Una vez en el interior de la H1-Tears, nave de exploración y emergencia, el grupo de cuatro astronautas del equipo de salvamento logran poner en marcha los motores y fijan su destino en la relativamente cercana Eretria. Detrás de ellas, la Zelonia explota en millares de fragmentos con una silenciosa llamarada que adquiere una forma esférica y desaparece en un par de segundos. La onda expansiva de la explosión alcanza la nave de exploración y la proyecta hacia delante. Gracias a la pericia de Colmenárez en conjunción con Van Damme y a un rápido cálculo de trayectoria por parte de Mei, esquivan el grueso de la explosión y la práctica totalidad de los escombros espaciales.
—Ha estado muy cerca —dice Jessie con una ligera sonrisa—, pero no era nuestro día.
Una voz metálica comienza a escucharse por los altavoces omnidireccionales. El sonido es metálico, no se trata de ninguna de las dos variantes de la Eretria.
«Felicidades comandante Colmenárez, ingeniera Mei, doctora Leclerc y soldado Van Damme. La misión ha sido cumplida en sus puntos fundamentales. Con la información que porta la doctora Leclerc podrá realizarse el estudio sobre el suero creado a partir de la planta encontrada en Rk48. En cuanto estemos al alcance de los sensores, enviaré por el ansible la comunicación a la Base Saturno y Gaia de su éxito».
Unos minutos más tarde, la bodega de carga contiene la H1-Tears y las astronautas pasan a la cámara de descontaminación, paso previo a poder quitarse sus trajes. Cualquier precaución es poca para asegurarse que ni una sola de esas esporas alienígenas logra pasar al interior de la nave que las llevará de regreso a Gaia, donde podrán ser recibidas como heroínas o pedirán explicaciones a sus superiores. Esto último suele conllevar condenas de presidio por traición, pero siempre hay algún loco que gusta de jugarse el tipo.
Como suele ser habitual en este tipo de partidas, os dejo una última intervención para que hagáis alguna reflexión sobre lo sucedido, proyectos que vuestros personajes tienen en mente para su regreso a Gaia o, sencillamente, últimas palabras que queréis escribir antes de dar la partida por cerrada (siempre escrito desde el interior de la nave Eretria y antes del criosueño que os devolverá a vuestro mundo natal). Os podéis extender tanto como gustéis y, recordad, que todo este material va a quedar sintetizado en un relato corto.
—Pero que encrucijada, hemos tenido —La ingeniera exhala intensamente como si se hubiera quitado un gran peso de la espalda—. Espero no repetir algo así pronto, compañeras.
Nunca pensé en agradecerle a ese anciano con pintas de monje shaolin. Se acerco a una terminal y abrió una sesión de Shooters y anime.
—¡¡¡Al fin!!! —Se dejo caer al asiento y se dispuso a pasar las siguientes tres horas antes de hacer cualquier otra cosa...
Se levanta del asiento revitalizada, como si hubiera vuelto a nacer. *Puf Puf*.
—Ahhhhh, me siento viva... Aunque no se si tendré tiempo para el anime —Fue a la cocina y comió tantas galletas que perdió la cuenta. Creo que ya he hecho todo lo que quería. Después de desperdiciar productivamente el tiempo, se preparó para volver a la capsulá.
—¿Por qué me dirán que me parezco a Umaru-chan? —Se mira frente a un espejo, y de pronto se pone a pensar en sus acciones y comportamientos hasta ahora—. No puede ser... Parezco Umaru-chan —Se presiona los cachetes frente al espejo, y callada se introduce a la capsulá un poco perturbada y avergonzada de su comportamiento. Perdónenme compañeras... Ontoni gomenasai.
Mei dejo una carta con su agradecimiento a Eretria, dejando un Push up, que indicaba cuando re-actualizar el sistemas.
Honestamente debo decír, lamentablemente está será de mis últimas partidas en umbría por mucho tiempo, espero la siguiente parte para el próximo año.
Espero verles en otra partida, el próximo año.
Todo sucede de repente en ese instante donde un parpadeo marca el antes y después de todo. De alguna manera estamos saliendo de allí con el mejor escenario posible y las cuatro con vida. La verdad es que no supe en ese instante que decir o hacer, solo mantuve conmigo la vital información que nos convierte en algo más que una simple doctora u oficial. Aquello sin dudas para la Comandante, mis compañeras marca un precedente y estoy orgullosa de ellas.
Finalmente llegamos a destino con una explosión a nuestras espaldas y el deseo de no volver jamás. En mi pecho aún palpita mi corazón con ese temor que no cesa, pero ya está. Lo hemos logrado. Ya cuando podemos aterrizar, lo primero que hago es abrazar a mis compañeras y agradecerles por todo. No fue fácil, uno pierde el norte cuando está a punto de someterse a una muerte sin igual. Pero todas han mantenido el temple, incluso más que yo.
