Partida Rol por web

Pasado el peligro podeis permitiros el inspeccionar la zona con más o menos detenimiento. Los cuerpos de los seis militares están esparcidos por entre las ruinas humeantes junto con el cuerpo de la bestia. Los hombres no llevan identificación alguna aunque os llama la atención el hecho de que lleven arneses incorporados en sus trajes, como si hubiesen llegado aqui escalando o dejandose caer; Por lo demás no hay mas pistas sobre la forma en la que han entrado aquí. Rebuscando un poco podeis encontrar algunas armas útiles.

En cuanto a la bestia, os dais cuenta de inmediato que se trata de un ser vivo. A pesar de su cabeza insectoide y sus patas mecanizadas, su torso es de carne y hueso, pero no su armadura, que parece implantada en su piel. Es como si fuera el producto de algún tipo de cirugía desconocida que lo haubiera convertido en el perfecto centinela. Por las marcas en su cuerpo, ha aguantado una enorme cantidad de fuego y disparos antes de caer.

La cruda realidad va tomando forma poco a poco en mi cabeza. Somos intrusos igual que lo eran los alemanes muertos, han sido masacrados por una especie de arañas prefabricadas por alguna mente enferma y seguimos sin saber donde buscar la salida. De pronto siento un ligero dolor de cabeza. Tenemos que pensar rapidamente como salir de esa ratonera. 

-Habeis visto lo mismo que yo. Esos robots tenian el cuerpo de un humano, alguien se ha dedicado a hacer experimentos poco agradables. Si nos encuentran nos mataran y no me refiero a los nazis. Volver atras seria inutil porque el agujero por donde bajamos no existe. Debemos buscar una salida cuanto antes y largarnos de aqui. Es el momento de pensar en algo, poned en marcha vuestra creatividad y pidamos a Dios que sea lo que sea que se nos ocurra sea bueno. 

Mi mente se niega a imaginar lo que ocurrira si encontramos mas robots, pero soy consciente de que la unica opcion es seguir adelante y buscar en el siguiente anillo. En silencio maldigo la hora en la que aceptamos acompañar a Ward en esta expedicion. 

Lucius asiente a las palabras de Alison - Aún no sabemos qué es lo que buscan esos nazis... S-sigamos hacia el centro. es la única opción.

Trago saliva y asiento, mirando preocupado los cuerpos destrozados que tenemos delante. Evalúo mis nuevas armas con aire inquieto, preguntándome si serán suficientes para salir de esta ratonera.

- Os sigo. No perdamos tiempo y salgamos de aquí cagando leches.

Inquieto Gabriel estudia a los nazis con detenimiento y tras hacerse con alguna arma, munición y algo de equipo que pudiera ser relevante, el ex sacerdote procede a quitar el arnés a los muertos y tendérselos a sus compañeros.

- Si estos alemanes han bajado por algún tipo de cuerda, para salir quizás esto nos sea útil-  les dice mientras intenta colocarse el suyo.

Una vez equipados, con vuestros nuevos arneses y armamento de calidad continuais vuestro viaje hacia el anillo interior. Al igual que el anterior, para acceder a él hay que cruzar un puente que pasa sobre un canal congelado, aunque éste es mucho más ancho y la nieblina más espesa y persistente. Sea lo que sea que haya al otro lado, estais seguros de que será el centro mismo de la ciudad y que allí estarán las respuestas que podrán esclarecer el porqué tanta gente estaba interesada en encontrar este lugar.

Continuamos en el Capítulo 4