La casa de la familia de los hermanos estaba bastante lejos de la residencia y ya era tarde por lo cual autobus no era factible asi que cogiste un taxi, ademas era mas rapido y seguro.
Te dejo en la puerta de la residencia, comenzaba a refrescar un poco. Te acercaste sacando las llaves y ante ti aparecio un chico de mas o menos tu edad que se cruzo en tu camino - Llevas un collar demasiado bonito... - Dijo refiriendose al que te habia dado la pelirroja - ¿Donde esta la gata?
Apenas miré a aquel chico, porque estaba asustada, sobretodo cuando escuché eso de gata, pero al final, una acaba sacando fuerza de la flaqueza, o al menos, intentándolo.
- No creo que sea de tu incumbencia lo que lleve o no y no sé por quién preguntas...
Haciendo como que estaba pasando totalmente de él, como que no me daba miedo, me fui hacia un lado para pasar al lado suyo con idea de entrar en la residencia.
Estaba empezando a ver que lo peor que había hecho era venirme sola, pero ahora no pensaba darme la vuelta y volver con el rabo entre las piernas.
En un visto y no visto lo tenias de nuevo ante ti, pero seguia a un paso de distancia y no se acercaba mas a ti que eso - Mira, tu no tiene nada que ver en esto, dime donde esta esa gata pelirroja y te dejare tranquila, nunca me gusto jugar con el secuestro y esas cosas, pero viendo que tienes ese collar debes ser importante para ella - comenzo a decir mientras sonreia dejando ver unos enormes colmillos y dientes - No deberias meterte en cosas que te quedan muy grandes humana.
Si dijera que no me acojoné absolutamente nada al ver aquellos colmillos mentiría, pues estaba como un flan y seguro que el podía percibirlo, pero una vez que has asumido que esas criaturas existen al menos no te quedas con la boca abierta tratando de contener el chocar de tus propios dientes.
- No sé dónde se ha ido. Había quedado con un " amigo " para cenar...
No sabía qué podía hacer esa criatura, pero era mejor decir la verdad a medias, que así quizás podría salvarme.
- Ni con collar ni con ostias me voy a librar de esto.. ¿ qué se supone que tengo que vivir así eternamente?
No me gustaba sentirme acorralada y ahora que podía pensar en frío...
El chico te miro como escudriñando que te estaba pasando por la cabeza, y cuando pensabas que ya te iba a poner las cosas mas dificiles bufo y suspiro como cansado. Alargo su mano y viste en su rostro un gesto de dolor, quizas incomodidad, cogio tu mano y beso el dorso soltandola despues. Como si aquel geste le hbiera costado mil horrores.
- Disculpame, yo no soy asi... pero si no la encuentro Krom lo hara... y el no la dejara con vida, solo avisala de que estan buscandola, que cubra su rastro, incluso tu apestas a gato - Te dijo mientras miraba aquel collar con curiosidad.
Me parecía que incluso temblé cuando besó el dorso de mi mano, pues ni siquiera fui capaz de retirarla... quizás convencida ya de que no habría forma de librarse de aquella.
- Últimamente no hago más que oler a cosas raras... - Dije después de haber asentido a eso de que la avisara, pues lo haría claro, pero por teléfono, si es que conseguía llegar a mi habitación aquella noche.
Al menos, algo estaba claro y era que por el momento, se me había olvidado totalmente lo de los padres de Leo. Lo de tener a un... " algo que no sabía cómo determinar " delante, ayudaba a no poder pensar más que en sobrevivir.
- Quién me mandaría a mí haberme venido a América...!
En aquel momento en el que estabas rezando por despertar lejos de alli un aullido sono a lo lejos y el muchacho levanto la cabeza y te miro haciendo de nuevo un esfuerzo y empujandote contra la puerta de la residencia - ¡ENTRA! - Te grito dejando ver de nuevo aquellos marcados colmillos.
- ¡Entra y consigue proteccion humana! Vienen a por ti, eres el eslavon debil para llegar a la gata - Te dijo con claridad mientras comenzaba a olfatear el aire.
Entre el sonido de aquel aullido, ver como un vampiro me estaba gritando y tan asustada como podía estar a esas alturas, la verdad, es que no me detuve ni para responder y antes de que me dijera que entrara una segunda vez, ya había salido corriendo hacia el interior del edificio y en vez de ir al ascensor, como si hubiera un incendió, me encaminé hacia las escaleras, para subir corriendo por ellas.
No estaba segura de si Leo me gustaba tanto como para aquellas cosas, pero estaba claro que no había podido dejarle mientras le miraba a los ojos.
Sin duda, la peor idea que había tenido en mi vida era acabar en aquel país, o quizás, en aquella ciudad.
Después de tres meses ya no me acordaba que me tocaba a mí...xD