Partida Rol por web

Frieda: De tanto forcejeo el amarre te esta haciendo daño en las muñecas y pierdes un punto de vida. Recordando sabes que Fitzpatrick esta esperando tu llamada en un mas o menos una hora aun, asi que ... cuales refuerzos?

Michael: Recibes otro impacto de bala en el hombro derecho y caes en el suelo viendo el cielo estrellado. Aun no entiendes que has pasado y realmente el hombre debe ser muy buen tirador. Sientes como la vida se te va de las manos y piensas en Frieda cuando escuchas los grito de una mujer en la maleta del auto. Sabes que tu disparo acerto pero no ha sido suficiente para detenerle, tendria chaleco, tal vez no lo sepas nunca. Frieda se te escapaba de las manos en un recuerdo atroz. Enderezas la cabeza y ves como el hombre ha abierto el porton y sale a la calle. Es un tiro dificil pero puedes darle antes de que escape. Tienes (3) de vida.

Frieda grita de dolor cuando trata de soltarse de nuevo. Comienza a desesperarse. Sabe que allí fuera las cosas no están bien... De estarlo Mike ya estaría entrando por la puerta. Rompe a llorar en silencio, rindiéndose a lo evidente.

Otro disparo, otro impacto... esta vez me da en el hombro. El dolor es insoportable. Siento que las fuerzas se me van y el dolor no me ayuda a permanecer centrado. Oigo el grito en el maletero del coche. Fry... mi dulce y tierna Fry... Con lágrimas en los ojos, pensando en ella, vuelvo a mirar hacia donde está el tirador. Huye...

Note como mis ojos se cerraban, estaba cansado... aun así mantuve mi arma todo lo firme que pude. Me costó apretar el gatillo, casi no me quedaban fuerzas. La bala salió disparada y cruzó con firmeza hasta llegar a su objetivo. Oí un grito y un golpe antes de que todo se volviese oscuro.

Frieda: Viste como un hombre se acerca a ti y aunque no te da chance de verle la cara ves como un pañuelo te para la boca y la nariz y en menos de 20 segundos caes inconciente.

Cuando despiertas estas desnuda igual que antes en una celda con barrotes de metal, estas tirada en el suelo. Las paredes son de piedra y el suelo es de tierra. Estas desnuda como antes aunque solo con tu bikini y la luz es bastante tenue. De hecho no ves de donde viene la luz. Frente a la celda hay otro celda vacia.

Escuchas voces lejanas que aun no identificas. Tienes mucha sed y hace bastante calor. No sabes cuanto tiempo ha pasado. No tienes amarres ni mordazas

¿Mike? Pregunté al hombre que se acercaba hacia mi. Tenía la esperanza de que fuese él. Mi heroe, el que siempre me cuida y proteje... La luz y los ojos llorosos no me permitían verle bien. ¿Eres tu, mi vida? Volvía preguntar hasta que me di cuenta, ya tarde, de que no era Michael. El cloroformo entró enseguida en mis pulmones y me dormí casi al instante.

Comencé a abrir los ojos. Estaba tendida en el suelo, sobre arena. Alcé un poco la cabeza y vi los barrotes de una celda. Al mirar a mi alrededor me di cuenta de que estaba enjaulada. No tenía nada salvo mi bikini y ese dolor en las muñecas. Eso me hizo recordar que realmente estuve presa, atada a aquel tuvo. Que pude hablar con Rebecca y que Mike... Dios! No...

¡NOOOOOO! Grité en mi celda, dolorida por el pesar de haber perdido a mi amor en aquel lugar. El chillido desgarró mi alma y mi corazón. Ya nada tenía sentido para mi. Rompí a llorar mientras oía unas voces en la lejanía. La Frieda de hacía 24 horas, seguramente estaría luchando o buscando como salir de allí, pero esta nueva Frieda no era capáz de ver la luz.

El calor comienza a apoderarse de mi y mi cuerpo comienza a pedirme agua y que le enfríe. Pero sólo me doy un poco la vuelta, buscando uno de los rincones de la celda donde sentirme mínimamente protegida, donde poder llorar por mi amor mientras mi corazón y mi vida se van rompiendo poco a poco en mil pedazos.

Conforme agudizas tu oidos y sales de tu dolor escuchas mas detenidamente.

Voz 1: Jefe la tetona parece que desperto.

Voz 2: Bien, ahora me ocupo de ella, dejame terminar con la rubia.

Gemidos de una chica.

Voz 1: Va a quedar bien linda jefe, es usted un maestro.

Voz 3: Jefe, llego el reporte, Nicola esta muerto. Murio afuera de su casa.

Voz 2: Y el tipo que lo mato?

Voz 3: No sabemos jefe, la policia llego y al parecer se lo llevo una ambulancia pero no creemos que sobreviva.

