Permanecí mirando a Arkin y a Illana, sin prestar atención a cómo se escabullían del lugar para atender a otros temas que sin duda podían esperar. Pero finalmente sus últimas palabras me hicieron hablar, aunque sin alterar en lo más mínimo mi vos, ni tan siquiera girarme para mirarlos, tuve que hablar. - ¿A caso olvidáis que hasta hace 10 años pocos humanos sabían de nuestra existencia? ¿Alguna vez os preguntáis por qué o simplemente es más fácil llamarnos monstruos? El miedo es la razón, el temor a lo que los humanos podrían hacernos si nos descubren. Eso que llamas "nuestro juego" no es si no el mismo juego al que los humanos juegan desde sus comienzos, pero a mucha menor escala el nuestro, desde luego. Hablas como si fuerais corderitos... ¿A caso olvidas que nosotros fuimos humanos, y que en esencia lo seguimos siendo, aún con ciertos cambios? Los humanos no son si no la especie más depredadora y sanguinaria que jamás haya morado este mundo, y hasta el más joven de ellos es una potencial máquina de matar como ningún otro ser vivo pueda igualar. ¿A caso crees que somos peores? Dime ¿Qué sabes tú de ser humano? Ser un vampiro solo significa que llevo siendo humano mucho más tiempo que tú, hago lo mismo que hacía siendo humano, solo ha cambiado mi menú. ¿O vas a decirme ahora que los humanos jamás se han alimentado de otros humanos? Cuánta hipocresía y cuantas falacias hay en tus palabras. Aprende primero algo sobre los humanos, y después ven a criticarnos. Por si no te has dado cuenta todos nosotros podríamos unirnos en contra de los humanos para traer la oscuridad a este mundo, y aún así nos negamos a hacerlo, aunque pudiéramos vivir en esas condiciones, aunque pudiéramos caminar por la Tierra sin temeros a vosotros o al Sol, decidimos ayudar a la humanidad, a lo que fuimos y a lo que seguimos siendo. La diferencia entre tú y yo es que yo tengo un par de años más, pero ambos somos depredadores dominantes en esencia. De modo que, si quieres saber lo que es una criatura sanguinaria, busca un espejo y mírate en él. - Finalmente había girado un poco los ojos hacia el costado, aunque sin llegar a girar la cabeza para mirarle directamente, luego volví a dirigir mis ojos hacia los lupinos.
- Arkin, esas son buenas ideas, y las secundaría si creyera que tenemos los hombres necesarios para tal operación. Pero hemos sufrido demasiadas bajas, seguramente nos superen en número. Hacer saltar sus trampas podría reducirnos aún más en número. Aunque como bien es cierto, esperan acción, así que tenemos que armas algo de revuelo para que no se paren a pensar qué es lo que realmente tramamos. Pero antes que nada pienso que deberíamos hacer una purga. Debemos ir uno por uno con nuestros hombres y descubrir si están de verdad con nosotros o si son traidores. Dudo mucho que todo esto se deba a la traición de uno. No creo que O'Connor actuase solo, e imagino que entre vosotros es posible que haya algún traidor. Debemos dar con ellos, y hacerles decirnos lo que sepan. Si seguimos, planifiquemos lo que planifiquemos, nuestros enemigos lo sabrán. También podríamos pagarles con la misma moneda, pero tratar de infiltrar a alguien en sus filas ahora sería muy peligroso. Creo que deberíamos averiguar lo máximo posible sobre la Orden, sabemos lo que traman, pero no sabemos en qué punto se encuentran, cuán cerca están de lograr sus objetivos. Debemos mantener espias y averiguarlo, tratar de encontrar sus escondites. Los planes no se hacen en una sola noche, primero necesitamos información. - Así hablé, tratando de mantener la calma ante tal situación, bastante tensa, pues por si la guerra abierta no fuera suficiente, ahora los cazadores perdían la claridad de pensamiento.
