Casi lancé un grito de alegría cuando vi los hábiles dedos de Conrad abriendo aquella puerta. Me obnubilé tanto que ni siquiera fui capaz de ayudarle lo más mínimo. Con maestría consiguió abrir aquel armario y sacar la daga que veníamos a buscar
Cuando vi ese arma me emocioné. Ya está, ya podíamos irnos. Sin embargo, alguien interrumpió nuestra alegría. Un ser de ojos oscuros que presencia cortar nuestra aventura allí.
Conrad soltó una de sus grandes ideas, esas ideas que en ocasiones nos han salvado de algunos castigos y en otras nos han hecho ganar algún juego. Sin embargo, lo que dice no me parece fuera de lugar y, decidida, trato de convertirme en eso qje nos han enseñado.
Motivo: Cambioooo
Dificultad: 5
Tirada (6 dados): 3, 5, 5, 1, 3, 2
Éxitos: 1
Las palabras del niño debían tener algo de verdad puesto que la mueca del ser se torció, ya no en una risotada o expresión burlona, sino de un modo en el cual se evidenciaba la ira creciendo en él. Rugió al aire, como is se tratara de un león y se lanzó hacia adelante, dispuesto a ir directamente hacia Conrad.
Era hora de poner todo lo aprendido y vivido en esta aventura en práctica. Ya no eran niños, sino Garous. Ya ni siquiera eran cachorros puesto que habían tenido éxito en la prueba. Sin embargo, nunca disfrutarían de la victoria sino lograban acabar con este engendro del Wyrm.
Capaz vamos a hacer más turnos breves para el combate.
Conrad, tira para esquivar, siempre que no pida otra cosa, la dificultad es 6.
Eara, depende de lo que intentes hacer te digo qué tirar, tú ponme la intención.
El cambio de gesto en el rostro de aquella criatura me alegró. Significaba que había acertado, al menos en parte, y que toda esa seguridad con la que hablaba no era más que un intento de engañarnos. Nos tenía miedo, sabía que podíamos vencerle, como habíamos vencido al gato grande corrupto en la arena del circo de sueños. Quise sonreír, tenía ganas de hacerlo, pegó había cambiado y mi rostro no era ya el de un niño, sino que estaba más cerca del de un lobo, así que al abrir mi boca y mostrar los dientes más que una sonrisa parecía que estuviera amenazando con morder.
Lo cual no tenía nada de malo.
Pero aquel ser no estaba tan asustado como para irse y dejarnos. No, ver cómo su mentira se desmoronaba hizo que se enfadase más, y con ello centró su odio en mí. Me gustó que lo hiciera, porque significaba que olvidaría a mi hermana por el momento. También porque los que se enfadaban mucho pensaban poco, y cometían errores. Eso esperaba, que cometiera algún error. Así que flexioné mis piernas y me preparé para saltar a un lado cuando se abalanzase contra mí, dispuesto a esquivarle y jugar un poco. A ver si lograba que ofreciera su espalda a las garras de Eara.
Motivo: Destreza + Esquivar
Dificultad: 6
Tirada (9 dados): 4, 4, 1, 7, 9, 8, 10, 5, 7
Éxitos: 4
Parece que las palabras de mi hermano hicieron mella en el ego de aquella cosa. Su mueca pasó de ser la de alguien que se cree superior a dibujar una rabia infinita y sin pensarlo se lanzó hacia mi hermano.
Pase por diferentes fases. Desde luego si prefería algo era que viniera a por mi y no a por él. Sin embargo, se avalancha hacia mi hermano en lo que a mi me pareció cámara lenta. Así que, sin pensar, sin razonar, guiada más por el amor a mi hermano que por mi sentido común me lancé sobre esa cosa con mis fauces abiertas dispuesta dispuesta descubrir qué sabor tenía su sangre.
Eara, tírame Destreza + Pelea (dificultad 5)
Motivo: Des+Pel
Dificultad: 6
Tirada (4 dados): 10, 5, 6, 9
Éxitos: 3
Perdón me equivoqué y puso dificultad 6. Con dificultad 5 son 4 exitos. Estoy hecha una campeona XDDD
Impresionante
Tira porfis, fuerza +1 para el daño.
