Partida Rol por web

Likos siente como la energía de Moradin cierra su herida y lo vigoriza completamente.

"¡Ehhh! ¿Pues que dios puede hacer volver a crecer mis pelos en pecho? Bueno, bueno. Total...hasta que me vuelvan a crecer capaz no la cuento"

Mete su mano en el bolsillo, tanteando su pequeña riqueza.

"Yo opino que pasemos aquí la noche, por supuesto haciendo guardias. No me apetece ser objeto de una venganza en pleno sueño lujurioso"

A lo que acota sin dirigirse a nadie en particular.

"¿Qué hacemos con la compañera? Creo que deberiamos enterrarla ¿Tapón? ¿alguna sugerencia?"

En silencio, tomo asiento en una de las sillas de la habitación y me acaricio la barba pensativo. El contenido de la nota de Scarbelly me ha dejado un poco desconcertado. Trato de recordar la primera conversación con Egil, y enseguida vienen a mi mente sus años fuera de Freeport.

- Tal vez esté equivocado, pero empiezo a creer que Scarbelly no tiene nada que ver con la desaparición de Lucius - sigo con la mirada perdida en el suelo, dándole vueltas a la cabeza - Por lo que nos contó el hermano - señalo a Egil con la mano - Lucius se marchó de Freeport durante cuatro o cinco años, pero no recordaba nada cuando regresó - Levanto la cabeza al fin y miro a los demás antes de continuar - Según la nota que acaba de leer Ulfgar, se embarcó con los piratas en esa época, y al enterarse de su llegada a Freeport quiso hablar con el capitán para intentar recordar. Lo que se me escapa es por qué alguien como él acabaría navegando en un barco de orcos.

Niego con la cabeza y me levanto de nuevo encaminando mis pasos hacia la puerta

- Vamos al templo. Quiero averiguar qué saben ellos. Tal vez fue un encargo suyo

"Lucius, Lucius, Lucius. BLA BLA BLA. Por mi que le den. Se ve que le gustaba rodearse de robustos y sudorosos marinos pielesverdes. Es su decisión. Yo no me muevo de aquí hasta que demos justo descanso a nuestra camarada"

Refunfuña Likos al ver la poca importancia que sus compañeros daban a la muerte de Myrnn.

"Y si sigo aferrado a esta misión es porque puede que las riquezas que encontremos en el camino bien valgan la pena"

Dedica una mirada a Egil.

"Nada personal con usted, "su santidad" o como se diga, ni con su amigo. Pero mi alma caritativa no trabaja gratis ¡vió!"

"¡¡¡CABRONAZOS!!! ¡¡¡TODOS USTEDES!!!"

Es lo único que dice Likos al salir a la parte de atrás de la casa de Lucius con el cuerpo de la semiorca.

Encuentra en la parte trasera un vasto terreno, con pequeñas matas de florecillas rosas y blancas. Un tímido bosque de robles lindaba con el camino.

“Creo que aquí es un buen lugar”

Mira a su alrededor, buscando algo con lo que poder cavar la tumba. Lo único más o menos útil que encuentra es el escudo de Myrnn.

“Lo siento, pero es lo mejor que he encontrado. Espero no te moleste”

Improvisa una fosa, lo suficientemente amplia como para que quepa con comodidad el robusto cuerpo de su compañera. Se inclina ante ella, con rodilla en suelo…

“Mira, le birlé este anillo a una damisela en un juego de cartas. Sin que se diera cuenta, claro”

Intenta poner el anillo en uno de los dedos de la semiorca, pero la joya no estaba pensada para esa raza.

“Mierda, no entra”

Le deja la joya en la mano y sitúa el cadáver en la fosa. Lo cubre con tierra y se pone de pie.

“Yo no soy religioso ni creo en deidades. Pero espero que encuentres el camino indicado a donde quiera que sea”

Saca los anillos de Scarbelly de su bolsa y, con una fina cinta, los cuelga de su cuello. Se queda mirando el túmulo y el tiempo parecía esfumarse y estancarse, al mismo tiempo, irónicamente.
 

- Oh, sí, Myrnn, tienes razón Likos - hago una mueca con la boca al recordar a la semiorca. Por un momento me había olvidado de ella - Bien, le daremos sepultura y que Egil oficie algún ritual para asegurarnos de que descansará en paz. Su impulsividad a estado a punto de matarnos a todos, pero también nos ha dado más pistas. Tenemos mucho que agradecerle

Smendric comienza a sacar conjeturas y concluye que lo mejor por el momento sería ir al templo a continuar allí la investigación, el resto del grupo no dice nada al respecto por lo que al parecer queda decidido, el siguiente paso sería ir al templo a intentar entrevistarse con el sumo sacerdote.

Cuando estan haciendo los preparativos para irse, Likos explota con enojo viendo que todos parecen haberse olvidado ya de su amiga caida en combate que aún yace en el suelo.

Todos sienten como la culpa les sonrroja la cara, Smendric es el primero en reconocer su olvido, lueog los demás hacen lo mismo.

Likos lidera el rápido entierro y funeral que le hacen a la semiorca en el patio trasero de la casa del desaparecido Lucius, sin ponerse a pensar en que logran dar con el paradero del bibliotecario, de seguro no le hará gracia tener a una semiorca enterrada en su jardín trasero, pero eso es algo que por el momento nadie se detiene a pensar.

Egil hace los honores y le dan un rápido funeral a Myrr, ya que el tiempo apremia.

Luego ven que Likos hace una rápida búsqueda por los alrededores de la casa de Lucius buscando algo que pueda darles alguna pista extra sobre el paradero de Lucius pero su búsqueda es inutil, no logra encontrar nada de utilidad.

Todos vuelven a entrar a la casa dejando el cuerpo de Myrr descansando en paz en el fondo de la casa de bibliotecario perdido.

Debido a que con el funeral, el tratamiento de las heridas y las conversaciones se ha hecho tarde y la luna ya ha ganado su lugar en el firmamento, deciden pasar la noche en la casa de Lucius, a Egil esta idea no parece gustarle demasiado, pero teniendo en cuenta el desastre que han causado en la taberna y la reciente muerte de un conocido pirata por sus manos, el clérigo reconoce lo mejor es no llamar más la atención en caso de que la tripulación del Venganza sangrienta los esté buscando para vengar a su capitán.

Egil se despide del grupo ya que debe volver al templo y les vuelve a pedir que no digan que lo conocen cuando vayan a pedir audiencia, que digan que son amigos de Lucius de contiente que vienen a saludarlo o algo por el estilo.

El jóven clérigo se depide y lo ven alejarse por las oscuras calles de Freeport lo más rápido que puede.

La noche pasa sin sobresaltos, es de mañana ya, se levantan con el alba, se preparan un rápido desayuno en la casa de Lucius con los pocos que quedan en las despensas, estan todos curados de sus heridas y listos para ir al templo.