Partida Rol por web

Entre las tumbas se pueden oír unos ladridos en la distancia.

Una voz los acompaña, ronca y cascada por el tiempo.

Pero el viento atrapa el mensaje en su sibilante avaricia,

Y no hay ninguna pista¿Será posible que Zero se les haya adelantado?.

Entre las tumbas se puede oír una musica horrible en la distancia.

Unas voces la acompañan roncas y cascadas la siguen al ritmo

Pero el viento atrapa el mensaje y el sonido en su sibilante avaricia,

Y no hay ninguna pista¿Será posible que Zero se les haya adelantado?.

Voces llegan a nosotros, significado ocultos y ambigua situaciones. Futuros disonantes, y mientras miro hacia mi herramienta, mi fiel libro, este no registrar, simplemente por la falta de información, solo esta blanco para que nosotros nos asustemos--¿Que es? ¡Que es! ¿Un futuro ambiguo? Escribe,escribe y muestramelo.-¡Pero nada!, solo estaba blanco, sin nada mas. Y los murmureos seguían llegando mas y cada vez mas cerca, por primera vez. Nosotros nos podemos de acuerdo, y saltamos para escondernos para observar quien es el ser que perturbar nuestras emociones y futuro-¿Que sera? Que sera, ¿un raton?, ¿un gato? ¿o un humano ?.

Barrel estaba tan emocionado con aquel galope bañeril que no fue consciente hasta que Ortocralitikarludrimidis habló de que ¡ya estaban al otro lado! ¡Si ni siquiera se dio cuenta de que faltaba un monton de gente!

¡Caray! ¡Pero si aquello era como estar en casa! Tumbas, oscuridad... ¿Y esos nombres tan raros? ¡Pero que extraños eran estos blanditos!

- ¿Habéis visto?¿Pero quién puede llamarse Snoopy? Que nombre tan tonto... - comenzó a decir, saliendo de un salto de la bañera, dispuesto a golpear sus nudillos en la tumba para ver si salia el dueño y le explicaba por qué su nombre había elegido un nombre tan ridiculo para él.

Sin embargo, de repente unos ladridos le interrumpieron, gusto en el preciso instante en el que ponia los pies en el suelo, piruleta en mano, como no podía ser de otra forma.

-¿Eh? ¿Pero...? - vamos, para el estaba claro que tenía que ser Zero. Sin embargo, la reaccion de Ortocralitikarludrimidis, u Orto, como el solia llamarle, volvio a interrumpir su ya no de por si demasiado fluida linea de pensamiento y, casi como si hubiera saltado algun resorte en su interior, volvió a saltar de un solo bote al interior de la bañera, dónde se limito a asomar un pelin su redonda cabezota- _{Psss Psss... Orto... ¿Por qué nos escondemos? -}  pregunto en voz muy bajita, sin tener demasiado claro este último punto.

A lo mejor quería hacer como que no estaban para que el chucho siguiera buscando... ¡Eso seguro que sería super guay!

Shock no había acabado de sacudir a Lock que casi se ve arrollado por una enorme bañera andante, capitaneada por Barrel, que no paraba de dar gritos como un psicótico. Lock se quedó paralizado, mirando, hipnotizado, los movimientos y chillidos de su compañero. Tan fascinado estaba que tardó en reaccionar ante los ruidos molestos que venían de lo lejos, junto con los ladridos del perro fantasma de Jack.

-Escondámonos. Ya. Y si no es nadie, siempre podemos dar un susto- rio traviesamente, por debajo de su máscara de demonio. Tras decir eso, tironeó de Shock hacia uno de los árboles cercanos. La sombra de éste y de las tumbas diminutas serviría para ocultar sus pequeños cuerpos infantiles con suma facilidad. El problema era la bañera...

-Barrel, ven con nosotros. Deja la bañera quieta...- le ordenó a su amigo y compañero de travesuras- Luego vendremos a por ella, pero ¡vámonos! - le instó hasta conseguir llevárselo a rastras, junto a la brujita de su corazoncito negro, hacia el árbol en forma de piña. ¿Porque era una piña gigante, no?

— Uh, un cementerio de niños. —de repente Shock cobró mucho más interés en los nombres de las lápidas, imaginando que los nombres raros y cariñosos eran por eso y sintiéndose mucho más lista ahora que creía entenderlo. Cuando por fin aparece Barrell lo hace con la bañera, y ya así Shock se siente mucho más preparada para enfrentar lo que sea que venga.

Al menos hasta que los ruidos que traía el viento levantaron un poco de pánico en ese reducido grupo que había quedado. Barrell, como siempre, reaccionaba al instinto y Lock daba la mejor idea: esconderse para dar un susto si se trataba de algo no amenazante. Pero no se lo reconocería ni muerta. Bueno, más muerta. Corrió tras Lock tras el árbol gordo, que parecía hecho especialmente para sus tamaños.
— ¡Vamos, Barrell! —le insistió también con los dientes apretados, aunque de tener más tiempo de reacción hubiera escondido la bañera. Le dolía dejarla.