Partida Rol por web

Aprieto aquella tira de cuero y muerdo al sentir la aguja traspasar mi piel, aflojo un poco al salir. La acción se repite acostumbrandome al dolor, y a la tercera punzada estoy bebiendo de nuevo. Trampas, malditas trampas. Por eso odio a los grupos, por eso odio mi nuevo estado, Antes.. pero esos ya eran otros tiempos. Ahora necesitaba saber, necesitaba respuestas. Apuro otro poco de alcohol por mi garganta. El dolor ha desaparecido y el telefono ha sonado. Una breve conversación y aquella pregunta que resonaba en mi cabeza ha sido resuelta. Alexander Hartfield, el es su "jefe". ya tengo un nombre con el cual comenzar, un probable... conocedor de todo lo que ocurrió en ese lugar. Una fuente de respuestas. No se como, pero estoy de pie y me dirijo hacia donde reposan mis cosas.

-Te acompañare.

La niña parece sensata.. y útil. Tiene valor, y parece útil. UN recuedo quiere azotar mi cabeza, pero lo amortiguo con mas alcohol. Debemos ir a por el chupasangre...

Peyton se sentía extraña con el comportamiento del líder, cuando se intercambiaron los sitios, la joven cachorra llevó la mano hacia el brazo de Harold, haciéndole una caricia para calmarlo. Sabía cómo era él, ni ella misma lo soportaba en ciertas ocasiones, pero las órdenes del líder eran implacables, no podían hacer nada.- Shh.. Harold.-Pidió en un susurro. Mientras se dirigían fuera de allí, miraba todo con curiosidad, aquello era nuevo y se sentía en peligro todo el tiempo. Cuando el automóvil frenó la loba se asomó desconfiada, sintiendo que el vello de la nuca se le erizaba, no le gustaba nada ese sitio, no era su hogar. Abrió la puerta lentamente y bajó de un  salto, acomodándose la ropa bien, al igual que el pelo que lo tenía levemente desordenado. Miró a Dante, pero no dijo nada, solo tomó en brazos a Illana, asegurándola "No me gusta este lugar, no me gustan ellos..."

Sin protestar siguió a Dante, quedándose cerca, no quería admitirlo, pero sentía miedo en ese lugar, lo que no se imaginaba era que aquello empeoraría por momentos. Cuando llegó a la habitación, dejó a la licano sobre la cama, alejándose a otra habitación contigua. Mientras esperaba a que Dante se cambiase, un par de vampiros entraron allí. La joven cachorra los miró fijamente, desconfiada.- ¿Qué buscáis? Alejaros de mí...-Susurró mientras se pegaba a la pared. Ellos no cruzaron palabra, solo se acercaron y la desarmaron completamente, lo que ella vio cómo una osadía, pero no se quejó... Cuando ellos se fueron suspiró, acercándose a la ventana "Esto es injusto... Encima de estar en la guarida de ellos, tengo que estar desarmada" pensó.

Cuando la puerta se abrió de nuevo, la joven se giró asustada, pero solo era Dante.-¿Qué hacemos aquí?..-Preguntó. Cuando él se acercó esta bajó la mirada, evitando la de él.- Estoy mejor que ellos... Solo tengo molestias en mis oído y estoy algo mareada, por ello. Pero en un par de minutos todo habrá desaparecido del todo.-Asintió con la cabeza, mirándole desde abajo, tal cual cachorra asustada.- No, me quedaré aquí, no quiero dejarte solo... Pero que no vuelvan a acercarse a mí. No quiero que me toquen... Me quitaron todas mis armas, estoy asustada, pero no lo suficiente cómo para huir de aquí. Me quedo aquí.-Sentenció tajante.