No voy a traicionar un acuerdo -le dije a mi compañero -. Es simplemente que yo no soy de obrar de esta manera. Cuando acojo a alguien que viene en paz, se marcha en paz, punto. Pero si ese es el trato que has conseguido, no seré yo quien lo desoiga, no te preocupes. Además, todo el que sea enemigo de la julkara es mi amigo porque si no, no estaría aquí.
Claro que no sabía qué pretendían sacar pero bueno, ya lo averiguaría. Seguro que no tardaría demasiado.
Entonces aqui nos separaremos, tienes el combustible suficiente para ir a una estacion comercial que esta a dos saltos que te he introducido en el ordenador de la nave, ahi seguro que encuentras algo que hacer de trabajo, ademas es un buen principio para encontrar informacion de tus compañeros, aunque tambien te digo, hace relativamente poco, las noticias no se esparcen tan rapido por la galaxia.
Ademas iras en esa estacion para entregar una caja a un individuo, llamado dos colas. Ahora vendra un gazurtoid y te pondra la direccion y el archivo del susodicho. Tambien entraran en la nave para...hay cosas que se las llevaran de equipo y te pondran algunas otras mas adecuadas.
Mientras tu compañero se despedia y esperaba si tenias alguna duda, acudio otro pulpo con su traje, en la mano llevaba una tableta muy parecida a la que encontraste. La encendio y te la dio a tus manos. Mire el punto verde de la pantalla. La pantalla aparecio tu cara frontal y de perfil, Biometria reconocida, ponia en la pantalla. Introduzca nombre:
Alguna peticion? quieres que conecte la tableta a la nave y a tu traje?
Una vez decidido, el pulpo me dio las últimas indicaciones. Aquello era la despedida, algo que me daba auténtica lástima, por tonto que pareciese. Él había sido mi apoyo cuando encontré la nave y mi ayuda, pero también el amigo que necesitaba en los momentos difíciles, porque había sido un viaje muy largo. Tenía lágrimas en los ojos aun no queriendo llorar, pero es que no podía evitarlo.
-Gracias. Espero tener suerte. Bueno, supongo que no hay problema con eso. Me conformo con poder llevarme la nave -le dije, conteniéndome para no abrazarle allí mismo.
Después entró otro pulpo llevando una tableta que me entregó, preparada para reconocerme.
-Aren Johnson -dije, por si me reconocía vocalmente porque si no, tendría que teclearlo. Después, miré al pulpo ante su última oferta -. Sí, por favor. Cuanto más automatizado esté todo, mucho mejor.
Y finalmente, no pude contenerme. Me acerqué al pulpo y lo abracé como buenamente pude, teniendo en cuenta que estábamos embutidos en sendos trajes.
-Gracias por todo, de verdad. Y no dudes en comunicarte si necesitas algo. Te debo mi vida.
Me sentía muy extraña al separarme de él, como cuando había dejado a mis padres para irme a vivir sola, solo que en aquel caso era todavía peor.
No tenía mucha fé en encontrar a los míos pero si no lo hacía, estaba claro que debía empezar a crearme una vida por allí.