Partida Rol por web

¡Cosmonáutico!

Plano de detalle de escotilla de la Formayer V, con travelín de cámara, viéndose con sumo detalle la magnificiencia y enormidad de la maqueta nave sideral. Toa enorme, toa brutal. Que cantidad de yerro se han dejado ahí, connio.

Por razones de lógica de diseño (es decir, para no complicarse la vida pensando), el portentoso ingenio tiene forma fusiforme, consistiendo en varios habitáculos puestos uno tras otro, por orden de importancia: en la cabeza está el módulo de control y de mando, gobernado por la inteligencia artificial JARL 5005, y justo en la cola, pegados a los motores (y expuestos a los cambios de temperatura) la valiosa carga del pecio espacial: la tripulación y esperanza de la Humanidad. Entremedias hay otros módulos de importancia intermedia, entre ellos, los aseos.

Todos los módulos poseen un terminal de acceso a JARL 5005. Así, la tripulación siempre se le puede pedir algo a la disciplente, amabilísima, majísima y simpatiquerrima inteligencia artificial. Siempre que estén fuera del sueño criogénico, circunstancia que no se debe dar hasta que no lleguen a un planeta habitable.

Pero, curiosamente, se puede ver en distintos planos de detalle como las cápsulas criogénicas de cada uno de los tripulantes se van desactivando, y los heróicos aventureros se van despertando, algunos plácidamente, otros vomitando, y alguno seguramente le de una embolia y ni despierte. La criogenia, que no es una ciencia exacta... ¿A quien no se le ha echado a perde una pechuga de pollo en el congelador? Pues igual con gente.

En fin, conforme la panda de mongoloides se va despertando, JARL 5005 activa la gravedad artificial, mostrando en el terminal su mejor sonrisa para tranquilizar a los intrépidos cosmonautas por su repentino despertar.

Ciertamente, las luces de emergencia rojas parpadean a saco y hay una molesta sirena aullando, pero lo que es la cara de JARL es relajante a tope.

¿Harán alguna pregunta idiota nuestros protagonistas? ¿Se presentarán unos a otros? ¿Alguno se ahogará en su propio vómito?

¿Serán capaces de encontrar la única puerta de su habitáculo?

El despertar de la criogenización pilla a Mikhail con los pantalones bajados. No literalmente claro. Ni siquiera los lleva puestos. Con movimientos espasmódicos, busca apagar el molesto despertador que no para de pitar. ¿Donde cojones está ese trasto? Al levantar la cabeza, la escena se le echa encima como un león famélico.

- Oh, mierda.- Se pone la ropa, que se encuentra doblada al lado de la cámara en la que ha estado sobando congelado. Casi olvida el último detalle, el parche, que se coloca deprisa y corriendo. Mientras lo hace, su mente se ve colmada de la información recientemente recibida. Había muerto. Es un clon. Le han dado una segunda oportunidad en el futuro. Y el único precio es una misioncilla de nada, completamente segura e indolora, pero inevitable. Las últimas palabras del científico resuenan en su cerebro. Así que por favor, deje de intentar huir como un poseso y prepárese para la criogenización. A continuación, solo recuerda un pinchazo en su hombro derecho.

Ahora mira a su alrededor, donde otros tipos aun no se han levantado. Mierda. Que puto dolor de cabeza. Y este jodido ruido no para...

- Joderrr, necesito un poco de vozka. ¿Alguien en pie? ¿Alguien con alcohol? ¿Kamarrradas?

Tony termino de descongelarse de la criogenización y empezó a bailar. En realidad Tony fue clonado y una edad adulta fue criogenizado pero en su crecimiento realizaba movimiento como si estuviera bailando. Los científicos miraron su historial y leyeron que le encantaba bailar y desde la incubadora podía escuchar el equipo de música que tenían encendido en el laboratorio. Tony salio en calzoncillos de la cápsula de criogenización bailando con el ruido de la alarma como si le encontrara un ritmo. A los segundos de entender que no estaba en una sala de baile sino en una habitación blanca con una decoración de ciencia ficción, recordó que el último lugar en el que estuvo fue en el cine donde unos demonios intentaban matarle junto a un grupo de espectadores dijo “¿Dónde están los demonios?" "¿Quién son ustedes?" "¿Dónde estoy?". Tony no entendía nada, entre el baile y el miedo estaba confuso.

