Partida Rol por web

NakaUra

Normas de convivencia

Cargando editor
18/05/2022, 22:29
Director

Ha pasado un rato desde que volvieron al templo Kawakami. Tuvieron tiempo de bañarse y cenar. La comida allí es preparada por los monjes y no tiene nada especial que destacar, salvo tal vez que tienen un régimen estricto en cuanto a las porciones.

Cayó la noche y ahora tienen delante un cuarto vacío con dos futones para extender en el suelo. Momoyo les explicó dónde estaba cada cosa antes de retirarse a su habitación, dejándolos solos para que se apañen.

La conversación con el gerente fue sencilla y amena. Resultó ser un tipo comprensivo y amable, no les puso peros ni tampoco les preguntó demasiada cosa. Antes de darse cuenta, ya quedaron contratados como empleados de Umeya y mañana comenzarán temprano.

Notas de juego

Les dejo un espacio para dialogar entre ustedes dos o con la almohada, luego pasamos a la mañana.

Cargando editor
18/05/2022, 22:45
Laius Pendragon

La charla con el gerente fue bastante bien, aunque no esperaba que directamente me contratara también a mí. No me apetece nada trabajar en el mismo comercio que Diego pero Yandra logró convencerme de que trabajase con ella.

Tras regresar al templo, cedo a mi compañera elfa el turno para darse el baño primero, y espero a que ella termine para hacerlo después (aprovechando mientras tanto para sacarle brillo al Fragmento del Alba). Después comimos lo que nos sirvieron los monjes, agradeciendo amable y respetuosamente la cena antes de empezar.

Tras eso fuimos a nuestro cuarto. Empiezo a sacar los futones y los dejo en el suelo, miro a Yandra un momento y me siento en el suelo.

—Jamás imaginé que el día acabaría de esta manera. Ha sido una verdadera locura ¿Cómo te encuentras? Imagino que te sentirás algo agobiada con tan poca naturaleza y magia en el ambiente, si necesitas hablar aquí me tienes.

Esbozo la amable sonrisa que pongo siempre que ofrezco ayuda o apoyo a un amigo. Inmediatamente después me pongo serio.

—Y lo siento, antes perdí los papeles al ver allí a Diego, Dion o como diablos quiera hacerse llamar ahora. Eso no fue propio de mí pero no tengo excusa alguna.

Cargando editor
19/05/2022, 13:32
Yarandrala Ianlana Loggervia

Una vez ya en el templo las sorpresas del día no se fueron interrumpiendo. Cuando llego la hora del baño me quede fascinada con el mecanismo llamado “ducha”. Parecido a una cascada, dejaban caer el agua caliente desde altura para la limpieza. En un inicio lo interprete con algún tipo de runa de fuego en el conducto que trasportaba el agua, pero no era posible, allí no usaban magia así que asalte a la siguiente persona del templo que me cruce para conocer cómo funcionaba aquello.

A la hora de la cena, como era habitual, pase de mi plato al de Laius aquellos productos de origen animal antes de dar buena cuenta de los vegetales. Todo era diferente a como en casa, si bien muchas de esas verduras tenían muchísimo mejor aspecto que las de casa no tenían ni de lejos el mismo sabor, siendo bastante más insípidas que las de nuestra tierra.

Finalmente llegó la hora del descanso y entramos a la que sería nuestra habitación. Con cuidado me senté sobre uno de aquellos sacos de dormir que nos habían prestado y que Laius ya había extendido. Cuando Laius habloó no tuve problema en responder.

—Es todo demasiado extraño, y lo peor es que parecen manejarse sin problemas sin magia alguna.—Dije mientras sentada con las rodillas flexionadas apoyaba la cabeza sobre estas.—Y no solo es que haya poca naturaleza es como si el ambiente estuviera más cargado, me recuerda a los lugares colindantes de las forjas de los herreros, tuve la misma sensación cuando fue a la capital con vosotros, es como si a menor cantidad de plantas más denso fuera el aire… Aunque aquí es mucho peor.