- Illana, toma asiento de nuevo, por favor. No creo que debas hacer esfuerzos ahora, déjales, son suficientemente adultos para saber lo que está en juego. Que tomen sus propias decisiones. Cuéntanos ¿Qué sabes del libro? - Pregunté a la lupina, girándome para mirarla e invitándola con la mano a que volviera a tomar asiento, mientras le dirigía una sonrisa amigable.
No puedes creerlo, pero por una vez estas de acuerdo con el vampiro, Tarmes parece tener demasiado sentido común y no ser un simple chupasangre, pero sigues revisando el libro, no encuentras la página que Temperace te mostró, demás leerlo es perturbador, el libro parece reconocer que no eres su dueña y su energía te rechaza, pero aun así puedes seguir haciendolo.
Encuentras referencias sobre ritos de purificación, habla sobe espíritus malignos , exorcismos, y también referencias a distintos demonios, pero la primera indicación es que no pueden ser dichos sus nombres, sólo el de Mammon, que su ser ha sido encerrado en otra dimensión, eso dice con una letra pequeña y bastante bien hecha, parece una escritura resiente.
Hay hojas completas escritas en latín y en inglés, también hay sánscrito, parece que cada Brunswick que tuvo acceso a ese libro escribió en un idioma distinto, será arduo leer ese libro y determinar que era lo útil en ese momento, pero sin Temperance, será más difícil.
- estoy de acuerdo con el vampiro... ambos juegan el papel de salvadores, pero no ven que todos hemos perdido algo en esta batalla, Alexander perdió a Mathilde, yo, a mi primera esposa, y ahora a Peyton, Tarmes, a su maestro... todos hemos perdido personas, y creo que sus pérdida y razones no es más importante que las nuestras por el mero hecho de que sean humanos, debemos detener de una vez por toda esta batalla, y enfocarnos en lo que puede suceder, que no será bueno, - Dante, herido y cansado se va a poner al lado de Tarmes, y mirar confiado a Arkin.
- yo desearía salir ahora en busca de mi mujer, de Peyton, pero me han hecho ver que salir tontas y a locas, sólo hará que me maten y no pueda ayudarla, pero si desean salir, adelante, háganlo - mueve su cabeza, a veces pensaba que los humanos eran mucho más orgullosos y insensatos que los vampiros y los licanos, una lástima.
Soltó una carcajada, Temperance quedó sentada en el suelo, apoyada en la cama y expectante a lo que fuera a pasar, estaba temblando, y su piel cada vez se ponía más y más blanca, su mano estaba en su vientre y parece muy descompensada.
- ¿y qué me harás? me golperás con tus manitos sin garras? - socarrona habla, y se va acercando más y más a ti, hasta que en un movimiento muy rápido, te sujeta del cuello y te empuja contra la pared que está a tu espalda, no te ha soltado, sientes su olor a miedo, a muerte, el mismo olor que sentirse sobre la anciana, ¿habrá sido ella también la asesina?.
- eres bastante más bella que su primea esposa... me asombra - sonríe mirándote de reojo, y pasando su lengua por tu mejilla - y sabes delicioso... delicioso...- se muerde el labio inferior, mirándote con una maldad que no habías conocido hasta ese momento, sus dedos siguen apretando tu cuello y se cierran más ante cualquier nueva vocanada que das - eres deliciosa...- susurra, y te da un beso en los labios, sientes su boca helada, su lengua recorriendo tu boca, tus labios en un beso ofensivo y que sólo busca desmoralizate más y más.
Arkin miró a Dante y sonrió a medias. Después miró a Tarmes, con los brazos cruzados. Él no tenía intención alguna de sentarse: Era demasiado nervioso como para hacerlo. Colocó ambas manos en la mesa, algo intranquilo de que la Fianna se hubiera arriesgado tanto. Pero en aquel instante no debía mostrar flaqueza alguna. Respiró profundamente.
Dudó ante la posibilidad de que hubieran varios traidores en ambos bandos. Eso iba a ser una tarea difícil de llevar a cabo, el descubrirlos.
-¿Alguien tiene una idea de como descubrir a los traidores? Son uno mas de nosotros...
