Partida Rol por web

El lancero atacado por Soren dió un paso lateral para escapar de su lanzazo. Aunque consiguió esquivar el impetu principal del golpe no fue lo suficientemente rápido para esquivarlo completamente y el filo de la lanza cortó a través del costado de su armadura.

Soltando un grito de dolor atacó a Soren quien aun sorprendido de que su golpe no hubiese logrado acabar con su enemigo no acertó a esquivar el lanzazo.

Los gritos y el entrechocar de aceros llenaron la noche.

Ragnar vió para su agrado como su enemigo se desplomaba frente a él. Encontrándose Soren en apuros, volvió a clavar una estocada por la espalda en el guardia que estaba dando problemas al pequeño jarl. "¡Muere, hijo de mil padres! pensó mientras lo ensartaba. Parecía que toda la rabia que llevaba dentro había despertado y sentía como si no hubiera quién pudiese detenerlo.

El lancero que acosaba al joven Soren pago caro el ignorar a Ragnar pues este lo atacó por la espalda y hundió en su costado la punta de su afilada lanza. Con un grito de dolor el lancero dejó caer su arma y cayó al suelo, primero de rodillas y luego desplomandose completamente mientras su sangre convertia en lodo el polvo del patio.

Viendo que el enorme muchacho había acabado ya con dos de los miembros del retén los otros dos guerreros se volvieron hacia él ignorando a Soren. Ya más cautelosos midieron a su enemigo buscando un agujero en sus defensas, creyendo ver una oportunidad el lancero superviviente atacó con un golpe bajo dirigido a la pantorrilla de Ragnar. Este consiguió bajar el escudo desviando el golpe con el reborde inferior de este, aun así la lanza rozó su pierna desprotegida produciendo un feo arañazo.

Malherido por la estocada recibida, me doy cuenta de que mi extraño compañero de viaje está en apuros. Tras haber sido humillado por este desconocido en el manejo de las armas, debo redimir mi orgullo.

Ataco por la espalda al lancero que acaba de herir a mi compañero.

¡Por Hyrja, muere!

Soren lanza una estocada con su lanza pero el enemigo logra esquivar el golpe que aunque logra herirle no lo deja fuera de combate. Mientras que por su parte el guerrero del hacha, más experimentado que sus compañeros, toma la medida del gigantón de Ragnar antes de lanzar un golpe devastador con su hacha. Aunque Ragnar levanta el escudo el golpe es brutal y hace saltar una explosión de astillas mientras la hoja del arma se abre camino hacia la carne de Ragnar.

Ragnar alenceó al lancero anteriormente herido por Soren, este ya debilitado no alcanzó a levantar su escudo y la hoja de la lanza le atravesó el cuello de parte a parte provocandole la muerte. 

Solamente un enemigo restaba en pie, levantando el hacha y mirando alternativamente a Soren y a Ragnar quienes cubiertos de sangre ahroa lo superaban en número.

Consciente de mi precaria situación, el instinto me urge esconderme, pero mi orgullo de hijo de Jarl me lo impide. Hago acopio de las pocas fuerzas que me quedan, y me abalanzo contra el último enemigo que queda en pie.

El lanzazo de Soren cruzó de parte a parte el pecho del sorprendido guerrero cuyos ojos permacecían fijados en Ragnar. El hombre bajo sorprendido la vista viendo como la hoja de la lanza sobresalia de su pecho mientras manaba la sangre. Sangre que salpicó, caliente y densa, la cara de Ragnar.

Los dos profugos se encontraban rodeados de los cuatro enemigos abatidos y trataban de recuperar el aliento cuando oyeron voces provinentes de la empalizada. La duración del combate así como los gritos habían alertado a los centinelas que señalaban hacia los dos muchachos; dando la alarma y alguno de ellos incluso lanzando su javalina. La mayoría de los tiros fueron cortos pero una de las astas fue a clavarse con un sonoro THUD en el suelo junto a los muchachos.

O seguían huyendo o bien podrían prepararse para luchar contra todos los guerreros de Sture ahí mismo.

Empapado en sangre, contempla el tremendo golpe de Soren. "Lucha como un guerrero, a pesar de ser tan canijo." pensó admirado mientras saboreaba la sangre del soldado muerto, todavía caliente.

Viéndose en precaria situación y superado en número, Ragnar mira los contornos de la empalizada y el edificio que reposa junto a esta, buscando un sitio adecuado por el cual trepar y salir de allí cuanto antes.

-¡Debemos trepar! dice con preocupación el gigantón a su ya no tan desconocido compañero.

Ragnar logra, tras detectar unos cuantos asideros en la madera de la pared del granero que tienen delante, subir con agilidad hasta la pasarela de la empalizada. Desde ahí disfruta d euna vista privilegiada de la fortaleza del Rey Sture y puede ver, para su congoja, como grupos de figuras con antorchas parecen estar saliendo y dirigiendose hacia su sector.

Para complicar aún más las cosas la estrecha pasarela, apenas un metro de ancho, es el camino por el que dos grupos de guardias se dirigen hacia donde se encuentra Ragnar. Dos guardias se acercan por su derecha y uno por su izquierda. Uno de los que se acercan por la derecha le arroja la lanza tratando de ensartarle pero el tiro sale desviado y va a caer al patio.  Aún así los otros dos guardias caeran inmediatamente sobre Ragnar.

Ante esta tesitura el joven se asoma al parapeto, la caida no es demasiada y además la empalizada reposa sobre una pendiente inclinada de tierra blanda y cubierta de hierba. Saltar no tendría por que ser mortal, pero Soren aún no ha subido y si Ragnar no entreniene a los guardias estos sencillamente lo alancearan mientras sube.