Partida Rol por web

La figura se movía por las sombras acechantes como si fuera su casa.

-Ouch. Otra vez me he golpeado. Maldita ozcuridad. No ze ve una mierda.-

A pesar de todo la pequeña figura logró llegar a su destino. Un destino, todo sea dicho, que nadie en su sano juicio querría ir. Pero claro, el goblin del que estamos hablando no era famoso por su inteligencia o buen hacer. De hecho más bien todo lo contrario. Eso sí, era un superviviente nato. Tenías que serlo para haber podido aguantar tantos años llevando las apuestas en aquella ciudad de desequilibrados violentos. Y si encima había logrado ganar dinero con ello, aunque fuese poco, ya te convertías en toda una leyenda. O eso o en alguien a quién másle valía salir de allí por patas.
Pero como hemos dicho, Aguztin Kinielas no era lo que se dice un lumbreras. Le llamaba el dinero. Normalmente el ajeno.

Como quiera que fuese llegó a su destino. Sorteando innumerables trampas letales y peligros que harían temblar a los más grandes héreoes. Pero el caso es que el goblin no los había visto, pero los dueños del tenebroso Dungeon Mortal en el que se estaba metiendo tenían curiosidad, o a lo mejor estaban aburridos, pero habían permitido llegar a Aguztín a su última puerta.
En un atisbo de lucidez el goblin llamó a la puerta. Un par de toquecitos leves.

-A lo mejor no eztan. Puede ke zea lo mejor. Creo ke no ha zido una de miz mejores ideaz.-

Pero antes de que pudiera marcharse la puerta se abrió como por arte de magia. En realidad era un sencillo montaje de engranajes y cuerdas, pero tampoco había por qué decirlo. Tragando saliva el goblín se adentró en la sala de la Sala. Que curiosamente estaba mucho más iluminada y de lo que se había imaginado. Y mucho menos siniestra. ¿Aquello de allí era un terrario para una tortuga? Seguramente no, a pesar de la pequeña tortuguita que había dentro.

+ADELANTE. PASA. NO TENGAS MIEDO.+

La figura que había dicho aquello daba miedo. Mucho miedo. Una figura alta, encapuchada, con una mano esquelética que echaba comida al terrario.

*No pasa nada muchacho. Cuentanos qué te trae por estos lares.*

Quien hablo era un tipo normal. Más o menos. El traje que llevaba y el monóculo parecían raros. Pero a él le quedaba bien. Estaba con una copa grande en la mano dando vueltas al líquido oscuro que tenía dentro.

-Ejem. Zí. Verán uztedez, zuz malignidadez. Tengo una propuezta ke...-

En ese momento se dio cuenta que detrás suyo había otra figura. Una que aunque también iba encapuchada le sobresalía una especie de hocico del que se sobreentendía que estaba lleno de dientes acostumbrados a desgarrar carne. Y había empezado a olisquearlo. Parece que los rumores eran ciertos. La enorme Tortuga ya no estaba en la Sala del Mal, y en su lugar habia alguien peor. O eso decían, aunque no parecía muy posible.

#No vamos a adelantar nada. Que lo sepas.#

 Esas palabras guturales, junto con la garra que se le apoyó en el hombro como quién no quiere la cosa le hizo apremiarse. Después de todo tenía un negocio que proponerle a aquella gente. Uno que podría hacerle rico a él. Seguro que lo entenderían y le darían su beneplácito.

-Ejem. Por zupuezto zuz Malignidadez. Como decía, tengo una propuezta para haceme rico, hacerlez ricoz. Dinero a manzalba. A ezpuertaz. A cazcoporro. Mucho máz ke lo que ganaron ezoz odiozoz enanoz el año pazado.-

Desenrolló un pergamino lleno de dibujos que harían llorar de vergüenza a un niño de 3 años.

-Ez zobre laz apueztaz. Ezte año zeguro ke lo petamoz. No hay mucha zangre nueva, pero loz ke quedan zon todoz unoz incautoz. Zi empezamos a pedir dinero ahora mismo para ke apuezten por rezultadoz impoziblez a final de temporada tendremoz...

+NO+

-...Mucho máz oro del ke...¿No? ¿A ké ze refiere con "no"?-

*Quiere decir que este año no vamos a hacer lo de las apuestas. Es un rollo. Y además ya nadie pica con eso.*

-Pero..pero. Zi la gente kiere apoztar. Lo ze. Ke me lo han dicho. Ademáz habrá oro, mucho oro y...-

#No adelantamos jornada. Ni tampoco haremos apuestas. Ya tenemos suficiente oro. Sobretodo los de los sobornos. La gente no quiere enfrentarse a Halfos ni a p&$@* Amazonas. Y nos pagan bien por ello.#

-Pero..pero..pero...-

*No insistas anda. Que vas a soliviantar a alguien. Ahora marchate o te damos de comer a Tortu.* Hizo un gesto con la mano echándole.

Por segunda vez en poco tiempo, y en su vida, Aguztín tuvo otro momento de lucidez y supo que era mejor marcharse de aquel lugar mientras pudiera. La cosa lobo seguía olisqueandole y le había parecido pillarla relamiéndose. Así que cuando la puerta volvió a abrirse como por arte magia (que sí, que ya lo hemos contado antes), el goblín salió a toda velocidad de la sala de la Sala del MAL a todo lo que le daban sus pequeñas piernas, haciendo incluso APEs. La puerta se cerró detrás suyo por el empujón que le dio la cosa loba.

#¿Creeís que logrará salir del dungeon ahora que están las trampas activadas?#

*Yo no apostaría por ello.*

+YO SÍ. PERO A QUE NO LO LOGRA+