—Aunque supongo que será acostumbrarse, sigue sin ser peor que aquel pueblecito en la ladera del volcán al que tuvimos que ir para expulsar una salamandra.—Diciendo aquello y aun sentada estire brazos y espalda.

Allí fue cuando el tema de la conversación cambio a uno más serio.

—Posiblemente si no hubieras gritado en ese momento habría sido yo quien atacara. Cuando lo vi pasaron demasiados recuerdos en mi cabeza, si no hubiera sido por ese grito habría actuado de forma inconsciente.—Agite la cabeza negativamente.—Tenemos que vigilarlo, aquí no podemos llevarlo ante el juicio del rey, pero no podemos dejarlo así. Que no se haya dado cuenta de que aquí hay magia en menor medida es una ventaja, pero no sé qué ocurrirá si lo descubre…

—¿Viste la ciudad cierto? La cantidad de gente que hay aquí es mucho más alta, no sé qué podrían hacer los conjuros nigrománticos con tal cantidad de personas y…—Durante un momento enmudecí—No soy proclive de matar, pero no acabo de encontrar otra solución. Es eso o vigilarle eternamente hasta que muera de edad.

La longevidad de un elfo era mucho mayor que la de un humano, aquella última posibilidad era una que solo yo del grupo tenía, pero llevarla a cabo significaría que si Vastin encontraba una forma de volver me tendría que quedar en aquel lugar vigilando a Diego sin forma de volver.

Cargando editor
19/05/2022, 14:33
Laius Pendragon

—Es cierto que no podemos irnos sin dejar vigilancia aquí, pero no me hace gracia que nadie se quedase solo— la miro de reojo, imagino lo que está pensando —No aceptaré que te quedases tú sola, me da igual las escusas que pongas. Sobre todo teniendo en cuenta que este ambiente no te es propicio, tan carente de naturaleza. Además, ¿quién más te iba a pasar la verdura que le sobrase cuando comas? Olvídalo, sabes bien que nunca dejo atrás a nadie, y mucho menos si es un amigo muy preciado para mí.

Eso último lo digo esbozando una sonrisa de complicidad. Es mi preciada amiga y lo último que se me pasa por la cabeza es dejarla sola. No, si se tomase esa decisión yo me quedaría con ella.

Cargando editor
20/05/2022, 14:05
Yarandrala Ianlana Loggervia

Ante las palabras de Laius una sonrisa amable pero triste aparece en mi rostro. Había visto por donde iban mis pensamientos.

—Laius, agradezco tus palabras, pero sabes que la longevidad de mi raza es mucho más larga que la de los humanos…—Expresé con voz tranquila.— Lo que en mi caso sería perder una pequeña porción en asegurarme que Diego no haga más mal, para ti representaría toda tu vida. No permitiría que la desperdiciarais de esa forma.

Lo que para mí podía ser un parpadeo, para ellos podía ser una gran porción de su vida, no era justo que la desperdiciaran de esa manera. El también era un gran amigo para mí, pero ya sabía cómo acababa todo aquello, ya había pasado por ello. Uno de los motivos por el cual no muchos elfos se relacionaban con las otras razas era eso, era triste ver como la vida de un amigo se iba marchitando tan rápidamente.

Si bien al grupo siempre les había dado una edad falta, confiaba en ellos y seguro que sabían que dicho número era una pequeña mentira. Agite la cabeza negativamente.

—De todas formas primero habrá que averiguar cómo volver a casa, si no lo averiguamos esta discusión no tiene sentido…—Hice una pequeña pausa antes de volver a hablar.—Pero volver con Dion para juzgarlo allí no es una opción, correríamos demasiados riesgos.

Cargando editor
20/05/2022, 14:14
Laius Pendragon

—Eso tendría que decidirlo yo. De todos modos es cierto que ahora es inútil discutir sobre esto, primero veamos si hay alguna forma de regresar a nuestro mundo, y estoy de acuerdo con que sería arriesgado llevárnoslo de vuelta. Aunque me ha intrigado lo que dijo allí. ¿Crees que trabajaba para alguien más?

