Estoy con León, las armas nos vienen de perlas así que me dirijo a toda pastilla a sofocar el incendio para coger los dos M4.
- ¡Ten cuidado! - grité a León. - Aún no es un podrido pero si le han mordido podría acabar siéndolo. -
Mientras Jack se pelea con el fuego intentando dominarlo , el soldado no consigue decir nada más,, los ojos se le ponen en blanco, se desploma y cae como un fardo al suelo.
El pecho del soldado que yace bocaarriba sube y baja, lo cual quiere decir que no está muerto, sino sólo inconsciente.
Me acerco a él con rapidez, quitándole la pistola. A continuación observo su pierna, buscando algún tipo de herida que no sea ni de bala ni de cuchillo. Si es así le coloco la pistola que le he quitado en la frente y le disparo sin más dilación.
Acciones, quitar pistola, buscar herida de mordisco (nada de balas o cuchilladas) y disparo con la pistola pegada a su frente.
Jack gasta uno de los extintores, rebaja el nivel de las llamas , mientras suelta uno de los extintores y echa mano del segundo para apagar el fuego del todo, León se acerca al soldado, el cual está inconsciente, muestra el soldado mordeduras en brazos y piernas, lo menos en una docena de puntos.
Así que León toma una difícil decisión, drástica, desenfunda su pistola y pega el cañón del arma a la frente del soldado, matar a un hombre a sangre fría...
pero León sabe muy bien lo que tiene que hacer y sin dudarlo, aprieta el gatillo sin ni siquiera importarle que sus ropas, suelo e incluso cara, queden manchados de un tejido mucoso repugnante.
Tras el disparo, escucháis claramente, nítidamente, sonidos que provienen del piso de arriba, los sonidos se acercan y se escucha pies arrastrándose por las escaleras: sabéis lo que viene y son varios.
Me doy prisa mientras le grito a León: - ¡Vamos, casi lo tengo, pilla los M4 en cuanto puedas y salgamos cagando leches de aquí! -
Acabo de apagar el fuego, alcanzo una de las armas, le paso la otra a León y mejor equipados salimos dispuestos a regresar al coche acabando con los podridos si es necesario.
Guardo mi pistola y me dirijo hacia donde está Jackson, cogiendo el rifle que me ofrece.
Podriamos quedarnos a probar estas armas con esos podridos, así practicaremos y aprenderemos, además de fomentar una ciudad más limpia y pulcra -digo bromeando, aunque en el fondo es justo lo que deseo.
Espero la respuesta de Jackson y lo sigo si decide ir al coche, cubriendolo en todo momento con mi nueva arma.
- Vámonos, nada me gustaría más que matar a unos cuantos podridos, pero no quiero que aparezcan más por la entrada y nos bloqueen la salida. Hasta que no tengamos al menos un par de vías de escape seguras no me entretendré a gastar munición con esas cosas. - Jack deseaba lo mismo que León, pero era una cuestión de supervivencia. Lo importante era que tenían nuevas armas, más munición y ahora podían coger el coche y juntarse con el resto en la estación eléctrica.
Jack domina las llamas, toma un M4 y se lo pasa a León, después el propio Jack toma uno y un par de cajas de munición que se reparten, a todo esto aparece a lo lejos, en las escaleras, lo que todos os temíais: cinco podridos que arrastran los pies, se trata de cinco hombres, tres de ellos vestidos de verde con el uniforme de la Guardia Nacional , pero los otros dos llevan uniformes negros, sobre el pecho y los hombros véis un extraño símbolo que no habíais visto nunca, una estrella amarilla sobre un fondo rojo bajo las letras Geneetech.
Os miráis cariacontecidos, pero no hay tiempo que perder y ponéis pies en polvorosa, atravesando a grandes zancadas el hall hasta la puerta principal, tenéis que abrir las puertas pero lleváis las manos ocupadas ¡hay que soltar algo y los podridos ya están en el hall , a poco más de cuatro metros de vuestra posición!
- ¡Te cubro! - grité a León. - ¡Abre la puerta! -
Y acto seguido comencé a disparar a los podridos que se nos acercaban.
Motivo: disparo
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+7)=11
No sé si se puede disparar una ráfaga a varios, es lo que mi pj intenta. Si hay que aplicar más modificadores aplícalos!
Motivo: local
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Puedes hacer dos disparos más, pero el segundo con un -2 y el tercero con un -4
a esos modificadores habría que añadir un -4 por disparar a la cabeza (si es que quieres darles en la cabeza) o dejarlo tal cual e impactar aleatoriamente.
Motivo: disparo 2 a la cabeza
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+1)=8
Motivo: disparo 3 aleatorio
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+3)=9
Sigo disparando, el segundo disparo a la cabeza y el tercero aleatorio (ya serían demasiados penalizadores si no)
Ni idea de la dificultad así q no sé si doy o no.
Mientras León abre la puerta Jack hace una ráfaga, el M4 canta de maravilla y Jack da dos impactos de tres al primero de los podridos que pisa el hall abriendo un boquete en el pecho del hombre del tamaño de una pelota de golf y otro en el estómago. ¡Las balas del M4 podrían tumbar a un elefante!
Pese a ello, el grupito de militares de malas intenciones no se detiene.
Motivo: local 2
Tirada: 1d10
Resultado: 8
Espero a que León postee.
Veo a los podridos llegar y mi primer acto reflejo es apuntarles con mi arma, listo para acabar con ellos. Sin embargo las palabras de Jackson me hacen cambiar de opinión, aunque con evidente disgusto.
Dejo la mochila que llevo en el suelo y trato de abrir la puerta, con mi nueva arma en la mano, mientras comento enfadado -el muy cabrón se divierte disparando mientras yo le abro las puertas como un puto criado, viejo malnacido.
Supongo que no tengo que hacer tirada de fuerza. He dejado la mochila a mi lado, exactamente a mis pies.
Los dos hombres salen del edificio seguidos de cerca por los podridos, por suerte vuestro coche está en la entrada, frente a las escaleras descendentes.
- ¡Conduce León, yo te cubro! - grité al joven soldado. Subí a toda velocidad al asiento del copiloto y me quedé cubriendo por la ventanilla por si los podridos salían... Al primero que asomara la cabeza por la puerta le iba a recibir con una buena ráfaga de mi nuevo fusil.
Cojo mi mochila y corro hacia el coche, casi sin pensar, centrado solo en mis piernas, en como se desplazan moviendose con rapidez, llevándome hacia mi salvación.
Entro sin responder a Jackson, tiro la mochila a los asientos traseros y arranco con rapidez, listo para huir del lugar.
Cuando los podridos asoman sus horribles jetas por la puerta del edificio, León arranca el coche y pisando a fondo , tanto que las ruedas chirrian al ponerse en marcha, continuáis calle abajo hacia la central.
Escena cerrada.