De entre el dramático vapor generado al abrirse la capsula surge el triste pero codicioso rostro de nuestro intrépido héroe, apoya sus manos en los bodes de la capsula para ayudarse a salir de un salto, se arregla su pelo de una forma lenta y melancólica mientras mira a los otros despertados con suma desdicha.
Besa su estrella de david y suspira mientras busca un baño, pero no con mucho ahincó así que asume de que no existen y se acerca a una capsula cerrada que tiene una chapa con un nombre en ella (Espeisnete), baja el sierre de sus pantalones ceñidos de cuero y toma con las dos manos su poderosa manguera y comienza a regar en un borde de la capsula al sonido placentero de.

-Aaaaaaaaa!

Alexander despertó de su sueño criogénico como si le hubieran dado una patada en el culo. Por un momento, se olvidó de donde estaba arriba y donde estaba abajo, asi que cayó de cabeza, intentando caminar con las manos, pero su enorme barriga le impedía hacer el pino, y volvió a caer despatarrado. Una vez recordó que se andaba con los pies, se puso de pie, con unas ganas enormes de ponerse a bailar, pues como buen negro llevaba el ritmo en la sangre. Pero no podía, porque ya no era un negro cualquiera. Ahora era el Nazi Nigger, y un nazi que se precie no baila, solo habla como si siempre estuviese enfadado (o eso quieren hacernos creer los malvados guionistas de Hollywood)

Finalmente, tras reubicarse totalmente y rascarse el sitio donde tecnicamente tiene un casquillo de bala, el negro enfundado en un traje de las SS, empieza a mirar a su alrededor. ¿Donde c*** estoy? ¿Que c****es es esto? (por algun motivo, cada vez que decía una palabra fuera de tono, sonaba un pitido que lo ahogaba, con lo que se concluye que a alguien no les gustan las palabras malsonantes) ¡Seguro que estyo es obra de esos malditos judios comunista-masones! ¡Malditos masones comunistas circuncidados!

Jordi Hurtado mira sonriente como sus compañeros de viaje se van despertando.

Él no necesita despertar porque no estaba dormido.

La ultraterrena longevidad de Jordi le permitía viajar por el espacio sin necesidad de sufrir la inducción del sueño criogénico y Jordi se había estado echando partiditas con JARL 5005(Por el culo te la hinco) de Strippoker y ajedrez, damas y hasta jugaron al veo veo, actividad por otro lado muy aburrida una vez enumeradas las 5.415.465.651.265.658.456.468.422.165.465.456 partes, tornillos, tuercas y cables de la nave y el espacio infinito como única vista alternativa,claro que a esas velocidades lo único que se veía era negro.

Cuando ya estaban casi aburridos(Jordi Hurtado jamás se aburre) a Jordi se le ocurrió jugar a "Beso, verdad o atrevimiento" y en una de esas Jordi le había dicho a JARL que no tenía huevos de despertar al resto del pasaje...Pues sí que los tenía la puta máquina.

-¡Bienvenidos amigos a una nueva edición de saber y ganar!¡Hoy nos acompaña un elenco de alegres concursantes recién levantados! A ver que nuevas incorporaciones tenemos al programa, hasta ahora nuestro campeón JARL5005 ostenta el record con 12.323.147.987.312.498.798.234.897.213.489 preguntas contestadas correctamente, ¿Habrá alguien aquí capaz de desbancarle?

Saluda el eternamente sonriente Jordi Hurtado a los recién despertados.

Charles Chaplin sale de su criosueño abriendo repentinamente sus maquillados ojos.

Se estira exageradamente, marcando bien cada movimiento de brazo y pierna. Parpadea un poco y hace como que se frota los ojos.

A continuación salta de la criocápsula con un saltito cómico y cae al suelo de culo.

Se encoge de hombros, sonríe y se levanta frotándose la susodicha parte de la anatomía.

De repente ve algo que jamás había visto, una minipantalla de cine, como la que aparecía en su visionaria película "Tiempos modernos" pero mucho más pequeña, tiene una cara sonriente. Charles no comprende esa tecnología y la mira admirado. Luego se dá cuenta de que está en una nave espacial, cosa que desde luego ni sabe lo que es y se queda embobado mirando a su alrededor, maravillandose a cada sorpresa que surje, que dada su procedencia temporal, practicamente es todo.

