Partida Rol por web

- Esto... No acaba... - Soltó por debajo, mientras una fuerza invisible le retiraba las maderas de encima, haciendo cuanto esfuerzo pudiese por empuñar nuevamente y con firmeza su espada. Intentó darle la estocada final, mas no pudo reunir las suficientes fuerzas. Estaba complicado...

Zook desaparece. La bestia gruñe desconcertada, empieza a olisquear buscando a su presa... Cuando Blarc se libera con un gruñido de "Helm!", rompiendo las tablas aprisonantes. El licántropo se lanzaría hacia él con sus fauces babeantes sino fuera por la provocación de Rebas... Nunca ha comido un hombre de ese color de piel, así que se lanza a por él.

Las ágiles maniobras de Rebas le salvan de un mordisco feroz, pero no de una garra afilada. 

Zook intenta ayudar a su compñaero y no morir en el intento y antes de poder ayudarle, se libera con su fuerza bruta .... Zook se lamentaba porque era un mago de investigacion y no decombate, carecia de conjuros poderosos de combate tan solo un tuco de su juventud .... pero debia conseguir aprovechar las condiciones que tenia ... Se coloca en una posicion donde sea facil de disparar a la criatura, invisible no podria defenderse de sus conjuro, aunque feura un truco le doleria.

- Inferno ... ( descarga de fuego como estoy invisible tiro con ventaja)

Por desgracia la cosa esta acoplicada de impactar ..., sin ver el resultado de su conjuro y sabiendo que volvia a ser visible, se coloca detras del gran guerrero Blarc, de manera que estuviera a su espanda entre la criatura y el

La criatura ruge de dolor con las ropas en llamas...

- Se acabó... Es tu fin. - Sentenció fríamente. Ahora desatado, una vez más, canalizó su energía divina sobre la hoja de su espada. Tal vez fuese inmune a su filo de plata, pero nadie lo era ante el juicio de Helm. Con firmeza, alzó su arma y se dispuso a darle la estocada final.

El golpe en canal abre en canal a la bestia, y el fuego sagrado la consume. Brevemente veis resplandecer alrededor de la figura de Blarc la poderosa silueta del dios Helm. 

¡Se ha acabado por fin la amenaza!

Zook cae de culo cuando ve lo sucediro, herido y con poco poder, estaba ya algo desesperado, rpeprarndo a que el guerrero fuera invisible apra que el ultimo ataque feura mas efectivo, pero finalmente los dioses los habian sonreido en el ultimo momento ...

- Bien .... menos mal ... una pena no pode haber podido conversar un poco con el, pero ... tenia un humor de ... lobo???? -

Rebás suspiró al ver caer al hombre lobo. Como a Zook, le hubiera gustado más conocer sus pensamientos, qué le había sucedido. Pero muertos tampoco lo podrían haber hecho.

Miró en derredor, por si había alguna otra amenaza, pero parecía que a simple vista no.

-Bien hecho, Blarc, no sé qué hubiéramos hecho sin tu espada... y Helm- le hizo un asentimiento de cabeza y se acercó al otrora hombre para revisarlo y encontrar información que les fuera útil.

Estallando la criatura en energía divina, el caballero gris desenterró su enorme espada de sus restos de carne, clavándola en el suelo de madera y el peso entero de su cuerpo sobre la empuñadura, agotado.

Finalmente, había terminado.

- Esto es por la Maestra de Myles. Por Yrac. Por todos los que has transformado, y todos los Vellerianos que han sufrido. Hoy, los he Vengado. - Sentenció con toda convicción, ahora y sólo ahora, permitiéndose descansar.

Dicho esto, giró levemente hacia Rebas. Recuperando su aliento volvió a colocarse de pie, levantando su Espadón con ambas manos.

- No ha sido la hoja de mi espada la que nos ha vengado. Sólo la luz vigilante de Helm. - Le corrigió, consciente de que su arma no había surtido efecto alguno. - Es la primera vez que mi filo de plata no logra purificar a un engendro del mal. Las abominaciones de este mundo crecen cada día más fuertes. Si algún día llegasen a desarrollar esa misma resistencia a mi energía radiante... - En medio de su reflexión, la poca parte visible de su rostro se oscureció, descendiendo levemente.

- ...He de reemprender mi camino. Forjar nuevas armas. Desarrollar más poder. Así, no podré mantener a Velén a salvo por mucho. - Concluyó de manera solemne. Estas noches habían sido extremadamente duras, pero un choque de realidad que le abrió los ojos. No era suficiente. Debía entrenar más, esforzarse más, o el mal terminaría por tomarle ventaja en su lucha. Tanto interna, como externa.

Quizás, eso implique alejarse del poblado por un tiempo. Mas era algo necesario. El puerto, mientras tanto... Estaría en buenas manos.

Se acabó la amenaza... Puerto Velen puede dormir tranquila. La cabeza del asesino colgará mañana en las murallas. Los infectados pasarán por el ritual del hermano Galen y se curarán de su aflicción licantrópica. Esperando que no haya quedado nadie mordido alguien más que no conozcáis.

Claro que habéis descubierto más cosas inquietantes de la ciudad entretanto... Quizá dignas de ser investigadas...

Rebás había seguido de cerca el resto de la investigación, y luego se centró en investigar la presencia de esos mercenarios que había encontrado fuera de la taberna. Hablaría con los Arpistas, los mantendría al tanto, ya que había algo que le olía mal al joven mulano.

Tuvo que despedirse del sombrío Blarc con pesar. Por más que el guerrero tenía formas muy distintas a las del sacerdote, otro hubiera sido el resultado sin la fe y la templanza del extraño vengador.

Con Zook se mantuvo en contacto. Nunca se sabía cuándo se podría necesitar un mago, y éste era uno muy adecuado para encontrar pistas y rastros que sin magia no se encontrarían.

Quedaba mucho por recorrer...