Partida Rol por web

El jefe se agachó junto al porche y el coche, palpando el suelo, y mirando en dirección a los árboles que habían sido alcanzados. En su mente comenzaba a bullir una preocupante palabra: tiroteo. Aquello cambiaba todo, en realidad. De una misión de rescate de unos excursionistas perdidos habían pasado a un asunto méramente policial: un tiroteo. Sin embargo, quería creer que fueron los chavales los que se defendieron y huyeron despues. Nuevas preguntas bailaban en su mente. ¿Sabían que se iban a encontrar con aquello? Y, lo más importante ¿Por que habían regresado entonces? ¿Que les obligaba?

Una nueva y peligrosa certeza cruzó su mente, y no pudo sino expresarla en voz alta.

-Creen que está viva -dijo.

Se levantó dejando aquellos casquillos en el suelo, ya que no quería contaminar las pruebas de lo que era, en justicia, el escenario de un tiroteo.

-Claro, ahora todo encaja -prosiguió- Como no encontramos el cuerpo, han creido que ella está viva, secuestrada. Quizá lo esté, y hayan pedido rescate por ella. Por eso han venido solos, y se han armado. Y quizá por eso hubo un tiroteo aquí hace dos días.

Señaló los nueve casquillos junto al coche y los cinco junto porche del hotel.

-Los de cerca del coche son de un arma militar, no se el calibre, pero imagino que usted podrá aclararlo, agente. Los cinco del porche parecen de un remington, un rifle de caza. Me inclino a pensar que los chavales dispararon en dirección hacia los árboles, y a ellos les dispararon desde allí, ya que la trayectoria de los impactos al coche así lo demuestra.

Entonces, sacó la linterna del cinturón, bajo el chaquetón, y se acercó a la agente.

-Creo que en el hotel encontraremos más piezas del puzzle. Vamos a ser metódicos y revisarlo todo.

Hizo un gesto a los suyos para que se acercaran, y luego miró a la agente.

-Esto se ha convertido en un asunto policial, así que este es su escenario del ¿Crimen? O tiroteo, que más da. Díganos como debemos proceder para ayudarla a revisar el hotel.

-Pero... jefe... -dijo tímidamente Diane-. ¿No hace un año de eso? ¿Qué secuestrador tarda un año entero en pedir rescate? Mantener al rehén durante un año sale más caro que el dinero que se pida por él. Bueno, casi.

Ella tenía un hijo, lo sabía bien. Dudaba que la chica necesitara pañales, pero alimentar una boca más por pequeña que fuera no era moco de pavo.

Alexandra aceptó el trozo de motor  que le había pasado Arlene, necesitaba la bala para compararla con el casquillo sí o sí por mal que le supiera "torturar" a la pobre mujer desencajando piezas de vehículo bajo aquél frío, pero el agujero en el alternador al menos podría compararlo con el tamaño de los casquillos.

Guardó también uno del porche y uno de los que había hallado Patterson junto al todoterreno que era el que estaba examinando.

—Pues... sí, parece ser de un rifle militar, o al menos esta munición es la que se usa en el ejército, del 5.56 concretamente—enarcó una ceja—dos estuches, tres armas, esto cada vez es más interesatnte.

Miró hacia el hotel; al parecer desde el coche se había disparado aquél rifle, ¿correspondería pues a la segunda funda?, luego estaba ese otro rifle, disparado desde los árboles, aquél tan antiguo y por último el Remington que era el fichado por uno de los desaparecidos se había disparado desde el porche... sólo quedaba una incógnita: ¿cuál había disparado hacia el coche y cuál hacia el árbol? necesitaba la bala.

—Bien, parece a que a priori la otra funda es del rifle militar... ¿Hay algún impacto de bala en el porche?

Samuel habló en aquél instante sacándola de sus pensamientos y tras la disertación se formó un curioso silencio en el que Alexandra no hizo más que pasar los ojos de él a Diane y de Diane a él.

" ... bueno, suele pasar".