Una estupenda rubia también se está despertando y si de algo sabe Charles es de mujeres. Se arregla el pelo, se recoloca bien colocada su corbata y mueve su bigotito feliz.

El valiente hombrecito se arma de valor  y se acerca a tan despampanante rubia y saca un cartelito en el que, dentro de un estilizado marco, hay escrito.

-Buenos días, señorita, ¿No es asombroso el vehículo en el que viajamos?

Un hombrecillo se acerca a SPACE-NETE(pronunciado Espeisnete) y le enseña un cartel solícito.

Epeisnete le mira, entre las legañas que cubren sus ojos tras el crio-sueño y se intenta frotar los ojos para enfocar mejor lo que pone en el cartel. Pero no puede, sus manos chocan con algo que separa su cabeza del resto del universo, una pecera que lleva puesta en la cabeza a modo de escafandra de astronauta.

Espeisnete se la quita, se frota los ojos y se la vuelve a poner.

-¿Señorita?

Espeisnete se lleva las manos a la entrepierna extrañado esperando encontrarse ahí con su querido medio kilo de chorizo rosa en barra...Pero no palpa nada. Asustado mira hacia abajo y cual es su sorpresa al ver que no sólo no está el pequeño Don Pim-pom ¡¡¡si no que su vello púbico es RUBIO!!!

-¿Qué coño...?-Si, precisamente.

Al parecer hubo proliferación de películas de miedo en las que aparecía un serial Killer, ejemplo de ello fue Viernes 13, con Jason Vorhees cortando gargantas de adolescentes y talluditos por igual, pues Espinete se convirtió en una Serial blondie o Rubia en serie, siendo rubia en todas las ediciones en las que participaba. Y al igual que Jason, no se consolidó hasta la tercera entrega de la saga. Por lo visto, los científicos extendieron su condición de personaje de ficción a su condición sexual. Y por lo que aprecia también a su condición capilar.

-Genial...

La exasperación deja entreverse en el suspiro que lanza a continuación, pero es interrumpido por una mini horda de niños-sujetos de experimentación que también se acaban de despertar de su criosueño infantil y estaban saltando en sus crio-cápsulas tamaño infantil

-¡Hola amiguitos! ¿Me echabais de menos? ¡Yo a vosotros un montooooon!

Al menos tendría alguien en quien descargar su frustración, piensa, consolándose, mientras abraza a tres de los pequeños lebreles.

Parpadee un par de veces para luego llevarme la mano a la cabeza, la cual me dolía más que aquella vez que perdí la apuesta y tuve que derribar una pared a cabezazos. Eso sí, teniendo cuidado de que no se me cayera el sombrero. Intente mover los brazos pero no podía. Entonces me di cuenta de que estaba enlatado en una especie de ataúd de cristal. ¿Pero dónde cojones estaba? ¿Y por qué coño sonaba esa puta alarma?

Como quedándome donde estaba no iba a sacar nada en claro salí con cuidado de la capsula esa. Con cuidado de no cortarme cuando le di una ostia al cristal para romperlo y salir de ahí dentro. Fue entonces cuando me vi al grupo de mongoloides que estaban conmigo. Uno incluso me resultaba familiar, aunque juraría que antes no parecía la jodida pantera rosa con sobrepeso en modo supersaiyan de nivel 3.

Al parecer estábamos en la sala de una nave espacial. A saber cómo coño había acabado aquí. Tal vez me pase con los chupitos de absenta la de la última juerga. O tal vez me hayan vuelto a castigar a salvar el mundo como la otra vez con el Che Zombie aquel de los huevos. Va a ser eso, porque lo último que recordaba estar con él gilipollas de sistemas de mi curro que era un puto enchufado que no tenía ni idea de informática. Encima que le estaba ayudando a comprender mejor a un ordenador de la mejor manera que sabe, a base de enchufes. Concretamente enchufándole la polla al conector USB de un ordenador. Desagradecidos.

Pero eso ya poco importaba. Por lo visto iba a tener que volver a abrirse paso a base de ostias de las buenas rodeadas de aspirantes a retard del año. Joder, otra vez no… comento desesperado mientras me llevo la mano a la cara.

Seguramente nadie lo notaría. No. Estaban demasiado concentrados en sus cosas.

Pasaría desapercibida, y eso era lo mejor...

