Partida Rol por web

Rachel disfrutaba del momento, de como iba a  cortar a la loba, como iba a bañar las paredes de esa habitación con sus vísceras  y luego de desharía de la perra de James, después de todo no era lo que necesitaban, sino a la humana que estaba corriendo ya por el pasillo. 

Illana había saltado en la arremetida contra la vampiresa, pero en el último momento la vampiresa esquivó a la licana y se movió hacia Peyton, moviéndose entre las sombras, tomó a la licana por el cuello,  sacando un puñal para colocarlo en su cuello.

- ay.. la perrita creyó que me atacaría... - se burla, y presiona el cuello de Peyton lastimándola, en eso llega Dante, saltando desde la escalera a la mitad del pasillo- ohhh la familia reunida- se burló de nuevo -  presionando de nuevo el cuello de Peyton- sólo nos falta Creed... o no preciosa... así podrías decidir cual de los dos es el padre del hijo que esperas.. sii maravilloso - soltó aquello mientras Dante, aún en estado de crino se contiene para no atacarla.

Tomo mi ballesta, y con presteza disparo uno de mis virotes con punta de plata contra la espalda del Berkeser, y preparo mi sable.

Peyton vio como la vampiresa salía de entre las sobras demasiado tarde como para esquivarla, estar en una forma humana solo dificultaba todo aquello. Sus manos acabaron sobre la muñeca de la vampiresa, aunque una de ellas subió hasta la del puñal para evitar que este se clavase.- Qué ocurre... ¿Te... Duele que deseen... A otras mujeres que no seas tú... Rachel? Debe ser realmente duro ver como Creed viola y disfruta con otras... Que no eres tú..-Le escupió con maldad, la licana clavó sus uñas en la mano de Rachel cuando esta apretó aún más, sintió como le faltaba el aire y eso la agobiaba, tanto que pataleó para soltarse."¿Por qué el sello no se rompe...?" Movió la cabeza intentando liberarse, pero cuando sintió a Dante se quedó quieta, sus ojos suplicaron ayuda, pero sabía que no podría hacer nada si la vampiresa decidía partirle el cuello.- Qué... ¿Un hijo...?

Si es que era posible su piel se puso aún más pálida por el miedo y los recuerdos que le golpeaban la cabeza.- Te mataré... A ti y a Creed... Os mataré a los dos..-Se movió de manera brusca intentando libetarse.- Dentro... Den-tro de mí no cre-ce nada... ¡¡Y mucho menos un demonio!! Antes me quitaré la vida que traerlo al mundo...-Sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero aún así mantenía esa mirada salvaje y ansiosa de sangre. Rachel salvaba que Peyton no podía transformarse, pues de ser así hacía rato que ella estaría ensañándose a muerte.

Aquel licano en forma híbrida lo veía todo sumido en un contenido frenesí, entre la furia de un Ahroun y la cabeza fría de un humano.

Tenía mucho que agradecerle a Illana, sin duda alguna.. Ahora resultaba mas letal. Mas poderoso...

Sabía que había herido a aquella bestia, pese a salir despedido. Poco a poco se incorporó como pudo, y vio a aquel cazador que había pujado por sus propios intereses. Si estaba allí, era por Temperance. Él no le interesaba en absoluto, eso estaba claro.

-Lárgate, humano. Lo que buscas está en el segundo piso.

No le dirigió mas palabras. Volvió a abalanzarse contra su enemigo, esta vez, primero a cuatro patas, y tras ello con las garras por delante, buscando las entrañas de aquel monstruo con sus garras, en una carga sobrenatural, poderosa y bastante violenta.

Nisiquiera se fijó en lo que seguiría haciendo el cazador que anteriormente había dejado claros sus intereses egoístas.

Lo he hecho simplemente fatal, no he sabido moverme y he delatado mi posición, y encima este maldito chupasangre parece ahora mismo más interesado en hacerme compañía que de encargarse de lo que de verdad importa.

Cuando veo volar el jeep no puedo menos que sentir un escalofrío, a falta de uno esta vez son tres berserkers, tres bestias imparables, ¿qué cojones vamos a hacer?
Pero lo mejor de todo es que ni si quiera me tengo que preocupar aun por esas monstruosidades, porque si me descuido caeré a manos de los lobos.
Cada vez estoy menos seguro de nuestra victoria, tenemos que encontrar a Temperance y sacarla de allí, el resto da igual.

-¡¡Tenemos que entrar!!- Le grito al chupa sangre.

Acto seguido intento abrirme camino a disparos entre los lobos.

La energía oscura que rodeaba a Peyton era algo atípico para Illana, pues ella nunca había sido así.

Se disponía a atacar a Rachel, cuando ésta cogió desprevenida a la licana por detrás. No podía creer que ella se dejara hacer algo así, pero tampoco entendía el por qué no adquiría su forma de Crinos.