Se guardó el casquillo metido en la bolsa que en ese momento estaba examinando y volvió a meter ambas manso en los bolsillos, se le estaban congelando. Aquello era normal, la gente solía iniciar deprisa las conjeturas, ella estaba acostumbrada a no quedarse nunca jamás con la primera impresión ni a sacarla precipitadamente pero aquello era un gaje del oficio y ni podía ni pensaba exigírselo a quien no ejercía. Se cuidó de no hacer ninguna observación en voz alta, lo último que quería era parecer arrogante y aquellas personas estaban allí para ayudar en lo que podían.

—Desde el coche y el porche dispararon al árbol... desde el árbol dispararon al coche—recapituló—parece ser que se encontraron con alguien. Aunque no hay sangre—miró a Scott esperando a que le respondiera sobre si podía rastrear algo con ayuda de la mochila—¿O sí?

Entre que le resopndía o no, dio un par de pasos hacia la entrada del porche.

"Lo que yo decía, que venimos por una desaparición y terminamos encontrando otra cosa...".

—Francamente... deberían de haber mandado a alguien del CSI—suspiró—pero a falta de policía científica, sí, tiene razón en que debemos echar un vistazo ahí adentro para seguir la madeja. No se preocupen, simplemente se trata de no tocar nada extraño con las manos desnudas ni moverlo del sitio, ante la duda, avísenme por la radio y ya está.

Cuando pasó por detrás de Diane le dio unas palmaditas en la espalda.

—Una observación muy avispada, se te daría bien esto.

Sonrió guiñandole un ojo y esperó a que la siguieran hacia el interior, lo más sensato era continuar avanzando en parejas.

Bueno, tiene un poco de sentido, pero esto está un poco apartado para... anda!!

Fue siguiendo a los perros un trecho más, alejándose del grupo. Los animales, perfectamente entrenados, habían encontrado algo.

Scott recogió del suelo una bufanda de color azul claro, claramente de mujer, y continuó instando a los animales a que buscasen. Al poco habían encontrado también unas orejeras a juego, y restos de ramaje destrozado, como si alguien hubiera pasado por allí sin cuidado ninguno.

Miró hacia atrás y se rascó la mejilla, rcogiendo también las orejeras. Me estoy alejando mucho me parece a mi...

Silbó a los animales y volvió sobre sus pasos, aunque le extrañó que los perros les costase un poco dejar de seguir el rastro. Seguramente lo que tenían eran ganas de salir por ahí y no volver a meterse en una casa o en el coche.

Al llegar, enseñó los complementos a Alexandra.

He enc-contrado esto... y hay ramas destrozadas más allá, parece que los perros tienen el rastro, o al menos uno. Lo he encontrado tirado por el suelo.

El jefe se acercó a la agente con la linterna en la mano, convergiendo con Carson cuando llevaba la ropa y anunciaba que había encontrado el rastro. Sin embargo, había que ser métodicos, y no dejarse el hotel sin revisar. Atendió a lo que decía la agente sobre el protocolo, y se puso los guantes por precaución. No quería "contaminar", y menos con sus huellas dactilares.

-Ponganse los guantes -dijo.

Luego miró a Carson, pensativo.

-Señalice el rastro y recorrálo unas millas. Cuando pase media hora, vuelva sobre sus pasos.

Luego miró a las chicas, pasándose la mano por el rostro y la frente, preocupado.

-Vamos a explorar el interior del hotel. Seguid las indicaciones de la agente y no os aventuréis solas a la planta de arriba, es peligroso.

Dicho lo cual, comenzó a caminar hacia la puerta del hotel. Estaba convencido de que ahí dentro encontrarían más pistas.

El interior del hotel era de madera como el exterior, salvo ciertas partes que lógicamente no podían serlo, como el antaño acogedor comedor (con chimenea) o la cocina. Allá donde pisaban, las viejas maderas se quejaban del peso, pero la mayoría aguantaban combándose sin crujir.