Después de todo, estaba allí cuando no debería estar allí, no era una humana, era el siguiente estadío en la evolución de los primates. Era una simia, era Zira y tenía un doctorado en biología o algo así. Nadie recuerda el argumento original de la película de donde vino, así que es más o menos seguro regocijarse de títulos que no sabe si ganó o no ganó.

Y ahora estaba en aquel navío espacial, despertando, oyendo la alarma...

¿No guardaba esto simia-laridades con su último viaje a través del espacio tiempo para aterrizar de nuevo en la tierra y huir de la confrontación entre simios y humanos? ¿No era pecar de ignota caminar con semejantes juegos de palabras tan poco brillantes? quizás pudiese instaurar la mona-rquía entre los humanos... podría dominarlos allí, luego en el mundo...

Pero es que había algunos tan buenos, estaban como para foll... como para entablar una positiva charla sobre el destino de los tripulantes. Aunque seguro que estos le oirían por sus chillidos de mona excitada, mientras salta un poco de aquí para allá, y se acerca cómo si quisiera besarles, para luego seguir moviéndose...

Es que no se decide, y estando tan lejos, no tiene que mantener la castidad...

El Eddie estaba bueno, quizás Jordi Hurtado, el Emontano olía a bananas y cuchillas de afeitar (sniff sniff) y el Ulianov tenía un acento que le recordaba a un humano que se había tirado en otra vida...

Quizás se habría acabado la sequía... aunque siendo estrictos, era una clon virgen... una simia clon virgen antropofílica. Sonaba guay y todo.

El espacio.

La última frontera.

De la sensatez.

El robojuglar puso sus pistones musicosintácticos en funcionamiento al oir el mecanismo de descongelación de su cápsula criogénica. En realidad, nunca necesitó una cápsula criogénica, pues, estrictamente, no era un ser vivo, y por tanto, no era congelable. Pero como robojuglar estaba acostumbrado a la arbitrariedad de los reyes, de las princesas y de los jurados de concursos, así que no dijo nada.

Ahora, al fin, el letargo de los otros se había roto, lo cual, en palabras sencillas de robojuglar significaba que sus oídos internos volvían a funcionar. Colosal, se dijo ripiobot, atusándose su azul indumentaria y extrayendo el servo-laud de su compartimento trasero.

El primer riff rompió los restos del hielo criogénico de las cápsulas.

Ya que roza vuestro rostro ♪
la aurora, ¡despertad!
(Aunque es cierto, sin embargo,
que el cosmos, en realidad,
siempre es oscuro, tiznadito
como ese negro de allá.
Y por tanto, el ciclo de los
días no se apreciará)

Pero asumid que es de día,
rusos, monos y demás,
mostremos ante el espacio
vuestro triste despertar.

Sí, sois la hez de la tierra,
y nadie os quiso aguantar,
vuestra muerte es muy posible
pero no os pongáis a llorar:

en el espacio, dice Alien,
nadie te oira gritar,
pero estad tranquilos, chicos,
a mí me oiréis cantaaaaaaar ♪♪♪

Al acabar su preciosa albada, Ripiobot volvió a permanecer en silencio, respetuosamente, esperando los merecidos aplausos en pose humilde y agradecida.

Cargando... esperando a comunidadumbria.com... terminado.

Tras el formato para móviles y pdas, se produjo una escalada en las plataformas que podían soportar la Nueva Web: relojes digitales y relojes analógicos, telefonillos y neveras, cerebros frikis y, en ocasiones, incluso cerebros todavía cuerdos... la Nueva Web había soportado estoicamente todas esas humillaciones, pero cuando Chemo implementó un formato corpóreo para el mundo real, no pudo menos que echarse a llorar... ojalá nunca se hubiera producido el bug que la dotó de una inteligencia artificial capaz de sentir miedo.

Su masa de píxeles en tres dimensiones parpadea y se reorganiza según el código html es asimilado por los átomos circundantes. Con paciencia, eso sí, porque por estos sectores del espacio exterior hay pocos asteroides con wifi sin seguridad a los que la nave pueda conectarse rastreramente, hasta que toma la forma del estilo css estándar: un folio lleno de links, editores y banners de patrocinadores sobre una mesa de madera barnizada.

Y allí está, en medio de un nutrido grupo de frikis de sangre y hueso que compiten por enfrentarse a una amenaza zombie espacial. La verdad, la realidad es bastante parecida a lo que los juegos de rol que ha alojado le han dado a entender.

