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El Noveno Mundo

Han existido ocho mundos previos. Los habitantes de la tierra se refieren a ellos como edades, épocas, o eras, pero no sería descabellado pensar en cada uno de ellos como un mundo independiente de los demás. Cada mundo anterior se desarrolló a lo largo de miles de años. Cada uno sirvió de cuna para una raza cuya civilización se alzó en toda su gloria para eventualmente perecer, colapsar, desaparecer o trascender. Durante el tiempo que cada mundo floreció, aquellos que lo gobernaban le hablaron a las estrellas, rediseñaron sus cuerpos y dominaron las formas y esencias, cada uno a su manera particular.

Cada uno de ellos dejó despojos, restos y ruinas. El Noveno Mundo está construido sobre los huesos de los últimos ocho. Si se mira cuidadosamente, cada partícula de arena ha sido forjada, manufacturada o cultivada, y luego pulverizada de nuevo y convertida en tierra artificial por la erosión inclemente del tiempo. Si miras al horizonte podrías estar viendo una montaña o parte de un monumento masivo a un antiguo emperador de un pueblo totalmente olvidado. Si prestas atención, podrías percibir una sutil vibración bajo tus pies y saber que antiguos motores, máquinas colosales del tamaño de reinos enteros, siguen operando en las profundidades del planeta.

Numenera se centra en el descubrimiento. Tu personaje descubrirá maravillas de mundos pasados (incluyendo el actual), y tecnología tan avanzada no tiene diferencia de la magia, como habría dicho el autor Arthur C. Clarke en su momento. Cada uno de los ocho mundos anteriores es demasiado distante e incomprensible, y la vida en el presente es demasiado peligrosa como para soñar con un pasado que no podemos entender. La gente excava, recupera y estudia las maravillas de épocas pasadas para poder tener la oportunidad de sobrevivir al mundo que les fue dado. Muchos saben que hay energías y conocimientos que están suspendidos en el aire y a su alrededor, que moldearon continentes de hierro y cristal, y que encierran vastos tesoros, portales a las estrellas y otras dimensiones. A menudo le dicen magia. Pero a todo esto le llaman La Numenera.

El Noveno Mundo está poblado de seres que han evolucionado por millones de años en el planeta, fueron modificados y diseñados por los antiguos pobladores, o vinieron de las estrellas en épocas olvidadas. La evolución, la manipulación genética y la misma Numenera han conferido habilidades sobrehumanas o casi mágicas a muchos seres llamadas dotes, las cuales se han convertido en su medio de supervivencia. Hay quienes han usado sus dotes para beneficio propio, para mantener la paz o para imponerse sobre otros.

La mayor parte del mundo que se podría llamar civilizado, está en un estado casi medieval, gobernado por principados, feudos, líderes religiosos y ciudades-estado. No hay un gobierno absoluto, pero hay individuos y organizaciones con mucho poder cuya influencia llega a todos los rincones del mundo conocido. Como ejemplo está el Papa de Ámbar, el cual guía a la Orden de la Verdad, una organización de Sacerdotes del Aeón quienes infunden gran respeto y reverencia en la región.

La gente divide las reliquias de mundos pasados en tres tipos: artefactos, criptos y rarezas.

Artefactos

Son aparatos de gran tamaño que por lo general pueden ser usados más de una vez para producir un mismo resultado. Podría ser un cinturón que crea un escudo de fuerza, o un esquife capaz de transportar gente y mercancía de un lugar a otro. El término se usa casi siempre para objetos que tienen un propósito obvio; armamento, protección, medio de transporte, de comunicación o de obtención de información. Los artefactos hacen más poderosos a sus usuarios, o al menos les hacen la vida más fácil.

Criptos

Son usualmente dispositivos diminutos que pueden ser usados por la mayoría de los personajes para obtener un solo efecto antes de ser desechados o convertirse en adornos y curiosidades. Esto incluye inyecciones rápidas diseñadas para reparar daños físicos en alguna criatura, o algún objeto portátil que, si es manipulado correctamente, se transforma en un arma que explota con gran potencia. Los criptos son peligrosos si muchos son almacenados en un solo lugar, ya que crean radiación y frecuencias harmónicas que son perjudiciales para los seres humanos.

