Partida Rol por web

Dos palabras componen mi respuesta a la pregunta de Hidra mientras piso el acelerador a fondo como bien recomienda Shadow.

Central Park.

El vehiculo comienza a devorar asfalto a buena velocidad, mientras pienso que quiza deberia haber practicado la conduccion en lugar de limitarme a dejar esas tareas en manos de mis guardaespaldas, pero el riesgo de morir a tiros es superior al de morir en un accidente, asi que sencillamente acelero y confio en nuestras posibilidades.

Con los tres en el vehiculo Oleg pisa a fondo para salir del parque. Atras queda el soldado controlado por el mafioso, ha vaciado su cargador contra sus compañeros consiguiendo tan solo retrasarles en su intento de alcanzaros.
Rapidamente se inicia una persecucion en direccion norte por las calles de Nueva York. Los dos vehiculos militares tienen bastante potencia, pero tambien son pesados y dificiles de manejar.
Años de chofer hacen que la pericia de Oleg al volante deje mucho que desear, pero no hay tiempo para cambiar de conductor.
Los soldados no tardan en alcanzaros mientras os acercais a Central Park. Se pegan a vuestro vehiculo y, mediante embestidas, intentan detener vuestra huida. En uno de esos golpes Oleg pierde el control y el vehiculo derrapa quedandose cruzado en mitad de la calle.
Cuando mirais hacia atras veis como los dos soldados que ocupan el otro vehiculo permanecen inmoviles. Su mirada esta perdida en algun punto muy lejano y sus cuerpos estan rectos como si de maniquies se tratasen.
Al mirar nuevamente al frente ya podeis ver Central Park, apenas a un par de manzanas de donde os encontrais.
Esta completamente tomado por el ejercito, la zona esta acordonada y no es necesario bloquear el trafico ya que todos los coches que han quedado paralizados por el bloqueo forman una barrera perfecta.
Los dos soldados siguen paralizados, os haceis una idea de quien os esta ayudando.

Jodida perra de Selene.

Aunque Oleg no envia sus pensamientos hacia nadie, tampoco trata de ocultarlos en absoluto mientras baja del vehiculo y se dirige hacia los militares.

Me pregunto si me dejarias matarlos, pero seria una lastima estropear los uniformes.

Espero que haya rusos en el ejercito.

Comento mas para mi que para el resto sin saber si Shadow e Hidra me siguen o no. Y cuando alcanzo a los militares, observo si alguno de los dos tiene mi talla para quitarle la ropa y vestirme yo con ella.

Ángela observó que estaban cerca de Central Park, pero estaba minado de soldados y no podían arriesgarse a que el miedo volvieran a apoderarse de ellos, debía ir a paso tranquilo para intentar adentrarse en la tienda de antigüedades donde habían visto a Watai y a Selene.

- No deberías disfrazarte... debemos ir a la tienda y si nos detienen los soldados explicarles que ha pasado... explicarles la verdad, no cometer el mismo error que hemos hecho antes. - Dijo mientras el criminal se ocupaba de quitarle el uniforme al soldado.

- Hagamoslo bien... si sale mal, ocúpate de lavarle el cerebro y de hacer que nos dejen pasar con tus trucos mentales. -Pidió esperando que le hiciera caso, miró a Shadow buscando alguna expresión que le dijera si estaba de acuerdo o no.

Mientras Oleg se dedica a desnudar al conductor, yo les quito a él y a su compañero los rifles, munición y granadas. Luego vuelvo junto a Ángela y le doy uno de los rifles.

-Por mí haced lo que queráis, pero vámonos lo antes posible.

La mirada de Oleg hacia Hidra fue de absoluta incredulidad. ¿Realmente esperaba que les dejasen pasar sin mas? Bueno, quiza a ella por ser policia se lo permitiesen, pero a un criminal buscado como el propio Oleg, no era de esperar que le granjeasen el acceso a una zona defendida por militares con una sonrisa, por mucha explicacion que pudiese dar. Eso sin tener en cuenta que si algo salia mal, el podia intentar controlar a un par de aquellos soldados, pero no a una docena de ellos, y estaba claro que habian muchos mas de una docena.

Por otro lado si Selene les habia ayudado antes, podria volver a hacer lo mismo ahora, lo que era mejor que tener que usar las prendas de un apestoso soldado que quien sabe cuando se habia bañado por ultima vez.

Solto la ropa del soldado y se acerco hasta Hidra sonriendo.

Despues de eso beso no puedo negarte nada respondio.

Ademas, con un poco de suerte Selene tendra que utilizar todas sus capacidades para ayudarnos a alcanzarla, y quiza eso me permita aprovechar algun punto debil para ver que hay en el cerebro de esa zorra.

Escuchó las palabras impacientes de Shadow y Ángela asintió, tenía la esperanza de que ahora fuese Selune la que nos abriera paso hacia la tienda. Oleg le hizo caso y soltó las prendas de los soldados para luego hacer un comentario recordando su humillación. Ángela no dijo nada al respecto pero su mirada hablaba por ella, una mirada de ira contenida.

- Dirijámonos hacia la tienda, debemos confiar en Selune ahora. - Dijo mientras caminaba a paso tranquilo hacia el parque, en una de las boca calles se encontraba la tienda.