Casi por rutina, utiliza fragmentos reordenados de la voz de Khalos -sacados de numerosos minuntos de gloria en Estación 4 la llama:

¡Val!-qui-r-¡ias!-punto-¿com?-¿com?-ic-merca-n-di-¡siiiing!

¿Qué mejor que ese acento galleguiño para anunciar a los patrocinadores?

Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaawn ¿pero porque hacéis tanto ruido?, coño.... con lo bien que estaba yo durmiendo - suelto con la legaña aún en el ojo.

Salgo de la cápsula y empiezo a recorrer toda la sala como un crio pasado de caramelos.

Hola, ¿quien eres? - le suelto a una tía (o eso creo) llena de pelos - ¿no crees que deberías afeitarte un poco? - pego un salto, me subo en su hombro y empiezo a hacer como que le quito piojos.

Enseguida me canso de ello y me acerco a una especie de peluche gigante que está apretujando a unos niños.... - oyee, ¿me das una de tus púas? ¿si?, ¿me das una? andaaaaaaaaaaa

Uy - digo mientras le arranco la púa a la erizo rosa - que sombrero mas chulo llevaaas! ¿y que es eso? - señalo el laud - ¿me lo dejas, ¿si, si? di que siiiiiiiiiiiiii - sigo preguntándole mientras le pincho con la púa del peluchón.

Se escuchaba el picoteo dentro del artilugio de refrigeración, mientras que los graznidos ahogados se oían dentro de ella –Gruackk!, Guakk- se escuchaba repetidas veces.

Como si fuera un huevo, Condor Fry se abre paso fuera de la capsula cubierto de mocos y con los ojos saltones que miraban a todos lados como pelotitas saltando en una pecera, allí estaba el milagro de la vida se volvía a repetir y Fray sacaba la lengua echando densas babas mientras convulsionaba en tan enternecedora, mágica y grotesca aparición.

Sus ojitos se detuvieron primero en la Nueva Web y en Espeinete y con voz dulce y ronca como si fuera la de un camionero que se acurruca en el regazo de su madre el cóndor vocifera.
-Mama!- -Papa!- Guackkk!!... Gregg!– los mocos se mesclaban junto a sus lagrimas mientras observaba a ambos de manera enternecedora y los olores empezaban emerger fuera de su capsula.

¡Liebe Güte! ¡Es fresco aquí! (Y aun así congelada le llega hasta la rodilla) ¿Por que no hacemos unos exercicios para calentar mientras ayudante de prroducción trae café von porras para el desayuno? Hop, hop, Slumpfi, no haber disponible todo el día. – De la misma cabina de criogenización de Brüno!, sale un pequeño ser de 20 centimetro de altura, de ojos saltones y piernas arqueadas, que tras recibir una palmadita en el trasero se apresura a una máquina cercana de café. – Let’s go, bitches ¡Fuera pantalones! Vamos a comenzar exercicios... ¡El hielo no va a romperse sola!

REPETID CONMIGO: BRÜNO!

Cuando la cápsula de crionización de Stewie se abrió parecía que estaba vacía, pues el pequeño gran niño estaba en el suelo de esta, hecho un ovillo con el crio-cordón umbilical aun puesto en el ombligo. Se lo arrancó de forma repentina, aún con los ojos cerrados y salió gateando del chisme de mierda.

Excelente dijo frotándose la manos Ya estoy en el futuro. Pronto mi plan llegará a su fin.

Vi mi peto rojo y mis pañales al lado de la cápsula mire al rededor en busca de Lois hasta que recordé que ya no existía. Ojala recibiese una muerte lenta y dolorosa piensa mientras se intenta vestir solo. Junto a la ropa veo también mi casco de control mental sonriendo de oreja a oreja me lo pongo.

Excelente repito ya vestido y echando un vistazo a mi alrededor. Pero entonces veo la fauna que me rodea y me enfado. No he pasado tropecientos años en el limbo para renacer rodeado de gilipollas. Una cosa, rosa, un negro feo, un emo vivo, y pirata aleman, y un apuesto tío desnudo.

¡¡Pardiéz!! ¿Pero aquí que narices pasa? ¿y que es ese maldito ruido grito a los pies de la gente. Exijo que me contesteís. Hacerlo ¡¡Ahora!!