El ser se lanza por Conrad pero el niño consigue evadirlo con total eficiencia. De hecho se mueve con una soltura que es increíble para un Garou de su edad pero todo lo vivido, más esta sensación de urgencia, lo hacen reaccionar con una rapidez que el ser no ve venir.
Eara, por su parte, aprovecha que la criatura da la espalda y le muerde con fuerza. La dentellada deja la marca de los caninos hundidos en la columna de la criatura, que ruge de dolor y de encono.
Ahora se voltea y dirige sus brazos deformes hacia cualquiera de los dos lobos ya que el dolor no es buen consejero a la hora de planear una estrategia.
Motivo: Fuerza
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 3, 4, 8, 1, 8, 10, 1
Éxitos: 1
Motivo: Ataque Ser
Dificultad: 6
Tirada (4 dados): 2, 7, 4, 4
Éxitos: 1
Ok, tiré por ti pero si me salía todo mal te iba a dejar tirar, Eara. Era para avanzar un poco más.
Bueno, ahora debéis tirar 1 esquivar, destreza + esquivar para que no los ataque. Con 1 éxito ya lo esquiváis.
Después dependiendo del ataque tirad lo que diga el manual. Sino os pongo yo pero primero ponedme la intención (si tiráis todo es a dificultad 6, y si tenéis un éxito o + tirad el daño)
Me resultaba enormemente sorprendente lo sencillo que se me hacía moverme, ahora que había adoptado aquella forma. me sentía grande, fuerte, poderoso, pero lo que más me invadía era una sensación de libertad al lograr hacer que todos aquellos músculos que normalmente no tenía, y que habían aparecido al cambiar de forma, me impulsasen a tanta velocidad.
Resultaba incluso divertido, el evitar con tanta facilidad a alguien que venía con tan mala intención.
Rodé por el suelo, alejándome de aquel ser, y al alzarme de nuevo descubrí que Eara había aprovechado para morder al engendro. Éste gritaba de dolor, pero también se estaba enfadando. Eso era bueno para nosotros, de eso estaba seguro. Cuando un niño del orfanato se enfadaba hasta poner su cara colorada, era más fácil burlarle, porque no pensaba bien lo que hacía. Y eso era lo que parecía estar pasando con aquel ser corrupto.
De modo que fingí acercarme a él poniéndome en pie, aprovechando toda la altura que había ganado al adoptar aquella forma de hombre lobo, y en el último instante me eché al suelo, apoyando mis manos para acercarme en un movimiento rápido para atacarle desde abajo. Y en el último instante, me levanté con un fuerte impulso empleando mis cuartos traseros, para lanzar un fuerte zarpazo al vientre de aquel ser, dispuesto a hacerle todo el daño que pudiera.
Motivo: Destreza + Esquivar (en crinos)
Dificultad: 6
Tirada (9 dados): 10, 10, 7, 1, 4, 3, 5, 4, 8
Éxitos: 3
Motivo: Zarpazo (Destreza + Pelea)
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 4, 5, 6, 5, 10, 3
Éxitos: 2
Motivo: Daño + Zarpazo (Fuerza [+4 en crinos] +1)
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 6, 10, 7, 7, 10, 3, 6
Éxitos: 6
Esa tirada de daño me la guardo para enmarcar O_o
Morder a aquel ser fue entre satisfactorio y culpable. Jamás en mi vida me hubiera imaginado haciendo daño a algo o a alguien. Sin embargo, cuando era la vida de mi hermano la que wstan en juego, todo cambiaba. Se despertaba en mi una fiera que en ocasiones era difícil controlar.
Rasgué su pi con mis dientes mientras sentía el sabor metálico de la sangre en mis papilas.
Eso hizo que aquella cosa se enfurecida y actuará sin pensar. Lo que me pilló desprevenida y me hizo trastabillar perdiendo toda la ventaja que había adquirido al clavarle mis colmillos en su piel.
