E... e.... estáis... ¿AQUÍ? -sus ojos estaban abiertos, y aún llevaba el abrigo con el que había salido, con el que había acudido al pequeño cementerio tras la iglesia-. ¡Santo Dios! Si estáis a... aquí -decía con miedo y a la vez interés-, hacedme una señal -y dejó caer el trozo de papel encima de la cama-.
Christopher volvió a coger la hoja y escribió.
"Sí, estamos aquí. Los cuatro. No sabemos como. Hiciste algo ¿verdad? Gracias, de veras pero ¿Qué es eso del fuego?¿Qué es lo que no se corrigió?".
Luego dejó la nota cerca de él, conque pudiese verla.
Nuevamente otra oleada de memorias fragmentadas cual un espejo roto llegaba hasta Dylan en forma de cuentagotas a medida que Christopher y su hermano menor intentaban comunicarse con Daniel y limpiar sus pecados. – Oh, dios… dios mío que he hecho. Cre…creo que y..yo y mi bocaza fue la llave de todo y… y no …n…puedo culpar a Daniel por su her…hermano m..muerto. Dilan ... perdón por haber m.. matado a tu hermano. ¡Perdón!– Dylan sollozaba sin consuelo alguno tras recordar aquella noche en la trinchera junto a Daniel. La bebida había aflojado su entereza y la sinceridad junto a su remordimiento acabo por condenar a todos los Evans.
Huw tardo unos minutos en reaccionar, la cabeza aun le daba vueltas cuando consiguió incorporarse de nuevo. Deberíamos de ira a buscar a nuestros hermanos, aquí no hacemos nada… querría ir después hasta el lago. Dijo con la voz entrecortada.
-¿Hasta el lago?- preguntó a su hermano mayor.
Estaba claro que aquello era lo que más les atormentaba. Habían marchado a la guerra y habían visto cosas terribles si, pero era muy distinto lo que se hacía en casa, en la paz del hogar. Podían desear matar a un hombre, a mil hombres en el frente, podían hacerlo y no pasaba nada, pero en casa, aun siendo un accidente...
-Vamos a buscarlos si -dijo mirando a Huw a los ojos- seguro que a ellos también les parece bien ir al lago.
Era curioso, porque en vida, al regresar al pueblo, Dafydd se sentía temeroso por cualquier cosa, pero ahora, sabedor de que estaba muerto, se encontraba mucho más tranquilo que sus hermanos, tal vez porque sus perdidas eran distintas y sus esperanzas menores.
Mientras Dylan lloraba desconsoladamente al lado de Daniel (que no percíbía absolutamente nada), éste observó cómo la nota volvía escribir algo, y allí se dibujaban unas palabras. Tras leerlo, se llevó su única mano a la boca. Apenas se podía creer lo que presenciaba, y tampoco podía articular palabra. Su mano temblaba y ahora se la llevó a la espalda... Cuando la sacó de nuevo, entre sus dedos llevaba una pistola.
¡Los Evans! -apuntó hacia delante, hacia donde estábais-. Por supuesto, él no veía nada, tan sólo miraba al fondo de su habitación y a la nota. Su mano temblaba irremediablemente, de una forma totalmente descontrolada y casi grotesca. Parecía como si fuera parkinson, pero aquello era del puro nerviosismo. Por momentos dejó de tener en tensión su brazo par derrumbarse de nuevo, e incluso se arrascó la cabeza con el cañón del arma. Parecía desesperado.
En seguida tomó un trozo de papel nuevo y lo tendió junto a la pluma, que parecía escribir sóla.
¿¡QUÉ QUERÉIS!? -gritó como un ladrón de bancos atrincherado por captores y sin posibilidad de huir-. ¡¡VENÍS A MATARME!! ¡¡VENIS A VENGAROS!! ¿¡NO ES ASÍ!? ¡¡EEEHHH!!
Fue entonces cuando se metió el cañón de la pistola en la boca. Sus ojos se abrieron enormemente.
El Lago.
El Lago Gweld.
Allí empezó todo. ¿Más bien sería el principio del fín?
Sin ir más lejos, salísteis de la casa donde os habíais criado tan felizmente. De vuelta a la casa de los Lloyd, escuchásteis un grito nada más estar ya en su puerta. Era la voz de Daniel, pero parecía proceder del piso de arriba. Abajo seguía todo descolocado, y al subir escaleras arriba vísteis que Dylan y Chris se encontraban en una habitación, en la que también estaba Daniel.
Daniel tenía una pistola cuyo cañón estaba introducido en su propia boca.
