A pesar de que el Sol está muy bajo en el horizonte, su resplandor os ciega durante los primeros minutos en el exterior. Desorientados y sin saber cómo actuar, perdidos en medio de la inmensidad helada, dais tumbos en busca de cualquier cosa. En vano.
Pero de pronto notais algo extraño. El cielo parece oscurecer ligeramente y la temperatura parece aumentar tres o cuatro grados repentinamente. Entonces los veis, descendiendo desde los cielos, varios objetos brillantes que giran sobre vosotros. No lograis distinguirlos hasta que uno de ellos desciende hasta pocos metros de la superficie; tiene la forma de un disco, el tamaño de un campo de futbol y cientos de luces de todos los colores brillan aquí y allá de forma aparentemente aleatoria. Con una vibración, el hielo sobre las ruinas comienza a derretirse a una velocidad increíble, dejando las murallas, edificios y calles a la vista mientras una cortina de gotas de agua microscópicas cae sobre vosotros. En el centro de la ciudad, en la zona de excavación, una pequeña multitud observa el descenso de la nave.
(A partir de ahora veis la escena a través de los prismáticos que Alison, Gabriel y Lucius llevais en vuestro equipo. A norman y la enfermera se lo cuentan.)
Del edificio central surgen varias figuras distintas. Dos son Dra-kuv, miembros d ela raza reptiliana que una vez reinó en el lugar y que parecen escoltar a la tercera, un anciano de aspecto frágil sentado sobre una especie de trono que arrastra un aparato lleno de cables, tubos y otros artilugios. De la nave espacial surgen media docena de Dra-kuv aunque ligeramente distintos a sus compañeros "terrestres"; Los recién llegados son algo más altos y menos robustos, com si entre amos huboesen pasado cientos de miles de años de evolución. Los Dra-kuv hablan entre ellos y suben al anciano dictador a la nave. Las compuertas se cierran y la nave se eleva, dejando a todos los operarios en la ciudad, mirandose con cara de "¿Y ahora qué?".
La respuesta la dan los cemntinelas arácnidos y humanoides que parecen enloquecer y comienzan a disparar sobre todo ser viviente a su alrededor. Los operarios corren presa del pánico tratando de escapar de disparos y aguijones mientras las naves flotan a cierta altura. Finalmente, varios haces de luz surgen de las mismas, iluminan la ciudad y una enorme implosión sacude la Antártida entera. Cientos de toneladas de hielo vuelan por los aires, el estrépito os deja sordos temporalmente y os resulta imposible mantener el equilibrio.
Cuando recuperais el dominio de vuestros sentidos, os encontrais ante un enorme cráter lleno de agua. No queda ni rastro de la ciudad, de los nazis o las naves espaciales. Por un momento os da la senscacion de que todo ha sido un mal sueño y si no fuese por el albornoz de Norman y la enfermera que os acompaña, podriais llegar a creeroslo.
El sonido de un helicóptero os devuelve a la realidad y al giraros veis a un sonriente James Ward que os hace señas con la mano. Cuando toma tierra se acerca a vosotros con expresión sorprendida.
-¿Y bien? ¿Que ha pasado? ¿Habeis descubierto algo?
No e scoña, James no se ha enterado de nada.
La voz de Ward provoca en mi un sobresalto inimaginable. Me duele el estomago, tengo nauseas y la sangre se me ha helado en las venas. Soy consciente del aspecto que debo tener, mientras trato de organizar mis pensamientos miro a Ward, no es posible que no haya visto nada.
-Pasar?- hago una mueca intentando sonreir. Mi rostro esta tan blanco como la nieve que nos rodea- Querido James, creo que tardaremos horas en hacerle un resumen decente de lo que ha pasado. No va a creer lo que ha ocurrido
En ese momento me doy cuenta de que la enfermera nos ha salvado la vida. La ciudad entera ha desaparecido junto a sus habitantes, no queda ni rastro de todo aquello que hemos visto. Me vuelvo hacia Lucius pensando que nadie mejor que el puede responder a las preguntas del abogado.
-Creo que deberias ser tu quien le explique la pesadilla de la que hemos salido, Lucius. Eres cientifico y hablaras con mas coherencia que yo. Estoy empezando a creer que solo ha sido un mal sueño provocado por el frio del lugar.
