Partida Rol por web

Escucho atentamente a las palabras de Mª Angustias, -Tienes razón Mª Angustias, no podemos dejar que ninguno de estos caballeros tome una decisión tan apresurada y encima con unas copas en la cabeza- me levanto de la silla con cuidado, mirando a los presentes, -Caballeros encantada estoy de acompañarlos a la universidad, y verificar los hechos sucedidos, aquel buen hombre era amigo mío también, pero en estos momentos ninguno de nosotros esta con la compostura suficiente para realizar un viaje-

Mirándolos a todos fijamente, suspiro hondo, -propongo que nos retiremos a descansar un poco y esperar a que tengamos nuestros cinco sentidos firmes, luego nos reuniremos para tomar rumbo hacia la universidad- espero a la respuesta de los caballeros presentes en la mesa.

No me soprende la intención de Don Miguel de querer ir de inmediato a la universidad. De hecho, estoy más que dispuesto a seguirle a donde haga falta con tal de averiguar alguna cosa más sobre la muerte de Cervallos. Aún así me siento en la obligación de intentar disuadirlo, no veo que esté en condiciones. Aprovecho el momento de cierto revuelo causado por su airada manifestación, me inclino hacia él y casi susurrando, para que nadie más en la mesa pueda oir mis palabras, le digo:

- Don Miguel, si me lo permite... no creo que la Señora esté en condiciones de desplazarse en estos momentos a la universidad, se la ve fatigada y tremendamente afectada. Tal vez debería dejarse para mañana. Estoy seguro de que ella tiene tanto interés como el resto en confirmar que ha sido un desafortunado accidente, pero sería algo desconsiderado dejarla al margen, no le parece?

Asiente con la cabeza - Agradezco Antonio tu recomendación, pero creo que la Condesa puede pronunciarse por sí misma. Condesa, ¿Estáis cansada?. Aún es pronto, tenemos toda la tarde para investigar y mañana se celebra el funeral. Si vos no queréis continuar esta tarde, iré con quien me acompañe y os doy mi palabra de que se os informará de absolutamente todo cuanto acontezca- termina diciendo.

El cuerpo me pide acompañar a Don Miguel, pero no quiero tampoco abandonar al resto de mis compañeros. Escucho la última intervención del letrado e intervengo

Todos estamos afectados, y todos estamos interesados en saber más del final de nuestro buen amigo - miro a la condesa y añado - creo que ninguno de nosotros podrá dormir esta noche sin saber el por qué de este desgraciado accidente - hago una pausa y añado - yo no, por lo menos. Creo que sería buena idea ir a la universidad y saber que ha pasado realmente y... la voz se me quiebra con estas palabras - rendirle un homenaje allí dónde era más feliz.

- Por supuesto Don Miguel, no debí entender a la Condesa cuando propuso retirarnos a descansar. Disculpe mi atrevimiento.

Me reclino en mi silla y espero a que el resto decida. Sea lo que sea yo acompañaré a Don Miguel, es mi señor.

Se pone en pie asintiendo con al cabeza mientras empuja suavemente su silla para colocar el respaldo vertital al borde de la mesa. Se acerca a la barra y pregunta al camarero.

- ¿ Qué se debe buen hombre ?- Con intención de pagar la cuenta conjunta.