Supongo que existirá una autoridad portuaria o alguien que lleve lo de la entrada y salida de barcos para cobro de aranceles y demás... Pues lo ideal sería ir allí y preguntar por un barco fletado por el Conde Smiorgan y que vaya a partir hoy.
Al lado de la puerta hay varios edificios. Uno de ellos parece ser una oficina. Tras preguntar en ella, se os indica donde está el único barco que tenía prevista su salida. Seguís las indicaciones, y llegais al muelle donde este se encuentra atracado. Allí paseando nerviosamente se encuentra el Conde Smiorgan con sus guardias, y dos figuras más.
Veo un carruaje llegar desde lo lejos. Según se va acercando, consigo distinguir dos figuras. La armadura que portaban no me permitía reconocerlas, hasta que las tuve cerca.
Una vez paró el carruaje, me acerqué a ellos: Estais todos bien? Qué ha sucedido? Por qué no esperasteis a que llegaran mis hombres a por vosotros? Pregunto con impaciencia.
Parece que su competidor se está tomando muchas molestias para que no llegue a tiempo a esas ruinas. Unos hombres se hicieron pasar por SUS hombres y nos tendieron una emboscada. Cako y el pantangiano murieron. No tenían demasiada experiencia en combate, y así lo pagaron. Alastor está grave dentro del carruaje, pero se sobrepondrán durante el viaje. Creo que llevamos un poco de retraso. Salimos ya? Mi tono era un poco condescendiente, y porque no, arrogante.
Salgo del carruaje y oigo lo que dice el melnibonés y añado:
De hecho, estoy seguro que no será la única triquiñuela que nos tengan preparada. Como dice el melnibonés, Alastor se recuperará por el camino lo suficiente para seguir... O para servir de carnaza, nunca se sabe ... pero sugiriría modificar la ruta naval para minimizar las posibilidades de un ataque en alta mar, un pequeño rodeo...
Por eso precisamente, cuando dije a mis hombres quería decir a ellos dos. Respondo señalando a mis guardaespaldas. Lamento la pérdida de vuestros compañeros, pero estas cosas suceden. Miro a los guardaespaldas y les indico: Sacad a Alastor del carruaje. Veamos en que estado se encuentra.
Mientras tanto, quiero presentaros a dos personas de entera confianza que irán con vosotros en el viaje. Ellos son Bon Ferres, y Jarred. Ellos serán los encargados de catalogar y decidir lo que puede tener valor y lo que no en esta expedición. Termino de decir para presentar a los que serán los encargados de la rentabilidad de la misión.
Bon estaba hablando con uno de los guardias personales del Conde... si... parece correcta, pero mejor pasate cuando volvamos que esos pasadores para la capa los tienes algo suel... en ese preciso momento el Conde se refiere a mi persona, dejo de hablar con el hombre y atiendo... con una especie de reverencia algo tosca me presento diciendo... con el permiso del Conde... soy Bon... Bon Ferres... al servicio del Conde... como el ha dicho, me encargo personalmente de tasar los objetos que son de valor, las que son merecidas de volver con nosotros del viaje... soy forjador desde hace bastantes años y se reconocer las buenas piezas solo con mirarlas, aparte soy bastante diestro con las armas cuerpo a cuerpo... veo que del carro sale de sus rendijas sangre... espero que su compañero este bien...
Jarred observó a los recién llegados mientras fantaseaba con el oro y fastuosas joyas que esperaba encontrar.
Excelente, zarpemos, zarpemos!!!! El oro de melnibone nos espera.
Motivo: Curación
Tirada: 2d6
Resultado: 7
Alastor, recuperas 7 Puntos de Vida.
Sadric desaparece de vuestra vista en la cubierta del barco. Mientras, los guardaespaldas del Conde, abren la puerta para ayudar a Alastor. Este todavía permanece inconsciente, pero veis como la gran herida que le habían hecho en el combate, está casi cicatrizada.
Subís todos a bordo. Se os presenta al capitán, y tras unas breves palabras de presentación se os acompaña a vuestros camarotes. El Capitán da la orden de zarpar, y la galera de guerra se pone en movimiento.
Quereis hacer algo durante el viaje?
Subo al barco tras Sadric y me dejo guiar hasta mi camarote, donde me quito la armadura y la dejo lista en un rincón para ponérmela si fuera menester...
Yo, aparte de estar al tanto de un posible ataque, nada en especial...
Yo descansaré y me repondré de mi herida.
Yo tampoco haré nada especial
Bon Ferres, tu quieres hacer algo?
Bon entra en el barco en el último lugar después de que todos los demás dejaran atrás el muelle, con algo de melancolía en sus ojos, intentando no verse relejado en su cara... para sus adentros y apollado en uno de los travesaños de la cubierta mirando al horizonte repito unas palabras... como un ritual que hago cada vez que enbarco... vaya a donde vaya y con quien vaya, la mar núnca ha sido mi compañera, espero que este cascarón aguante y que esos con quien me enbarco sepan en donde se meten...
Nada (espero que no nos hundamos y tengamos que nadar, xD), Dire y los demás, siento haber estado un poco ausente estos dias, me he pasado pero cosas de indole personal y profesional me han requerido un poco de tiempo, pero aqui estoy en el barco con vosotros a la aventura...
Desde vuestros camarotes escucháis el ajetreo de la tripulación yendo de un lado a otro para terminar de preparar la nave. Soltad los cabos, levad anclas truena la voz del capitán. La pequeña galera de guerra se pone en movimiento con la fresca brisa de la mañana. Una vez el barco está fuera del puerto, la mayoría de la tripulación baja a la bodega. Se empiezan a escuchar improperios de todo tipo: Vamos nenazas!!!!! vuestras mujeres lo harían más rápido que vosotros!!!!!!!!!!!!! mientras un tambor va marcando el ritmo de la cadencia de los remeros.
El viaje es tranquilo y aburrido. Alastor se recupera de sus heridas por completo gracias al anillo que Sadric le dejó.
Aquí vamos a hacer un pequeño parón, ya que vamos a subir habilidades. Ahora voy a abrir otra escena nueva y allí os explico todo. Después, seguiremos en esta.