Rarezas

Son reliquias que no son ni artefactos ni criptos. No sirven para ningún propósito aparente, pero tienen funciones extrañas que resultan ser curiosas o simplemente entretenidas. Ejemplos de ellas incluyen un pedazo de cristal en un marco metálico que muestra imágenes peculiares, o una caja con tres campanillas que tañen a tiempos impredecibles y aparentemente al azar. No todo lo proveniente de los mundos anteriores puede ser comprendido. De hecho, muy poco puede serlo.

Torkemekia

Llamado el reino de las serpientes, por su escudo señorial que lleva dos serpientes entrelazadas con sus cabezas enfrentadas. Pues se dice y de muy buena tinta, que las peleas fracticidas son algo normal entre su nobleza, sobretodo en la casa real y de ese caldo de cultivo, salen unas altivas figuras que controlan a su pueblo gracias a un nacionalismo exacerbado. Por ahora 10 ciudades pertenecen a este pequeño reino con ansias expansionistas y famoso por su férreo ejercito.  Y se dividen estás ciudades y los ejercitos según los miembros de la realeza que las gobiernan. 

La más famosa de esta peculiar familia es la princesa Dalia, que ha conseguido que su ejercito sea completamente fiel a ella. Que la siguen con una especie de fervor religioso. Aunque se habla de rumores, de que quiere acabar con la cabeza de la familia, el misimisimo rey, que enveneno a su mujer (y madre de Dalia) en su juventud.

Por lo demás tienen una religión que prima la guerra y la muerte en batalla, muy al estilo de los antiguos escandinavos. Y aunque es raro ver a mujeres en su ejercito, no le hacen ascos si pasan las pruebas físicas que se necesitan para entrar en el ejercito.

Pejite

Una pequeña ciudad estado en clara decadencia, la que fue hace muchos años la joya de la corona de entre todas las pequeñas ciudades que pueblan la cercanía del lago sulfúrico se ha convertido en una ciudad minera, que cada vez ha tenido que profundizar más en recuperación de recursos o misteriosos criptos de épocas pasadas. En realidad la mayoría de sus hijos se han ido a otras ciudades en busca de mejor fortuna, a pesar de que es normal que vayan a verla cada x años para recordar su pasado.

A pesar de ello ahora los ojos de las pequeñas naciones y de las ciudades colindantes están en ella. Pues de la noche a la mañana han sufrido un ataque de Torkemekia y los rumores se han disparado. Aunque nadie parece dispuesto a dar la cara por la pequeña ciudad, pequeños grupusculos de ciudadanos han empezado a hacer terrorismo a los intereses del reino de Torkemekia. Que haya algo interesante en ese lugar como para convertirse en los "malos" de la zona, solo puede explicarse en el potencial de lo encontrado.

Zonas de interés

Hay dos zonas que sorprenden al extranjero, la primera es el gran bosque de hongos tóxicos, donde solo pueden habitar los insectos gigantes y la extraña tribu de los "rastreadores" famosos por ser capaces de encontrar cualquier rastro incluso a pesar de que los elementos lo hayan borrado. Aunque su apariencia cubiertos por ropas que cubren cada cm de su piel y extrañas máscaras, junto con unas costumbres consideradas bárbaras,  les hacen que no sean muy queridos en la zona. 

Y la segunda zona es el gran mar sulfúrico, cuyas aguas tienen un alto componente ácido, que provoca que solo lo habiten extraños seres inmunes a las corrosivas aguas, cuyas carcasas producen unos materiales verdaderamente buenos para la fabricación de armaduras y armas. Por lo que es usual que lleguen algunos grupos pequeños de cazadores dispuestos a cazarlos (los que vuelven son los menos).

Princesa Dalia

BOSQUE DE HONGOS

PEJITE