Las habitaciones de los huéspedes estaban en la parte de arriba, con unas vistas bonitas, y abajo estaban las de los Richter y el par de empleados que algún dia habrían tenido, cerca de la cocina, un despacho, y una sala que debía hacer las veces de enfermería (Por supuesto antes de que se endurecieran las normativas sobre enfermerías).
Los chicos habían acondicionado el lugar y estaban viviendo en las dos habitaciones de abajo, sellando las ventanas de las habitaciones con cinta americana o tapándolas con lona. Al parecer tenían pensado quedarse algunos días, porque querían hacer el lugar bien habitable. Tenían un generador pequeño y varias latas de gasolina en el distribuidor que daba a las habitaciones, y dos estufas eléctricas. Se habían separado los chicos y las chicas en las dos habitaciones.

A juzgar por todo lo que habían dejado allí habían salido aprisa. No habían abrigos, de manera que habían tenido tiempo de abrigarse y salir, pero habían dejado algunas cosas tan básicas como (una de las chicas) linterna y lata de comida, y uno de los chavales el impermeable. Lo más inquietante con diferencia es que en las habitaciones de los chicos habían otros dos estuches de armas, una más bien corta, según Dianne quizá un subfusil, y la otra otro rifle seguramente. Con eso ya sumaban cuatro armas, más la pistola de Katrinne.

En una de las mesas del comedor tenían desplegados termos y colacaos a medias, uno de ellos derramado, junto con viejos planos de la montaña, propiedad del dueño, con algunas marcas en él. Varias de las marcas eran viejas y mostraban rutas que habría seguido Ole Richter para sus clientes, pero otras eran nuevas y señalaban puntos cercanos o 'sobre' una de las rutas de Ole. También habían un IPhone, un cargador de batería y una calabaza de halloween colgada sobre un pie de lamparilla que hacía las veces de luz para la mesa, ya que el hotel evidentemente no tenía electricidad.

En la cocina había una neverita portátil con comida enlatada, chocolatinas y algo de comida energética y fácil de cocinar y transportar, un fogón de campamento y cubiertos, además Patterson se percató de que en la enfermería habían puesto cosas pero se las habían llevado, pues habían limpiado de polvo uno de los armaritos de pared, y por las zonas sin polvo del lugar probablemente hubiesen tenido más cosas sobre la camilla, pero no una persona.

Arlene había conseguido recuperar una de las balas, pero la otra era prácticamente imposible, y más con esas condiciones y el material del que disponía. Sus manos habían quedado ateridas por el frío cortante. Guardó la bala en una pequeña bolsa para entregársela más tarde a la agente Wright y pudiera analizarlas.

Levantó la cabeza y asintió ante la orden del jefe Patterson. Sacó sus guantes de piel del bolsillo izquierdo de su cazadora, y se los colocó. Movió los dedos intentando que la sangre volviera a circular por ellos, sentía unos pinchazos fuertes pero eso era buena señal... Caminó hacia la entrada del hotel, observándolo todo con curiosidad.

Se acercó a Alexandra y le entregó la pequeña bolsa que contenía la única bala que había conseguido recuperar.

- Aquí tienes, he conseguido sacar esto - . Le comentó con una sonrisa. Tras eso se giró y empezó a registrar junto a sus compañeros el hotel.

Cuando ya lo tuvieron todo visto, se reunieron nuevamente. Arlene no había encontrado gran cosa, a ella eso no es que se le diera muy bien, así que no se había separado de Carson mientras observaba como se manejaba. - Quizás deberíamos llevarnos la comida... Cuando los encontremos tendrán hambre - . Comentó la joven mientras miraba nuevamente lo que contenía la neverita portátil.

El jefe salió del interior de la enfermería, pensativo. Habían traido medicamentos y se los habían llevado. Y al haberse dejado otras cosas mucho más importantes, algo le pasó por la cabeza.

-Hay que revisar bien la enfermería y los alrededores de nuevo. Trajeron medicinas, y se las han llevado. Quizá uno de los chicos fuera herido durante el tiroteo, pero tuvieran que marcharse apresuradamente. Quizá haya dejado un rastro de sangre fuera, y eso sea lo que han seguido los perros.

Echó una ojeada al mapa y las rutas. Se le daba mejor aquello. Intentó adivinar si habrían seguido alguna de ellas tras escapar, y cual era la más viable dadas las circunstancias.

