Año 2250. Tras dos guerras nucleares, la Tierra está arrasada hasta sus cimientos. Los supervivientes deciden firmar la paz, viendo lo absurdo de atacarse hasta llegar a la destrucción mutua. Tras arduas negociaciones, deciden trazar un camino hacia la reconstrucción de lo que un día fue un próspero planeta en el que vivir y que ha sido convertido en un erial desolado por la radiación nuclear. Tras muchos años de sacrificio, esfuerzo y trabajo, la humanidad logra reconstruir la Tierra; para evitar que se repitan las atrocidades del pasado, se funda la Federación Gaia, un ente multinacional y multicultural que tiene como propósito guiar a todo el planeta hacia una nueva era de esperanza, ilusión y bienestar del género humano.
Para lograr esta meta, Gaia potencia las investigaciones científicas a una escala nunca vista hasta el momento, haciendo hincapié en la exploración del universo. Los primeros logros se consiguen con rapidez: se coloniza la Luna, y se descubre la reacción Wallace-Ishikawa; una fusión nuclear capaz de mantenerse en el tiempo con la que la humanidad alcanza la capacidad de impulsar grandes masas a la velocidad de la luz. Tras construir la estación de Saturno, se ensambla la primera gran nave humana interestelar: la “Gaia 1”. Tras años de esfuerzo, se establece una academia de jóvenes, los mejores entre los mejores, dispuestos a viajar a los confines del espacio para descubrir nuevas razas. Sin embargo, tras décadas de exploración, la Tierra no consigue ningún contacto con otra civilización.
A pesar de esto, las fronteras de la investigación científica se siguen estirando más y más, marcando el límite la imaginación y creatividad de los científicos. Una nueva fuente de posibilidades para expandir esos límites científicos aparece de la nada con el descubrimiento de Rk48, un extraño asteroide en cuya superficie parece haber vegetación, captando rápidamente la atención de científicos y altos mandatarios de la Tierra. En poco tiempo se decide fletar la Zelonia, una nave de exploración de clase Sinoussi que tiene como misión principal estudiar el Rk48 y el manto de vegetación que lo cubre. Tras una investigación preliminar de la superficie del asteroide, los científicos llegan a la conclusión de que esa vegetación contiene los componentes idóneos para fabricar un suero que puede dar al ser humano una vida más longeva, llegando incluso a la inmortalidad. Los trabajos e investigaciones parecen discurrir bien durante un tiempo, pero de la noche a la mañana, la Zelonia deja de enviar señales a la Federación Gaia. Tras un mes de silencio, la Tierra recibe una débil señal de socorro que proviene de la nave, que se creía ya perdida.
Intrigados por lo sucedido, la Federación Gaia prepara inmediatamente una misión de rescate...