Partida Rol por web

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

Balmorra, un planeta dentro del sector de las colonias. Por lo tanto bastante controlado por la republica. Bien es cierto, que es practicamente imposible llegar a cada rincon de ella. Tiempos atras el planeta se caracterizaba por su gran expansión economica y política. Pero el auge de planetas como Onderon o Alderaan, muy cercanos. Han terminado por contrarestar la grandeza de Balmorra que se ve sumergida en una grave crisis interna donde los señores del crimen se han hecho con el poder absoluto de las ciudades no tan importantes, siendo muy influyentes ante el gobierno central del planeta...

Nuestra historia nos adentra en Tella una pequeña ciudad del sur donde abunda vejetación y donde dos grandes señores del crimen tienen una particular batalla por hacerse el control. Lander Frak, un hutt apestoso que se encuentra en las ultimas y Filter Exern. Viejos amigos que un dia el destino los separó convirtiendolos en enemigos.

Son las 15:00 del mediodía, tras una larga jornada de trabajo apetece acercarse por la taberna a tomar algo y refrescar la garganta. Es un dia caluroso.

Reconforta oir la musica en el tocadiscos, al parecer no hay mucha gente, tan solo unas 4 o 5 personas sentadas de forma dispar por la estancia. A algunas de ellas no las habías visto en tu vida. es logico, esta ciudad es un loco ir y venir de gentes de diferentes puntos de la galaxia, transportando mercancias y trayendose trabajos entre manos con Lander Frak en este caso. Ya que a nadie se le ocurriría venir a esta taberna de parte de Filter Exern, ya que las zonas estan muy bien delimitadas

El camarero aguarda tras la barra secando jarras y al parecer no muy animado

que se supone que hago en la cantina?

La puerta se abrió y un arrugado viejo entró en la taberna. Tras una breve detención y examinar a los clientes, se acercó a duras penas a una mesa donde había un alielígena con cuatro brazos: -¡Hola, buen amigo! Qué calor hace, ¿verdad? Uf...-. Tras mirarlo amistosamente y exibir una agradable sonrisa desdentada, preguntó: -Me preguntaba si podrías invitarme a una cervecita... Ayudarías mucho a este pobre viejo...-. Parecía bastante acostumbrado a pedir este tipo de favores a la gente, a todas luces, no sería la primera ni la última vez que intentaba rapiñar alguna invitación a una cerveza...

Oye viejo, la verdad es que no tengo ni siquiera rastros de créditos; Lander Frakk debe pagarme el último transporte todavía y por lo pronto no puedo pagar nada, estoy aqui porque esta fresco solamente; pero enseguida debo ir a cobrar ese viaje digo mirándolo a los ojos y jugueteando con los brazos cruzados (si, los 4) Por cierto, que te trae por estos lares? no es una ciudad donde hayan muchos abuelos digo riendo

Entro en la taberna, maldita sea, vaya horas, tengo hambre... pero me tomare un algo antes.
Me acerco a la barra y me fijo en el alienigena de los 4 brazos, no hago mucho caso de nada mas . Cantinero ponme algo fuerte. Y doy un golpe en la barra.

Cuando el aventurero no había terminado de decir "ni siquiera rastros de créditos" el viejo, tras una breve mirada de sorpresa, y haciendo caso omiso a lo que el alielígena le seguía diciendo, se dió la vuelta hacia la barra, donde acababa de llegar un humano, y, mientras se giraba, gesticuló para sí: -Puff... Otro fracasado... Estos hutts sólo atraen escoria, y, además ahora, sin unos míseros créditos-. Al llegar a la barra, tras tropezar brevemente con su bastón en una banqueta, comenzó de nuevo su particular ritual para conseguir unas cervezas gratis: mirada amistosa, sonrisa, hola buen amigo, me preguntaba si podrías invitar a este pobre viejo a una cervecita...

Estamos ante la puerta cuanta gente hay aparte de la descrita en la escena?

Un par de tipos aparecen ante la puerta, analizan toda la taberna en decimas de segundo y se deciden a entrar.

Todo discurre con tranquilidad. La luz entra por las ventanas circulares haciendo las veces de focos que dejan caer tubos de luz hacia el suelo con un angulo de unos 60º.

Por ahora, dos tipos acaban de entrar sentandose en una de las mesas, esperando a que el camarero les atienda. Un alienigena con cuatro brazos se mantiene sujeta la cabeza con dos de ellos pensando en todo lo que cobrará de su ultimo trabajo. Y a pocos metros de este un abuelo intenta arañarle una cerveza a un humano que por su cara no parece que vallan a hacer muy buenas pintar por ahora.

La música sigue sonando y ahora el camarero hace sonar una campana.

La hora feliz! La hora feliz!!! la primera gratis!

Entonces dame la primera gratis, porque no hay dinero para la segunda digo arrimandome hacia la barra y trepandome a un banquito

Camarerooo! una cerveza coreliana bien fría, y para mi amigo otra a ver si se decide hablar que está muy callado. El twilek mueve las colas de su cabeza de forma agitada para llamar un poco la atención del camarero.

La cara del viejo era la expresión de la felicidad, y, casi cantando de alegría, exclamo: -Jajaja... Hoy es mi día de suerte, ¡Sí señor!. ¡Venga joven, escancia una cervecita bien fresquita!-

Fenomenal; Camarero, ponme un Lum y rapidito.. Observo al anciano, vaya, otro mendigo tratando de sacar algun credito.... Cojo mi vaso y sorbo tranquilamente, MALDITA SEA, esta basura sabe a mierda de zabrak.

master, lo siento pero me voy de viaje y hasta el dia 20 no voy a poder postear.
si eso me manejas tu el pj hasta el dia 20. gracias

Al oir al camarero todos se apresuran para pedir, como si la bebida se fuera a acabar. Una vez que todos estan servidos y con su jarra en mano. la puerta del establecimiento se abre con un sordido golpe. Todos miran hacia esa dirección, pudiendo vislumbrar la silueta de un viejo, un viejo con ropas roidas y lleno de sangre por todos lados.

¡Tengo un mensaje para la republica! ayudadme por favor!

y llegando tambaleandose hasta la mitad de la cantina se desploma contra el suelo pareciendo haber perdido la conciencia, o posiblemente la vida.