En el baño, en el estante hay aceite y crema corporal fuiste al baño a por ella y lo encontraste con facilidad, cuando volviste a la habitación viste que lo de fuera la ropa se lo tomo al pie de la letra y estaba completamente desnuda sobre la cama boca abajo.
Tenían par de negro es mas en los costados que te hicieron suspirar pero... Aun así su cuerpo era perfecto.
Encontré el aceite y regresé a la habitación, su cuerpo se le levantaría a un muerto, me hizo suspirar, iba a ser difícil hacerle un masaje sin más, aunque ¿A quién quería engañar? No me apetecía un simple masaje…
- Eres preciosa… - murmuré por lo bajo – Pero no es justo que yo esté con ropa y tu no… - me desnudé por completo y me senté sobre sus nalgas, luego me eché un poco de ese aceite en las palmas de mis manos para calentarlo y apliqué mis manos en su espalda, omoplatos, hombros… era un buen lugar por el que comenzar
Notaste como dejo salir un suave jade al notarte desnuda sobre su cuerpo, y aun mas cuando tu sexo termino entre sus nalgas por la posicion.
Tus manos comenzaron a masjear su espalda y ella no podia evitar dejar salir leves gemiditos de placer y relajacion, pues como notaste realmente estaba muy cargada - Eres muy bueno... - Susurro mientras se dejaba hacer por ti.
Emití un ruidito con la boca – mmm mmm? – con una gran sonrisa en los labios, acariciar su piel era fantástico.
Mis manos se volvieron más atrevidas y me desplacé algo más abajo para poder llegar a masajear sus nalgas y entre ellas, en aceite lo hacía todo resbaladizo y agradable.
Mis dedos ya rozaban su sexo, su ano, cada vez con más intención, me estaba poniendo como una moto de ver como se abría su sexo para mi al paso de mis dedos, esperaba estar calentándola también a ella.
Y pudiste comprovar que ella si se estaba calentando se sobremanera, pues rapidamente su sexo termino empapandose y no por el aceite de masaje, el calor de su entrepierna subio tambien, y hasta podias notarlo palpitar....
- Me encantan tus masajes... - Susurro juguetona.
- ¿Si? Pues eso que creo que aún puede mejorar… - Le dije mordiéndome el labio.
Me puse ya también algo de aceite en mi pecho, mis abdominales, y mi miembro y me tumbé sobre su espalda, comencé a friccionarme suavemente contra su cuerpo, nuestros cuerpos resbalaban y se calentaban.
Mi miembro fue creciendo en tamaño y se acopló entre sus nalgas, como ejercía presión hacia arriba, él solito trataba de meterse dentro de su sexo, se adentraba un poquito pero sin llegar a penetrarla – Ummmmmm – gemí del placer
- Dios... no lo alargues mas... - Te pedio entre jadeos, elevando su trasero para facilitarte la entrada a su sexo, que realmente era lo que mas deseaba en aquel momento, poder sentirte, notar tu cuerpo completamente fusionado con el suyo, dejar todo a un lado, solo tu y ella nada mas...
Me acoplé a su espalda cuando elevó su trasero, yo también ardía en deseo, lamí su espalda hasta su nuca la que mordí al tiempo que con mi mano ayudé a mi miembro a encontrar su entrada y penetrarla.
- ¡Siii! – La agarré de los pechos y comencé a impulsarle, el aceite lo hacía todo mucho más agradable y comencé a jadear de placer, lo que sentía por ella era especial, por lo que este acto alcanzaba más significado, estar unido en cuerpo y mente a Hayley.
La pelirroja comenzo a gemir al notarte dentro de ella, su cadera se movia debajo de ti y su cuerpo comenzaba arder por dentro y por fuera - Akio... akio... - Gemia tu nombre apretando sus manos en las sabanas, el aceite causaba unas sensaciones increibles, al cogerla de sus pechos las manos se te escapaban hacia sus pezones tirando de ellos casi de forma inconsciente por la piel deslizante...
Esto era lo máximo, estar dentro de ella, sentirla de esta forma, no tardé en soldarme del todo y comenzar a embestirla, fuerte, rápido, de forma poderosa.
- Si, si, si… - jadeaba, trate de aplicarme lo mejor para darle el máximo placer, el aceite lo hacía todo muy agradable, trataba de pellizcar sus pezones, pero estos traviesos se escapaban de mis dedos.
Pasasteis el resto de la noche dandoos placer el uno al otro como nunca, terminasteis llenos de aceite pero muy relajados, dormidos como niños tras un dia de colegio.
Es noche no pudiste dormir sin que los sueños te persiguieran, sueños en los que t¡veias aquel hombre lobo en cualquier rincon... Poco a poco fue desapareciendo y quedaron solo los sueños dulces con la pelirroja...
Fue… magnífico, necesitaba una buena dosis de sexo, pero sobretodo de cariño por el estrés sufrido.
Por desgracia el día dejó huella en la primera parte de los sueños, pero la segunda parte compensó y soñé con Hayley.
Por la mañana no tuve ninguna gana de levantarme de la cama, tan sólo quería comprobar si ella estaba en la cama y abrazarme, sin tener que preocuparme de nada.
Que día es hoy, ¿Domingo? ^^
Un sec que cambiamos de escena :D Nop, es jueves xD
Okis, ¿A cual escena? xD
Leo volvio a entrar por la puerta con rostro algo triste y los alli presentes completamente alucinados con la huida de Paula. - Bueno, esta claro que esa chica es mas que una amiga y ha salido mas que corriendo - Dijo la madre encogiendose de hombro.
- Pues Akio te toco ser mi pinche - Le dijo al asiatico mientras comenzaba a ir hacia la cocina, ya alli comenzo a sacar cosas de los muebles y nevera - ¿Tu tambien eres mas que un amigo para Hayley?
Me quedé muy sorprendido ante la reacción de Paula y me supo mal por Leo, a mi la situación no es que me resultara de lo más cómoda, pero no tenía motivos para reaccionar con normalidad.
Aunque la verdad es que la madre de Hayley fue directa al cuello con su pregunta, me sonrojé pero contesté con honestidad – Supongo que si, señora, algo más que un amigo… - Aspiré hondo y dispuesto a ayudarla en lo que me dijera
Te dejo unas verduras para que las comenzaras a cortar y saltearlas ella despues mientras ella preparaba la carne y la pasta - Hayley es muy buena chica, y por todo lo visto doy por echo que ya sabes lo especial que es, solo debo decirte una cosa, que debes tener cuidado, a veces nos cuesta controlarnos, y no es la primera vez que a su padre, yo tras tantos años aun le he echo daño sin querer - Te dijo preocupada por ti y a la vez por su hija pues sabia lo que era dañar a la persona que querias, y como te sentias despues.
Bueno, dentro de lo que cabe de momento se estaba comportando con sus comentarios, además parecía muy buena madre.
- Si, se lo especial que es y le agradezco su preocupación, al menos sabemos de un sitio… “protegido” y en cuando a lo de que me haga daño… nos queremos, con eso creo que resultará todo más fácil… - Y bueno, no me había inventado nada, al menos era lo que sentía.
Mientras hablábamos corte las verduras y comencé a saltearlas removiéndolas de vez en cuando.