo horizontalidad. Ambos contendientes impactaron sobre sus objetivos en el escudo y partieron lanza. Algunas astillas penetraron la maltrecha armadura del norteño, que logró permanecer sobre su caballo. Ser jaime no corrió tanta suerte, y cayó a la arena de una manera improbable, casi torpe. Tras comprobar que su oponente habia caido, Ser Edmund desmontó y lo observó en la distancia, mientras se retiraba los restos de la lanza del torso. El caballero probablemente pensase, que la próxima vez que se le volviese a ver en otro torneo, luciría la brillante y magnífica armadura que tenía ante él, y galoparía sobre ese poderosa bestia...
TERCERA RONDA
vs
Ser Sandor Dogget - Lord Jason Mallister
vs
Ser Edric de Sotoinferno (Dogget) - Ser Edmund Whitehill
vs
Ser Sandor Dogget - Lord Jason Mallister
Lord Jason Mallister había recibido ayuda para sujetar la lanza esta vez, el primer lance había sido duro pero ninguno de los dos caballeros habían caído.
El segundo lance, consiguió que reinara el silencio por unos instantes entre todos los espectadores, puesto que nadie tenía claro que había podido ocurrir. Lord Jason Mallister había bajado su lanza justo antes de que impactara contra su oponente, y muchos jurarían que había empezado a caer de su caballo antes de que la lanza de Ser Sandor Dogget le impactara en el pecho derribándole con violencia.
El destrero de Lord Mallister había continuado sin jinete, pero el señor de Varamar había caído con pesadez y no se movía.
vs
Ser Edric de Sotoinferno (Dogget) - Ser Edmund Whitehill
La tercera ronda se presentaba difícil.
Ya habia combatido junto al norteño en la guerra, y era duro, por el guerrero que lo era.Ya había ganado la Contienda y sin lugar a dudas su moral estaría por las nubes, pero yo le bajaría a la tierra.
El heraldo volvía a llamarme, y ahora el público incluso parecía que empezaba a aclamarme.
Cuando llegué a mí lugar el norteño ya estaba preparado, listo sobre su caballo con la lanza en ristre, así que lo le hice esperar, subi a mi montura y nos lanzamos a la carga.
Su lanza se mantuvo tan firme como la mía durante todo el recorrido, y al igual que la mía impacto con precisión, aunque mientras que yo no me inmute, el si que pareció gruñir de dolor bajo su armadura.
Otra vez en la linea de salida cogimos lanzas nuevas y cargamos con lanzas firmes, prestos a un desenlance rápido.
Sumido en un trance de éxtasis y placer, lejos de encogerme y reducir silueta para disminuir el blanco, casi cabalgue depie sobre los estribos, pero aún así, aunque su lanza me dio de lleno rompiéndose en mil pedazos sobre mí pecho, la mía fué infinitamente más potente, increíblemente más certera e impresionantemente más precisa, tanto fué así que más que una lanza lo que pareció impactar contra el pecho del norteño fué un ariete.
El golpe fué tan potente que incluso el caballo perdió el equilibrio y calló al suelo junto a su jinete.
Sin llegar a terminar el recorrido salte de mí caballo en busca de Ser Whitehill -- ¿Os encontrais bien Ser? -- pregunté mientras retiraba el caballo, para inmediatamente ayudar al caballero a incorporarse colocando su brazo sobre mis hombros.
ÚLTIMA RONDA
vs
Ser Sandor Dogget - Ser Edric de Sotoinferno (Dogget)
La tercera posición en la Justa es para:
Ser Edmund Whitehill
vs
Ser Sandor Dogget - Ser Edric de Sotoinferno (Dogget)
-- Y por fin, la tan esperada final de la justa que pone colofon al torneo. -- gritaba a pleno pulmón el heraldo del Rey.
-- En una final que solo los Dioses podían imaginar, los dos representantes de la casa Dogget se batirán en duelo para lograr uno de ellos alzarse con la victoria y obtener el gran honor del Titulo de Campeón de Lannisport. -- vociferaba el heraldo alentando a las masas.
