Partida Rol por web

Asentí con la cabeza, no tenía problemas con eso. Después de todo, estaba allí por la. Información y no por los tesoros. Notando que ella estaba tan lista como nosotros para partir, tomé fuertemente mi arma y comencé a avanzar por la cripta nuevamente. 

Tras aquella alianza improvisada, el grupo de aventureros decidió seguir explorando la Cripta del Nigromante. Para sus sorpresa, entraron en una sala que revelaba de manera bastante llamativa una trampa cuya finalidad era sepultaros bajo una tonelada de escombros. ¿La buena noticia? el mecanismo era visible.

Aplicando la fuerza suficiente podríais romper la trampa para seguir adelante sin ningún problema.

Sin pensar, me acerco al mecanismo para intentar romperlo. Usualmente diría las damas primero, pero esta vez quería ser cuidadoso e intentarlo yo primero. Para mí sorpresa, al golpear el artefacto con mi espada, solo conseguí hacerle una fea muesca a mi espada. No tenía la fuerza suficiente para romperlo, miré a la mujer, a ver si ella sería capaz de romperlo con su hacha. 

La mujer sonrió, con una sonrisa creída y campante. Era obvio que ni la sangre demoníaca podía competir con la sangre de uno de su raza, ellos eran, gracias a su naturaleza, superiores. Haciendo al lado al hombre, tomó su hacha con las dos manos y dijo;

-¡Machaca! -

Y como si fuera un conjuro, aplastó todo el mecanismo bajo el peso de su hacha. Todo. No quedó ni una sola pieza sin romper. 

Gracias a la fuerza bruta de Nótt, el grupo pudo destruir la primera trampa que se encontraron en el camino. Por desgracia, se veía que la Cripta del Nigromante estaba mejor protegido de lo que os hubiéseis imaginado...

Nótt siguió caminando mientras iba mirando al par de reojo. ¿Por qué de repente se detenían y se ponían a mirar en todas direcciones? ¿Sucedía algo? Nótt se puso a mirar de la misma forma buscando algo interesante. 

Pasamos a otra sala, y me comenzó a llamar mucho la atención que era igual a la anterior, por lo que me puse alerta inmediatamente. Fue entonces cuando miré en uno de los rincones y vi que había otra trampa. Corrí hacia allí intentando golpearla con mi espada pero golpeé la pared;

-¡Hey, bárbara, por aquí! - Dije, pidiéndole ayuda. 

Cuando el hombre le señaló a Nótt donde estaba la trampa, tomó aire y corrió hacia el lugar, dejando caer su hacha con todas sus fuerzas sobre la trampa, para luego decir;

-Mi nombre es Nótt, ¿Y el de ustedes? -

Pregunto la mujer antes de dirigirse a la otra sala. 

La observé aplastar nuevamente la trampa sin problemas. La mujer en el combate cuerpo a cuerpo se notaba que era mucho mejor que yo. La mire y al ver que iba caminado a la próxima sala le dije;

-Mi nombre es Darkon, el de ella, Alice. Agradecemos tu ayuda. -

Dijo antes de continuar siguiéndole por el camino. 

Superado el nuevo desafío, el grupo siguió avanzando por oscuros pasillos que deberían llevarles a algún lugar de interés en aquella cripta. Sin embargo, en cuestión de segundos, escuchasteis un grito.

Un hombre armado con una extraña espada y mostrando una agilidad endiablada, se abalanzó desde las sombras para atacaros.

- ¡El Tesoro es mío! -

gritó ¿se trataba de un buscafortunas?

Si había algo que Nótt odiaba, eran las emboscadas. Sobre todo con personas que estaban listas y bien preparadas, porque en esas situaciones uno no podía salir libre de ellas sin llevarse varias heridas de por medio. Intentando saltar al lado, esquivando las extrañas armas del oponente, cargo sobre él, intentando cortarle uno de sus brazos con su hacha. 

Me sorprendí al ver el enemigo cargar contra nosotros de improviso. ¿Tal seguridad de si mismo tenía que cargo solo contra nosotros 3? Lo desconocía, pero decidí a prestarme al combate, mientras me acercaba hacia él con mi espada, mientras le señalaba a Alice que avanzará por el otro lado, para que entre los tres lo pudiéramos flanquear. 

El hombre nos hirió tanto a Nótt como a mí, era un experto en el combate, y si no teníamos cuidado, ambos moriríamos. Aprovechando una abertura que generó Nótt, me lance contra el para apuñalarlo por ahí, aunque observé como el cambiaba de objetivo su arma y se preparaba para dispararme nuevamente 

Nótt le había pegado un buen golpe por el costado con el hacha, pero aquél aventurero estaba presentando realmente un desafío entre los dos. Su compañero y su ayudante aprovecharon la oportunidad y parece que lograrían rematarlo, aunque el escuchar el disparo después del golpe hizo preocuparme. Me acerqué a ellos, y observando las heridas de sus compañeros (y las suyas propias) dijo;

-Déjame ver si te puedo ayudar con eso. -Dijo para luego continuar- Lo mejor sería descansar y continuar en unas horas para que podamos dejar reposar nuestras heridas. ¿Tienen comida? Nos podríamos dividir las guardias y así descansar tranquilamente algunas horas. -

Dijo Nótt, mirándolos. Esta cripta era mucho más peligrosa de lo que ella hubiera imaginado, y ciertamente, de no ser por la compañía del aventurero y su especie de escudera ella ya estaría muerta.

Había llegado tan... lejos...

El cazarrecompensas murió habiendo demostrado ser un digno rival, sin embargo tras una inspección rápida se comprobó que tenía guardada una llave. ¿Habría conseguido algo que le llevase hasta los secretos de la Cripta?

Le logré dar el golpe de gracia, incrustando la espada hasta el pomo. Con el maldito hubiera sido mucho más fácil acabar con el nigromante, pero prefirió luchar, y pago el precio en sangre. Me senté en el piso porque justo antes de darme el golpe de gracia, me dio un disparo y me dejo una fea herida. Gracias a la ayuda de Nótt, pudimos detener la hemorragia. Miré a Nótt y le dije;

-Creo que nos convendría arriesgarnos a descansar aquí, eso sí, no tengo nada para comer, puesto pensamos que sería una aventura de una noche. Si me compartes algo de comida para mí y Alice te lo agradeceré cuando pueda ser necesario. Si bien es peligroso que descansemos aquí, creo que valdrá la pena arriesgarnos, ni tu ni yo nos vemos en buenas condiciones para luchar. -

Dije, aceptando la idea de descansar y de su ayuda con algo para comer.

La mujer lo miró, y sonriendo, confianzuda, rebuscó entre su morral para sacar algo de pan y cerveza en un odre, compartiendolo con el grupo, tras eso, se acercó al cadáver del enemigo caído, y rebuscando entre sus cosas, encontró una llave, que se guardó. Tras eso miró al grupo, y les dijo;

-Coman eso, será suficiente. Descansen primero, yo me encargaré de la primera guardia, los despertaré después para que hagan su turno. -

Dijo, tras lo cuál, se quedó expectante, mirando a todos los alrededores y escuchando atentamente que sucedía, preparada para el combate en todo momento, pues no quería ser emboscada una vez más.