Voz 2: Hay que encargarse de Gumer y de ese tipo si es que esta vivo.

Voz 3: Si señor.

Voz 1: Señor me deja probar a la rubia antes de empacarla.

Gemidos de mujer desesperada.

Voz 2: Esta bien puedes probarla pero no la ensucies y llamala por su nombre... le pondremos sabandija aunque le puedes decir Sabi, por cariño.

Mas gemidos, y una risa de hombre... y luego silencio.

Un hombre se acerco a tu celda y te miro impasible desde una mesa auxiliar con unas herramientas.

- Muy buena adquisicion, serviras para mucho. Eres un buen pedazo de carne. Veamos que nombre te pondremos...

Saco unas llaves y entro a tu celda mirandote divertido como quien ve un torta entera y no haya donde dar el primer mordisco.

Te acaricio el cabello y luego el rostro como evaluando tu estado y poniendo su mano en el cuello te hizo levantar hasta que quedaste de pie.

Viste como un hombre con un pantalon negro y camisa de operaciones militares negra se quedaba en la puerta con una metralleta sobre su pecho.

El hombre con el delantal te miro de arriba abajo y sacando un cuchillo termino de retirar la panty que llevabas dejandola caer al piso. Con su manos enguantadas recorrio las lineas de tu torso y luego llego a tus senos cargandolos en cada mano y pellizcando los pezones que reaccionaron al instante, luego los solto.

Sus movimientos era lentos y especificos como un medico revisando un paciente o un carnicero viendo donde hacer el corte. Sus toque no tenian nada de sexual ni lujuria, eras un objeto que el revisaba con cuidado. Acerco su cabeza con tranquilidad y aspiro tu olor...

Oye, queria preguntarte, de que se trata Viaje sin Retorno, tu partida como directora?

Poco a poco fuí expulsando ese dolor de mi cuerpo a través del llanto y me fui serenando. Al fondo, continuaba escuchando voces y traté de agudizar mi oído para poder escuchar algo.

Inicialmente no sabía bien de que o quien hablaban, hasta que pronunciaron el nombre de Gumer. Entonces la conversación cobró vida para mí. Como sospeché, Mike estuvo fuera, debió de acabar con aquel hombre pero quedar muy mal herido. Casi muerto por las palabras de aquellos hombres. No podía hacerme a la idea de que viviese aún, ni debía guardar esperanza alguna, pues estos hombres estaban decididos a matarle si vivía.

Lo único que podía hacer era intentar sobrevivir y tratar de escapar de aquel lugar. Supuse que la rubia a la que se referían era Rebecca. No quería imaginarme que era lo que la estaban haciendo, aunque la conversación lo dejaba bastante claro. ¿Cómo llegamos aquí? Según Rebecca, sólo había un hombre con ellas... ¿Quienes son estos?

Las preguntas comenzaron a bombearme la cabeza aplacando los gritos de la mujer. De pronto se hizo el silencio e instantes después aquel hombre abría la puerta de mi celda. Hubiese sido una buena ocasión para intentar huir.... Si su matón con aquella arma pegada al pecho no hubiese estado con él.

Su mirada era seca y fría. Me miraba como si fuese un pedazo de carne al que fuese a hacer filetes para cocinarlos luego. No puse resistencia alguna cuando me elevó del suelo, haciéndome estar de pie. Sacó un cuchillo, noté su hoja sobre mi piel... sobre mi muslo... Jugueteaba con él mientras yo mantenía mi mirada alta, perdida en la pared del fondo y mi corazón se aceleraba por el miedo. Luego optó por usar el filo de su arma con la poca tela que llevaba puesta, dejándome completamente desnuda. Luego sus manos se posaron en mi pecho.

Cerré los ojos, cada vez estaba más incómoda y asqueada con esa situación. No podía ver a través de los ojos de aquel hombre. No era capaz de descubrir sus verdaderas intenciones... O realmente no lo quería ver.. no es lo mismo ser cazadora de psicópatas que víctima y en esta ocasión, yo estaba de ese otro lado.

Acercó su rostro a mi, inspirando con fuerza mi olor. Pude notar el suyo, concretamente ese olor casi metálico que desprende la sangre. Abrí los ojos nuevamente, había miedo en mis ojos. Si quería salir de allí con vida debía aguantar todo lo que me hiciesen y ser lista.... y sumisa. Pero la pregunta era.. ¿Podría soportarlo?

- Te llamaras Zafia, dijo dandote unas palmaditas en el cachete. - Si no sabes lo que eres, ya te enteraras...

Te dio la vuelta y bruscamente te empujo contra la pared por lo que extendiste tus brazos para no golpearte. Con su pierna hizo que separaras las tuyas y con un dedo seguio por la linea de tu espalda hasta llegar entre tu nalgas y un dedo se deslizo entre ellas hasta llegar a tu culo y empujo hacia dentro por lo que apretaste instintivamente.