-- En el lado derecho del campo de justas, llegado del cercano Castamare, hermano menor de Lord Dogget, y justador local....Ser Sandor Dogget. -- anunció el heraldo.
Al oír la presentacion de Sandor no fueron pocos los asistentes que estallaron en vítores y aplausos a pesar del serio y osco caracter del caballero.
-- Y en el lado izquierdo, venido desde las más lejanas marcas de Dorne, Castellano de Lord Dogget, Ser Edric de Sotoinfierno -- el graderío estallo en vítores y aplausos superando con mucho los vítores dedicados a Sandor.
-- Y sin más preámbulos, ¡que gane el mejor!-- una salva de trompetas anunció el comienzo de la gran final.
Ser Sandor, rudo como siempre ya se ajustaba el casco, con esa mirada sería y penetrante que no lograba disimular sus avidas ganas de alzarse vencedor.
Yo por mí parte alcé la mano y saludé a mi público con una amplía sonrisa en los labios.
Este era mi elemento, me sentía como pez en el agua.
Los gritos de la gente, el relinchar del caballo, el olor acre a sudor, la tensión de la incertidumbre, el tacto de la madera de la lanza en mi mano....hasta mi caballo sentía la grandeza del momento y por eso golpeaba el suelo una y otra vez con la pezuña levantando la arena de campo de justas.
¿Podia existir algo más puro? Nadie pondría arrebatarme este momento, la victoria sería mía.
-- ¡EMPEZAD! -- bramo el vozarrón del rey alzandose por el griterío del gentio.
Cargué hacia mí oponente sumido en el éxtasis del momento, abstrayendome de todo lo demás con una sonrisa tan amplia que nadie diría que estaba justando.
Un instante antes de que las lanzas impactaran, el graderío guardaba un sepulcral silencio solo roto por los cascos de los caballos al chocar en la arena y por el tintineo de nuestras armaduras, o más bien la de Sandor, dado lo exigua de la mía.
El primer lance fué certero, ambos dimos en el blanco y las lanzas se rompieron en mil pedacitos que volaron por el aire, pero ninguno de los dos nos inmutamos demasiado, quizas Sandor se tambaleo un poco sobre su silla por el impacto, pero a penas nada.
Instantes después del choque el graderío estalló nuevamente el gritos y vítores de euforia por el espectáculo.
Mi segundo lance fué aún más certero, y golpee a mí oponente cual martillo sobre yunque, y nuevamente los vitores estallaron más estrepitosamente aún.
Pero aún así no fue suficiente, Sandor se negaba a ceder, parecía como si una fuerza sobrenatural lo mantuviera montado sobre su silla contra viento y marea.
El tercer lance fué una repetición del primero, calcado, casi un deja bu.
El cuarto también muy similar a los anteriores pero el quinto...
Las lanzas estallaron con un ruido sordo formando una nube de astillas y provocando el furor de la muchedumbre, pero nuevamente ninguno caimos.
Sandor se tambaleo peligrosamente sobre su silla, logrando llegar a duras penas sobre ella hasta el otro extremo del campo y dispuesto a coger una nueva lanza, pero cuando se disponía a cogerla finalmente se desplomó sobre su escudero, arrancando una clamorosa exclamación del graderío --¡OOOOOOOOHHHHHHH!--- que inmediatamente después estallaba de puro júbilo.
Ya había ganador, y ese era yo, y no tenía ni el más leve rasguño a pesar de justar solamente con una liviana, vieja y gastada cota de mallas.
RESULTADO DE LA JUSTA
Ser Edric de Sotoinferno (Dogget)
CAMPEÓN DE LANNISPORT
Armadura Pesada de Gran Calidad
200 Dragones de Oro
"El Favor del Rey"
(+3 puntos de Gloria)
Ser Sandor Dogget
50 Dragones de Oro
(+2 puntos de Gloria)
Ser Edmund Whitehill
10 Dragones de Oro
(+1 puntos de Gloria)