Se hizo el silencio un momento y me puse a pensar un poco.

—De todos modos, ahora me preocupa más el cómo nos quedarán esas prendas que llevaba Dion y si seremos capaces de hacer el trabajo que nos encarguen allí. Solo espero que no te pidan nada inapropiado, o se las verán conmigo. No permitiré que hagan que te exhibas como una ramera.

Cargando editor
24/05/2022, 17:02
Yarandrala Ianlana Loggervia

—No, no creo que trabajara para alguien más. —Respondí con seguridad a Laius. — Él es así, siempre quiere “ganar”. Era su manera de hacernos dudar y hacerlo pasar como una victoria por su parte.

Suspire durante un momento antes de tumbarme sobre el futón. El baño de agua caliente me había relajado y el largo día que habíamos tenido había resultado cansado. Los ojos empezaban a cerrarse cuando escuche de nuevo la voz de Laius

—La ropa que estaban usando si bien era colorida no parecía inapropiada, quizá si algo incomoda.—Mencione pensando en el uniforme masculino que había visto en aquel lugar.—Quizá me apriete un poco en el busto pero no creo que haya problemas… aunque espero no tener que llevar el vientre al aire como hoy, se sentía extraño.

Mientras lo decía me coloque la mano en el ombligo pensando en aquello. El sentido de las vestimentas en aquel lugar parecía distanciar mucho del de nuestro hogar si no conseguíamos volver a casa será una de las cosas a las que tendríamos que acostumbrarnos.

Cargando editor
24/05/2022, 19:19
Laius Pendragon

—Puede ser. No podemos fiarnos de nada de lo que diga— pienso sobre la ropa —Es cierto. Vivimos en un mundo muy diferente en muchas cosas. Lo primordial ahora será aprender de él y adaptarnos. Comprender cómo hacen aquí las cosas sin necesitar la magia.

Observo mi mano mientras comento eso último. Puedo imaginarme que muchas cosas pueden hacerse sin magia, pero aquí he visto auténticas locuras.

Agarro la chaqueta que me prestó Gakuto y la pongo sobre Yandra, tapándole el ombligo.

—¿Mejor? Si vamos a quedarnos aquí una temporada, supongo que tendremos que conseguir nuestra propia ropa. Imagino que habrá mercaderes que vendan prendas de este mundo, así que podríamos conseguir algo más de tu gusto y talla cuando consigamos algo de dinero. ¿Crees que nuestros nuevos amigos nos ayudarán con eso?

Cargando editor
05/06/2022, 14:11
Director

Mientras siguen hablando les va cayendo el sueño, hasta que, antes de darse cuenta, ya están dormidos. La noche abre paso a la mañana, con los primeros rayos de sol del día entrando por la ventana, oyendo ya actividad ahí fuera.
Momoyo—Chicos, creo que van a tener que aprender a usar esto.
Aparece Momoyo, primero golpeando la puerta y aguardando a que la dejen pasar. Trae puesto una musculosa que también enseña el ombligo y pantalones cortos deportivos que se ajustan a su figura.
Les da a cada uno de ustedes unas tiras de cuero con un aparato pegado a ellas, algo que puede ser que hayan visto en libros, o usados por gente muy, muy rica.
—Relojes... —les explica, rascándose la cabeza. Está bastante despeinada, parece como que ha venido a ustedes antes que nada luego de despertarse—. Em, ¿saben lo que son los relojes? La hora... eh, amanecer, mañana, mediodía, tarde... Aquí lo medimos con números. Verán, ahora mismo son las seis, ustedes entrarán a trabajar a las ocho...
Pasa entonces a explicarles cómo leer la hora en esos aparatos y cómo colocárselos en la muñeca.
—Son deportivos, así que aguantarán bastante castigo.

