Las estepas errantes y salvajes sin nombre, a veces olvidadas de los reinos del hombre y siendo parte de un frágil equilibrio entre la magia y la naturaleza. Habitada por el clan nómade desde tiempos inmemorables, ha velado por la seguridad y resguardado la magia de aquellas tierras desde su nacimiento.
Allí caía la media mañana aquel día caluroso, bajo la sombra la brisa generaba una agradable sensación, golpeando el rostro y velando por todo aquel que quisiera entornar los ojos un rato.
- Markus, ¡Hey Markus! – Sonó una voz femenina que irrumpía la temprana siesta del muchacho.
Sentado bajo un árbol, reposando mi espalda sobre el firme tronco, me encontraba dormitando tranquilamente segundos antes de que aquella voz gritando mi nombre me hiciera abrir los ojos de par en par para luego mover la cabeza en busca de su origen.
Mientras tanto, levanté mis brazos para estirarlos y desperezarme lentamente sin ningún tipo de prisa por levantarme.
- ¡Markus! – Fue lo último que escuchó antes de sentir el golpe, todo el cuerpo de aquella persona se había lanzado sobre el mago de fuego. Era Azhua Nom`Ham, hija única de Mek Nom`Ham, líder del Clan Nómada. Hermanos adoptivos desde la infancia, en los últimos años la relación se había vuelto mucho más cercana; luego de ella descubrir que no comparten lazos de sangre… Sin llegar mas allá de algún beso indebido y sin decirle al gran Mek.
Azhua se había lanzando sobre Markus, aplastándolo con su liviano cuerpo y besó la comisura de los labios de este.
- ¡Markus! Duermes mucho, ¡te estuve buscando por todos lados! – Frunció el seño pareciendo enojada – Sabes que la caravana partirá en unas horas y papá te estaba buscando – Sonrió alegremente sentada sobre su hermano.
El pueblo nómada viajaba toda la vida de un lado a otro del continente, aprovechando los recursos de cada lugar sin explotarlos al máximo. Creían en el equilibro de la vida.
Cuando sentí aquello caer sobre mi de aquella manera me hizo sonreír, solo podía ser ella.
-Azhua...
La abracé al mismo tiempo que ella dejo posar ligeramente sus labios sobre los míos.
-A eso...-Dije haciendo caso omiso a lo de que dormía mucho-Lo tengo todo preparado para marchar. Decidí relajarme un rato antes de partir. ¿Que quiere ahora padre?
Intenté levantarme sujetándola a ella sobre mi.
No fue nada difícil para Markus levantarse y cargar a Azhua, era muy liviana, además a ella le gustaba que él lo hiciera.
- Sabes... - Cambió el rostro, un poco mas serio - Tuve otro sueño... siento que algo va a suceder, hay más posibilidad de que sea algo malo... a algo bueno
En la sangre de los Nom`Ham corría el poder de la clarividencia, únicamente concedidos a las mujeres, que por lo general sólo tenían una. En este caso Azhua era hija única, respecto a sangre.
Para el Clan Nómada, el equilibrio es algo esencial. Tanto la vida como la muerte forman parte de este, esto se consigue a través de sacrificios del mismo valor. Para conjurar un hechizo se otorga el maná en sacrificio, para cazar una presa tiempo y paciencia, para morir se otorga la vida. De esta forma nada sale del balance y a su vez todos los seres forman parte de él, incluso la pequeña hormiga que acarrea una hoja esta incluida.
Es parte de la filosofía Nómada la elección de los caminos, las decisiones se toman al elegir uno, de infinitos, muchas veces visibles a los ojos y otras no. Los videntes pueden visualizarlos todos, llevando sobre sus hombros un gran peso.
Mi rostro también cambió tras sus palabras. Y dejé a la chica que se apoyase sobre sus propios pies en el suelo.
-Bueno. ¿Y sabes cuando ocurrirá?
Puse mi mano sobre su espalda para que se voltease en dirección a donde estaba el campamento para ver que quería nuestro padre de mi.
Ambos empezaron a rumbear lentamente hacia la caravana, la chica se mordió el labio preocupada.
-No lo sé bien, pero veo una ciudad, un barco volador... una niña y gente peleando, luego todo es muy confuso pero... dentro de todos los posibles finales siempre hay un corazón latiendo en un cofre... -
Azhua tomó el brazo de Markus y apoyó la cabeza - Tal vez podrías convencer a padre para ir... al menos tu, aunque si me llevas... -