- Vaya, Zafia, estas apretada, que bien, te van a disfrutar los muchachos y mucho. Te susurro en el oido.

Acto seguido sentiste un pinchazo en una nalga y algun liquido quedo dentro de tu cuerpo. Te habia inyectado algo. Te volvio a girar y admiro tu cara de miedo.

- Aprenderas... todas lo hacen eventualmente. - Y recuerda las bestias no hablan. Salio de la celda.

En la entrada le dijo al guardia: - Toda suya, ya sabe sin marcas, no me dañen la mercancia.

El guardia entre con una lascivia en la cara y saco un pedazo de tela de la espalda, era como una bolsa pequeña que contenia algo duro por dentro. Alzo la bolsa y comenzo a golpearte sin deternerse. Al mismo instante entraron dos guardias mas y aunque el espacio era reducido se ubicaron de tal forma que los tres tenian espacio para golpearte sin detenerse. En si un golpe no era mucho pero esto fue una golpiza de varios minutos que perdiste nocion del tiempo y del espacio. Tus brazos trataron de defenderse hasta que algun golpe alcanzo tu cabeza y luego otro y caiste. En el piso siguio la golpiza hasta que estaba en el suelo recibiendo mas y mas golpes.

Los hombre se burlaban de ti aunque no tenias chance de escuchar bien lo que decian....

Aquel hombre me giró y empujó contra la pared. Puse mis manos para no golpearme con ellas. Pude sentir el dolor en las muñecas. Las miré un instante. La sangre estaba coagulada pero aun no había costra, por lo que supuse que sólo habían pasado una o dos horas desde que me drogaron... Quizás tres...

Noté su dedo por mi espalda y como lo clavó dentro de mi. En otra situación, eso me hubiese encantado, Mike lo sabía bien, pero en esta sólo sentí dolor y amargura. Apreté los dientes con fuerza, evitando así que cualquier gemido saliese de mi cuerpo y entonces llegó ese pinchazo... No me lo esperaba. ¿Qué.. qué me has pinchado? Pregunte asustada, con la voz quebrada por el miedo. El hombre me giró y disfrutó con mi rostro aterrado.

Lo que pensaba.... sumisa y en silencio. Me vino a la cabeza tras escuchar el "consejo" de aquel hombre con olor a sangre seca. Cuando creí que todo había terminado, al menos por ese rato, ese tipo autorizó al matón de la entrada a divertirse conmigo. Creí que trataría de forzarme y violarme, pero no... sacó algo de su espalda y comenzó a golpearme.

Me cubrí con mis brazos la cabeza y me encorbé para proteger el vientre. Pronto sentí como se unian dos hombres más. Los tres golpeando, lograron quebrar mi endeble defensa y dos certeros golpes me derribaron al suelo, donde repetí la operación mientras pude, esta vez me hice un ovillo, usaba mis manos, con los puños cerrados, para cubrirme la cabeza, el brazo que quedaba arriba ayudaba a cubrir mi costado y las piernas trataban de cubrir el resto.

Dolía y yo resoplaba a cada golpe, procurando no gritar, no gemir.. aunque siempre se escapaba algo. Mis ojos estaban cubiertos de lágrimas por el dolor y tenía ganas de pedirles que parasen. Pero las bestias no hablan. Debía atenerme a sus reglas para sobrevivir.

En medio de aquella tormenta de golpes, recordé a Rebecca. No sabía como estaría ella, pero la había fallado... Y al director Fitzpatrick, quien confió en mi y en Mike para rescatarla... Mi ángel...¿Dónde estás? Te necesito a mi lado... Mi mente viajó junto a Mike y los golpes comenzaron a doler menos. Era como si hubiese salido de mi cuerpo.. o quizas era el inicio de un desmayo provocado por el dolor.

Las palabras de aquel tipo regresaron a mi cabeza; "la policia llego y al parecer se lo llevo una ambulancia pero no creemos que sobreviva". No le tocaron, no saben quien es... y Fitzpatrick deducirá que es mi amigo... No es un agente, pero se le tratará igual, tanto en el hospital como en protección.... Debo tener esperanza... Un nuevo golpe me sacó de aquel estado. No entendía porque esta paliza, pero ellos no sabían que había encontrado un hilo de esperanza al que aferrarme y por el que luchar.

Luego de que tus fuerzas decaen por los golpes uno de los hombres te abre las piernas arrodillandose entre ella mientras otro sujeta tus brazos. Es obvio lo que va a pasar y no hay salida posible. Aun te queda algo de fuerzas para resistir pero son tres y sabes que pueden continuar dando golpes.

Podras resistir?

El tercer guardia se va quitando los pantalones para esperar su turno. Mientras los tres se jactan del suculento regalo que les dejaron.