Quedó congelado por un segondo, meditando lo que diría a continuación.
-Las escaramuzas y el combate violento son lo mío. Nuestra manada no errará en el combate, de eso estoy seguro. Y creo que el espionaje y los asuntos de las tramas mas profundas debería dejarse para ti: Pareces mejor ideando estrategias. Creo que deberíamos encargarnos cada uno de uno de los aspectos.
Cuan ferviente era su sangre que siempre que podía dejaba claras sus intenciones de entrar en batalla. Su cuerpo pedía muerte.
Illana le sonríe a Jake al ver que éste no ha disparado y escucha a Tarmes. Su discurso era bastante sensato y toma la mano del vampiro para sentarse en el lugar indicado por el vampiro.
Ella estaba de acuerdo con él y al sentarse, sólo ajusta una cosa a lo dicho - Jake, yo nací entre licanos pero mi prometido sí fue humano. No creas que no tenemos inicios comunes - dice con un tono amable y luego observa a Tarmes, quien le había hecho una pregunta directa - Bueno, he ojeado el libro y he tratado de conectarme con él pero el libro sabe que no soy su dueña y hay cosas que no me permite ver. Encontré algunos ritos de purificación y un poco sobre demonología. Es un libro bastante peculiar. Está escrito en varios idiomas, así que leerlo completo sería una ardua tarea. Muchos son idiomas antiguos - dice con un poco de pesar en su voz. Lo único que había encontrado de utilidad eran los ritos. Que búsqueda tan infructuosa.
Escucho pacientemente la retahíla sensiblona de todos aquellos seres que parecen haber sincronizado su menstruación. Pero siguen sin entenderme. Bajo la ballesta cansado, pues no voy a disparar a aquella niña.
-Seguís pensando que lo que me preocupa ahora mismo es un mundo dominado por la orden, por los chupasangres o por los humanos, y me es indiferente, ahora mismo lo único que me importa es que mi hija está en peligro. Y si para salvarla tenemos que caer todos pagaré gustoso ese precio. Y ahora me voy a hablar con la única persona que me puede dar una información fiable. Está claro que hice mal en confiar con vosotros la otra vez...
Dicho lo cual intento que me dejen ver de una vez a la que para mi es como mi "hija adoptiva". Tengo que sacar a las dos de esta locura.
Lo dicho, dicho estaba, las posiciones quedaron demasiado claras, y esa noche, algunos determinarían lo que pasaría con las fuerzas que se enfrentarían a lo que fuera que estuviera haciendo la orden, mientras que otros dos, se descolgaron porque sus intereses eran distintos. LeBlanc saldría con Storm y con Gabriel, y la puerta se cerró para que los demás hablaran.
El tema era sencillo, reunirse, tomar el control de la ciudad, y sacar a los civiles, ya no había oportunidad para esconder lo que estaba pasando, y para todos los efectos, la guerra que se siguió los cuatro años después a que fuese descubierta la verdad nocturna de la ciudad y del país, era un hecho. Arkin también tenía un plan, hacer saltar las trampas los lugares, detectar a los espías, ¿pero cuanto tiempo tendrían?.
Illana tendría la respuesta,lograría dar con la hoja que Temperance les había enseñado cuando hablaron, leería mientras los hombres intentaba ponerse de acuerdo, por un lado, atacar, por el otro, actuar más seguros, y la Licana, leía, Alexandra se quedó a su lado, la veía débil, y tomó su hombro para dale fuerza, aunque fuese moral... Y por fin dio con la clave, el rito debía ser llevado a cabo en una noche donde los planetas se alinearan de una manera especial. La luna debía estar en alineación con los últimos planetas del sistema, los llamaba los últimos cuatro jinetes, Júpiter, Saturno, Neptuno y Plutón debían estar en armonía junto con la luna, y esa noche el rito que le mostró Temperance debía ser llevado, y esa alineación se llevaba a cabo cada 13 años.