Motivo: Esquivar
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 6, 4, 4, 2, 1, 1, 5
Éxitos: -1 Fallo
Ups... se me torció una pata.
No tiro pq imagino que me van a pegar ....
Eara no pudo esquivar el ataque del ser y eso sería bastante dañino de no ser por la maniobra de su hermano, quien consiguió atacarle el vientre de una forma bestial. El ser sintió una abertura en la panza, un tajo que lo abría de tal modo que un chorro espeso de sangre brotaba de allí como un grifo descompuesto.
El dolor y la furia se entremezclaron, se sabía humillado por dos cachorros (pues para él no eran más que eso)
Intentó ahora dañar a Conrad, matarlo de un mordisco o con sus enormes garras... lo cierto era que con el daño que había recibido sus intentos se hacían débiles, de a poco la vida se le iba escapando de las manos.
Al moverse lo único que conseguía era perder más sangre y estar más cerca de la tumba.
La loba estaba herida pero apenas, se había torcido una pata al intentar esquivar al engendro. Conrad tenía todo su pecho manchado de la sangre de la criatura.
Motivo: Ataque Rabia
Dificultad: 7
Tirada (4 dados): 1, 6, 2, 2
Éxitos: -1 Pifia
Con 2 daños más lo matáis.
Tirada de ataque normal para Conrad, Eara, tú tira con 1 dado menos porque estás algo lastimada.
Para atacar con mordida es Destreza + Pelea
La dificultad es 4 ahora. Y el daño es Fuerza + 1 (mirando la fuerza de Crinos)
Mis ojos se abrieron desmesuradamente al comprobar lo sencillo que me había resultado acercarme a aquel ser y golpearle. Aquella forma me resultaba absolutamente alucinante, me hacía sentir fuerte, rápido, poderoso... Nunca me había sentido así, siempre había sido el chiquito enclenque que sólo podía salir corriendo cuando había problemas, y esconderse. Pero de repente, me sentía mucho más capaz de hacer cosas... y eso me encantaba. Incluso estar cubierto de la sangre me había salpicado me resultaba agradable, como cuando en el orfanato nos divertíamos haciendo un baño de espuma en el patio.
Me estaba divirtiendo.
Si hubiera podido sonreír, seguramente lo habría hecho, pero mi boca eran ahora unas fauces animales que abrí de forma divertida, al menos hasta que me di cuenta de que Eara se había hecho daño. Aquel engendro había intentado hacerle daño, y eso ya era mucho menos divertido. De hecho, me sentí furioso al verlo, y me lancé sin pensarlo sobre la criatura, saltando todo lo que pude para propinarle un golpe con mi garra de forma descendente.
Se había terminado lo de quedarme quieto sin hacer nada, o huir. Ahora era capaz de devolver los golpes, y podía intentar defender a mi hermana. Por primera vez, podía defender a mi hermana.
Y eso también lo disfrutaba.
Motivo: Garrazo (Destreza + Pelea)
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 7, 9, 8, 7, 4, 2
Éxitos: 4
Motivo: Daño garrazo
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 1, 3, 4, 1, 9, 10, 1
Éxitos: -1 Fallo
¡Ahhh! Ya sabía yo que la suerte anterior vendría de vuelta XDDD
Al intentar esquivar el ataque me toca una pata y solté un leve gélido que quedó mudo al ver la boracidad con la que mi hermano atacó a aquella cosa, haciendo que su propio cuerpo se manchara de la sangre de aquel ser.
Gruñí. No sabría explicar porqué, pero mis labios se fruncieron sobre mía dientes y estos quedaron al descubierto antes de lanzarme dispuesta a darle una buena dentellada a pesar del dolor sordo que tenía en la pata que, de manera ridícula, me había torcido.
Motivo: Morder
Dificultad: 6
Tirada (3 dados): 8, 5, 5
Éxitos: 1
Motivo: Daño
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 2, 3, 4, 6, 5, 9, 7
Éxitos: 3
No se si mire bien la fuerza.