Luego de prepararse e ir al trabajo, se encuentran con Shakadou, quien está limpiando mesas. Si preguntan por Diego, les explicará que él viene en el turno vespertino y sólo compartirán un par de horas con él, luego del mediodía. Y así progresa el día. Tras abrir, llegan algunas personas vestidas de traje a desayunar, café con leche, café solo, tostadas, croissant, huevos fritos, etc. Shakadou les explica cómo tomar pedidos y servirlos. El cocinero, si bien es hosco y habla poco, prepara cosas que dan muchas ganas de comerlas por cómo se ven, aunque sean desayunos sencillos.
Ya más cerca del mediodía, cuando sus relojes y el que está en la pared indica las doce, cae algo más de gente y el lugar se llena. La comida es más variada, aunque tampoco es un menú del todo extenso. Entran familias con niños, grupos de amigos, parejas, etc.
Entonces llega el descanso, tienen una hora libre en la sala del personal, donde ven que ha llegado Diego y se está cambiando al uniforme del restaurante. Los saluda con una sonrisa.
Parece otra persona. Atiende alegremente a los clientes, siempre cordial. Pero no se molesta en cruzar palabra con ustedes, a menos que sean ustedes los que le hablen primero.

Al poco tiempo de comenzar el turno, suena la campanilla de la puerta y allí ven que entran Stella y Lionhardt, acompañados de Gakuto.
Stella—B-buen día.
Stella ahora trae puesto un conjunto deportivo y Lionhardt una camisa y chaqueta que le quedan demasiado ajustadas, con los botones a punto de estallar. Se mueve muy rígido, como para evitar que eso suceda.
Van y se sientan en una mesa libre, dejando además a Vastin sobre ella.
Gakuto—¿Cómo les ha ido?

Cargando editor
05/06/2022, 15:31
Laius Pendragon

Madrugo al amanecer para vestirme y salir a entrenar con la espada unos minutos. Hay que mantener el entrenamiento por si fuese necesario entrar en combate. Tras el ejercicio regreso a la habitación, justo antes de que entrase Momoyo. Observo con sumo interés el reloj de muñeca que nos ofrece.

—¿Acaso son relojes en una muñequera de cuero? ¿Cómo es que tienes algo tan raro y valioso?— la miro a los ojos un momento aunque no tardo en darme cuenta —Oh, imagino que será algo común aquí. Había olvidado que estamos en un mundo diferente.

Me lo coloco en la muñeca del brazo izquierdo y la verdad es que la sensación es un poco extraña, pero será solo cuestión de acostumbrarse.

No me cuesta mucho acostumbrarme al nuevo trabajo, aunque no me hace gracia no poder vigilar a Diego porque tenga un horario diferente. Aun así me centro en aprender lo que me enseñan y no me cuesta mucho quedarme con las cosas, aunque la primera vez que abrí la caja registradora me llevé un susto tremendo e hice en gesto instintivo de ir a desenvainar la espada (la cual obviamente no llevo encima).

Lo que peor estoy llevando es el cómo llamo la atención entre las mujeres, y empeoró cuando un grupo de estudiantes de preparatoria empezaron a coquetear conmigo haciendo que me ponga nervioso. En cuanto tuve la oportunidad me batí en retirada y, nervioso y sonrojado, le pedí a Yandra que atendiera esa mesa en mi lugar. Seré capaz de enfrentarme a cualquier monstruo aterrador, pero soy incapaz de afrontar a mujeres que coquetean conmigo. No es una situación que pueda resolverse empuñando una espada o un martillo de herrero.

Durante el descanso pude observar a Diego, actuando éste de forma normal e incluso animado. Me mosquea y me crispa eso, pero si no está haciendo nada malvado no tengo por qué hacer nada.

Entonces llegan Stella, Lionhardt y Gakuto, y voy a recibirlos con una sonrisa.

—¡Bienvenidos al restaurante Umeya! ¡Ah, sois vosotros! Por favor, tomad asiento— en cuanto se sientan respondo a Gakuto —Bueno, no nos está yendo mal, aunque a veces se me hace un poco duro. En serio, ¿por qué las mujeres de este mundo son tan atrevidas? Me pone nervioso que estén todo el rato coqueteando conmigo. Por cierto, Stella, Lionhardt, esas ropas os quedan bien... aunque a ti parece que te está un poco ajustado. En fin, ¿qué queréis pedir para comer?