Nota: Dylan y Christopher tienen una pluma y un trozo de papel. Parece que se estaban comunicando con Daniel mediante la escritura en ese papel.
Postead ya para todos: Huw y Dafydd acaban de llegar a casa de Daniel y a la habitación de Daniel donde estan sus dos hermanos. Repito, posead para todos ;)
El hermano mayor había tratado de reorganizar todos sus pensamientos para poder expresárselos de una forma clara a sus hermanos, aunque el mismo dudaba que esas ideas fueran del todo correctas. El grito lo cambio todo situando sus pensamientos en un segundo plano, ¿Qué pasa? subió corriendo las escaleras saltando los peldaños de dos en dos. Al ver la escena Huw no pudo articular palabra, quería preguntar qué estaba pasando pero las palabras no surgían de su boca, finalmente solo consiguió gritar un par de palabras. ¡DANIEL! ¡NO!
Christopher lamentaba ver así a su amigo. Le habían arruinado la vida y ahora estaba a punto de perder lo poco que le quedaba de ella y de nuevo sería por su culpa. No se lo podía permitir. Se apuró a escribir. Primero con letras muy grandes. No sabía qué más podría hacer.
"¡NO!"
Y luego con un tamaño semejante al anterior.
"No queremos venganza, al contrario. Queremos tu perdón. Daniel, aunque no lo deseábamos, la verdad es que nosotros matamos a Gwylim. Fue un lamentable error que nos ha reconcomido la conciencia toda nuestra vida y aún ahora, después de muertos."
Como si estuviese vivo Dylan actuó sin pensar intentando quitarle el arma a Daniel. Después de todo lo último que el muchacho quería es otra víctima bajo su pena. Dio un salto hacia el ex soldado tullido e intento quitarle el arma cayendo sobre él.
Dafydd se quedó boquiabierto ante la escena. Daniel intentando suicidarse, Christopher escribiendo en un papel y Dylan intentando desesperadamente salvar a Daniel. Todo era caos y confusión y en ese momento pensó en cuántas cosas salían mal por esa confusión. Cuántas cosas en su vida tal vez se habían visto alteradas por gente en su estado intentando hacer algo bien y que acababan saliendo mal.
-¡Calmaos todos!- dijo el menor. No sabía que debían hacer, pero con Daniel, nada había salido bien y estaban llegando a un extremo demasiado peligroso.
A decir verdad comenzaba a tener miedo otra vez, pero miedo de las consecuencias de sus actos ya que si no tenían cuidado podían ocurrir cosas terribles.
-El mensaje que dejé en el cuadro...no es malo...no lo es...-pensó, pero ¿y si desencadenaba algo como lo de Daniel?
Pese a que Christopher escribió mucho en la hoja de papel, el nerviosismo de Daniel, las lágrimas en sus ojos y aquella extraña situación, sólo pudo leer el "NO", el cual interpretó como una pequeña petición del vacío de su habitación... Fue entonces cuando Dylan se precipitó contra Daniel, pero su propio cuerpo atravesó como si nada el de vuestro amigo. Definitivamente, no podíais tocarle. Aquella sensación era tremendamente frustrante.
Mientras Huw miraba la escena, el pequeño de los Evans reflexionaba sobre sus actuaciones. ¿Acaso desencadenaban consecuencias todo lo que hicieran? Lo cierto es que aquella extraña situación había venido sin interceder demasiado nada durante su permiso en Llandwydd. Vuestro mayor pecado había sido volver a visitar y honrar a vuestros padres, ¿acaso eso podría ser malo?
Daniel, finalmente, dejó caer la pistola mientras se debatía en un mar de lágrimas, agazapado en un rincón de su habitación. Sabía que allí estaban los Evans, lo intuía, y aquello le daba esperanza y pavor. Esperanza de saber dónde acabó su hermano y pavor... pavor de la muerte.
¡Gwylim! ¡Gwylim! -murmuraba con las piernas recogidas y los brazos alrededor de ellas Daniel-.
AL ver a Daniel tan afligido, Dafydd intentó recordar los momentos antes de su muerte. Su amigo se echaba la culpa y no sabían por qué. Ahora también habían comprobado que no podían hacer nada directamente con él, así que lo mejor era aclarar las cosas.
-¿Creéis que se siente así porque él ha vuelto y nosotros no?- recordaba que Christopher había sido alcanzado y Dylan también. En ese instante no sabía si eso había provocado su muerte, tal vez solo cayeran heridos, pero le costaba recordar algo mas- no creo que tuviera ninguna culpa, él no estaba en aquel ataque, ¿recordáis?¿cómo se llamaba aquel lugar?.