En crinos pone 6 dados. Más 1, 7.
Es que me parecía mucho XD
Y como soy tonta puse dificultad 6, pero bueno. He tenido éxito igual b
Los dos hermanos embistieron al unísono, no porque lo planearan así, sino debido a que la encarnizada batalla los había puesto en movimiento como verdaderos lobos. Conrad tuvo éxito en su ataque pero los impactos dieron sobre una estructura ósea que poseía el Engendro en su espalda, al darse vuelta al último segundo para proteger lo poco que quedaba de su vientre. Eso, por otro lado, le jugó en contra en el momento en el que Eara hizo mella en aquella blanda carne.
Su grito fue lo último que se oyó. Yacía sin vida sobre el suelo entre un baño de sangre.
Lo mismo que la hadita que, ya sin vida, lo acompañaba.
Salieron llevándola en sus manos, junto a la caja de la daga. No recordaron el camino de regreso o cómo es que eran de nuevo dos niños vestidos y en piel de humano. Solo reaccionaron al sentir el abrazo de Dominique que, aunque frío, se sentía tibio.
-Vamos a casa...
Dijo ella y, mirando a los ojos al policía, ordenó:
-Limpiarás todo lo que haya que limpiar. Nada has visto, nada recordarás.
Salieron a la noche y al bosque sabiendo que habían triunfado.
Falta el final, o sea el relato de lo que pasa. Respondan este turno y si Dios me lo permite, ya en estos días la cerramos =)
Todo sucedía muy deprisa, y al mismo tiempo resultaba tremendamente excitante. Aquello era como montar en una montaña rusa en un parque de atracciones: daba miedo, pero uno no podía dejar de gritar y reír, y al terminar sólo pensaba en volver a montar cuanto antes para volver a sentirlo todo. Me movía veloz como el viento, me sentía grande y fuerte, y lanzaba aquellas zarpas de las que ahora disponía como si golpear a aquel ser oscuro fuera un juego para mí. Le di, le golpeé nuevamente, aunque aquella vez no le hice nada. En los juegos, unas veces se acertaba y otras se fallaba. Lo importante era el resultado final.
Y el resultado final quedó claro al instante, cuando Eara sí que golpeó a nuestro enemigo en el vientre, haciéndole caer. estaba tan excitado que me mantuve alrededor de su cuerpo inerte dando saltitos, como si esperase que se alzara de nuevo para jugar otra vez, pero eso me duró poco. Alternaba mi mirada ilusionada entre el cuerpo del adversario caído y mi hermana, igualmente victoriosa tras darle el golpe final, pero entonces me fijé en Stardust, tirada en el suelo. Aún seguía inconsciente, no se movía, pero tenía que despertar ya, tenía que...
...despertar.
¿C-Campanilla...?
Pero no se movía, y yo detuve mis saltos inquietos, acercándome a ella lentamente. No fui consciente de cómo había vuelto a ser un niño, en lugar de un hombre lobo grande y fuerte. Tan sólo me arrodille junto al cuerpo de la hadita y la toqué, dándome cuenta de que no respiraba. Miré a mi hermana con los ojos húmedos, y terminé por coger a Campanilla entre mis manos, con cuidado. No podíamos dejarla allí.
Dejé que fuera Eara quien portase la caja con la daga que habíamos ido a buscar, y sí, ocupados con las cosas importantes que llevábamos con nosotros, salimos de nuevo al exterior hasta reunirnos con Dominique, que nos abrazó al llegar a ella, dándose cuenta de lo que había pasado. La vampiresa se encargó del policía y salimos en dirección al bosque, momento en que me atreví a decir algo.
¿Tenía... familia? -Quise saber, preguntando a Dominique- Tendremos que enterrarla, hacerle un funeral... algo, ¿no?
Todo habia sido emocionante. Conrad se había lanzado a darle el golpe de gracia, sin embargo quién dio el último golpe fui yo que hice que aquella cosa cayera al suelo en un charco de sangre entre géminis de dolor.