Parece ser que parte de mi primer sueldo va a ir para comprarle ropa a Lionhardt. Preparo el bolígrafo y el cuaderno y espero para anotar el pedido.

Cargando editor
19/06/2022, 21:38
Director

Lionhardt—¡Eso es verdad! La madre de este chico no me quitaba los ojos de encima.

Gakuto—Por favor, para. A mamá coqueteando contigo es algo que no necesito recordar.

Luego de que hacen el pedido y Laius lo sirve, Vastin carraspea para atraer la atención.
Gakuto—Ah, ayer el libro les indicó a ellos que iba a darles la información que tenía cuando estuvieran juntos y en un sitio tranquilo.
Stella—Bueno, esto es un sitio tranquilo, pero...
Stella hace una pausa, mirando por encima del hombro a Diego, que está atendiendo en otra mesa.
—Parece que está distraído, ¿o sólo estará fingiendo? No entiendo nada.

Grimorio Vastin—Aún hay tiempo, si quieren, puedo esperar a que finalice la jornada y estemos en otra parte.

Cargando editor
19/06/2022, 23:39
Laius Pendragon

Vastin tiene información. Eso es importante pero no me parece el lugar más adecuado, sobre todo con Diego cerca. No me fío, podría estar fingiendo y estar con el oído atento.

—Será mejor hablarlo en un sitio más seguro y tranquilo. Gakuto, ¿creéis que a vuestra madre le importará si nos reunimos un momento en la residencia?

En cuanto acordemos el punto de reunión continúo con el trabajo hasta que termine la jornada, y una vez me cambio voy con Yandra a donde hemos quedado. Tras tomar asiento miro a Vastin.

—Cuéntanos Vastin.

Cargando editor
23/06/2022, 15:33
Yarandrala Ianlana Loggervia

—Mejor no correr riesgos. —Dije de pasada mientras iba a servir otra mesa con una bandeja de comida.

A lo que había quedado, progenitora del linaje real de los elfos e instruida en cientos de artes sirviendo batidos. Mis compañeros no sabían de mi posición, y solo a mis ojos aquello acababa resultando gracioso. No humillante, pues nunca me había mostrado altiva por mi pertenencia, pero si era cuanto minimo curioso.

Tras terminar las labores seguí a Laius junto mis compañeros.

Cargando editor
27/06/2022, 02:38
Director

Son cerca de las cinco, según sus relojes nuevos, cuando se sientan en el comedor del dormitorio Shimazu a charlar. Gakuto los acompaña mientras que su madre está aseando las habitaciones del piso de arriba.

—La cosa es sencilla de explicar, creo —comienza Vastin, tímidamente, como pueden notar en su voz, que sigue siendo la de un crío—. ¿Conocen acerca de las Ley Lines?
Se produce una prolongada pausa.
—Creo que oí a Moro hablar de algo de eso, de un videojuego.
—Bueno, probablemente, pero esto de lo que hablo es real.
Otro silencio de unos segundos hasta que habla de nuevo.
—Em... ¿podría... alguien abrirme? Suena raro... Pero, digo, soy un libro. Es... normal, en serio.
—Estás cerrado con llave aquí —observa Stella, señalando precisamente eso mismo.
—Ah, cierto. Em...
Vastin se sacude un poco, pero es incapaz de moverse por su cuenta.
—Diantres.
Permanece inerte varios segundos más.
—¿Recuerdan si el señor Osaku tenía la llave? Tiene que estar conmigo, no tendría sentido si no. Estoy seguro de que la tenía.
—Esto sonará raro viniendo de mí, pero... ¿puedes explicarnos sin usar dibujitos?

—Bueno, lo intentaré. Ejem.

