Partida Rol por web

Eh, mi teniente, señor, parece usted muy pálido... ¿No habrá pillado algo? Debería hacer que le viera un sanitario.

Sullivan! - dice Miller en lo que parece mas un ladrido que otra cosa - Quien se ha creido usted que es? Es esa la forma de hablar con un oficial? Disculpese ahora mismo!

—Mi sargento, claro que me disculpo, el Teniente por supuesto que no parece que está totalmente nervioso y casi enfermo. ¡Es el colmo de la salud! Mi teniente ¡Señor! Le presento mis más sinceras disculpas.

John se había levantado y hablaba nervioso.

¡Disculpe, señor! ¿Se sabe el número de puestos que cada grupo debe destruir, señor? ¿Sabemos el modelo de los cañones que han apostado los alemanes, señor? Quizá necesitemos un pequeño polvorín andante, señor.

- En nuestro caso, tenemos una sola posición que destruir - carraspea un poco - Un Flack 41 en la colina 27, guardado por... - intenta evitar que se le quiebre la voz - veteranos de las SS de Rusia. Que el sargento pase al capitán una solicitud de todo el equipo que requieran.

—Mi sargento, claro que me disculpo, el Teniente por supuesto que no parece que está totalmente nervioso y casi enfermo. ¡Es el colmo de la salud! Mi teniente ¡Señor! Le presento mis más sinceras disculpas.

La mirada de ira del teniente deja claro quien va a ir delante a cruzar los setos. 

- Solo es un catarro - dice el teniente, ahora si con tono cortante y militar - Gracias por su preocupación, soldado.

- Saldremos a las 24:00, les quiero equipados y listos a las 23:00. ¿Alguna pregunta, sargento?

William asiente con seguridad y una media sonrisa se asoma.

Bien, a volar ese cañón.

La misión sonaba simple, de no ser por esos veteranos de la SS que se interponían entre ellos y el cañón. Pero ya encontrarían una forma de llegar.

- En nuestro caso, tenemos una sola posición que destruir - carraspea un poco - Un Flack 41 en la colina 27, guardado por... - intenta evitar que se le quiebre la voz - veteranos de las SS de Rusia.

 Miller ignoró el miedo en la voz del teniente. Era un hombre joven, no acostumbrado al mal que habita en el corazon de los hombres. William no tenia miedo a las SS. Poco podian hacerle

No temas a los impíos ni envidies a los que cometen injusticias; porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto. (*)

Que el sargento pase al capitán una solicitud de todo el equipo que requieran.

Si, señor. Lo haremos inmediatamente

- Saldremos a las 24:00, les quiero equipados y listos a las 23:00. ¿Alguna pregunta, sargento?

No, señor. La tropa estara lista a su hora. - se gira hacia sus hombres y dice con autoridad - Ya habeis oido al teniente. Moveros! - Miller empieza a ladrar ordenes para estar listos para el ataque

El teniente saluda y se da la vuelta.

- Hasta la noche caballeros. Estarán en mis oraciones.