Estaba cansada y respiraba como si hubiera corrido un maratón. Mi corazón excitado aún galopar dentro de mi pecho. Habíamos ganado a ese ser y eso me llenaba de una especie de alegría extraña.
Sin embargo mi emoción quedó en el olvido cuando sobre la hierba, también muerta, descansaba el habita que tanto nos había ayudado. Yo casi no había reparado en ella, pero Conrad hizo fue quien la vio y me hizo darme cuenta de lo sucedido.
¿En qué momento había pasado eso? Me preguntaba a mí misma mientras por la cabeza se me pasaba la absurda idea de aplaudir para ver si aquello hacía que el pequeño hada diminuta volviera respirar. Pero la delicadeza con la que Conrad la tomó entre sus manos lo que hizo fue que por mi cara se escurrieran unas lágrimas indiscretas entendiendo que daba igual lo que hiciéramos, que su vida había llegado a su fin.
Salimos juntos de aquel sitio, to con la daga y Conrad con el pequeño ser, y nos encontramos con la vampira que después de darnos lo que se me antojó un abrazo materno, hizo que el policía limpiara todo aquello mientras nosotros salíamos de allí.
Conrad parecía igual de afectado que yo y eso hizo que, una vez más, mis lágrimas se escurrieran por mis mejillas.
-Supongo que sí-respondí a la pregunta que lanzó mi hermano.
Todo parecía haber terminado, pero se había cobrado víctimas y yo aun era demasiado pequeña para comprender la magnitud de todo. Solo podía llorar sin saber cómo gestionar todos los sentimientos que se agolpaban en mi interior.
Dominique escuchó la petición de los niños sobre el hada fallecida y les refirió que ella misma se la entregaría a la reina hada para los honores. No era demasiado consuelo pero al menos no era una mentira. Ya no eran ni niños ni cachorros, sino miembros de una manada, habían cumplido una tarea enorme por ser tan jóvenes y debían ser tratados como tal. Dentro de poco sabrían lo que significaba ganar renombre... ahora era más importante sellar a Caín por mucho tiempo más.
Dominique empieza a obrar su arte, y bajo la luz de las antorchas es una mujer joven en apariencia pero que emite un gran poder. Su belleza hace difícil pensar que pueda ser uno de esos no vivos, sus ojos brillan con inteligencia pero no reflejan ni un poco de maldad.
Ya se encuentran en el sitio en donde Caín yace enterrado. Formando un círculo a su alrededor está el jefe de los Fianna: Gran Ciervo, Luna de los otros Fianna, Perla, Fang y los dos niños (que ya son mucho más que Cachorros).
-Los Danzantes de la Espiral Negra han encontrado mediante sus túneles este sitio –recita la vampiresa mientras mira a Olivia, quien se debate en una jaula en medio del recinto, muy cerca de la tumba del primero de los vampiros –para su forma pervertida de ver el mundo, la manera de ayudar a Gaia es mediante el Wyrm. Ven al Wyrm como su padre, y como la fuerza que restaurará el equilibrio –es la joven Luna la que va recitando junto con Dominique este encantamiento, rito o lo que sea.
-Gaia es una madre estúpida y celosa –vocifera la madre de los pequeños, mientras se ríe con furia.
-Pero Caín no debe despertar, porque su ira acabará con vampiros y lobos –continúa Dominique, sin prestarle atención –y con la ayuda de los Elegidos y de su sangre, volveremos a hacerlo dormir otros mil años más.
Desde el sarcófago solo sale silencio pero Conrad y Eara están seguros de que el vampiro está escuchando y de que no se irá sin pelear.
-Madre Gaia, óyenos. Tus hijos te pedimos que nos ilumines el camino.
Esa es Luna quien, abriendo esa caja que los pequeños recogieron hace tiempo del granero deja salir una luz radiante, tibia, segura. Era la caja de Stardust que, aunque sin su cuerpo, posee aún bastante de su magia.
-Primero de los Tremeres, antiguo Mago de aquella Era en la que nos independizamos de Caín. Evita que sea el comienzo del fin del mundo.