—La energía mágica fluye por todos los mundos de diferentes formas, pero siempre mantiene el mismo principio. Son como corrientes similares a las del aire o el mar, que se mueven de un lado a otro y, por lo tanto, a veces unas pueden cruzarse con otras. Estas corrientes se llaman Ley Lines y es en sitios donde convergen la mayor cantidad posible de ellas que se puede encontrar la mejor concentración de energía de cada mundo. En este mundo esas líneas son muy débiles, ¡pero a la vez son terriblemente abundantes! Esto significa que en una convergencia de suficiente número de ellas podría... bueno, ser potente.

—¡Y podríamos usar ese poder para regresar a casa!

—S...sí, casi. Para manipular la energía de las Ley Lines necesitas un profeta. Desconozco que haya alguno en este mundo y yo ahora mismo soy un libro.

—Creo que llevamos rato ya con el elefante en la habitación...

—Es verdad, lo siento, lo siento. La razón por la que soy un libro es la ley de conservación de la energía, nada menos. La energía mágica no es muy diferente a la de la energía material, por lo tanto, para transferir materia a otro mundo, se debe compensar con algo que valga lo mismo y así mantener el balance. Adivinan, ¿no? He pagado ese precio con mi forma humana y con mi situación espaciotemporal, por eso es que aparecí aquí eras antes que ustedes.

—Me duele la cabeza.

—Lamento mucho la ausencia de dibujitos, de verdad, lo siento, señor Shimazu.

—¿Y dónde están estas convergencias de Ley Lines? ¡Iremos a donde sea!

—Estamos de suerte, hay una no muy lejos. Este país tiene una montaña con mucho valor histórico y cultural, llamada Monte Fuji. Siento que cerca de ahí podría haber una intersección bastante potente.

Cargando editor
27/06/2022, 13:08
Laius Pendragon

Es decir, hay una manera de regresar a nuestro mundo por lo que explica Vastin.

—Eso está bien, pero hay una cuestión que habría que tratar en el caso de que sea posible regresar a casa: alguien tiene que quedarse a vigilar a Deon— miro de reojo a Yandra, pues sé que ella quiere hacer esa tarea —Es importante mantenerlo vigilado, lo entiendo, pero me niego a dejar a nadie atrás.

Soy muy testarudo en ese aspecto. Ya pueden todos suplicarme pero aquí nadie se va a quedar solo.

Cargando editor
27/06/2022, 18:33
Yarandrala Ianlana Loggervia

Asiento atentamente a la explicación de Vastin.

—Sí, la ciudad de los elfos se asienta sobre una de las líneas ley del reino y las ciudades humanas también suelen hacerlo… Muchas de ellas de forma inconsciente, es un tema bastante estudiado es como si “algo” os atrajera a instalaros cerca de ellas.

Procedida aquella intervención guarde silencio mientras Vastin explicaba y cuando Laius intervino le mire con el ceño fruncido.

—Ese no es el punto preocupante. —Respondí a Laius evitando el tema que estaba intentando sacar. — ¿Acabas escuchar a Vastin? Necesitamos un profeta y para volver tenemos que pagar otro precio más.  Sin mencionar que dudo mucho que en este mundo haya un profeta instruido. Si bien en nuestro mundo la magia es algo común aquí no… y menos versado en ese tipo de magia.

Cargando editor
27/06/2022, 19:03
Laius Pendragon

Yandra tiene razón. Di por hecho que ese asunto ya estaba listo y que podríamos irnos ya, pero no parece ser el caso. Y soy consciente de que Yandra quiere evitar hablar del otro tema, cosa que no me agrada pero tampoco quiero discutir.

—Ya sabéis que mis conocimientos arcanos son escasos. Asumí que ya estábamos listos para irnos. ¿Entonces qué podemos hacer? No hay tanta magia en este mundo y no creo que entrenar a un profeta sea una opción.