Alexandra saltó en seguida, les indicó que en una semana más sería esa noche, y así, se fijaría el plazo para actuar, Dante apretó los dientes, no podía Peyton esperar una semana, Creed no perdería oportunidad para atormentarla, pero se calmó. Tenían ahora que controlar aquella noche que se les avecinaba.
LeBlanc los llevó con Leah, que estaba con otros humanos, todos parecían con una cara de asustados, y se acercan al hombre, tomando sus manos, el hombre les dice que por la mañana serían llevados a un lugar seguro, que descansaran, sus hombres traerían mantas y algunas literas para las mujeres y ancianos.
Entre ellos estaba Leah, con dos niños, les estaba contando algo pero al ver a Jake corre hacia él para abrazarlo con fuerza, LeBlanc les decir "servidos", y se retira.
- ha... ha sido un caos, muchos ataques... unos vampiros me trajeron acá en la noche me salvaron la vida - se encoge de hombros, aun colgada del cuello de Jake.
Mientras estuviese entretenida con ella, dejaría tranquila a Temperance, quizás eso era lo que le daba fuerzas de seguir enfrentándose a todo cuanto se cruzaba en su camino. Peyton intentó frenar el agarre, pero lejos de conseguirlo acabó estampada contra la pared. Sus manos sujetaron con fuerza la muñeca de Rachel.- Agradecer el que me tengáis sellada... Pero juro que en cuanto tenga la mínima oportunidad, tu cabeza será mi trofeo...-Susurró amenazante la joven loba. La cercanía trajo a ella olores familiares, al principio no los asociaba, pero según pasaban los segundos en su cabeza apareció la imagen de la anciana. Intentó soltarse, pero no podía, ella la tenía perfectamente sujeta y eso la cabreaba.
Al notar el roce de la lengua de ella esta negó con la cabeza, intentando liberarse, pero ante los movimientos, ella apretó aún más su cuello dejándola casi sin aire.- Alé...Aléjate.... De m...mi...-Consiguió decir poco antes de recibir con gran sorpresa el beso de ella. Era extraño, incluso asqueroso. Cerró los ojos durante unos instantes, pero al abrirlos estaban llenos de rabia y odio. Sin dudarlo, Peyton agarró el labio inferior de la mujer con los dientes mordiendo tan fuerte como le era posible. Estaba segura de que no le traería nada bueno, pero es que ella no necesitaba garras para poder defenderse. Y ni ella ni nadie la besaría sin acabar dañado.
Suspiro aliviado al comprobar por mi mismo que Leah esta bien. No es que no lo hubiera creído, pero no ha sido hasta verla y sentirla que he tomado constancia de lo preocupado que estaba. Y esto hace que mis pensamientos viajen instantáneamente a Temperance.
-Temperance...- Digo tomando una pequeña pausa para tranquilizarme.- Ha... desaparecido, nos traicionaron. ¿Sabes algo que nos pueda ayudar?, tenemos que encontrarla y salir de aquí lo antes posible...
Dime todo lo que recuerdes sobre lo que te pasó.
Antes de que responda la abrazo fuerte, para seguidamente prestar atención a sus palabras.
- ¿eh? ¿desapareció? - pareció alarmada, y se impacientó, dejando a los niños y caminando hacia ustedes - realmente no sé, luego de que nos separamos en la mansión, pues... sólo pudimos escapar, unos vampiros me ayudaron y bueno, terminé en el edificio, pero ya todo estaba destruido, recuérdalo, de ahí no he sabido nada, la he intentado buscar acá, pero nadie sabe nada, o mejor, no responden...¿que ha pasado? - le dice encogiéndose de hombros, y mira al hombre que está al lado del cazador.
- los rebeldes se está organizando para la batalla ¿no? no nos dicen nada, pero tonta no soy, se que algo grande se viene, pue...puedo sentirlo - aprieta sus labios, había miedo en sus ojos.
Rugió del dolor, y jaló del cuello a la licana con fuerza para lanzarla contra el otro lado de la habitación, pobre Peyton, voló por los aires, y terminó en el suelo, arrastrándose, no tenía ni la fuerza, ni la agilidad de su raza, en ese estado no era mas que una humana.