Dominique coge un cuenco de bronce, que parece muy antiguo, y con un movimiento de la daga obtenida en la última batalla de los chicos, corta apenas su brazo. Unas gotas de sangre caen en el cuenco. Luego hace lo mismo con Olivia, que pese a su locura no puede evitar ser alcanzada por el filo. Finalmente, se acerca a los dos niños y les dice:
-Prometo que solo serán unas gotas.
Ya confían en ella, así que lo hacen sin titubear, tres gotas salen de cada uno de ellos y caen en el cuenco. La tremere alza el recipiente al tiempo que dice palabras en un idioma desconocido. Un rayo fulgurante cae en medio del cáliz e ilumina la luz dorada de la esencia del hadita, la sangre de los niños y de su madre y algo más: un poder que ven salir de la tierra y meterse en la copa.
Cuando Dominique pide a los niños que vuelquen el contenido sobre el ataúd, se escucha el grito de Caín:
-¡Volveré mucho antes de mil años! Y os mataré de una forma espantosa... malditas sean vuestras acc...
No llega a terminar ya que otro rayo cae sobre su féretro, ni bien terminaron de volcar el líquido y lo convierte en una piedra negra. Es como si ya no fuese más que una horrenda escultura. Olivia yace en su jaula, agotada. Su esposo se queda cerca. Ella abre los ojos y, de pronto, no emiten destellos de locura. La vampiresa Tremere sonríe satisfecha.
-Caín volverá es verdad... aunque no en mucho tiempo. Y con esa magia poderosa y vuestro propio amor y fuerza, la Madre que llaman Gaia, ha querido devolverles algo.
No hizo falta preguntar qué: era su madre, era una familia. No sería fácil desintoxicar su alma rápidamente del Wyrm pero iban a lograrlo. Así como iban a vencer al primer vampiro mucho tiempo después, en un cogobierno Vampiro-Garou.
....Pero esa es otra historia.
THE END
Os dejo un post final y cerramos =)))
Hubo algo en el ofrecimiento de Dominique que me reconfortó, al saber que el cuerpo sin vida de Stardust sería devuelto a los suyos para que recibiera la despedida que merecía. Sin embargo, no evitó que me quedase dentro un sabor amargo, algo que perduraría largo tiempo en mi interior. No era capaz de procesarlo ni de asimilarlo, pero estaba ahí, siempre presente. Tal vez era culpa, por no haber podido evitarlo; o la constatación de una pérdida, como nunca la había sentido; o tal vez entendía por primera vez que luchábamos en una guerra, y que tenía un precio.
Fuimos guiados hasta la granja, de nuevo, hasta el granero y lo que ocultaba debajo. No estábamos solos, sino con lobos de las dos manadas que conocíamos, y con Dominique. También estaba nuestra madre, o al menos la que lo había sido en otro tiempo, luchando por escapar de la jaula en la que había sido encerrada. Mientras la vampiresa iniciaba la ceremonia, yo sólo podía prestar atención a aquella mujer enloquecida que luchaba como un demente sin razón. Era doloroso, pero no podía dejar de mirarla.
Tan sólo aparté la vista de Olivia cuando la caja fue abierta, la caja del hada, liberando una luz por todo el lugar. No sabía el motivo, pero era consciente de que el vampiro del sarcófago estaba atento a cuánto sucedía, a pesar de su silencio. La sangre fue adentrándose en un cuenco, poca sangre, sólo unas gotas. Primero de la propia Dominique, luego de Olivia, y finalmente la nuestra. No me preocupaba la cantidad, no en aquel momento, ni dije nada cuando la vampiresa trató de tranquilizarnos a ese respecto. Estaba demasiado apesadumbrado para eso. Campanilla había muerto para que consiguiéramos aquella daga, poco me importaba cuanta sangre donar para terminar lo que habíamos ido a hacer.