Cargando editor
30/06/2022, 01:51
Director

—Conseguir un profeta es el menor de los problemas —responde Vastin, aunque lo dice de una manera en la que no parece muy convencido—. Puedo transferir mi consciencia hacia otra persona y volverlo profeta también, el inconveniente es que... bueno, deberíamos preguntarle primero, no sería honrado de nuestra parte hacerlo por la fuerza. Y... otro inconveniente es que luego él deberá sacrificarse para que puedan hacer la transferencia de planos, como dice Yandra. Se me ocurre una persona muy apta, pero...

—¿Y ese es el menor de los problemas?

—Sí.

—No olvidemos que Diego estará pisándonos los talones mientras buscamos la forma de subir esa montaña.

—Aún no sé con exactitud si habría que escalar el Monte Fuji, todavía no conozco con total certeza el punto de convergencia, podría estar en los alrededores. ¿Tenemos un mapa?

—Claro.
Gakuto va hasta su habitación y trae una computadora portátil, la enciende y la pone sobre la mesita a la que en torno están reunidos. Stella y Lionhardt se asoman a ver, asombrados, la pantalla.

—Señor Shimazu, ¿dice usted que esto no es magia?

—Aah, eh, trátame de tú, que se me hace raro que una chica de mi edad me hable así.

No tarda en aparecer un mapa de la región en esa pantalla que observan. Allí ven un montón de líneas y chirimbolos incomprensibles. Gakuto explica que esa masa de tierra es Japón y amplía la imagen para acercarse a la prefectura de Kanagawa, lugar donde se encuentra Kawasaki, que es la ciudad que están pisando ahora. 

Lionhardt—¡Imposible! —exclama Lionhardt en frustración, con su voz no apta para interiores—. ¡Nos llevará meses explorar todo eso!

—No, no tanto. Yo... o el nuevo profeta... podría actuar como brújula para ir guiándolos hasta el punto exacto.

—El Monte Fuji está aquí, a unos cien kilómetros al oeste.

—Si intentamos usar el transporte público, necesitaremos dinero. Y antes de emprender el viaje, primero tendremos que planificar todo lo otro que les mencioné anteriormente, así como también ver qué hacemos con Diego.

Cargando editor
30/06/2022, 12:17
Laius Pendragon

—No, no podemos pedir a nadie que haga un sacrificio por nosotros. Ya me pareció demasiado el que hiciste tú, Vastin— digo, serio, consciente de que si queremos regresar a nuestro hogar habrá que recurrir a ello.

—Tranquilo, Lionhardt, tenemos la ayuda de la tecnología de este mundo. Stella, es tecnología. Se parece a los artilugios mágicos de nuestro mundo, solo que funcionan con otra fuente de energía que no procede de la magia.

He estado documentándome un poco en los ratos libres con esa cosa llamada "ordenador portátil" y esa utilidad que llaman "Google". Es sorprendente que tengan todo el conocimiento de la humanidad de forma tan accesible y amplia.

—Es como dice Vastin. Primero tendremos que conseguir ahorrar el dinero suficiente como para poder llevar a cabo el plan, y aprovechar ese tiempo para prepararlo. Y hacerlo de forma que Diego no sospeche nada.

Cargando editor
14/07/2022, 09:56
Yarandrala Ianlana Loggervia

Mis ojos se entrecerraron levemente ante aquel mapa interactivo que mostraban en la pantalla.

—Es como la magia de estrategia que usan los grandes hechiceros en grandes batallas…— Mencioné en voz baja antes de centrarme de nuevo en la conversación.

Tras explicaciones permanecí en silencio durante un rato.

—¿Y bien? — Pregunte mirando a Vastin. —¿Quién sería la persona apta para ser profeta al cual condenaremos a un sacrificio en pos de nuestro beneficio?

Era evidente que la idea de usar a otro para poder volver seguía sin acabar de convencerme. Mi mano se colocó en mi barbilla pensativa y tras un momento pensativa hablé.

—Y si… ¿usamos a Diego?. —Propuse. — Seria arriesgado, pero podríamos engañarlo y hacer que su sacrificio sea su castigo por lo que hizo en nuestro mundo. Al fin de cuentas no parecía conocer ese tipo de magia.