Se dio cuenta que incluso hablar podía provocar algo en Daniel. Tal vez los estaba escuchando como un murmullo y eso sería igual de malo que los mensajes, lo cual le puso los pelos de punta a Dafydd.
-Dejemoslo tranquilo un rato- dijo mientras se dirigía hacia la puerta- ¿Huw, sigues queriendo ir al lago?
Huw apretó con rabia los dientes, tenía delante de él al hombre que le había matado o que no había hecho nada para evitarlo. Lo justo era que Daniel se reventara la cabeza de un disparado, cerrando el ciclo de locura y venganza, pero Huw no tenía ánimos para obligar a alguien a hacer tal cosa. El suicidio era algo execrable. Vámonos, ya no podemos hacer nada por él, tendrá que cargar con la consecuencias de sus acciones esa será su condena, al igual que nosotros estamos condenados a bajar por el pueblo como almas en pena. La diferencia era que la muerte de Gwylim había sido un accidente, ellos no pretendían matarlo, pero Daniel lo había planeado la muerte de los hermanos y en su afán de venganza había matado a mucha personas inocentes. Las acciones de Daniel no tenían perdón.
Los niveles de frustración de Dylan ante la imposibilidad de comunicarse con Daniel eran muy elevados. Se había levantado tras caer a través del hombre tullido solo para refutar las ideas de su hermano. – Huw, el es la respuesta a nuestra visita en Llandwydd. ¡Nosotros matamos a su hermano! ¿Es que no puedes verlo? – su impotencia crecía como la marea, de oleadas cada vez mayores. - ¡Debemos hacer algo! – su desesperación le nublaba el pensamiento y no le permitía encontrar ideas nuevas.
¡Nosotros matamos a su hermano! Las palabras resonaron en la cabeza del mayor de los hermanos Evans. Mentira, nosotros no matamos a su hermano ¡Solo fue un accidente! La culpa fue de Gwylim, el mismo se sentenció a muerte cuando nos amenazó con la escopeta. ¡Todo fue culpa de Gwylim!
¡Debemos hacer algo! Su hermano tenía razón, había que hacer algo, no podían quedarse toda la eternidad en el purgatorio vagando como almas en pena. Lo único que podemos hacer es conseguir que la verdad se sepa, solo así podremos descansar en paz. Era una idea extraída de los sermones del cura, pero a su mente acudió otra idea absurda pero con cierta lógica. Si nosotros estamos aquí, puede que el espíritu de Gwylim también este atrapado en este purgatorio. Deberíamos de encontrarlo, puede que esté cerca de su cuerpo en el lago. ¿Puede que con la ayuda del espíritu de Gwylim consigamos que la verdad se sepa?
Huw era muy diferente a Dylan, incluso en fu forma de ver las cosas pero en algo estaban de acuerdo y eso era en que la respuesta podría hallarse en el lago. Con tal idea en la mente el joven muchacho pido prestado la pluma a su hermano Christopher y escribió únicamente dos palabras para Daniel con esperanza que pudiese leerlas. Escribió “Gwylim” y “lago”. Al terminar acerco la nota a Daniel y la dejo en el suelo junto a él para que en algún momento pueda leerla. – Vámonos, nada tenemos para hacer aquí. Vamos al lago. – Sin esperar la respuesta de los demás él comenzó a bajar las escaleras para aguardar junto a la puerta de la casa. No deseaba abandonar la casa por temor a no encontrar nuevamente a sus hermanos. Allí esperaría.
La nota volvió a escribir.
¡Santo Dios! -pensaba Daniel-. Entonces miró con dudas cómo la pluma escribía sóla algo más, en el último hueco blanco. Apenas ya había tinta (se notaba que se estaba acabando el pequeño depósitvo), pero alguien o algo parecía tener muy claro lo que escribía.
"Gwylim"
"Lago"
La cara de Daniel era un poema. Se quedó, literalmente, con la boca abierta, pensando sólo Dios sabe qué.
¿Culpabilidad? ¿Inocencia? ¿Accidente? ¿Venganza?
Todo ello, o quizás nada, era posible. Tampoco teníais la certeza al cien por cien de que estuviéseis muertos, o el porqué de que atravesárais paredes, aunque pudiérais coger algunos elementos... El caso es que salísteis de la casa, teniendo diferentes perspectivas acerca de vuestro amigo y de lo que sucedió en el pasado, lejos de Llandwydd, en el frente.
Pusísteis rumbo hacia el lado Gweld.
Ésta iba a ser la última escena, pero por no saturarla mucho de pestañas, abro la última a continuación.
Escena cerrada.