Partida Rol por web

El ser observa con detenimiento a Lunnaris mientras habla, como meditando cada una de sus palabras.

Entonces no sois enemigos dijo el ser al mismo tiempo que el agua empezaba a agitarse de nuevo. El lago se empezó a dividir, mostrando unas escaleras que descendían hasta una pared. No tardó mucho en abrirse una especie de puerta secreta.

Rápido, esconded allí todo el material. Será muy difícil que lo encuentren. Quizá vosotros también deberíais permanecer allí dentro hasta que se hayan ido.

Pero tenéis que hacerme un favor. Bloquear esta entrada, tenéis piedras por toda la galería. No podéis permitir que la Deidad oscura drene mi poder. Si me descubren, estaré perdida. ¡Rápido, no hay mucho tiempo!

La voz de la criatura denota impaciencia

 El ereño intentó tragar saliva, y se dió cuenta de que tenía la boca seca. Y de que había estado aguantando la respiración a la espectativa de los acontecimientos.

 Finalmente allí estaba ante ellos, un lugar fantástico donde ocultar todo rastro de las mercancías de la resistencia. A pesar de las amenazantes cortinas de agua que se habían abierto a lado y lado de las escaleras el hombre indicó con un gesto a Escalofrías que continuara.

 - Vayamos.

 Y así empezó a descender las escaleras cargando con la caja para esconderla del legado y los orcos.

Parece que este ser de agua no es una amenaza para nosotros pero aun guardo cierto resquemor a los seres que utilizan o son formados por magia.

Ayudo a Argos en terminar de descender las escaleras con nuestra pesada carga, una vez hecho esto regreso raidamente a la caverna para cubrir la entrada con los escombros que se hayan por los suelos.

- No hay que dar mas ayudas que las justas a la oscuridad.

Bajáis las cosas a la sala secreta que os muestra la criatura. Entre todos, bloqueáis el acceso al estanque. Según descendéis por las escaleras, la potente luz que emana de la criatura empieza a disminuir, hasta dejarla de un color natural.

Así evitaré que puedan ver cualquier tipo de resplandor por mi luz. Guardad silencio, os avisaré cuando deje de sentir su presencia.

Cuando entráis, la puerta se cierra y notáis como el agua vuelve a cubrir las escaleras. Esperáis en silencio, escuchando cómo cae cada una de las gotas al estanque. Pasados dos minutos, empezáis a pensar que quizá el legado se ha dado la vuelta, pero entonces escucháis unos ruidos.

Alguien está intentando mover las piedras que habéis puesto en la entrada, pero no consigue nada. Algo parece impactar sobre las rocas, pero a pesar del sonido que eso provoca, no se desploman.

Por aquí no ha debido entrar nadie, estas piedras no se mueven ni usando magia

Pasados unos minutos más de intenso nerviosismo y estrés, la puerta se vuelve a abrir

Podéis salir. Se han alejado de la cueva. Forasteros, os agradezco vuestra ayuda. Habéis ayudado al pueblo y a mí. Aunque no os parezca mucho, habéis vencido al señor de la oscuridad en esta batalla

¡Gracias criatura de agua! Sin tu ayuda no lo hubiéramos logrado. Ahora lo mejor será que vayamos a avisar a los habitantes de Koln y les contemos que sus pertenencias están a salvo y que les expliquemos donde están.

¡Hasta la vista y gracias por tu ayuda!

La criatura del agua demostró no tener actitud hostil hacía nosotros, lo que me relaja en el instante. Es una criatura de magia, probablemente lo que sintió el Astirax perdido, por lo que es nuestro deber, como enemigos de la Sombra, defenderla y evitar que el maldito Izrador la drene.

Hago caso inmediato de sus recomendaciones y aseguro las cosas que debemos esconder. Luego ayudo con toda mi fuerza y rapidez a sellar el túnel para evitar una confrontación con el Legado y sus tropas. Sea como sea, lo preferible es que el desgraciado se fuese antes que tener que matarle, por seguridad del pueblo. Aun así me lamento de permitir a un Legado marcharse, pues si el mundo puede dejar de sufrir la presencia de uno de ellos, ya es un aporte.

La criatura nos agradece por la ayuda brindada, pero siento que esto aun no ha terminado. El enigma aun no está resuelto para mí y le pregunto, con la esperanza de que pueda añadir luces a las sombras:

 - "Criatura del Agua, tengo una duda y te la plantearé por si conoces la respuesta. Una Astirax del Oscuro vino en esta dirección hace un tiempo atraído por el olor a magia. ¿Lo has visto? ¿Sabes qué ha sido de él?"

Espero su respuesta pues mientras el maldito ser ese siga pululando por aquí, la amenaza se mantendrá. En caso de que haya sido destruido por algo o alguien, sería bueno saber quién está detrás de su desaparición. En cualquier caso, no es algo que debamos ignorar.

Por ahora el peligro a pasado pero con este ser cerca del pueblo deberían buscar un nuevo escondite para sus cosas...los siervos de la Oscuridad no van a parar de buscar.

- Gracias a ti criatura, supongo que si no hubieses mantenido los escombros en la entrada de la cueva hubiesemos tenido que combatir.

Por mucho que la criatura nos asegure que el peligro a pasado, me acerco hasta la entrada de la gruta por si oigo algo al otro lado.

- Vaya miedo he pasado, la muerte ha estado muy cerca de nosotros, o peor aún la tortura a manos del legado.

Salgo como puedo del escondrijo, las piernas aún me tiemblan por la tensión acumulada aunque intento adoptar una pose de naturalidad al salir y hablar con el bicho.