En la neverita había principalmente comida enlatada, y no toda necesitaba conservarse en frío. Aún así, con el frío que debía hacer en las habitaciones de arriba podrían haberse ahorrado el gasto de energía de la nevera. También habían refrescos y un buen puñado de bebidas energéticas.

En cuanto a las rutas marcadas, señalaban una en varios puntos. Bajo el mapa habían unas imágenes de máxima definición posible de la zona tomadas con Google Maps. Ninguna de las nuevas marcas señalaba la ruta que habían seguido el año anterior para buscar a Samantha, si no que seguían una señalada como "ruta 2". La "ruta 1" fue la que siguieron los guardabosques, y no les dijeron nada de la "2", como si quisieran despistarles. En la ruta 2 tienen marcados dos puntos, tanto en el mapa viejo como en el de google maps, uno a varios kilómetros y otro bastante más adentrado en la montaña, hacia el final de la ruta.

El jefe se abstrajo mirando el mapa. ¿Sería aquella ruta la que habían tomado? Y sobretodo, ¿A que orografía correspondía aquellos puntos señalados en la ruta?

Trató de hacer memoria, haciendo uso de numerosos años como guardia forestal en el parque, para tratar de arrojar algo de luz sobre los lugares que, al parecer, los muchachos estaban más interesados en visitar.

La ruta 1 lleva a unos parajes preciosos, montañosos pero poco peligrosos, aunque con mucha cuesta arriba y algun barranco alq ue no es necesario acercarse demasiado por donde presuntamente cayo Samantha. En general no entraña pelligros salvo animales y permite ver grandes panoramicas.

Arlene asintió con la cabeza y se encaminó hacia la puerta. - Voy a dar una vuelta por los alrededores... - Comentó antes de salir. Lo suyo nunca había sido la investigación, ella se sentía feliz con un destornillador y unos alicates en las manos. Sin esas herramientas se sentía torpe, sin saber qué hacer con ellas, y normalmente optando por meterlas en los bolsillos de los pantalones.

Así salió del hotel, con aspecto de pasota, tan sólo le faltaba ponerse a silvar y ya tenían el conjunto completo. Al salir al exterior, sintió nuevamente el aire frío, cortante, golpeando su rostro. Se subió nuevamente la cremallera de su abrigo y empezó a caminar. Sus ojos recorrían la zona mirando palmo a palmo y buscando como había supuesto el jefe Patterson, algún rastro de sangre que les pudiera indicar qué era lo que había ocurrido.

Cogió el mapa, acercándose a la agente del FBI. Aquello les daba una pista, y una particularmente buena. Sabían cual era la ruta que querían tomar realmente. Ahora, solo había que precisar si el tiroteo había cambiado o no sus planes. Vió como Arlene se fue afuera a seguir rastros, y le dió una sola indicación.

-No te separes mucho de esta zona. Hay gente armada por ahí, no lo olvides.

Luego le pasó el mapa a la agente, subiéndose el sombrero para verla mejor de cerca.

-Esto es revelador. Parece que querían engañarnos, y que la ruta que decían querer seguir era una tapadera. Tenemos aquí la ruta auténtica, diseñada posiblemente por Ritcher, bastante buena. Se supone que si la han seguido, esta noche acamparan en algún abrigo rocoso de esta zona. Pero, claro está, su plan posiblemente se haya alterado por el tiroteo. Me inclino a pensar que ahora mismo estarán huyendo de sus asaltantes, ya que asumir que les han matado a capturado sería... demasiado.

La miró, como considerando cual sería su siguiente paso.

-Creo que debemos pedir a un par de agentes de la oficina del sheriff, y que traigan algún arma de fuego más. Ahora mismo somos solo un rifle de caza y su pistola contra todo ese arsenal. Además, desconocemos cuantos son los asaltantes, ni de que armas disponen. Aunque a juzgar por como se armaron los muchachos, deben ir bien artillados.

Miró luego el resto de los objetos que se habían dejado allí.

-¿Ha revisado usted todo esto?