La noticia del supuesto embarazo deja a Illana estupefacta. Temperance por un lado, estaba en cinta pero ahora era Peyton y era posible que el padre fuera... ¿Creed?

Sus ojos se abrieron de par en par y la licana no supo qué decir. Permaneció expectante, tratando de pensar qué hacer para ayudarla a liberarse, aunque no conseguía dar con una buena idea. Su mirada se tornó triste y se culpó a sí misma por haber permitido que la capturaran, por haber dejado que su gente muriera, por haber dejado escapar a Sebastian... Todo lo anterior pasaba por su cabeza, mientras sus puños se apretaban con fuerza y gruñía suavemente. Atacaría apenas tuviera la más leve oportunidad, pero no podía perder su forma, podría darle ventaja a su enemiga y el hecho de que una chupasangre pudiera caminar de día no era una muy buena señal para ellos.

Dante no logró comprender de lo que hablaba Rachel, que apretaba más contra sí a Peyton, disfrutando de como su cuerpo temblaba ante la noticia.

Rachel- ¿matarías a un hijo incluso al no saber si es de Dante o de Creed?... eres más animal de lo que imaginé -  sintió gran placer, jugando con la voluntad de Peyton, y ahora con Dante que se detuvo a medio camino. El licano estaba temblando de la ira, pero no veía por donde se había ido Temperace.

- suelta.. maldita - se podía escuchar claramente la voz de Dante, pero Rachel no tenía intensiones de soltarla, pero otra bomba reventó abajo, y la casa comenzaba a quemarse, el humo subía por la escalera. Rachel  sonrió de medio lado, y arrojó a Peyton contra Illana, mientras aprovechaba la distracción.

Dante avanza hacia donde Peyton, por desgracia no sabia donde estaba la humana, pero su mayor preocupación era su mujer, mientras Rachel desaparecía al final del pasillo, entre el humo y las sombras, seguramente siguiendo a Temperance.

Los berkeser han equilibrado la balanza del poder, aunque la ventaja ahora pasaba a manos de los enemigos, porque los humanos volaban por los aires, pero de los jet que quedaban en pie, un lanza llamas apareció y un rocket voló contra uno de los berkeser, lanzándolo lejos. Alexander  entre le humo y los disparos dio un paso hacia atrás, y jaló contra si a Jake y lo tomó de un brazo para hacerlo entra a toda velocidad a la casona...

Los virotes hicieron silbar el aire al cruzarlo y clavarse ambas en la espalda del berkeser que esperaba la remetida del licano, Arkin rugía, Temperance estaba en el segundo piso, pero las llamas habían cerrado el paso por las escaleras, y destruido las escaleras de servicio. No había manera de saber si existía otra forma de entrar, además, el fuego comenzaba a cubrir las paredes y  consumir el oxígeno. Quedaba poco tiempo, muy poco tiempo.

El berkeser ruge en un alarido de dolor cuando los virontes se entierran en su espalda, pero  logra mover sus enormes brazos para  resistir la arremetida de Arkin, sujetando sus muñecas, ambas moles, el berkeser mucho más fuerte, no logra detener del todo la arremetida del licano.

Justo en ese momento, entre las el humo aparece Alexander y Jake, que se unen a la batalla...

Alexander me saca de aquel lugar tan rapidamente que por un momento pierdo la noción de lo que está pasando, pero enseguida me recupero. Estamos en mitad de una puñetera guerra, esquivo disparos como puedo, a sabiendas de que si ninguno me ha alcanzado aun se debe al azar, y no a mi habilidad para evitarlos.
Parecemos huir del infierno, nos adentramos en el humo de la casa, pero donde reaparecemos la cosa no es mejor, otro maldito engendro, y más allá... Temperance... inalcanzable, pero allí al fin y al cabo.
Cojo a Alexander por el cuello de la camiseta con bastante violencia, mis ojos estan llenos de ira, aunque realmente le estoy pidiendo un favor.

-Sácala de aquí... ¡¡Tienes que sacarla de aquí!!

Es lo único que llego a decirle, después me lanzo a por aquel engendro desde su punto ciego e intento cortarle la cabeza con el hacha. Dudo que sobreviva a este día, pero si consigo ganar tiempo para que rescate a Temperance para mi será suficiente...

Recargo mi arma sin prestar mucha atención al licano. El fuego aumenta de intensidad y las escaleras ya no son viables para subir. Los refuerzos llegan y sonrió.

-Jake, encargate del licano. Alexander, arrojame al siguiente piso. Rápido.

-Animal no es aquella persona que se mata a si misma para evitar el renacer de un demonio. Animales sois vosotros que matáis y destruís por placer...-Bufó ante las palabras de ella. La explosión en el piso inferior hizo que ella intentase liberarse de nuevo, ya no era solo el peligro de Rachel, si no también lo que se acotecía en otras salas. Sus manos se aferraron a la muñca de la mujer, pero apenas duró unos segundos aquello, cuando se dio cuenta salió despedida hacia su compañera. "Mierda..." Intentó frenar la caída, pero su cuerpo chocó con brusquedad haciéndola gimotear. Una vez en el suelo se sentó lentamente, sintiéndose confusa.- Temperance...-Se arrodilló lentamente mientras miraba asustada a Dante.- Lo siento... Yo quería protegerla... No pude, no puedo siquiera..-Se llevó las manos hacia el pecho intentando sentir su bestia interior.- No puedo transformarme... Lo intenté, pero no puedo.-Bajó la mirada.