No es necesario que nadie escriba un resumen completo d elos dos últimos episodios. basta con que digais qué le contais y poco más, como si os subís al helicoptero u os quedais allí de ermitaños. Quedan un par de post para que esto termine, asi que hacedlo bonito y ya está.
- ¡¡ NO !! - El grito de Lucius resuena en la explosión. Cuando el polvo desaparece, está de rodillas con lágrimas en los ojos, viendo el lago que se alza en lo que antes era el mayor descubrimiento arqueológico de todos los tiempos. Se lleva la mano al bolsillo de la chaqueta donde guarda la cámara fotográfica y suspira con un deje de añoranza, como si hubiera aprendido a amar esa extraña ciudad. Posa una de sus manos sobre el hombro de la enfermera, tal vez la única que también sienta lo mismo, y sin dejar de mirar el lago hace un resumen a Ward de todo lo acontecido.
Miro lo poco que queda de las ruinas con semblante impasible. Escupo sobre la nieve y me quedó observando fijamente a Mr. Ward.
Medito y lanzo mi sentencia.
- Me muero por un cigarro ¿tienes uno, míster?- y sin esperar respuesta, empiezo a reír por lo bajo, como si hubiera hecho una broma a la que solo yo le pillo la gracia.
Gabriel escucha en silencio mientras busca entre sus ropas su apreciada petaca, cuando la encuentra la agita, tratando de comprobar cuanto bourbon queda en su interior y una vez satisfecha su curiosidad quita el tapón y le da un trago, ofreciendosela después al fornido exmilitar.
- Ten Norman, creo que lo necesitas tanto como yo- le dice. Cuando Norman coge la petaca, Gabriel mira al señor Ward y se encoge de hombros -Sin duda que todo esto parece una locura, incluso a mi me cuesta creer lo que acabamos de presenciar.- comenta cansado
Subís en el helicoptero y le explicais a Ward vuestros descubrimientos, o al menos, las partes más creíbles de ellos. Éste os escucha entre el asombro y la incredulidad hasta que el helicoptero aterriza en un enorme buque militar con bandera del Reino Unido.
Una vez estais cómodos, habeis comido y os habeis vestido de personas normales, Ward os cuenta cómo el comando que los secuestró se vio diezmado cuando una docena d ehombres descendieron bajo el hielo y jamás regresaron, entre ellos Otto Wundermar, su líder y cómo logró escapar, hacerse con una radio y avisar a los militares que acudieron en el rescate de todo el equipo. Quisieron partir, pero no podían hacerlo sin saber nada de vosotros, por lo que decidieron esperar unos dias. Entonces tuvieron noticias de un enorme bloque de hielo que se había hundido y al llegar al lugar os encontraron. A pesar de lo apasionante de su relato, no os impresiona en lo más mínimo y regresais a vuestro hogar con una extraña sensación de vacío, com si os hubiese quedado algo por hacer.
Un año después
Lucius, después de todos los traumas por los que tuvo que pasar, se recuperó y actualmente está dando clases de arqueología y culturas antiguas en la universidad. Algunas veces sus lecciones derivan casualmente en ideas extrañas de civilizaciones perdidas bajo el hielo y el verdadero origen de la humanidad, cosa que muchos alumnos aprovechan para burlarse de él... hasta que perciben un extraño brillo en sus ojos, algo parecido a una mirada de seguridad absoluta que acalla cualquier reproche.
Gabriel comenzó un negocio como espiritista y vidente que funcionó mejor de lo que esperaba. Tal es su éxito actualmente que está terminando su primer libro: "La civilización perdida de los Dra-Kuv: El fin de Hitler", lo que se espera que sea un superéxito de ventas.
Norman sigue trabajando en su bar, con su hermano Phillip, encontrado flotando en un pezazo de hielo cual oso polar ,y una guapa camarera nórdica a la que ha tenido que enseñarle todo (si, todo) sobre la vida en el mundo real.
Y Alison avanza a través de la jungla, cortando lianas con su machete buscando la entrada a una pirámide en teoría inexistente. Cuando se topa con una losa cuadrada enterrada bajo la hiedra, sonríe al darse cuenta de que su abuelo estaba en lo cierto. Y pronto podrá demostrarselo al mundo entero.
FIN
vaya hombre, y sigo sin salir del armario...
Ey! Me gusta mi final! Sobre todo lo de la nórdica para darme calorcito por las noches!!
XD!