- ¿Y ahora qué haremos? ¿hemos salvado realmente al pueblo?

 Argos aguardó con nervios en aquella oculta sala bajo el agua. Sentía el sordo latido de su corazón golpear en sus oídos. Pero logró mantener el autocontrol, incluso cuando le llegaron los lejanos sonidos de los golpes en la pidra.

 El lugar era húmedo, y habían tenido que hacer grandes esfuerzos, primero la marcha forzada con Lunnaris a cuestas, luego acarrear la mercancía y finalmente taponar la entrada. Su basta ropa de pelo de cabra estaba manchada por el sudor del ereño. Pero no parecía que la fatiga fuera suficiente como para haber prestado pelea en caso de haber sido necesario.

 Finalmente la pueerta se abrió, sin que el agua inundara el lugar, y el grupo salió. Recibido por aquel ser sobrenatural. Asintió ante las palabras de este, silencioso, con gesto serio. Pero ante las palabras de Escipión no pudo evitar decir.

 - Por el momento, compañero, por el momento. Mientras la sombra aún cubra nuestra tierra nadie está completamente a salvo.

 Asegurándose de que tenía todas sus escasas pertenencias a mano añadió.

 - Será momento de partir. Ahora que he encontrado la resistencia, a ver si puedo unirme a ella.

Criatura del Agua, tengo una duda y te la plantearé por si conoces la respuesta. Una Astirax del Oscuro vino en esta dirección hace un tiempo atraído por el olor a magia. ¿Lo has visto? ¿Sabes qué ha sido de él?

La criatura miró a Fendor. Aunque no se le veía el rostro, parecía que sonreía

No temáis por el Astirax. Los miembros de la Resistencia lo descubrieron y, antes de que pudiera llegar a la cueva, hicieron que se precipitara por un acantilado y murió. El legado no tardará en encontrarlo

Se quedó en silencio mientras Argos respondía a Escipión

Así es, se ha ganado una batalla. El pueblo mantendrá un tiempo más la calma.

Gracias, de nuevo, os estoy muy agradecido. No debéis hablar de mi a la gente del pueblo, así no estarán en peligro

Tras quitar las piedras de la entrada, salís de la cueva. Efectivamente, no hay rastro ni del legado ni del orco. Incluso si os paráis a escuchar, podéis oír de lejos las pisadas que se alejan.

Volvéis por vuestro camino, cogiendo los caballos que habíais dejado atados en la separación de los caminos. En poco tiempo llegáis de nuevo al pueblo, y allí encontráis al sheriff

¿Y bien? ¿Qué ha ocurrido?

 Argosparecía de nuevo un pobre diablo, ataviado de nuevo con una sencilla túnica de piel de cabra raída, harapos en los pies, portando solo un haz de leña y un cayado para caminar. Pues antes de llegar al pueblo había dejado escondido bajo unos matorrales su espada y la armadura, por estas vestimentas.

 Ante la presencia del sheriff, mirando por los alrededores de que no se vieran oídos indeseados comentó.

 - Logramos llegar a tiempo. No había pista alguna que pudiera hacer sospechar de actividad rebelde en la región.- Dijo un poco críptico.

- Todo ha terminado.. es el lacónico comentario que hago al sheriff. Debo recuperarme aún de lo vivido, es la primera vez que tengo contacto con fatas y magia y aún no me he repuesto. Ni siquiera ahora me creo libre de todo peligro, debemos llegar al pueblo y diluirnos entre el resto de la gente.

Regresamos lo mas rapido posible al pueblo a lomos de nuestros caballos, esperando que todo lo acaecido haya servido para librar a los ciudadanos de una posible reprimenda.

- Ya esta hecho. Las provisiones, armas y equipo permaneceran escondidas un tiempo mas. Que le valla bien sheriff.

Me despido con una inclinación de la criatura mágica y me encamino hacía el pueblo junto con mis compañeros, tomando las precauciones necesarias para no ser detectados por el Legado y sus orcos al momento de retirarnos. En el camino, nos encontramos con el Sheriff y mis compañeros comienzan de inmediato a contarle, por lo que me sumo:

 - "Todo ha sido hecho. El Legado se marcha con sus tropas sin sospechar la existencia de los rebeldes. No creo que vuelva pronto."

Miro al resto de mis compañeros, que no han dicho nada, por si quieren aportar algo más.

La pequeña Lunnaris no añadió nada más a las palabras de sus compañeros. Tan solo dedicó una sonrisa bajo la capucha que llevaba. Y después hizo un gesto a modo de reverencia.

Lo habían conseguido, habían ayudado a aquella gente, y ahora sus caminos volverían a separarse. Pero Lunnaris estaba contenta con lo sucedido. 

Una batalla ganada, un punto a favor, aunque desgraciadamente sería muy difícil librar a toda aquella tierra del mal que le inundaba. 

El sheriff asintió con agrado. Su cara muestra una mueca. Parece que sonríe, algo que no podíais pensar de un hombre como él.

Os estamos muy agradecidos... La Resistencia se alegra de que haya gente todavía que luche contra la Deidad Oscura. Muchas gracias

El sheriff se aleja de vosotros, cojeando.

Al entrar al pueblo, parece que os miran con otros ojos. Ojos de confianza, de agradecimiento. Se debe haber filtrado el rumor de que Koln se ha visto libre de la agresión de los orcos. Muchos os invitan a comer a sus casas. Están contentos y vivos un día más, gracias a vuestra ayuda...