- eres una perra maldita, no sé como es que Creed está interesado en ti - ruge, la rabia le hace espuma en la boca, y avanza hacia donde Temperance, jalándola de una mano, con violencia, Temperance ni puede detenerla, nada, su cuerpo carece de fuerza y de peso, la vampiresa la mira y jala del cuello - disfrutaras esto..- murmuró la vampiresa y se veía la perversión en sus ojos, las manos y las piernas de Peyton fueron sujetadas por las sombras, mientras la vampiresa buscaba el cuello de Temperance, mordiéndolo, la chica soltó un grito de dolor, jalando de sus ropas para sacárselas, rasgarlas.
Temperance quedó desnuda, un hilo desangre descendía por su piel blanca, y recorría desde su cuello por entre sus pechos, las manos de la vampiresa la comenzaron a tocar, a manosear, a apretar sus pechos y enterrarle sus uñas ante los ojos expectantes de Peyton. Temperance cierra sus ojos verdes mientras era abusada y lanzada a la cama, la vampiresa la sujetó con zarcillos de sombras. La besaba de una manera impúdica, la tocaba y metía sus dedos por su sexo, Temperance gritaba y suplicaba por su hijo, pero la vampiresa no se detenía. Ante ojos ojos de la licana que seguía en el suelo, la pobre Temperance fue sodomizada, hasta el punto de que Temperance dejó de gritar, y quedó con sus ojos fijos en Peyton.... La vampiresa cuando se sació, soltó a la joven, que quedó pendida en la cama, y fue hacia la salida...
- espero... que no te pongas más violenta o ella sufrirá todo - se ría desde la puerta la que luego es cerrada....
Acompañando a Jake, sigo LeBlanc.
La escena, es conmovedora en medio del dolor. Leah, con unos niños, hombres asustados al rededor. Leah corriendo hacia Jake.
LeBlanc se despide de nosotros fríamente, y me hago a un lado para despedirme de ella, y darle cierta intimidad a mi camarada. ¿o tal vez sea para no sufrir yo mismo?. En todo caso, giro tras Leblanc hacia la puerta, para cerrarla tras ella.
Regreso a mi posición, y espero inmutable, insensible, estoico. Cambiando el peso de mi cuerpo de una pierna cuya herida ya ha sido curada, por una nunca ha sido herida
Por mi mente una imagen, una palabra. Familia.
Cuando LeBlanc sale le susurro con discreción
-Estoy adentro, aunque parezca afuera.
No quiero decir que nunca haya sufrido, he sufrido, de hecho demasiado, pero había conseguido volverme un tanto insensible, cuando solo mi vida dependía de esta cruzada me la podía jugar tranquilamente, pues no temo a la muerte. Cuando muera podré descansar en paz junto a mi familia.
Pero ahora, después de mucho tiempo vuelvo a sentir la desesperación, la impotencia de no poder hacer nada, de ver como solo encuentras callejones sin salida. Mi única opción es ayudar a una panda de monstruos traidores que tampoco serán mucho mejor que a lo que nos enfrentamos.
Dejo de hablar y mi mirada se pierde, no se que hacer, ¿Dónde estás Temperance?
Observo directamente a la chica a los ojos, y sostengo la mirada sin titubear ni un ápice mientras hablo.
-Es cierto, la guerra se acerca. Será el todo o nada. Por eso están evacuando a la gente a un lugar seguro, mientras otros combaten. Al igual que Jake, quisiera verte a salvo. Pero somos cazadores y lucharemos. Lo que quiero saber es, ¿qué quieres hacer?. Quieres luchar, o venir con nosotros.
El soldado asintió, y comprendió que como humanos necesitaban algo de paz, algo en que confiar, y se quedó en la puerta, pero luego sonrió suavemente, demostrándo que aún quedaba en ese rígido rostro de soldado, ternura.
- conversen y descansen acá, por la ,mañana sacaremos a todos los que deseen salir de la ciudad... la guerra ha comenzado - Leah se tomó de los brazos de Jake mirando asustada al soldado...