Partida Rol por web

- No! - exclamó aferrándose al cuerpo de David. Cuando Anne-Sophie lo apartó para coger el timón, Maddie se quedó ahí, abrazando a su prometido y lo dejó en el suelo con cuidado. - No.. no puedes irte, es muy pronto todavía. - dijo frustrada. 

Con lágrimas en los ojos se levantó y disparó. 

- Morid cabrones, morid todos . - masculló mientras disparaba.

Mientras frías gotas de agua de mar os salpican, abrís fuego contra las dos motoras que os persiguen. Madeleine logra canalizar toda su rabia, su miedo y su angustia en guiar la bala de su arma contra el corazón de uno de sus perseguidores. Tras el tiro certero, se vuelve a poner a cubierto, agachada, al lado de su prometido David. Al ver cómo poco a poco deja escapar su vida segundo a segundo, sabe que a ella también le han dado en el corazón.

Hans, con frialdad germana y sujetándose el sombrero con su mano izquierda, se levanta y dispara el arma de David con tan buena fortuna que atraviesa el estómago de otro carabinieri, que cae sobre el suelo de su motora entre horribles dolores cuando sus ácidos estomacales se derraman por el resto de sus vísceras.

Desde la otra motora sale una ráfaga de disparos contra los mercenarios...

Con sus manos agarrando el timón siguió pisando el acelerador. Tenían que alejarse de allí. Las balas sonaban a todo su alrededor, confiaba en que ninguna le diese, nunca había muerto, e Italia no era un sitio para morir.

Pero la suerte no quiso que fuese así, un fuerte impacto le dió en la espalda, empujándola hacia delante, sus brazos flequearon dejándola caer, la sangre que le salía de la boca le bajó por el rostro, mientras tanto todo a su alrededor se oscurecía lenta e inexorablemente.

Sobrevivid...

Anne-Sophie cabalga las olas con una destreza repentina, ganando distancia con los perseguidores y adentrándose más en la oscuridad del mar que es a la vez, su camino a la libertad.

vamos solo queda una - dice viendo como las balas se pierden en el aire, mientras la suya impacta en uno de los perseguidores  , la suerte del principiante supone  y espera que siga durando cuando vuelve apuntar la pistola y aprieta el gatillo.

El miedo le había recorrido la espina dorsal, había previsto que su final estaba cerca, pero un golpe de suerte la había hecho resistir.

Seguid disparando, ¡Vamos!

No podía morir alguien más. No. Con la muerte de David tenía suficiente. Por suerte Anne pudo esquivar aquellas balas y la persecución siguió su curso.

Maddie disparó con todas las ganas que pudo ponerle. 

Morid cabrones. dijo y en su tono de voz se pudo percibir... que no había ni un atisbo de piedad. Estaba muy enfadada.

El disparo fortuito de Hans lanza al agua a un carabinieri con una herida en su cuello, sentenciándolo de muerte. Hans, poco acostumbrado a las armas de fuego, permanece incrédulo unos instantes observando el humeante cañón de la browning. La walther de una enfurecida Madeleine hace lo propio y derriba otro perseguidor, mientras sus lágrimas se mezclan con las gotas del Mar Mediterráneo salpicándole el rostro.

El carabinieri armado que queda en la motora que os sigue efectúa su disparo contra vosotros con una suerte incierta...

Disteis un salto de varios metros sobre una elevación de agua que os hizo agarraros a la jarcia para no caeros. Cuando vuestra motora cayó de lleno contra la superficie del mar, os girasteis rápidamente para comprobar la distancia que os separaba de terminar los días en una prisión italiana. Atrás, el único carabinieri armado que quedaba se colocó erguido y apoyó su rifle en el cuerpo. Le imaginasteis sonriendo, como si fuera a hacer el tiro de gracia, pero entonces, la ola que os hizo volar unos instantes antes hizo saltar a la motora del tirador, lanzándolo por la borda. Su compañero, a los mandos de la motora, no tuvo más remedio que detener el motor para auxiliarle. Ya nadie os persigue. Sois libres.

VARIOS DÍAS DESPUÉS...

Saboreáis un té en una pequeña terraza de un restaurante en las inmediaciones del puerto de Londres. Theresa os acompaña, con su media melena castaña y sus gafas oscuras. Habéis pagado a un jovenzuelo que trabaja en la naviera para que lleve el equipaje y conduzca a la religiosa Theresa hasta su camarote. Efectivamente, es una despedida. Theresa regresa a Portugal.

Las gaviotas vuelan mar adentro pues llega el atardecer y siguiendo una suerte de rutina biológica, saben que es la mejor hora para encontrar peces. Con el atardecer también llega el momento de subir a bordo.

- Les agradezco que hayan puesto la Profecía a buen recaudo. - Dice Theresa, sincera. - Y al mismo tiempo les pido perdón en nombre de mi país, Alemania, por todo lo que está por suceder. El mundo va a cambiar.

En ese momento, Theresa se pone en pie y el jovenzuelo se acerca, presuroso. Coge el equipaje y a Theresa del brazo, y tras un ahogado "gracias", se deja llevar hasta la rampa de subida al barco que la lleva al viejo continente.

Permanecéis un rato más allí, terminando el té, recordando a David, admirando el atardecer y pensando en la próxima misión de dentro de unos días, algo acerca de una expedición a Rumanía.

Hans saboraba el te sin decir una palabra, los recuerdos de los dias anteriores se mantenian aun frescos a la par que dolorosos y tras valorarlo decidio romper aquel silencio- Meine Freunde,  antes de esta ultimas semanas habai estado pensando en todo lo vivido, las veces que hemos puesto nuestra vida en peligro  primero con la mascara de fu kang, despues cuando entramos en aquella camara dedicada a la plaga, no hace mucho en los cimientos del Hogar del buen Abner y ahora aqui, parece que desde que nos hemos juntado la muerte nos persigue igual que nosotros perseguimos la sombra de Thule y los misterios del inmortal, esta vida lejos de la tranquilidad de las bibliotecas sin duda no es para mi un intelectual- Hans hace una pausa mirando con la vista perdida el fondo de su taza de Te- Sin duda deberia retirarme, volver a mis trabajo olvidar mi patria, al inmortal, a la supuesta plaga que asola alemania, pero hemos sacrificado tanto y a la vez puede que hicieramos tanto daño- dice levantando la mano y enseñando la marca que habian ganado en la tumba de la plaga definitiva- por lo ocurrido a David, Herb y Abner no puedo echarme a atras, muchos misterios hemos dejado sin resolver y si la joven zimmer esta en lo cierto mi patria avanza hacia un futuro oscuro del que merece arrepentirse antes de que suceda, no dejare que eso pase si esta en mis manos aunque muera en el intento dare todo de mi por proteger el mundo de lo que sea que esta por venir.

Hans habia encontrado una determinación renovada, habia empezado aquello como un trabajo y habia encontrado un objetivo algo que trascendia su interes academico, la perdida de tantos amigos a lo largo del ultimo año le habia cambiado su visión aquello se habia tornado personal  y aunque aquello le llevara a enfrentarse una y mil veces con sus compatriotas llegaria al final de aquello con orgullo por los que no podian estar alli.