Tan sólo reaccioné ante el rayo que cayó sobre aquel cáliz, que pareció salir de ninguna parte. Estábamos bajo tierra, sin un cielo encapotado sobre nosotros. Magia. Cogimos el cáliz como nos indicó la maestra de ceremonias, y acudimos hasta el sarcófago. Ya a su lado, miré a mi hermana y sonreí, con tristeza pero con decisión. Íbamos a hacerlo, y jamás lo habría logrado sin ella. Quizás fue aquella mirada, cargada de complicada dad y confianza, lo que me llevó a replicar a aquella voz que surgía del sarcófago mientras vertíamos el contenido del cáliz sobre él. Al menos, después de que un nuevo rayo le hiciera callar.
Te estaremos esperando. Seremos mayores y estaremos preparados.
Eso afirmé, lleno de un valor nuevo para mí, antes de mirar a mi hermana Eara y lanzarme contra ella para darle un fuerte abrazo.
Pero aquello no había terminado, y solté a Eara al oír a Dominique confirmar que el vampiro tardaría en regresar, pero también, para mi sorpresa, algo más. Habló de un regalo, de devolvernos algo, y seguí su mirada con temor, no queriendo hacerme ilusiones. Ahí estaba Olivia, aún encerrada, pero si mirada se veía clara y limpia, carente de aquella demencia que habíamos conocido en ella fuera del sueño. Volví a mirar a Dominique, buscando una confirmación, pues me costaba creer lo que estaba pasando. Caminé hacia nuestra madre lentamente, como si temiera que aquello se desvaneciera en cualquier momento, y cuando la alcancé y vi que su locura no estaba ahí... Alargué una mano hasta su rostro, y las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas.
¿M-mamá...?
Todo parecía haber terminado. El cuerpo del habitación sería devuelto a su gente para darle su merecido final y yo dentro de mi sentía una pena intensa qje no sabía de donde venía.
Ya en el granero se llevó a cabo una ceremonia de la que realmente no fui muy consciente. Solo podía pensar en que hacía pocos días nuestra vida iba a cambiar porque habíamos encontrado una familia. Ahora, si miraba a todos los allí presentes sí que sentía que tenía una familia, pero era una sensación medio amarga, medio dulce. Todo había resultado ser muy diferente a lo qjd nos habíamos imaginado, no por ello malo, solo diferente.
Cuando me cortaron para obtener mi sangre casi ni fui consciente del dolor. Solo les dejé hacerlo con una sangre fría extraña que no sabía cómo gestionar.
Conrad parecía ausente también. Lo miraba todo pero nada parecía sorprenderle. Me imaginé que era posible que dentro de su cuerpo se estuviera librando la misma batalla que eTaba teniendo lugar dentro del mío.
Aquel ser nos habló, nos amenazó... y, personalmente, me dio igual. Me sentía extrañamente fuerte, extrañamente tranquila y satisfecha con lo que habíamos logrado, como siempre, junto.
Eso era lo que más destacaba de esta nueva vida: Conrad. Dentro de toda aquella novedad, de toda aquella guerra, de toda aquella nueva realidad; siempre estaba él. Mi mano derecha, mi gemelo, la otra mitad de mi corazón, mi otro yo. Siempre conmigo, siempre juntos. Y tuve la certeza de que, mientras siguiéramos juntos, podríamos con todo lo que se pusiera por delante.
-Te estaremos esperanesperando-recalqué las palabras de mi hermano.
En ese momento se nos dio una sorpresa. Una noticia que debería resultar me dulce dentro de tanta amargura. Sin embargo, al verla allí, frente a nosotros, luchando, me sentí una vez más confusa.
En cualquier caso, si ella tenía qje luchar sería con nosotros a su lado para demostrarle que al igual que Conrad y yo lo hacíamos juntos, caminar de la mano con gente que te quiere facilita las cosas. Así que, decidida, di un paso al frente y sonreí tímidamente a esa mujer que era tan familiar y tan extraña a la vez. Tomé la mano de mi hermano y le sonreí también. Ella podría con el Wyrm, nosotros estábamos allí para ayudarla, como lo que éramos: una familia.