Tantos humanos... Juntos...

Tantos que se entrometen en una batalla entre licanos...

Aún enfurecido y metido totalmente en la batalla, el rostro de Arkin no es un rostro, sino  las fauces de un hombre lobo en su mas grande esplendor.

Un rugido es todo lo que obtienen del Crinos, que seguía en su interior queriendo enfrentarse a todo aquello que quisiese subir y alcanzar a los que intentaban salvar.

-¡MARCHENSE,  AYUDEN ARRIBA! ¡YO ME ENCARGO DE ESTO!

El rugido lupino que acompañaba sus palabras las hacían bastante intimidantes, y mas cuando lo veían, ahí, luchando mano a mano con una mole incluso mas grande que él.

El carácter tranquilo de Illana no se asomaba en ese momento y sentía el fragor de la batalla. Debía vengar a su gente, a su pueblo, a todos aquellos que habían muerto a manos de esos monstruos.

Mira a Peyton y a Dante con curiosidad, escucha las palabras de la vampiro pero no logra evitar que se vaya, parecía ser más lenta y casi como si estuviera agotada, pero antes de correr, emite un último aullido, esta vez un aullido de despedida. Esperaba que llegara hasta Arkin en el piso bajo sus pies y que comprendieran que ella estaba dispuesta a dar su vida por salvar a Temperance. Ella no permitiría que la mujer chupasangre hiciera de las suyas tan fácilmente, así que la persigue lo más rápido que puede.

En su mente resonaban unas palabras mientras aullaba - Espero que me escuches, Arkin. Debo cumplir mi juramento y proteger a la espiritista. No sé si ella me matará, pero no tengo reparo si con eso la salvo. Ayuda a Peyton - y con eso, corre a todo lo que le da buscando a Rachel.

Dante estaba con las chicas, intentó alcanzar a la vampiresa que había salido detrás de Temeprance, pero el fuego que se había iniciado en una de las habitaciones lo hizo imposible, luego de que la puerta explotara y por poco se lo lleva consigo, era mejor salir de ahí, pero volver por donde habían venido era imposible, el juego se extendía por todos lados, y le humo pronto los ahogaría. Dante tomó en brazos a Peyton, y la sujetó con fuerza contra su pecho, dándole la orden a Ilanna de que lo siguiera, era momento de escapar, e intentar rastrear a Temperance desde fuera, pero ya no podían escapar por las ventanas, en cuestión de segundos todo estaba quemándose, así que Dante sujetó contra su pecho a la colorina y corrió hacia una de las habitaciones que daba a los pies de la casa, y desde una enorme altura saltó con ambas chicas, rodando por el piso, pero ya poniéndolas bajo resguardo.

Alexander asiente a la idea de Gabriel, el vampiro no pierde el tiempo y toma a  Gabriel de las ropas y se dispone a lanzarlo hacia las llamas, porque una cosa que desespera a los vampiro es el fuego sin embargo Alexander no se había ido de ese lugar, pero no podía cruzar esa barrera sin el miedo de descontrolarse, sin embargo cuando iba a lanzarlo, escucha ventanas quebrarse,  y en el patio por donde habían entrado los licanos, caer a Dante con dos personas más, Ilanna estaba con él, y tenía a una chica entre sus brazos.

Afuera la guerra sigue, se siguen escuchando disparos, pero cada vez menos, y entra Etienne con fusil en mano, y Alexandra la que suelta una lluvia de balas sobre el berkeser que iba a atacar a  Arkin, el licano queda libre de su contendor, cuando sus puños estaban a puntos de ser quebrados por la fuerza descomunal del berkeser que caía a un costado.

El dhampiro les ordenó salir,  la casa estaba explotando y nada podrían hacer ahí, y aunque no tenían noticias de Temperance, debían salir cuanto antes,  Alexander intentó de todas formas ir en dirección al segundo piso, pero toda esa sección comenzó a derrumbarse, él mismo debió jalar a Jake y sacarlo de la casona en llamas... el humo ya estaba ahogando a los que necesitaban respirar, y cualquier misión era imposible continuarla. Las explosiones siguieron, era evidente que todo eso había sido concertado.

Una vez fuera, y logran respirar, escucharon ruido, era un helicoptero, y cuando levantaron sus vistas, pudieron ver a Temperance agarrada de la mano de Rachel, la líder de la orden. El que piloteaba el helicoptero era Dante...esa batalla  se las había ganado...

<h1>FIN DEL CAPITULO VII</h1>