Una vez que dije lo que siento en ese instante, sigo los pasos de las chicas y sé que viene una marea de explicaciones, más allá de que en mi, solo hay orgullo y alivio. No hay palabras, solo un "estoy de nuevo aquí" y un imperioso deseo de descubrir más misterios. Desentrañar lo que escondido en el espacio está.
A por ello.
Muchas gracias por esto, por el rol, la paciencia y la dedicación. Lamento Aoi que te retiras, vuelve pronto! Gracias Comandante, Director. Me encantó.
Los abrazo !
Samantha sonríe ante la espontánea expresión de afecto de la doctora. Todavía siente el enfrentamiento que tuvieron provocado por los cambios repentinos de criterio de la AI de la Etreria y en su mente bullen demasiados cabos sueltos, pero por ahora se permite suspirar sonoramente y relajarse por unos momentos.
—Un gran trabajo, sois estupendas, pero me sentiré más segura cuando nos alejemos de todo esto... y después de una inspección completa de la Etreria.
Sus compañeras la miran con incredulidad y casi un creciente fastidio. Después de las horas que han vivido están deseando un merecido descanso.
—Si lo sé, todas queremos una ducha, una buena comida y descansar antes del criosueño. Yo, la primera, pero vamos a asegurarnos no tener más sorpresas. Experimentos, AI inestables, cambios de directrices, una monstruosidad persiguiéndonos... cadáveres en el espacio... Casi nada para una misión de rescate.
—Venga, invito yo a la primera cerveza... sin alcohol...y luego la inspección.
Muchas gracias por acogerme como reemplazo. Ha estado bien jugar con vosotros. Aoi, lamento que te desconectes una temporada, espero que no sea por nada serio.
Un abrazo.
Os podéis extender tanto como gustéis y, recordad, que todo este material va a quedar sintetizado en un relato corto.
¡Anda! No tenía ni idea, ¿lo podremos ver?
Tras la exitosa llegada a la Eretria, lo primero que deciden comprobar por órdenes de la comandante Colmenárez es la IA de la nave. Resulta difícil confiar en un sistema que ha estado a punto de sacrificar a su tripulación por unas órdenes de última hora integradas en su sistema. La dicotomía entre la Inteligencia Artificial de voz masculina y de voz femenina ha desaparecido. Probablemente un regalo de la IA de la Zelonia. Sus sistemas han sido bloqueados de manera permanente por un punteo que hace que las órdenes originales se vuelquen en un banco da datos que simplemente las almacena, haciendo creer al sistema quelas está ejecutando. Por otro lado, la IA sencilla, de voz metálica, ha tomado el control de los sistemas.
Navegación, Defensa, Supervivencia, Motores, Sensores y Comunicación han quedado bajo el control de la IA y reportarán de manera constante a través de las pantallas. Cualquier elemento que ponga en peligro a la tripulación durante el criosueño provocará una alerta que sacará de su letargo a las astronautas para poder hacerse cargo de la situación de manera manual, que es el sistema por defecto y prioritario. Los sensores de corto alcance han sido alterados por los restos de la explosión de la Zelonia y Eretria tendrá que basar su vuelo en los de largo alcance y posteriormente comunicar con la Base Saturno para recibir apoyo en la aproximación a esta. No es una gran pérdida, pero hace el viaje un poco más arriesgado en caso de asteroides o basura espacial.
Tras un agradable rato en la cantina, en la que la cerveza sin alcohol y un nutrido grupo de zumos circulan entre las astronautas, comienzan a cambiarse para ponerse la liviana vestimenta para el criosueño. Un último saludo y algunas sonrisas antes de que las criocámaras se cierren y comiencen a entrar en el sueño profundo del que sólo despertarán en caso de que surja alguna emergencia o hayan llegado a la base. La información proporcionada por la doctora Leclerc ha quedado resguardada en una cámara de acceso manual, por si pese a todos los intentos la computadora decidiese prescindir de su tripulación humana. Algo, por otro lado, imposible debido a los mecanismos de seguridad redundantes programados por la ingeniera Mei.
Media hora después los motores de reacción Wallace-Ishikawa están trabajando a pleno rendimiento para alcanzar el punto de salto y acelerar la llegada a la Base Saturno todo lo que sea posible. Y así transcurrirá el viaje, plácidamente, tranquilo, para las cuatro tripulantes de la nave. Aunque existe uno más, en el exterior de la misma que, si bien herido por la explosión, ha logrado adherirse al casco de la nave sin activar ninguno de los sensores (menos aún los que ya no funcionan) y le espera un largo viaje para llegar a la Base Saturno y comenzar a extenderse con disimulo. Al menos en un principio. La cosa, formada por los cuerpos de varios seres humanos unidos por una sustancia orgánica de color verdoso que es el suero alterado, tan sólo dormita y espera, pacientemente, a que llegue su oportunidad…
Y con esto damos por concluida nuestra aventura.
Recibiréis vuestros puntos positivos de Carisma de vuestro entusiasmo y ganas. Anotaré vuestros nombres de Jugadores para enviaros mensajes privados cuando tengáis la novelización de la misma.
Muchas gracias por vuestra colaboración, paciencia, ayuda y disposición.